ðHwww.oocities.org/es/homers_y/rutas/riveragata.htmwww.oocities.org/es/homers_y/rutas/riveragata.htm.delayedx‘hÕJÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÈÀŠˆã!OKtext/htmlpËzã!ÿÿÿÿb‰.HSun, 28 Mar 2004 21:54:53 GMT³Mozilla/4.5 (compatible; HTTrack 3.0x; Windows 98)en, *‘hÕJã! Ruta del Valle Rivera de Acebo
   

Ruta Valle Rivera de Gata

El cruce de las carreteras comarcales 513 y 526, conocido como la Fatela, es el punto de inicio que se propone para el recorrido de esta ruta.

A pocos metros de éste, parte una carretera local que corre paralela a la Rivera de Gata discurriendo por el fértil valle del mismo nombre. Antes de llegar a la localidad de Gata cruzaremos por el paraje conocido por el Puente de la Huerta. Bajo el viejo arco siguen discurriendo las frescas aguas del Arroyo de San Bias que, remansadas en profundas pozas, se ofrecen refrescantes frente a los los calores del estío. junto a ellas se encuentra el Camping de Gata que cobija, a modo de museo al aire libre, algunas obras del escultor Martín Simón.

Gata river's map

La Villa de Gata se asienta en la cabecera del valle sobre las faldas del monte Las Jañonas, vigilada desde el granítico cerro por la secular atalaya de la torre de la Almenara. Su casco urbano, declarado Monumento de Interés Cultural, muestra una arquitectura tradicional bien conservada, destacando sobre ella el sólido templo parroquial de San Pedro.

Frente a la Iglesia, la Fuente del Chorro presidida por el escudo imperial de la Casa de Austria, que sorprende por la cabeza del águila orientada en dirección contraria a la tradición heráldica. En la Plaza de las Ordenes Militares se puede sentir la antigua resonancia señorial que tuvo la villa, en contraste con las estrechas y evocadoras callejuelas que. como las del Resbalón, Canchal y Estrecha, recorren de forma sinuosa la localidad, ofreciendo a través de las fachadas de sus casas, vestigios y detalles de una rica arquitectura de tiempos pasados.

Su Plaza Mayor presidida por los soportales que sostienen a ayuntamiento es lugar de encuentro, intercambio de noticias y de mercadillos semanales. Pueblo, en tiempos, con tradición de arrieros que, a través del camino empedrado que sube a la ermita de San Bias, trasponía las cumbres de la Sierra para transportar mercancías de la amplia gama de productos locales que desde siglos se intercambiaron con los vecinos pueblos castellanos. Aún persisten en Gata artesanos que con sus hábiles manos, siguen tallando y dando formas a delicados y finos oribes, así como cirios de inmaculada blancura.

Un centenario y robusto cedro jalona el lugar donde se encuentra la ermita del Humilladero y el singular jardín Botánico que acoge a una variada y exótica flora.

Cruzamos la Rivera de Gata y al alejarnos observamos la recoleta villa despidiéndose entre hermosos paisajes. Una vez llegado al Alto de la Cruz de Piedra aparece ante los ojos del viajero un amplio panorama sobre el que se disponen pueblos, valles, llanuras y pantanos: En primer término aparece la localidad de Torre de Don Miguel, detrás de ésta, sobre un cerro, Santibáñez el Alto. La fundación de Torre de Don miguel se atribuye al que fuera primer Comendador de Santibáñez, Frey Miguel Sánchez que, por el año 1227, ordenó construir una torre rodeada de huertos y jardines en el actual emplazamiento de Torre.

En su trazado urbano aparece, con frecuencia, la bien conservada arquitectura tradicional serrana: Un laberinto de calles angostas semioscurecidas por los voladizos de sus tejados y singulares pasadizos creando un ambiente que nos evoca un pasado islámico que, junto al que fuera barrio judío del Cancillo, marcaría de manera notoria la fisonomía de la localidad.

Pero en Torre existen también otros elementos arquitectónicos que se encargan de manifestar el cambio de costumbres y de épocas. Con frecuencia aparecen fachadas de cantería de corte señorial en las que blasones y escudos nobiliarios indican de la presencia de Hidalgos y Ordenes Militares.

La arquitectura religiosa de Torre está representado por: La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción,la ermita del Cristo y la ermita de Nª Sª de Bienvenida situada a las afueras del pueblo y en cuyo interior acoge a la Patrona de la localidad.

En algunos de los edificios que conforman la Plaza Mayor aparecen aún balconadas de madera, elemento que tiempo atrás debió ser predominante. Pero el elemento más destacable de este lugar público es, o mejor dicho fue para dolor de quienes lo conocieron sano, el gran olmo testigo de la historia y avatares del pueblo así como de las tertulias que al cobijo de su sombra los vecinos mantenían. Lugar también de celebración de festejos como el antiguo ritual de la "Quema de los capazos" que, como en otras localidades serranas, marca el final de la campaña aceitunera.

Dejamos atrás Torre de Don Miguel para, por la carretera local y entre bosques de pinos y robles, acceder monte arriba donde se yerguen las viejas murallas del señero castillo de Santibañez el Alto. La estratégica ubicación de Santibañez ofrecen al viajero una amplitud de miras que acoge una de las más hermosas panorámicas que ofrece la comarca.

Según la historia escrita, los orígenes de Santibañez se remontan al siglo IX, siendo la francesa Condesa eudosinda, esposa del Conde Grimaldos, a la que se debió su fundación, siendo conocida durante la reconquista por San Juan de Mascoras, pasando a convertirse en cabeza de la poderosa encomienda alcantarina, a la cual pertenecieron a mayoría de los municipios del entorno.

De su intrincado casco urbano destaca la Iglesia de San Pedro, la ermita del Cristo, junto al crucero, y la Picota o Rollo construido a finales del XVI. Cierta curiosidad presentan algunas de las casas adosadas a la muralla aprovechando espacios inverosímiles, o la rústica plaza de toros que se construyó aprovechando los restos del recinto amurallado.

Desde lo alto de Santibañez se adivina cercana la localidad de Villasbuenas de Gata, "pueblo de las siete villas" pues según cuenta la tradición, fue destruido por los musulmanes y vuelto a reconstruir por los cristiano en siete ocasiones. Es en la Plaza Mayor donde se disponen algunas de las casonas de corte señorial, apareciendo en sus fachadas de cantería grandes balconadas con esmeradas barandillas de hierro forjado, presentando también esgrafiados decorativos. Otra de las viviendas con interés en Villasbuenas es la que se encuentra en las traseras del templo parroquia de Nª Sª de la Consolación y conocida como la "casa de la mujer panzuda" en alusión a una figura tallada en una de sus ventanas. Curiosas son también las distintas figuras que adornan la ventana central de la fachada principal y que indica que pudo pertenecer a la residencia parroquial.