Entrevista
a Dennis Maki, experto en bioterrorismo
Vino
a Buenos Aires a hablar de infecciones hospitalarias en la Academia Nacional
de Medicina Ayer, el doctor Maki dio una conferencia sobre infecciones hospitalarias en la Academia Nacional de Medicina a la que asistieron más de 500 profesionales. Pero el bioterrorismo parece resultarle un tema irresistible, que le interesa tanto como los gérmenes de hospital. -El bioterrorismo ¿es una amenaza real en el mundo? -Absolutamente. Y si no, miremos las noticias del día. Los terroristas tienen muchos chicos en su poder en Chechenia y amenazan con matar a otros. Y serían capaces de arrojar una bomba con el virus de la viruela si lo tuvieran al alcance. No creo que el mundo tenga dimensión real de la amenaza que plantea el terrorismo. Cuando uno tiene gente que está dispuesta a suicidarse para poder matar a una gran cantidad de ciudadanos inocentes estamos en presencia de una amenaza muy seria a la trama total de la civilización. Sin dudas podrían usar cualquier arma biológica. Pero me preocupa mucho más el hecho de que los terroristas tengan acceso a dispositivos nucleares. Irán está en el umbral de convertirse en un país nuclear; Corea del Norte tiene armas nucleares. ¿Por qué no habrían de vender dispositivos a terroristas? El mundo se ha transformado en un lugar muy peligroso. -Bueno, de hecho ya se arrojó una bomba atómica y algunos países utilizaron sustancias como el napalm durante las guerras. Entre éstos, los Estados Unidos... -Sí, sin dudas. Pero hay una gran diferencia entre usar armas durante una guerra y utilizarlas en los ataques terroristas, cuando están atacando a ciudadanos inocentes. -¿Pero cree que muchos de los lastimados o muertos en Hiroshima, por ejemplo, eran culpables de algo? -Tenga en cuenta esto: si la bomba no se hubiera arrojado sobre Hiroshima la guerra hubiera durado un año más y matado a un millón de personas... Hiroshima fue terrible, pero la guerra es la guerra, y cuando eso ocurre los ciudadanos de ese país van a ser heridos y van a morir. Es una desgracia muy grande, pero no son totalmente inocentes: son miembros de un país adversario, y es así como funcionan las cosas. -¿Por qué pueden ser tan poderosas las armas biológicas? -El terrorista utilizará cualquier arma, pero las biológicas son baratas, sencillas y generan un miedo terrible entre la gente. El objetivo verdadero del terrorista es generar miedo, y si las personas tienen miedo pierden la voluntad de resistir.
-¿Qué tema vino a tratar con los infectólogos argentinos? -Las infecciones en los hospitales, que son un problema y una realidad. En los hospitales es donde tenemos a los pacientes más vulnerables y enfermos, y para poder salvarles la vida debemos realizar procedimientos invasivos, como usar catéteres. Esto salva vidas, pero se asocia con el riesgo de una infección secundaria. -Se dice que las medidas para disminuir infecciones son sencillas, por ejemplo lavarse las manos entre paciente y paciente. ¿Cuál es el problema? ¿Realmente son tan graves las infecciones o no se siguen bien los procedimientos? -La atención médica es muy cara. Pedimos a enfermeros y médicos que hagan cada día más, pero no tenemos más médicos y enfermeros. Es decir: todos trabajan más por menos dinero. No es que los trabajadores de la salud no se laven las manos porque no les importa, sino porque tienen demasiado que hacer. Pero aun cuando se laven las manos habrá transmisiones, el riesgo se puede reducir, pero no eliminar. Por eso muchas estrategias se orientan a evitar que el germen cause la infección una vez que tomó contacto con el paciente. Hay mejores desinfectantes cutáneos y podemos diseñar catéteres intravenosos y otros dispositivos invasivos resistentes a las infecciones. Es lo que denomino "tecnología novedosa". Pienso que los progresos tecnológicos pueden compensar el hecho de que el personal no se lave bien las manos o de que un paciente, por ejemplo un quemado, sea más susceptible a las infecciones. Con mejores tecnologías podremos protegerlos mejor. Por
Gabriela Navarra, La Nacion, Viernes 3 de Setiembre de 2004 |
||||||||
|