INCONDICIONALES

Inconditionales Pro Sancta Ecclesia

 
IDEARIO DE VIDA
 

IDEARIO Y REGLA DE VIDA DE LOS INCONDICIONALES

l. DEL NOMBRE, NATURALEZA Y FINES

1. Con el nombre de "Incondicionales" designamos aquí a los que quieren vivir en espíritu de incondicionalidad a la Santa Iglesia y adherirse, sin límite ni condición alguna, a su doctrina, dis­ciplina y autoridad, promoviendo la incondicionalidad también en todos los ambientes eclesiales.

El nombre completo es "Incondicionales de la Santa Iglesia". Las siglas IPSE corresponden al nombre en latín: '1nconditionales Pro Sancta Ecclesia".

Es una espiritualidad, es decir, no es una asociación, ni una congregación, ni un instituto religioso, ni tiene una configuración jurídica. Tampoco es una "cosa" más entre las cosas que van sur­giendo. Es un espíritu que los incondicionales quisieran difundir en todos los servicios y actividades en la Santa Iglesia.
A esta corriente se pueden incorporar, este espíritu lo pueden vivir, toda clase de cristianos: sacerdotes, religiosos, religiosas, ins­titutos seculares, laicos, sin cambiar de vocación ni de lugar, sin dejar de ser lo que son. No viene a suplantar nada ni a nadie en la Iglesia; más bien es una espiritualidad que refuerza y afirma el carisma y la vocación de cada uno, promoviendo en todos el espíritu de incondi­cionalidad en su servicio a la Santa Iglesia.

2. Los Incondicionales tienen como ideal ser "el último de todos y el servidor de todos" (Mc.9,35), a imitación de Nuestro Señor Jesucristo, a quien quieren seguir más de cerca, sobre todo, en su condición de siervo, reconciliador y pacificador. Por él quiso el Padre reconciliar consigo todas las cosas, tanto las del cielo como las de la tierra, pacificándolas por la Sangre de su Cruz. El es también la cabe­za del Cuerpo, de la Iglesia, y ésta es en él como sacramento, signo e instrumento de la íntima unión con Dios y de la unidad de todo el género humano (cf.Col.1,19-20; LG 1). A esta Iglesia Santa, sacra­mento universal de la salvación, se entregan incondicionalmente los que viven el espíritu de IPSE y se profesan adeptos a ella, a su doc­trina, disciplina y autoridad, sin límite ni condición alguna.

3. Los Incondicionales se proponen, con la gracia de Dios: a) vivir entregados incondicionalmente al servicio de la Iglesia, donde ella diga y como ella quiera; b) cultivar y promover la incondicio­nalidad como un carisma al servicio de la Iglesia; c) suscitar incon­dicionales; d) trabajar incansablemente por la unidad, paz, concor­dia, fidelidad, obediencia, solidaridad, servicialidad y disponibilidad en la Santa Iglesia y en la sociedad humana; e) reparar con la obla­ción de sí mismos toda fractura en la comunión eclesial y fraterna y todo enfrentamiento.

 


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