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VIII CONGRESO LATINOAMERICANO DE DESARROLLO DE RECURSOS HUMANOS CLADE Y FELABAN 

CONFERENCIA:      El Cuadro de Mando para los Recursos Humanos. Resumen Ejecutivo. 

INTRODUCCIÓN. 

Estimados amigos participantes debo confesarles que mi participación en este Congreso nace como una continuidad lógica derivada de mis relaciones históricas con la República Argentina y porque, además, hoy en día se da la coyuntura política para que Cuba participe como expresión de la amistad entre los pueblos uruguayos y cubanos.  

Pero, mi exposición particular tiene sus orígenes en las inquietudes que siempre tenemos los que trabajamos en el ámbito intelectual, que nos gusta meditar, leer, practicar e intercambiar nuestras experiencias para lograr cierta sistematización de las mismas y lograr una validación con lo que se hace internacionalmente, y donde también los Consultores cubanos nos hemos posicionando lentamente pero de una manera firme. 

El objetivo que en el día de hoy me planteo son los de “Propiciar un espacio para el intercambio y la comunicación entre hombres de negocios y profesionales de diferentes países para estrechar relaciones y conciliar intereses de cooperación así como conocer experiencias teórico-prácticas”. Como es evidente, en el reducido tiempo con que cuento es imposible abarcar todo el campo que encierra la técnica del Cuadro de Mando Integral y su vínculo con los temas de los Recursos Humanos 

Por eso considero que en el marco de una conferencia de este tipo sólo puedo proponerme preparar una exposición cuyo tema les pudiera resultar novedoso, así como crear las expectativas necesarias para que ustedes se preocupen y comiencen a pensar en la posibilidad de aplicar está técnica del Cuadro de Mando Integral en sus respectivas organizaciones, vinculada, por otro lado, a los Recursos Humanos. 

Teniendo en cuenta estas ideas preliminares es que me plantee, considerando el factor de lo “novedoso”  del tema, hablar del Control de Gestión, pero no a través de su enfoque clásico, sino del enfoque más moderno y que se reconoce en la actualidad: “El Cuadro de Mando Integral” (C.M.I.), en este caso aplicado a los Recursos Humanos. 

ANTECEDENTES. 

Creo que el C.M.I., aunque sus antecedentes se ubican en los primeros años de los 90, es una de las cosas más novedosas que existen en estos momentos en el ámbito de las Técnicas de Dirección, tanto en nuestros países como en todo el mundo, aunque tal vez debemos hablar más específicamente en nombre de América Latina. Podemos darnos cuenta cuan novedoso es esta herramienta de dirección cuando observamos que sus creadores, Robert S, Kaplan y David P. Norton publicaron su último libro COMO UTILIZAR EL CUADRO DE MANDO INTEGRAL en fecha tan reciente como el año 2 000 y sus ejemplos están asociados a los finales de la década de los 90.  

Con el entusiasmo de presentar este tema en un Evento de esta naturaleza, que debe ir aumentando cada vez su prestigio y alcance. Fue que me dediqué a preparar esta Conferencia, que la titulé El Cuadro de Mando Integral para los Recursos Humanos.  

¿Cómo iniciar esto?. Pues bien,  creo no me queda más remedio que rememorar que en el período posterior a la segunda guerra mundial las empresas trabajaban bajo un régimen que fue reconocido como de navegación tranquila. Es decir, producían a partir de determinados insumos y entregaban productos y servicios a un mercado que estaba insatisfecho y por tanto la demanda superaba en creces la oferta y todo lo que se producía encontraba un tipo u otro de realización. 

Pienso que fue determinante para que se produjera un cambio que Jean Servan-Schcriber escribiera en 1967 su famoso libro de “El desafío americano”. En esta obra el autor demostraba como Europa estaba en manos de los norteamericanos y era necesario provocar un cambio en la forma que operaban las economías de los diferentes países europeos. 

El ese tiempo el modelo que imperaba en el campo capitalista era el keynesiano, por lo que era permitido la intervención del estado como órgano fundamental de regulación de la economía y por ello cada gobierno aportó capital para conformar empresas mixtas e impulsar el desarrollo de la industria nacional. Es así que a partir de los años 70 cada día en cada país se producían nuevos cambios producto del desarrollo de las esferas económicas, tecnológicas, políticas y sociales.  

Obviamente, los cambios que en cada una de estas esfera se iban gestando impactaban de una manera u otra el ámbito e la dirección y por eso a partir de los años 80 la ciencia de la dirección se ha visto cada vez más estimulada con el desarrollo de nuevas y nuevas tecnologías para perfeccionar la gestión empresarial. 

Claro que estos cambios organizacionales “impactaban” de una forma u otra las formas en que es necesario conducir las empresas y por ello los mismos plantean nuevas demandas a aquellos que tienen la responsabilidad de conducir grupos humanos. La necesidad de tener una actitud positiva ante el cambio, es una primera exigencia para todo el que se ve involucrado en el campo de la dirección, esto seguido por la búsqueda de una mayor flexibilidad para producir y gerenciar, acompañado de ciertas capacidades y predisposiciones para asumir riesgos y una mentalidad lo suficientemente amplia para del desarrollo de la innovación constante.  

Se hace evidente que todas estas demandas plantean por tanto nuevas fórmulas para alcanzar el éxito y por ello ya no es suficiente con el tratar de “hacer mejor las cosas” (ser eficientes), sino que hay que “hacer lo correcto” (ser efectivos). Unido esto a la necesidad de constantemente tratar de hacer algo nuevo, diferente, de otra manera o lo que es lo mismo de transformar e innovar constantemente, o sea, de cambiar. 
 
 
 
 
 

EL CONTROL DE GESTION. 

Tales exigencias requieren de mecanismos de control que garanticen el cumplimiento de las ideas que van surgiendo y por eso el Control de Gestión pasó a jugar un papel vital ante tales cambios organizacionales. 

Ahora, ¿cuál es la disyuntiva que dichos cambios le plantea a la empresa?. Creo que la principal disyuntiva que toda esta época de cambio le ha planteado a la empresa es la de poder determinar cuál es su valor real en el mercado. Hoy en día se hace evidente que el valor de una empresa en el mercado no sólo está determinado sólo por su capital financiero, sino que a este hay que sumarle su capital intelectual. O lo que es lo mismo, que al capital financiero hay que sumarle el capital con que cuenta la empresa producto del conocimiento útil con que cuenta y que cada vez se hace más importante porque es el conocimiento precisamente la parte del capital que le da más valor a la empresa.  

Ante tal disyuntiva el control de gestión tiene que ir separándose de su enfoque clásico, basado en la verificación y observación del comportamiento de los elementos tangibles de la empresa con el propósito de reducir costos y aumentar la productividad, para hacer análisis más dinámicos que cree nuevas bases para la eficacia de la dirección, los hombres y los recursos, considerando los intangibles con que cuenta la empresa como su principal aspecto para agregarle valor a la empresa. 

Desde este punto de vista, la tendencia actual  en cuanto a los sistemas de control de gestión se fundamenta en: 

  1. Desarrollar sistemas que se basen en la estrategia de la empresa y traduzcan sus factores claves para el éxito en indicadores para una correcta actuación.
  2. Determinar la forma en que todo el mundo en la empresa participe y quede implicado tanto en el proceso estratégico, como en la implementación y control de dicha estrategia.
  3. No considerar sólo indicadores de tipo financiero, sino además aquellos que sirven para medir los intangibles, teniendo en cuenta la relación causa efecto que existe entre ellos.
  4. Conocer qué se quiere controlar para alcanzar los resultados deseados y cómo permitir el desarrollo del autocontrol como elemento determinante del control.
 

Así es necesario adicionalmente que este control de gestión se base o fundamente en determinados principios. Ellos pueden ser: 

  1. Convergencia e objetivos: todos tributan a los objetivos supremos.
  2. Flexibilidad: hay disposición a asimilar los cambios, cualquiera que estos sean en fin de poder hacer lo correcto.
  3. Mejora continua: se considera el perfeccionamiento como un proceso continuo y no discreto.
  4. Coherencia: entre objetivos, estrategias e indicadores que comunican y controlar su ejecución.
  5. Proactividad: trabajar siempre en función del futuro.
  6. Adecuación organizacional: tener siempre en cuenta que el control tiene que trabajarse en función de las condiciones específicas.
  7. Excepción: tenerla en cuenta para las situaciones importantes y en los diferentes aspectos a medir.
 

A fin de garantizar estos principios, es preciso tener en cuenta ciertas exigencias que los hagan viables. Entre estas exigencias están: 

  1. Totalidad axiológica: o sea todos trabajan sobre la base del mismo sistema de valores.
  2. Pertinencia: todos tienen la misma posibilidad de actuación.
  3. Enfoque sistémico: la propiedad resultante es superior a cualquiera de las partes.
  4. Racionalidad:  los gastos siempre serán inferiores a los beneficios.
  5. Participación: todos se ven involucrados tanto en la estrategia como en su control.
  6. Orientación a la acción: que implica acciones concretas de los directivos para multiplicar conocimientos y habilidades.
 

Luego si resumimos los principales requisitos del Control de Gestión Moderno podemos decir que estos se resumen en: se puede contar con objetivos y estrategias definidas;  existe un fuerte compromiso con la implantación y desarrollo de la estrategia por parte de todos;  se cuenta con un contexto organizacional que favorece el trabajo en equipo. 
 

EL CUADRO DE MANDO INTEGRAL. 

Sobre estas bases es que hoy en día está siendo utilizado por muchas empresas como principal herramienta del control de gestión el llamado Cuadro de Mando Integral (C.M.I.). Y, ¿qué es el C.M.I.?. 

Según Kaplan y Norton, creadores de esta nueva tecnología de la dirección empresarial, el C.M.I. “es un proceso que traduce la estrategia y la misión de una organización en un amplio conjunto de medidas de actuación que proporcionan la estructura necesaria para un sistema de gestión y medición estratégico.  Mas adelante dicen: “mide la actuación desde cuatro perspectivas: las finanzas, los clientes, los procesos internos y la formación y crecimiento”. 

¿Cuál es la realidad que vemos hoy en día sobre el C.M.I.?. Primero que todo, que es visto como una nueva tecnología para la gestión empresarial. Segundo que muchas empresas lo están utilizando, tercero que cada vez aumenta más su uso en organizaciones sin fines e lucro y finalmente que cada vez se desarrollan más soluciones basadas en las NTIC.  

Y, ¿a qué se debe el éxito de esta nueva tecnología?. En primer lugar, porque es capaz de resolver un problema que no se determinaba su solución en el ámbito de las estrategias empresariales, la implantación y control de las estrategias.  

Pero, adicionalmente tres eventos fueron los principales motivadores de su desarrollo y despliegue:  

Primero: la disposición al cambio. Es decir la disposición de empresarios no satisfechos con sus resultados, pero adicionalmente presionados por los nuevos competidores  y las nuevas tecnologías que se han ido introduciendo para gerenciar las organizaciones. 

Segundo: la necesidad de crecer: O lo que es lo mismo, tomar conciencia de que la única forma de crecer la empresa es a través de un crecimiento de los clientes y esto sólo es posible a través de propuestas de valor que seduzcan a los mismos. 

Tercero: el hacer de la estrategia un trabajos de todos.  Cuestión que pone en evidencia que el enfoque actual de gerenciamiento no puede hacerse de arriba hacia abajo, sino que es necesario cambiar los conceptos y por ello la estrategia tiene que ser comunicada de arriba hacia abajo para que en los diferentes niveles se encuentren las soluciones que tributan a la misión y la estrategia empresarial. 

Sobre la base de estos tres motivadores, el C.M.I. se ha estructurado en una relación causa efecto que considera la existencia de cuatro perspectivas para la gestión empresarial. 

Una primera perspectiva financiera que busca darle valor al capital invertido por los dueños de la empresa. Por eso esta primera perspectiva se fundamenta en la interrogantes siguiente: ¿cómo deberíamos aparecer ante los dueños para tener éxito financiero?. 

La segunda perspectiva considera que sólo se tendrá éxito financiero si se es capaz de hacer crecer la cantidad de clientes y mediante la fidelidad de los que ya se tienen. Por ello, en este caso la pregunta es ¿cómo deberíamos aparecer ante nuestros clientes para poder alcanzar nuestra visión?. Es decir, esta perspectiva busca las formas de aumentar el valor a los clientes, por lo que prácticamente se convierte en el eje central del C.M.I. 

La tercera perspectiva considera que para agregarle valor a los clientes es necesario contar con cada vez mejores procesos internos, por ello busca la respuesta a saber ¿en qué procesos se debe ser excelentes para satisfacer tanto a los dueños como a los clientes?. 

La cuarta y última perspectiva considera que la única forma de contar con buenos procesos internos que agreguen valor a los clientes y satisfagan los requerimientos de los dueños es a través de invertir en buenos trabajadores, por ello en esta perspectiva la pregunta claves es: ¿cómo mantendremos y sustentaremos nuestra capacidad de cambiar y mejorar para alcanzar nuestra visión?. 

Siendo la misión, la visión, los valores y la estrategia el eje central de C.M.I., la estructura que sigue el mismo es encontrando respuesta a cada una de las interrogantes de cuatro perspectiva y para cada una de ellas definir ¿cuáles objetivos deben plantearse, que indicadores pueden servir de inductores para lograr dichos objetivos, qué metas son necesarias formularse y cuáles son las iniciativas que se pueden tomar para que el mejoramiento sea continuo? 

Desde este punto de vista las características del C.M.I. pone énfasis en los indicadores financieros y no financieros que sirven para informar a todos los trabajadores de la empresa en los diferentes niveles. De esta forma aporta una información de mucha utilidad para velar continuamente aquellos indicadores que permiten alcanzar las metas. Aspecto este último que garantiza que los trabajadores de base comprendan las consecuencias financieras de sus decisiones y acciones.  Luego, la característica que hace se destaque el C.M.I. como un elemento central del control de gestión es que “no es sólo un registro de los resultados obtenidos, sino también una indicación de los resultados esperados”. 

La construcción de un C.M.I. dentro de una organización no puede verse como la construcción de un solo cuadro de mando, sino de un sistema de cuadros de mando que dependen del tamaño y situación de la empresa. En algunos casos es posible empezar el proceso de diseño de un cuadro de mando por el nivel superior, en otro casos tal vez sea mejor iniciar por una unidad de negocio que permita ganar en experiencia para después buscar la alineación entre las diferentes unidades. En todos los casos si es vital el comunicar la estrategia y el C.M.I. para obtener el apoyo necesario y abrir la discusión sobre la forma más eficaz de llevar a cabo el proceso de diseño del C.M.I.  

Aunque el grado de participación puede variar, si es conveniente el incluir la mayor cantidad de personas en su diseño. Es importante que las relaciones causales y las prioridades se comprendan bien y tengan un amplio apoyo. 

Resulta primordial en el diseño del C.M.I. de cualquier organización que la alta dirección se involucre y se comprometa con todo el proceso, desde la definición de la misión, la visión, la estrategia, los objetivos y los indicadores. Además, deben considerarse aquellos líderes de opinión que surjan para que se conviertan en misioneros del proceso. Finalmente, en su diseño puede considerarse un grupo que sea el encargado de la gestión del proyecto y aparezca como su representante en toda la organización. 

Para resumir esta primera parte, podemos preguntarnos entonces ¿y qué es lo que hace que un C.M.I. tenga éxito?. Un C.M.I. con éxito es aquel que comunica la estrategia a través de un sistema de indicadores financieros y no financieros, así como cumple con el objetivo de motivar a todos en la puesta en práctica de dicha estrategia. 

Este resumen de cómo ver el Control de Gestión a través del Cuadro de Mando Integral busca sólo presentar el tema para que aquel avisado lector que conoce las características de las empresas comprenda que una de las formas de solucionar el problema presente en cuanto a su implantación y control es mediante esta nueva tecnología que no sólo enuncia la estrategia, sino que además la describe mediante un sistema de indicadores que expresan la relación causa efecto que existe entre los mismos. 
 

LOS RECURSOS HUMANOS. 

El mayor valor de una empresa se fundamenta en sus activos intangibles, que llegan hasta un 85%. Es decir que el activo más importante es el menos entendido, el menos apto para medirse y el menos susceptible de ser dirigido. 

Dentro de los principales activos intangibles de una organización se cuenta con el prestigio de marca, la publicidad, los clientes, la investigación desarrollo, la innovación, el conocimiento y su principal portador es el capital humano. Por eso, el transformar al personal es una de las principales fuentes de ventaja competitiva. Debemos tener en cuenta que hoy en día el acceso a las nuevas tecnologías no es un factor diferencial, pero si la capacidad para utilizarla de manera eficiente. 

De tal forma, es por lo que surge como imperiosa necesidad el nuevo paradigma de transformar a RRHH de un departamento profesional a un departamento estratégico, para que pueda asumir su rol de ser una fuente de ventaja competitiva al trabajar con el activo intangible más importante, el capital humano. 

Muchos directivos de RRHH reconocen este potencial, pero no saben qué pasos dar para conseguir este cambio de paradigma. Sin embargo, la acción más poderosa es desarrollar un CMI que demuestre el impacto del RRHH en la actividad y estrategia empresarial y que permitan entender como la gente puede crear valor y cómo medir el proceso de creación de valor. 

¿Qué puede suceder o sucede ante este hecho?. Que si la función de RRHH no es capaz de demostrar que su principal tarea estratégica es la de añadir valor, pues corre el riesgo de ser una función susceptible a la tercerización. 

¿Qué sucede en la práctica real cotidiana?. Que los métodos contables no miden a RRHH como una inversión, ni como un activo, sino como gasto, como un centro de costo que tiene como objetivo principal el de ser fuente de minimizar los costos. 

La contabilidad tradicionalmente se centra en el capital tangible, tanto físico como financiero, como principal fuente de beneficio y esto crea peligrosas distorsiones, porque mientras el capital tangible se deprecia el intangible se aprecia. 

Por tanto, hay que descartar la mentalidad contable que reconoce a RRHH como un centro de costo y que su objetivo es minimizar costos. 

Como ejemplo podemos ver la situación de como con anterioridad a la implementación del CMI, el departamento de RRHH de un banco estaba sometido a la presión de los directivos para que se centrasen en la eficiencia y el control de los costos.  

En respuesta, RRHH cambió los cajeros que trabajaban a jornada completa por cajeros a tiempo parcial para ahorrar costos salariales. En muchas sucursales se tercerizaron los cajeros a través de otra empresa. Al corto tiempo esta estrategia disminuyó los costos salariales, pero aumentó el índice de rotación, no consiguió los niveles de satisfacción de los clientes y a su vez no contaba con candidatos para posiciones de director de sucursal u otras posiciones más destacadas. 

Luego cabe preguntarse ¿podemos decir que esta combinación interna apoya al resto de los eslabones de la cadena de valor del banco (combinación externa)?. ¿Qué ocurrió en este caso?. 

No, es obvio que no existen apoyo alguno interno de RRHH a las áreas externas a él, porque además de haber acabado con las oportunidades de formación y desarrollo que tradicionalmente impulsaba a los trabajadores a ascender, había atraído con los horarios de jornada parcial a personas no interesadas en jornadas completas y a personas poco preparadas. Se centraron demasiado en la influencia directa de RRHH en el negocio y no previeron la influencia indirecta de la toma de decisiones. 

Además, el ciclo temporal y los costos de personal se redujeron, pero a qué precio. El resultado fue que como consecuencias imprevistas de estos cambios, los costos de captación de nuevos empleados y los sistemas de incentivos se dispararon en los puestos que estaban dos o tres niveles más arriba de los cajeros.  

Por otro lado, el banco se vio forzado a contratar  personal de fuera, pero ya no contaba con los sistemas de formación ni de selección para realizarlo. Por ello el índice de rotación aumentó y también los costos de formación, así como los cambios redujeron los niveles de servicio a los clientes por el alto índice de rotación del personal y la contratación de personal sin experiencia.  

De esta forma, a largo plazo, los costos aumentaron, incluyendo pérdidas de tiempo y descontento de los empleados, por lo que la estrategia acabó afectando negativamente el rendimiento de la empresa y causó el efecto opuesto al deseado. 

Sólo el CMI de RRHH generó un mayor entendimiento de las complejas relaciones sistémicas e hizo comprender que los largos ciclos temporales y altos costos de contratación de personal, significaban una inversión con resultados financieros sustancialmente positivos. 

De esta manera es evidente la necesidad de vincular los objetivos de la estrategia de RRHH con los objetivos de la estrategia empresarial. O lo que es lo mismo, que el objetivo de la estrategia de RRHH de tributar a la estrategia de la empresa creando valor a través de las personas para crear valor para los accionistas a su vez garantiza el objetivo estratégico empresarial de crear una ventaja competitiva sostenida. 

Es obvio que hoy en día el problema central de las organizaciones no está en reducir costos, sino en crear valor para el cliente y esta capacidad sólo podemos encontrarla en los RRHH. En tal sentido es necesario que los ejecutivos sean capaces de clarificar cómo los RRHH no sólo satisfacen a los clientes, sino que alimentan el valor de toda la organización. 

Por esta razón, hay premisas que son fundamentales para consolidar esta visión: reforzar a los altos directivos; formar capacidades de liderazgo en los supervisores para poder implementar la estrategia; modificar la Dirección de RRHH de manera que pueda apoyar la estrategia general; diseñar un CMI que compruebe las hipótesis de que la conducta de los trabajadores, la satisfacción de los clientes y el funcionamiento financiero están interrelacionados. O sea, la evidencia de que una mejoría de “x” puntos en la actitud de los trabajadores, influye en “y” puntos en la mejoría de la satisfacción del cliente, que a su vez influye en “z” puntos en la mejoría del crecimiento financiero. 

De esta forma, el CM de RRHH permite resolver dos cuestiones muy importantes: dirigir los RRHH como activo estratégico; demostrar la contribución de RRHH en éxito financiero de la empresa. 

Para alcanzar esta alineación estratégica es necesario sumergirse en un proceso de dos pasos: que los directivos entiendan cómo se crea valor en su empresa y crear un CM fundamentado en la creación de valor. 

Estos dos pasos podemos pensarlos a través de las preguntas siguientes: 

1. ¿Cómo implementar la estrategia de la empresa? 

La respuesta a esta pregunta tiene dos dimensiones: Amplitud, que hace pensar en algo más que datos financieros, sino también en los factores de rendimiento que ha identificado como factores claves de éxito. Relación causa-efecto, que son los eslabones entre los determinantes financieros y no financieros del rendimiento empresarial. Cosa que hace pensar más allá de los términos financieros y se aprecie la importancia de otros indicadores de buen funcionamiento. 

2. ¿Qué indicadores de rendimiento captan el proceso general de implementación de la estrategia?.  

Esta pregunta relaciona la medición con la base conceptual obtenida al entender el proceso de creación de valor. 

Una vez que los directivos tengan las respuestas a estas preguntas deberán comunicarlas a los mandos intermedios y trabajadores para que cada miembro sepa cómo apoyar el buen funcionamiento de la organización. A su vez se tiene un apoyo para decidir cómo asignar los medios para la creación de valor y sirven de guía a las decisiones cotidianas 

Para integrar RRHH en un CM del rendimiento, los directivos deben identificar los puntos de intersección entre RRHH y el plan de implementación estratégica de la empresa. De esta manera los nuevos propósitos se dividen en dos categorías: inductores de rendimiento y factores posibilitadores. El primero son las capacidades o bienes relacionados con el personal y cada organización los identifica de acuerdo a sus características particulares y a los requisitos de implementación de su estrategia. Identificar los factores claves de rendimiento de RRHH puede ser un reto, puesto que son únicos en cada organización.  

Mientras los segundos, refuerzan el los factores de rendimiento. Por ejemplo, identificar la productividad de los trabajadores puede ser un indicador de rendimiento clave, pero “modificar sus facultades” puede ser un factor posibilitador. De aquí la necesidad de no sólo pensar en términos de posibilitadores, sino intentar ver cómo estos refuerzan los inductores de rendimiento en los segmentos de operación, de los clientes y financieros de la organización. 

A manera de ejemplo de lo que acabamos de expresar podemos ver que un banco decidió cambiar la orientación de sus sucursales bancarias, centrándose, a partir de ahora, más en las ventas que en el servicio. El banco identificó una serie de “inductores de rendimiento” que incluían: mayor venta a los clientes ya captados, el conocimiento del producto a vender y la capacidad de venta. Para ello utilizó como “factores posibilitadores”: 

 

El resultado de esta integración entre los inductores de rendimiento y sus factores posibilitadores fue que el banco no logró sus objetivos de ventas y de beneficios. Cabe entonces preguntarse, ¿por qué? 

En síntesis podemos decir que sin los factores posibilitadores adecuados, sencillamente es imposible implementar una nueva estrategia de ventas. 

¿Cuál es la lección que podemos extraer en este caso?. Que hay que tener en cuenta y considerar que el sistema de RRHH puede influir y es determinante en la conducta de los empleados de muchas formas. Por eso no podemos olvidar que RRHH tiene muchas oportunidades para facilitar o impedir que funcionen adecuadamente aquellos inductores que son decisivos en el rendimiento de la empresa. 

Resumiendo esta última idea diremos que los directivos de RRHH deben evaluar hasta qué punto el sistema de posibilitadores de su empresa apoyan los aspectos fuera de RRHH que figuran en el CMI de la empresa. 
 

La arquitectura de RRHH como activo estratégico. 

Las bases del papel esencial de RRHH se encuentra en las tres dimensiones de la cadena de valor, que representan la arquitectura de RRHH de la organización: la función, el sistema y los trabajadores. 

La función de RRHH. Las bases de una estrategia de RRHH de creación de valor es una infraestructura directiva que comprenda e implemente la estrategia de la organización. Esto lleva a un alejamiento de la orientación funcional tradicional de directivos hacia una comprensión más profunda del papel estratégico de RRHH. 

Esto plantea ver la función de RRHH en dos dimensiones: una técnica, que tiene las tareas básicas y son de mayor dominio, pero que no se adecuan para satisfacer las demandas estratégicas; y otra estratégica, que busca apoyar la implementación de la estrategia de la organización y en la que los directivos requieren de mayor competencias porque tienen mayor impacto en el rendimiento de la organización. 

El Sistema de Trabajo de Altos Rendimientos (STAR). El sistema de RRHH es el eje de la influencia estratégica y se basa en un sistema de trabajo de altos rendimientos, diseñado para maximizar la calidad del capital humano. En tal sentido vincula la selección y promoción con módulos validados de competencia; desarrolla estrategias que apoyan las capacidades requeridas por la estrategia; y presentan políticas de compensación que atraen y retienen a los trabajadores de alto rendimiento. Es decir, que el STAR busca enfatizar, apoyar y reforzar continuamente el rendimiento de los trabajadores. 

Este sistema, representado bajo la estructura más genérica de todo sistema, nos dice que sus salidas fundamentales, las que muestran un rendimiento mucho más alto, son: la rotación baja de los trabajadores; altas ventas por trabajador y un índice alto del valor de mercado de la empresa. 

Para poder obtener tales salidas, son procesos claves: el desarrollo de una estrategia clara; comunicación de la misma a sus trabajadores ; funcionamiento estratégico de RRHH y el desarrollo de un CM para dar criterios no financieros a los trabajadores. 

Con tales fines este sistema de RRHH requiere de entradas que lo alimenten, como son: dedicación de recursos a la selección y contratación, mayor y mejor formación de los trabajadores, realización de actividades de gestión de mayor rendimiento y mayor uso del trabajo en equipo. 

ENTRADAS

 

PROCESOS

 

SALIDAS

 

Selección y contratación

Formación

Actividades de gestión

Trabajo en equipo

 
 

Elaboración estrategia clara

Comunicación a trabajadores

Funcionamiento estratégico

Creación de un CM con información no financiera

 
 

Rendimiento más alto:

    • rotación baja de trabajadores

-  altas ventas por trabajador

-  alto índice de valor de mercado

 

De hecho, un STAR es un sistema de implementación de la estrategia que busca situarse entre el sistema global de implementación de la estrategia organizacional generando más valor. 

Las conductas de los trabajadores. Finalmente, toda discusión sobre el papel estratégico de los RRHH se centra en las conductas productivas de las personas que sirven directamente para implementar la estrategia de la organización. 

Un primer factor a tener en cuenta está en que la importancia de las conductas estará determinada por su importancia en la estrategia, por ello hay que entender cómo crean valor las personas en los procesos de la empresa, lo que revelará las conductas que se requieren para la empresa como aquellas que tienen un valor específico en la cadena de valor. 

Un segundo elemento a considerar es recordar que las conductas estratégicas son el resultado de un sistema de RRHH que colabore con la estrategia global. 
 

Pasos para vincular a RRHH en el proceso de implementacion de la estrategia empresarial.

Llevar a cabo un proceso que vincule a RRHH con la estrategia empresarial a través de un Cuadro de Mando Integral requiere de una serie de requisitos que hace necesario estructurarlos en una secuencia de pasos como la siguiente: 

Paso 1. Estrategia empresarial claramente definida.

El aspecto clave es determinar los objetivos de la empresa de forma que los empleados puedan entender su papel y la organización pueda medir su éxito. 

Paso 2. Crear conciencia para que RRHH se convierta en un activo estratégico.

Se necesita crear una conciencia clara para determinar por qué y cómo puede apoyar RRHH a esta estrategia. Esto requiere de mucho tiempo, conocimiento y esfuerzo. Una buena implementación de la estrategia se tiene que llevar a cabo considerando que el eje central de esta implementación es una mano de obra estratégicamente orientada y un CMI del rendimiento, mano a mano con un sistema de alineación de RRHH y una dirección efectiva, elementos estos que constituirán la base de una organización orientada a la estrategia. 
 
 

Paso 3. Creación de un Mapa Estratégico.

Define el proceso de creación de valor de la empresa y revela cómo se crea valor en términos que tanto los directivos como los trabajadores puedan captar y poner en práctica 

Paso 4. Identificar los productos de RRHH en el Mapa Estratégico.

Los productos de RRHH son las capacidades de organización que podría cambiar las competencias individuales con los sistemas de organización que añaden valor a lo largo de la cadena de valor de la organización. No necesariamente puede relacionarse con un solo inductor de rendimiento. En la actualidad los directivos de RRHH deben hacerse cargo de la responsabilidad de representar tanto los inductores de rendimientos de RRHH como los factores posibilitadores de RRHH en el Mapa Estratégico.  Sin embargo este proceso puede resultar difícil, ya que los inductores de rendimiento de RRHH son tan fundamentales que puede ser prácticamente imposible saber dónde situarlos en el Mapa. Se recomienda preguntar qué productos de RRHH (tanto inductores como posibilitadores) apoyan el nivel de rendimiento que los módulos de la empresa describían en el Mapa Estratégico. Para ello intente centrarse en el tipo de conductas estratégicas que representan una función de competencia, recompensas y trabajo en la organización. 

Paso 5. Combinar la arquitectura de RRHH con los productos de RRHH.

Hace que la visión de creación de valor de su empresa cobre vida al combinarse el sistema de RRHH con el sistema global de implementación de la estrategia de la empresa. Para lograrlo es necesario reflexionar sobre cómo encajan los componentes en su sistema de RRHH (combinación interna) y cómo se combina o apoya al resto de los eslabones de la cadena de valor de la empresa (combinación externa). Qué no exista esta relación puede llegar a destruir el valor.  

Paso 6. Diseñar el Cuadro de Mando estratégico de RRHH.

Se necesita de una nueva perspectiva de medición de los RRHH y algunos aspectos técnicos. Medir las relaciones de rendimiento entre RRHH y la empresa no se trata de un proceso de todo o nada. Cualquier progreso más allá de las medidas tradicionales puede provocar una mejoría sustancial en la cadena de valor. 

Paso 7. Implementar un sistema de dirección a través de la medición.

Si el CMI se combina con la estrategia de la empresa, los profesionales de RRHH poseerán más conocimientos para que los RRHH sea un activo estratégico. Por ejemplo, podrán ver que el índice de rotación es algo más de lo que tradicionalmente veían y que esto tiene que ver con la  nueva contratación y los trabajadores más experimentados como una inversión  de valor y no como un gasto que aumenta costos. Podrán ver que a un indicador de rendimiento están asociados ciertos posibilitadores de RRHH que tienen que ver con los objetivos empresariales. 
 
 
 
 
 
 

CREAR UN CUADRO DE MANDO PARA LOS RECURSOS HUMANOS

De hecho, un STAR es un sistema de implementación de la estrategia que busca situarse entre el sistema global de implementación de la estrategia organizacional generando más valor. 

Las conductas de los trabajadores. Finalmente, toda discusión sobre el papel estratégico de los RRHH se centra en las conductas productivas de las personas que sirven directamente para implementar la estrategia de la organización. 

Un primer factor a tener en cuenta está en que la importancia de las conductas estará determinada por su importancia en la estrategia, por ello hay que entender cómo crean valor las personas en los procesos de la empresa, lo que revelará las conductas que se requieren para la empresa como aquellas que tienen un valor específico en la cadena de valor. 

Un segundo elemento a considerar es recordar que las conductas estratégicas son el resultado de un sistema de RRHH que colabore con la estrategia global. 
 

Pasos para vincular a RRHH en el proceso de implementacion de la estrategia empresarial.

Llevar a cabo un proceso que vincule a RRHH con la estrategia empresarial a través de un Cuadro de Mando Integral requiere de una serie de requisitos que hace necesario estructurarlos en una secuencia de pasos como la siguiente: 

Paso 1. Estrategia empresarial claramente definida.

El aspecto clave es determinar los objetivos de la empresa de forma que los empleados puedan entender su papel y la organización pueda medir su éxito. 

Paso 2. Crear conciencia para que RRHH se convierta en un activo estratégico.

Se necesita crear una conciencia clara para determinar por qué y cómo puede apoyar RRHH a esta estrategia. Esto requiere de mucho tiempo, conocimiento y esfuerzo. Una buena implementación de la estrategia se tiene que llevar a cabo considerando que el eje central de esta implementación es una mano de obra estratégicamente orientada y un CMI del rendimiento, mano a mano con un sistema de alineación de RRHH y una dirección efectiva, elementos estos que constituirán la base de una organización orientada a la estrategia. 
 
 

Paso 3. Creación de un Mapa Estratégico.

Define el proceso de creación de valor de la empresa y revela cómo se crea valor en términos que tanto los directivos como los trabajadores puedan captar y poner en práctica 

Paso 4. Identificar los productos de RRHH en el Mapa Estratégico.

Los productos de RRHH son las capacidades de organización que podría cambiar las competencias individuales con los sistemas de organización que añaden valor a lo largo de la cadena de valor de la organización. No necesariamente puede relacionarse con un solo inductor de rendimiento. En la actualidad los directivos de RRHH deben hacerse cargo de la responsabilidad de representar tanto los inductores de rendimientos de RRHH como los factores posibilitadores de RRHH en el Mapa Estratégico.  Sin embargo este proceso puede resultar difícil, ya que los inductores de rendimiento de RRHH son tan fundamentales que puede ser prácticamente imposible saber dónde situarlos en el Mapa. Se recomienda preguntar qué productos de RRHH (tanto inductores como posibilitadores) apoyan el nivel de rendimiento que los módulos de la empresa describían en el Mapa Estratégico. Para ello intente centrarse en el tipo de conductas estratégicas que representan una función de competencia, recompensas y trabajo en la organización. 

Paso 5. Combinar la arquitectura de RRHH con los productos de RRHH.

Hace que la visión de creación de valor de su empresa cobre vida al combinarse el sistema de RRHH con el sistema global de implementación de la estrategia de la empresa. Para lograrlo es necesario reflexionar sobre cómo encajan los componentes en su sistema de RRHH (combinación interna) y cómo se combina o apoya al resto de los eslabones de la cadena de valor de la empresa (combinación externa). Qué no exista esta relación puede llegar a destruir el valor.  

Paso 6. Diseñar el Cuadro de Mando estratégico de RRHH.

Se necesita de una nueva perspectiva de medición de los RRHH y algunos aspectos técnicos. Medir las relaciones de rendimiento entre RRHH y la empresa no se trata de un proceso de todo o nada. Cualquier progreso más allá de las medidas tradicionales puede provocar una mejoría sustancial en la cadena de valor. 

Paso 7. Implementar un sistema de dirección a través de la medición.

Si el CMI se combina con la estrategia de la empresa, los profesionales de RRHH poseerán más conocimientos para que los RRHH sea un activo estratégico. Por ejemplo, podrán ver que el índice de rotación es algo más de lo que tradicionalmente veían y que esto tiene que ver con la  nueva contratación y los trabajadores más experimentados como una inversión  de valor y no como un gasto que aumenta costos. Podrán ver que a un indicador de rendimiento están asociados ciertos posibilitadores de RRHH que tienen que ver con los objetivos empresariales. 
 
 
 
 
 
 
 

CREAR UN CUADRO DE MANDO PARA LOS RECURSOS HUMANOS 

La identificación de los productos, el uso de un STAR, un plan de alineación de RRHH y unos indicadores eficientes de RRHH, son los elementos esenciales de un CM de RRHH, porque reflejan el equilibrio entre los imperativos de RRHH de control de costos y de creación de valor. El control de costos resulta de medir la eficiencia de RRHH y la creación de valor de la medición de los productos, el sistema de alineación y el STAR. Estos tres últimos marcan la cadena de valor desde la función hasta los sistemas, pasando por las conductas de los trabajadores. 

Las organizaciones no pueden ver que la eficiencia de RRHH se basa sólo en ser un centro de costos, porque esto suele poner muy por debajo su eficiencia. No puede tenerse la visión de que la función de RRHH es ayudar a reducir los costos, esto es una visión simplista. Reducir costos por despidos y otras alternativas influye en el marco operacional y no es lo suficientemente significativo en el balance general y mucho menos fuente de generación de valor, sino todo lo contrario. Utilizar estos indicadores para medir la eficiencia limita la influencia de RRHH en la estrategia global de la organización. La estructura de un CM estratégico de RRHH depende del diseño equilibrado entre eficiencia y creación de valor, guiado por una amplia estrategia de RRHH. 

La influencia estratégica de RRHH en las organizaciones sólo es posible medirla si el CM subraya cómo la creación de valor, considerando un equilibrio de los costos, contribuye a la implementación de la estrategia y aumenta los beneficios financieros. Los productos de RRHH son la fuente de valor que generan estos beneficios, pero sólo si el sistema de RRHH está bien dirigido. 

Puesto que la visión principal del papel estratégico de RRHH es la creación de valor, hay que pensar en la necesidad de adoptar una visión más amplia de la cadena de valor de RRHH. En tal sentido lograr un STAR y un sistema de alineación de RRHH son causales estratégicas que pueden permitir alcanzar un efecto significativo en la eficiencia de RRHH y los productos de RRHH, y estos aspectos deben aparecer en un CM de RRHH. 

Medir el STAR  sienta las bases para conseguir que RRHH sea un activo estratégico porque busca maximizar el rendimiento de los trabajadores. Medir la alineación del sistema de RRHH significa evaluar cómo el sistema de RRHH cumple los requisitos de implementación de la estrategia de la organización. La eficiencia de RRHH refleja hasta donde puede ayudar la función de RRHH al resto de la organización a generar competencias relacionando costo y efectividad. Por último, los productos de RRHH son los que verdaderamente influyen en la implementación de la estrategia, ya que suelen estar orientados a las conductas de los trabajadores. 

En el mundo organizacional actual a cualquier organización le es necesario tener claridad de las conexiones que pueden existir entre RRHH y el resto de los factores que influyen en el funcionamiento adecuado de la organización. Al poder medir estas conexiones y el efecto que sobre ellas tiene RRHH, se puede cuantificar el impacto estratégico general de RRHH. 
 
 
 

Las cuatro dimensiones del CM de RRHH (cómo utilizarlas): 

El STAR: 

Recoge los indicadores que hacen de la dimensión de rendimiento de las actividades de RRHH un producto esencial de atención. No reflejan “lo que es”, sino recuerdan “lo que debería ser”. 

Se necesita contar con un conjunto de indicadores de rendimiento que haga que la actividad de RRHH sea un foco central de referencia. Deben recordar a los directivos lo que debería ser la organización. Tratan cada función de RRHH a un nivel macro y destacan la orientación de rendimiento de cada actividad. Buscan transformar al personal en una fuente de ventaja competitiva. 

Sistema de alineación de RRHH: 

Identificar estos indicadores requiere combinar un entendimiento profesional de RRHH con un conocimiento completo del proceso de creación de valor de la organización. Se extraerán directamente del Mapa Estratégico, que identifica los productos de RRHH que requieren alineación. 

Son necesarios indicadores de alineación del sistema de RRHH con los distintos factores del proceso de implementación de la estrategia. La selección de los indicadores apropiados deberán centrarse en el sistema de RRHH que puede representar una contribución significativa. Para identificar estos indicadores se requiere un entendimiento profesional de RRHH con un conocimiento completo del proceso de creación de valor de la empresa. Se extraeran del proceso del Mapa Estratégico, donde se identifican los productos de RR que requieren alineación. Son diseñados para ser utilizados en el Dpto. de RRHH y buscan hacer pensar a los directivos sobre aspectos de alineación y las áreas que requieren acción. 

Ejemplo: Una empresa de venta de ropas con pérdidas se planteó como visión: “Ser un lugar convincente para los dueños, para comprar y para trabajar”. A partir de esta visión se diseñó una nueva forma de dirigir a través de un CMI y de esta forma indicadores para cada una de estos tres aspectos: 

Para ser un lugar convincente para trabajar se basó en “apoyar las ideas y la innovación”

Para ser un lugar convincente para comprar se basó en “ser un lugar divertido para comprar” 

Se amplió este enfoque con una serie de competencias requeridas por los trabajadores e identificando objetivos del conducta para estos tres aspectos convincentes, los cuales se convirtieron en el eje para el diseño laboral, contratación, selección, rendimiento directivo, compensación y promoción. Se creo incluso un Centro de Capacitación para formar y conseguir nuevas competencias. El resultado fue un saneamiento financiero que se podía medir directamente. 

Eficiencia de RRHH. 

Estos indicadores se dividen en dos categorías: básicas y estratégicas. Los primeros son gastos, que no están vinculados directamente con la estrategia. Los segundos evalúan la eficiencia de las actividades y procesos de RRHH diseñados para obtener productos de RRHH, por lo que son una inversión que producen valor estratégico en el tiempo. 

Otro grupo de indicadores deben ser aquellos que permitan medir la eficiencia, pero no en actividades básicas, que representan los gastos de RRHH, sino los estratégicos, que son los que crean valor, los que evalúan la eficiencia de los procesos de RRHH diseñados para obtener productos de RRHH. 

Ejemplo de indicadores básicos: incentivos medidos en porcentaje del salario; incentivos por empleado; porcentaje de datos correctos en el sistema de información de RRHH. 

Ejemplo de indicadores estratégicos: costo por contratación; costo por hora de formación; gasto de RRHH por trabajador. 

Los productos de RRHH: 

Estos indicadores ayudan a identificar los vínculos causales de RRHH que generan valor, pero necesariamente no están expresados en términos de rendimiento, sino que deben estar consensuados en cuanto a su influencia en el rendimiento de la empresa. Esta medición debe estar asociada sólo a lo que importa, por eso sólo deben estar aquellos indicadores que se vinculen directamente con el Mapa Estratégico de la organización. Deben centrarse más en los inductores de rendimiento y en los posibilitadores, que en las capacidades de la organización. Debe incluir algunos indicadores de impacto estratégico de los impulsores que ha identificado. 

Una sección del CM de RRHH debe incluir indicadores de los productos de RRHH de impacto estratégico de los impulsores identificados. En tal sentido, siempre hay que intentar establecer el verdadero impacto de estos productos en el rendimiento de la empresa. Es decir, en qué medida el producto de RRHH aumentó X en un 20%, lo que redujo y en un 10% y a su vez aumentó el valor del accionista en un 3%.  

VENTAJAS DEL CM DE RRHH. 

A la hora de hacer un balance en cuanto a la utilización del Cuadro de Mando para los Recursos Humanos podemos plantear las ventajas siguientes: 

  1. Refuerza la distinción entre los inductores del rendimiento de RRHH y los productos de RRHH.
  2. Permite controlar los costos y crear valor.
  3. Mide los indicadores causa.
  4. Evalúa la contribución de RRHH a la implementación de la estrategia y al buen funcionamiento de la organización en general.
  5. Permite que los profesionales de RRHH gestionen de forma efectiva sus responsabilidades estratégicas.
  6. Fomenta la flexibilidad y los cambios.
 

La expresión gráfica de un Cuadro de Mando para los Recursos Humanos a través de un Mapa Estratégico de la actividad bancaria puede verse en las páginas siguientes. 

 


 

EJEMPLO DE UN MAPA ESTRATEGICO PARA LOS RECURSOS HUMANOS DE LA ACTIVIDAD BANCARIA 
 
 

 

INDICADORES DE CUADRO DE MANDO DE RRHH DIVIDIDO POR OBJETIVOS 

 
 

OBJETIVOS

 

INDICADORES GLOBALES DE LA EMPRESA (EFECTOS)

 

INDICADORES POR DEPARTAMENTOS (CAUSA)

FINANZAS

1 Maximizar valor del accionista 

2 Maximizar el rendimiento del capital humano

3 Minimizar los costos de recursos humanos

. Rentabilidad total.

. Ingreso por empleado

. Rentabilidad de la inversión de RRHH

. Costo total de RRHH por empleado

. Desviación presupuestaria

. Valor añadido de capital humano 

. Porcentaje total de costo laboral 

. Índice de capacidad competitiva

CLIENTES

1 Socios empresariales (apoyo estratégico) 

2 Niveles estándares generalizados de la práctica de RRHH.

3 Servicio de calidad receptivo 

4 Bajo costo proveedor

. Estimación de los contratos de servicio de la empresa

. Puntuación del desarrollo/auditoria (Alta tecnología, informática)

. Resultados sobre satisfacción de los empleados según las encuestas

. Porcentaje de satisfacción respecto al centro de beneficios

. Índice de costo de RRHH

. Índice de compromiso por parte de los trabajadores

. Resultados de los análisis comparativos

. Tiempo medio de resolución 

. Porcentaje de fidelidad resuelto a la primera llamada

. Costo de servicios frente a demás referencias

OPERACIONES

1 Relacionar el plan de RRHH con las prioridades empresariales

2 Proporcionar un servicio de consulta de calidad

3 Garantizar una mano de obra orientada hacia la estrategia 

4 Desarrollar y resaltar programas de nivel estándar 

5 Optimizar los servicios de RRHH mediante canales de entrega alternativos 

. Porcentaje de planes estratégicos de RRHH implementados

. Porcentaje de recomendaciones de los clientes implementadas

. Porcentaje de planes de incentivos con orientación paralela a la estrategia

. Puntuación según las referencias

. Porcentaje de objetivos de mejora de productividad establecidos

. Porcentaje de programas llevados a cabo

. Costo por canal de entrega (interacción con RRHH, automatización, externalización, etc)

. Días que dura cada proceso

. Costo por transacción

. Tiempo compartido con los directivos 

. Porcentaje de cobertura de servicio / cliente

. Porcentaje de participación en los objetivos establecidos vinculados a la estrategia

. Ciclo temporal del programa de desarrollo

. Iniciativa clave de seguimiento continuo frente a seguimiento en puntos concretos

. Tecnología de rentabilidad de la inver-sión de RRHH y período de amortizac.

. Porcentaje de formación impartida (formación basada en ordenadores)

 

FORMAC. Y CRECIMIENT.

1 Capacidad (crear competencias estratégicas)

2 Talento (selección, asimilación y formación)

3 Ambiente laboral basado en el rendimiento 

4 Integración en la organización (información para la toma de decisiones)

5 Liderazgo

. Participación

. Índice de abandonos voluntarios

. Índice de producción deseado por parte de los trabajadores

. Evaluación según las encuestas

. Índice de salud de la organización

. Porcentaje de precisión de datos ante la primera solicitud

. Tiempo de atención de una solicitud ad hoc

. Sistema de comparación de datos con los competidores

. Diversidad

. Tutoría de ejecutivos

. Habilidades y capacidades esenciales

. Porcentaje de retención de nuevos empleados contratados (Índice de 6 meses/1 año)

. índice de ascensos internos 

. Disponibilidad de datos 

. Retención personal con alto potencial 

. Índice de aceptación de ofertas

. Retención de ejecutivos