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IDRC/CRDI: CIID-Montevideo: Catálogo:
El desarrollo en la era de la información |
Introducción
Metodología y antecedentesLa sociedad de la informaciónTodos los días se oye hablar de un nuevo tipo de "sociedad de la información", que transformaría prácticamente todas las esferas de la actividad humana. Para algunos, esta sociedad abarcaría todos los procesos -- lenguaje, procesamiento de la información, conocimiento -- que se pueden efectuar electrónicamente y que pueden afectar la manera en que nos comunicamos, entablamos relaciones y realizamos transacciones. Otros la ven como un nuevo paradigma "tecnoeconómico", similar a los cambios abruptos de otras épocas, como la introducción de la maquinaria que revolucionó la industria textil de algodón entre 1780-1840, permitiendo a los ingleses mantener el liderazgo económico mundial por casi un siglo; el uso del carbón, especialmente en máquinas a vapor; el acero, la electricidad y vías férreas; el desarrollo de recursos petrolíferos y petroquímicos, y el automóvil como medio de transporte masivo en la década de los 40.Hoy en día, computadoras personales a precios accesibles y enlaces de comunicación de alta velocidad permiten que una persona con mínima capacitación (alfabetizada y con manejo del teclado) pueda recuperar y manipular datos provenientes de diversas fuentes de manera simple y a bajo costo, entrando de este modo en el "universo digital", creando nuevos tipos de comunicaciones y transacciones, muchas de las cuales tienen lugar completamente en ese espacio virtual. La codificación digital ha salido de la computadora y ha penetrado en la red telefónica y el canal de radiodifusión. El costo marginal del manejo de la información en una computadora o de su transmisión a través de una red es prácticamente cero. Mejor aún, la tecnología misma es la que permite que sea casi cero: a menudo, son las reglamentaciones públicas, los contratos privados, las prácticas restrictivas y los impuestos los que imponen al usuario un costo directo y a veces significativo. Hay certezas indiscutibles en relación con la tecnología. La "ley" de Gordon Moore de que la potencia de las computadoras se duplica cada 18-24 meses sigue siendo válida, aun después de 25 años. El número de computadoras, conexiones de Internet y canales de televisión aumenta en todas partes. Sin embargo, no es fácil pronosticar la naturaleza, contenido, costo e impacto de las tecnologías de información y comunicación. Por ejemplo, aunque en la actualidad el uso de la Internet aumenta dramáticamente, su futuro no parece tan claro. Puede permanecer sin cambios o aumentar exponencialmente durante décadas. Es igualmente posible que, incluso dentro de 5 años, las tecnologías centrales de la Internet generen cada una su propio sector con sus modelos económicos y controles reglamentarios diferentes. En términos de impacto total, si bien puede ser cierto que las tecnologías de información y comunicación inciden en todo, desde las horas de trabajo, las películas que se ven en el hogar, hasta la balanza comercial entre algunos países, también es cierto que una declaración tan terminante sólo puede ser válida como generalización, a tal grado que llega a perder su significado preciso. Necesitamos ser más precisos. Tenemos que entender la naturaleza exacta de los desafíos que las tecnologías de información y comunicación presentan a las sociedades y economías actuales. Necesitamos saber qué queremos decir al referirnos a "sociedad de la información" y "economía creativa". Y, sobre todo, tenemos que ser capaces de imaginar la manera en que las tecnologías de información y comunicación pueden desarrollarse, no sólo en las sociedades urbanas ricas, sino en todas las sociedades, en todos los países y en todos los sectores de esas sociedades y de esos países. Lo que está en juego es muy importante. Si bien los países miembros de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) están adquiriendo conciencia de la diferencia entre "poseedores" y "desposeídos" en sus propias sociedades, existe una división similar pero mucho más acentuada entre poseedores y desposeídos a escala mundial. ¿Es posible que las tecnologías de información y comunicación ayuden a acortar esa distancia, o ayudarán a aumentarla? El acceso a capacidades, equipos y redes que permiten entrar a la sociedad de la información constituye en gran medida el privilegio de los países ricos y, en todas partes, de los centros urbanos selectos y de sus elites. El desarrollo del Norte es mucho más acelerado que el del Sur. El flujo de información, conocimientos y recursos se realiza preponderantemente de Norte a Sur. Muy poco todavía de Sur a Norte o de Sur a Sur. Los gobiernos no pueden mantenerse al margen y pretender que las cosas se van a aclarar o que su posición va a ser más sólida en uno o dos años. Las decisiones se tienen que tomar ahora y se están tomando ahora. La Decisión de Marrakesh del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, que liberalizó el comercio en la industria de telecomunicaciones, ha puesto a las telecomunicaciones bajo el régimen comercial de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Los gobiernos están estableciendo políticas de educación y empleo. Los fabricantes deciden hacia dónde orientar sus programas de investigación y desarrollo, las compañías y las personas están adaptando las tecnologías de información y comunicación a sus propósitos específicos. La presente publicación inicia el proceso de exploración de
alternativas a nivel de políticas mundiales para organismos
internacionales y gobiernos nacionales ante las incertidumbres expuestas.
Y lo hace mediante la presentación de cuatro escenarios de tecnologías de
información, comunicaciones y desarrollo para los 15-20 años
próximos. Los principios de una elaboración de escenariosAnte la rápida e inestable evolución de las tecnologías de información y comunicación (consulte el capítulo 2) y la consiguiente incertidumbre sobre su futuro e impacto social, la elaboración de escenarios puede ser una herramienta valiosa.Los escenarios no constituyen predicciones ni pronósticos del futuro; son sólo una herramienta para que los planificadores y responsables de tomar decisiones puedan vislumbrar futuros posibles tomando en cuenta algunas certezas inamovibles, las cosas que podrían o no podrían pasar y la incertidumbre total. El pionero de esta técnica fue la compañía Royal Dutch Shell, que como resultado de esta práctica se encontró mejor preparada para responder a la inesperada crisis petrolera de 1973 y a la década de los años 80. Desde entonces, muchas otras industrias la han utilizado para ayudar al desarrollo de infraestructura y servicios. Es especialmente útil en los casos en que las políticas, reglamentos, tecnologías u otros factores pueden alterar una actividad determinada y producir un cambio abrupto. La certeza inicial se puede convertir en incertidumbre o puede surgir una nueva certeza o una nueva incertidumbre. El proceso para llegar a un escenario es formal y estructurado. Comienza con una sesión de brainstorming, con intercambio de ideas y opiniones sobre una situación determinada y sus variables específicas. Los participantes plantean tanto cuestiones actuales como las que podrían presentarse, digamos, dentro de unos quince años o más. A veces el moderador puede preguntar a cada persona lo que le preguntaría a un oráculo que prometiera responder las tres preguntas más importantes relativas al tema en cuestión. Las ideas que surgen se agrupan y se analizan para revelar patrones subyacentes. Cada escenario comienza con certidumbres e introduce incertidumbres. La interacción de las diferentes "incertidumbres" disyuntivas (como por ejemplo crecimiento bajo/alto y sistemas fragmentarios/cohesivos) necesitará por lo menos dos escenarios, pero por lo general, tres o cuatro. La función del escenario no es sólo relatar una historia verosímil; también debe identificar los puntos principales de decisión que habrán de enfrentar las personas encargadas de tomar decisiones, percibiendo los escenarios en relación con sus preocupaciones más profundas y radicales. Estas personas deben estar dispuestas a probar sus decisiones futuras en cada escenario. Los escenarios deben estar siempre vinculados a alternativas realistas y, en última instancia, a las decisiones y a la acción práctica. El objeto de elaborar escenarios no es demostrar cuál escenario es el más probable. Lo que importa es descubrir y articular los parámetros básicos de una situación creíble, sin tomar en cuenta el hecho de que planificadores y responsables de tomar decisiones consideren que los escenarios pueden llegar a convertirse en realidad. Al señalar los caminos que se abren en el futuro, este proceso puede ayudar a la vez a identificar aquellas áreas que permanecen ocultas. El taller de trabajo de KelburnCon el objeto de explorar si es aplicable esta técnica, el CIID y la Comisión de las Naciones Unidas efectuaron un taller de trabajo de una semana en Kelburn, Escocia, en junio de 1996, para producir escenarios sobre las técnicas de información/comunicación y el desarrollo.Los participantes eran en su mayoría funcionarios de gobierno a nivel directivo, entre ellos científicos y tecnólogos con experiencia de alto nivel en técnicas de información y comunicación, así como en políticas sobre estas técnicas (consulte el Apéndice 1). También se contó con la participación de cuatro expertos en técnicas de información y comunicación y dos expertos en elaboración de escenarios (Steven Rosell, quien recientemente realizó un ejercicio en Canadá para determinar estrategias para el gobierno en la era de la información; y Barbara Heinzen, que cuenta con 10 años en la elaboración de escenarios). En el taller de trabajo de Kelburn se siguieron los principios principales de elaboración de escenarios, aunque reducidos drásticamente a un período mucho más breve del acostumbrado. El proceso se inició con las opiniones de los participantes sobre las variables principales y terminó con un conjunto de cuatro escenarios, fundados en información y opiniones pertinentes (incluyendo las de cuatro expertos externos). A lo largo de todo el proceso, los dos facilitadores alentaron a los participantes a pensar más profunda y radicalmente, es decir, en las palabras de Herman Kahn, uno de los pioneros de la elaboración de escenarios, a "pensar lo impensable". Este informe comienza con la materia prima del asunto bajo examen: cuestiones relativas al desarrollo (Capítulo 1), a las técnicas de información y comunicación (Capítulo 2), y a las técnicas de información/comunicación y desarrollo ( Capítulo 3). Luego se pasa a describir las dos incertidumbres básicas que conforman el futuro de las técnicas de información/comunicación y el desarrollo: el sistema global y las políticas nacionales (Capítulo 4). Sobre la base del análisis y de las incertidumbres, se presentan los cuatro escenarios elaborados (Capítulo 5). Finalmente, se desprenden varias conclusiones (Capítulo 6).
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