Como hemos
comentado, esta metodología permite armonizar, para cualquier
nivel de la
organización, lo que es importante medir, con independencia de su
nivel
detalle, y en el
curso del trabajo para el diseño del sistema de información trasla-
dar y revisar
los objetivos estratégicos en todos los niveles de la organización y
en
especial al
“núcleo operativo” base real de la organización sanitaria.
La articulación
y alineación estratégica suponen una reflexión
sobre la misión
y la estrategia
de la organización y la elección de un marco de trabajo que debe
ser-
vir para
concretar dicha estrategia en factores críticos para la
organización.
Durante estos
años, se han desarrollado marcos de trabajo que pueden ser apli-
cados en los
hospitales, para el propósito que hemos definido, de ellos quizá el
más
conocido es el
The Balanced Scorecard o BSC (Cuadro de Mando Integral) de
R.S.
Kaplan y D. P.
Norton.
El concepto en
el que se basa este marco de trabajo supone pasar, de la con-
cepción de un
sistema de información en la toma de decisiones para la gestión
cen-
trado en un
sistema de indicadores que contempla únicamente activos tangibles,
a
un sistema que
tiene en cuenta los denominados activos intangibles.
Introduce, por
tanto, además de una perspectiva que podríamos denominar
estrictamente
financiera (los recursos y su consumo), otra centrada en el
cliente,
básicamente
parámetros relacionados con la satisfacción, los procesos internos y
el
aprendizaje que
permite proyectar a la organización adecuadamente hacia su futuro.
Supone, en su
aplicación en los hospitales, revisar la estrategia para alcanzar
los
objetivos que
definen su adecuado funcionamiento, definir el sistema de indicado-
res y no
solamente monitorizar el consumo de los recursos necesarios y la
valora-
ción de las
desviaciones.
El concepto más
útil es el análisis pormenorizado de las principales relaciones
causa - efecto
que se generan en los hospitales, consecuencia de las estrategias
ele-
gidas y/o de los
problemas que se presentan en un momento dado. Este análisis pro-
porciona el
elemento fundamental para el diseño del sistema de información en
la
toma de
decisiones para la gestión. En el análisis causa-efecto, la causa juega
el
papel de
generador de coste y también de indicador de proceso, mientras que
el
efecto
lógicamente vendrá recogido por indicadores de resultado. Para una
direc-
ción proactiva,
y por lo tanto para rentabilizar la utilidad del sistema de
informa-
ción en la toma
de decisiones para la gestión así concebido, es imprescindible
actuar sobre las
causas, es decir, sobre los indicadores de proceso, asegurando el
indicador de
resultado.