Cuentos Sufíes


Mulláh pierde la llave

Cuentan que un día estaba Mulláh en la calle, a cuatro patas, buscando algo, cuando se le acercó un amigo y le preguntó:

  • Mulláh, ¿qué buscas?

Y él le respondió:

  • Perdí mi llave.
  • Oh, Mulláh, qué terrible. Te ayudaré a buscarla.

Se arrodilló y luego preguntó:

  • ¿Dónde la perdiste?
  • En mi casa.
  • Entonces, ¿por qué la buscas aquí afuera?
  • Porque aquí hay más luz.

Aunque te parezca cómico, ¡eso es lo que hacemos con nuestra vida! Creemos que todo lo que hay que buscar está ahí afuera, a la luz, donde es fácil encontrarlo, cuando las únicas respuestas están en el propio interior.

Sal a buscarlas afuera, que jamás las hallarás...


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Ilusión Fugaz