Sólo desde la Historia se pueden entender las razones que cada pueblo ha tenido para definirse por una u otra forma de arquitectura. Esto se hace más patente cuando comprendemos, que aunque son muchas las razones de tipo sociales y culturales que han definido cada una de esas formas, es el material de construcción, con sus potencialidades, y el desarrollo de las técnicas de construir, las que han posibilitado y condicionado que los edificios hayan encontrado una expresión coordinadas con las razones funcionales y culturales.
La climatología, el fenómeno sísmico, la agresión del medio físico, la disponibilidad de materiales adecuados, la facilidad de trabajabilidad de los mismos, su distancia o cercanía desde su lugar de origen hasta el de utilización y la posibilidad de ser transportado a una determinada distancia, han constituido las variables que han condicionado la tipología constructiva. No obstante, ha sido el sentido de la vida de los pueblos, la tradición y el concepto de perdurabilidad lo que ha forjado su arquitectura y, como hemos dicho, el fenómeno "arquitectura y construcción" sólo puede entenderse desde la perspectiva histórica.
Eugenio Battisti propone que la Historia puede estudiarse de dos maneras, la primera puede abordarse por medio de un modelo vertical, es decir, estudiando un conjunto de hitos históricos como hechos aislados pero ordenados cronológicamente. Esto sería como una visita a un museo. Se trata, entonces, de reducir la Historia a un drama interpretado por grandes protagonistas, que no parece tener contacto con la vida colectiva. Este modelo permite establecer y argumentar contraposiciones, pero no nos autoriza a extraer conclusiones. La segunda forma propone abordar la Historia desde un modelo horizontal. Se compara éste a una visita a un barrio, donde lo moderno y lo antiguo coexisten, y donde la investigación armoniza y admite la tradición con el desorden fenomenológico, quedando la cronología como referencia.
Giulio Carlo Argan precisa que la Historia del Arte puede desarrollarse siguiendo cuatro formas fundamentales en la metodología de análisis, a saber: El aspecto FORMALISTA que desarrolla Konrad Fiedler, en el que se estudian las formas, los volúmenes, las plantas, los contornos, etc. El aspecto SOCIOLÓGICO que desarrolla Hauser; donde, se estudia cómo la obra de arte se produce dentro de una sociedad y de una situación histórica, donde dicha actividad es consecuencia de su entorno y se disfruta como cualquier otro producto. La ICONOLOGÍA que desarrolla Panofsky, estudia cómo la actividad artística tiene impulsos, a nivel del inconsciente individual y colectivo, que son más profundos que los propios contenidos formalistas o figurativos. La SEMIOLOGÍA o ESTRUCTURALISMO establecida por Alois Riegl, propone el conocimiento más allá de la imagen. Argumentación del arte para fundamentarlo como ciencia absoluta, por medio de la rigurosa labor de descifrar los signos mediante los códigos adecuados.
Desde los primeros pasos del largo caminar que supone emprender un estudio de la Historia de la Construcción, nos movimos con el deseo de formular nuestro trabajo de forma distinta a una organización propia de la cronología clásica y presentarlo bajo una propuesta estructuralista o semiológica organizada por los propios elementos constructivos u otras coincidencias de la razón y forma de construir. Mucho tiempo le dedicamos a ésta idea de organización, sin lograr un orden en el que no quedaran demasiadas cosas fuera del mismo. Después de muchas horas de empeño en organizar los hechos arquitectónicos en razón a su forma constructiva, a su modo estructural o a las coincidencias de sus tecnologías empleadas, encontramos la lapidaria frase de Erwin Panofsky que sentencia el problema de la forma siguiente: "El historiador no puede por menos que dividir la materia en períodos definidos exactamente como porciones de la historia, distinguibles entre sí".
Esta Historia de la Construcción, siguiendo la afirmación de Panofsky y su modelo iconológico, quiere exponer su materia dividida en períodos definidos de la manera más clásica y pretende abarcar desde el origen de la construcción en el Próximo Oriente hasta la etapa actual de la edificación arquitectónica. No obstante, afrontamos la investigación desde una perspectiva estrucruralista, argumentando los hechos que definen a cada período histórico hasta llevarlo a la categoría de Ciencia, pero sin olvidar que construir siempre fue tenido como un arte, si esto se entiende como hacer bien las cosas. Francisco Ortega Andrade. |