Artículo 1: Globalización.
Interrogantes
Autores: Elier Méndez
Delgado / María del Carmen Lloret Feijóo
Tomado de: http://www.eumed.net/libros/2006b/vmfa/3j.htm
Como resultado del desarrollo tecnológico, científico, económico y además producto de la polarización de la riqueza, no vivimos como nuestros abuelos, ni siquiera como nuestros padres, y aunque en algunos aspectos vivimos mejor, en otros muchos vivimos peor.
La idea de un mundo global a lo largo de la historia posee varios siglos de existencia, sin embargo hace relativamente pocos años que cobra relevancia y vigencia esta idea producto del desarrollo de nuevas tecnologías asociadas a la comunicación y la sociedad de la información.
A partir de la década de los años setenta es cuando las economías de los distintos países iniciaron un proceso económico más interrelacionado que nunca antes, constituyendo una nueva dinámica mundial en la que los países son cada vez más dependiente; es decir, a partir de este tercer impulso de la globalización es que asistimos a la constitución de un mundo más interrelacionado. Desde entonces se habla con mayor fuerza de la globalización como un fenómeno nuevo y sin precedentes.
La "Globalización" puede verse como un proceso objetivo e histórico que aparece como resultado del propio desarrollo de la humanidad donde el desarrollo tecnológico ha ido ganado espacio en el mundo; este proceso se refiere básicamente a la creciente integración de las economías de todo el planeta, especialmente la integración que se ha dado a través del comercio y los flujos financieros. En algunos casos este término hace alusión al movimiento de los capitales y el desplazamiento de personas (mano de obra) y la transferencia de conocimientos (tecnología) a través de las fronteras internacionales.
Pueden apreciarse diferentes dimensiones de la Globalización: financiera, cultural, política, ambiental, social, etc. lo que hace ver a este proceso con un alcance más amplio; sin embargo resulta de medular importancia a los efectos de entender la trascendencia de la idea de un mundo cada vez más Global.
La humanidad no deberá mostrar indiferencia ante tendencias que pueden resultar amenazadoras y que se presentan producto de la Globalización del modelo neoliberal por medio del cual se excluye en forma creciente las posibilidades del mejoramiento humano de millones de personas.
Teniendo en cuenta la vigencia, trascendencia y las consecuencias impredecibles que se pudieran derivar de la Globalización desde la arista neoliberal, este trabajo intenta responder a determinadas interrogantes sobre este importante tema; en este contexto se realiza un esbozo de las dimensiones de la Globalización y concluye con un conjunto de interrogantes que pueden constituir motivo inicial de reflexión para un debate y análisis de este importante proceso.
1. ¿Qué es la Globalización?
Al definir la Globalización se pueden encontrar variadas opiniones; unos opinan que es un término ambiguo, polémico y que puede tener variadas interpretaciones, otros alegan que es un término muy simple que está de moda; en tal sentido se pudiera hacer difícil una definición acabada en cuanto a este fenómeno, lo cierto es que economistas, abogados, filósofos e investigadores con muy variada profesión se han interesado por su estudio y cada vez más este proceso cobra mayor importancia.
Para unos la Globalización trae aparejado un sentimiento de inseguridad en el sentido de que el cambio social, político, ideológico que supone no solo es exógeno, sino que además escapa al control de los ciudadanos y de sus gobiernos; para otros la Globalización tiene un significado de optimismo, pues da posibilidad de interconexión, desarrollo y apertura al exterior.
En la actualidad se aprecia que “en lugar del antiguo
aislamiento de las regiones y naciones que se bastaban a sí mismas, se
establece un intercambio universal, una interdependencia universal de las
naciones. Y eso se refiere tanto a la producción material como a la producción
intelectual. La producción intelectual de una nación se convierte en patrimonio
común de todas. La estrechez y el exclusivismo nacionales resultan de día en
día más imposible; de las numerosas literaturas nacionales y locales se forma
una literatura universal”.
Para muchos analistas la Globalización no es un fenómeno nuevo, y está asociada al propio desarrollo del sistema capitalista. Estos la definen como un proceso objetivo que se fortalece en la economía mundial actual, que está caracterizado por un incremento sustancial del capital transnacional en las economías de los países del orbe.
La Globalización se vio favorecida por un reordenamiento geopolítico y los últimos adelantos tecnológicos que han tenido lugar en las comunicaciones, la computación, y el transporte entre otros sectores de acelerado desarrollo en la economía internacional actual. Este Proceso es una de las macro-tendencias que redefine el contexto mundial a finales del siglo XX e inicios del XXI y se aprecia en la emergencia de un único espacio global de interdependencias, flujos y movilidades que atrapa al planeta. En este espacio se despliegan un conjunto de sistemas globales cuyos componentes funcionan muy integrados por la comunicación tan estrecha a pesar de la dispersión y la distancia.
Los nuevos desafíos globales tienen una gran incidencia en los territorios y sociedades trayendo como consecuencia una mayor complejidad e incertidumbre con relación a su desarrollo futuro. Este fenómeno real, pone en desigualdad de condiciones a los países, favoreciendo aquellos que tienen un mayor desarrollo científico-técnico, nivel cultural y disponibilidad de recursos, etc.
Resulta interesante el trabajo publicado el 30 de noviembre de 2005 en la Jornada (3ra y última parte) escrito por José María Pérez Gay referido a Cuánta Globalización podemos soportar. Este trabajo en una de sus partes responde al significado de la Globalización y dice así. El manifiesto del partido comunista, obra maestra escrita por Karl Marx y Friedrich Engels, y publicada en 1848", escribe Safranski, "sigue causando gran sorpresa y admiración: Es el más conciso y escalofriante testimonio de un proceso que causa estragos en el mundo contemporáneo: la presión inexorable de la globalización".
De los cuatro capítulos del manifiesto es el primero -y sólo el primero- el que justifica el preestigio y gran eco del conjunto de la obra. Nadie ha descrito hasta ahora el proceso de globalización de un modo más claro y crítico. Marx y Engels no sólo prevén el futuro describiendo movimientos seculares como la urbanización y el incremento de la mano de obra femenina, sino que también someten a la crítica el mecanismo de crisis inherente a la economía capitalista y describen el ritmo vertiginoso del cambio al que todas las sociedades modernas, y otra vez adelantan, con una precisión que casi se convierte en clarividencia, dice Safranski, las consecuencias "del infinito progreso, escriben Marx y Engels, "de las comunicaciones, que acercan cada vez más a los individuos". También anticipan la destrucción de la industria básica meridional, una catástrofe que ha conmovido a muchas regiones y de la que no hemos visto el final. "Mediante la expansión del mercado mundial, la burguesía dio una forma cosmopolita a la producción y el consumo de todos los países (...) En lugar de las antiguas necesidades satisfechas con productos regionales, surgen otras nuevas que requieren para su satisfacción los productos de los más lejanos países y climas. El mundo se estrecha, los individuos se acercan cada vez más" (...) Por último, ponen al descubierto las implicaciones políticas de una economía totalmente globalizada: la inevitable pérdida de control de los gobiernos nacionales, cuyo papel se ve reducido al de "un consejo de administración de los negocios comunes de la burguesía" representada hoy por las grandes multinacionales.
Durante la segunda mitad del siglo XX, la globalización cambió de signo, tuvo una perspectiva de violencia ecuménica inevitable. A partir de la explosión de la bomba atómica en Hiroshima nació una comunidad global, anota Safranski, cuyos principios eran la amenaza y el terror. Ahora los misiles alcanzan cualquier punto del planeta. El arsenal de armas nucleares hace posible el suicidio colectivo y la devastación total. La vida en la tierra puede desaparecer. Las guerras ya no se limitan a regiones, ni las hacen sólo los Estados. Grupos de terroristas con apoyo en varios países, bandas transnacionales del crimen organizado, pueden tener acceso a las armas de destrucción masiva. En cualquier momento, como escribe Enzensberger, puede suceder la catástrofe.
En Un futuro perfecto, John Mickletwait y Adrian Wooldridge han descrito cómo Al Qaeda modificó de manera radical, y en tres momentos distintos, la disputa por la globalización:
En primer lugar los ataques al World Trade Center y al Pentágono, pusieron al descubierto la debilidad del proceso de globalización. Los aviones comerciales, que hasta ese momento habían sido exaltados como los medios de transportes más seguros del mundo, puntas de lanza de la unión planetaria, se convirtieron en armas de destrucción masiva. Las torres gemelas, que habían sido construidas como emblema del comercio mundial, se derrumbaron en menos de una hora; ahora su imagen se ha convertido en el símbolo de la inseguridad de Estados Unidos. Al Qaeda ha degradado incluso el lenguaje de "los globalizadores" al apoderarse de términos como redes y células, software y hardware, expresiones empleadas por las teorías de los empresarios de moda.
En segundo lugar, la guerra de Al Qaeda ha vuelto cada vez más difícil que los bienes, las personas y los servicios crucen las fronteras. Los viajes en avión se han vuelto más difíciles; los fletes, más caros. Los aeropuertos de Estados Unidos proyectan instalar entre 2 mil y 5mil dispositivos para detectar bombas -cada uno tiene un costo de un dólar por metro. El gobierno estadounidense quiere obligar a los importadores a registrar la entrada de sus contenedores en puertos seguros en el extranjero, y así obtener la autorización antes de entrar a la jurisdicción norteamericana. "¿Estamos presenciando", se preguntan Micklethwait y Wooldrige, "el fin de un proceso de integración global que avanzó durante décadas?" Lo mismo se puede decir sobre la crisis económica de 2002. Alan Binder, ex vicepresidente de la Reserva Federal la definió como la mayor pérdida de confianza en los mercados desde 1929". El colapso de Enron y WorldCom, las revelaciones de sus registros contables fraudulentos, el mundo orwelliano de la Bolsa de Valores, todas estas crisis más profundas de lo que creíamos, llevaron cuestionar al "capitalismo", que algunos veían como sinónimo de globalización.
En tercer lugar la retórica del universalismo económico que es exclusiva de Occidente. Los postulados que se establecen con ella, sin embargo, pretenden tener validez económica y moral para todos sin excepción. El universalismo, es decir: la globalización, no conoce diferencias por la proximidad y la lejanía, es incondicional y abstracta. Sólo cuando tiene lugar la aparición del subsuelo, como hace un mes en los suburbios de París, esos postulados se comienzan a diluirse. El torbellino nihilista de la violencia sin sentido, como lo llamaba Berhard-Henri Levy, el que se embriaga con su propio espectáculo, reflejado y difundido de ciudad en ciudad por las televisiones fascinadas con ese monstruoso reality show de los pirómanos, se convierte en la respuesta más directa a la creencia de que nuestra modernidad estaba a punto de consumarse, y que la globalización era una suerte de Oda a la Alegría. ¿Pero de qué nos sorprendemos? La masacre se ha convertido en un entretenimiento de las masas. El cine, la televisión y el video se encuentran en una cerrada competencia por convertir al sicario, al secuestrador, al asesino en serie en un héroe cívico. Las guerras civiles moleculares, como la rebelión de los adolescentes en Francia, son contagiosas. Los combatientes se van pareciendo cada vez más, los policías y los vándalos se confunden. En Los orígenes del totalitarismo, un libro lúcido e imprescindible de Hannah Arendt, podemos leer lo siguiente: "Probablemente el odio no haya faltado nunca en el mundo; pero entonces se convirtió en un factor político decisivo en todos los asuntos públicos (...) El odio no podía concentrarse realmente en nada. y en nadie; no logró encontrar a nadie: ni al gobierno, ni a la burguesía, ni a las respectivas potencias extranjeras. De modo que penetró en todos los poros de nuestra vida cotidiana y pudo dispersarse en todas direcciones, adoptar las formas más fantásticas e imprevisibles, desde el deseo de reconocimiento hasta la codicia (...) Todos estaban contra todos y en particular contra sus hermanos y vecinos". Bienaventurado el que llegara a creer, escribió Enzensberger, que la cultura es capaz de proteger a una sociedad frente a la violencia.
En esencia la globalización es un proceso objetivo con carácter histórico y obedece a la integración gradual de las economías y las sociedades impulsada por las nuevas tecnologías, las nuevas relaciones económicas y las políticas nacionales e internacionales de una amplia gama de actores, con inclusión de los gobiernos, las organizaciones internacionales, las empresas, los trabajadores y la sociedad civil. Pueden verse variadas dimensiones con un alcance social importante que hacen referencia al impacto de este proceso en la vida y el trabajo de las personas, sus familias y sus sociedades.
2. ¿Cuál es el origen de la Globalización?
En el origen de la Globalización hay variados criterios, algunos opinan que surge desde el mismo desarrollo del hombre y su expansión, otros consideran que fue producto del desarrollo de los antiguos imperios, hay quienes hablan del encuentro entre dos culturas, otros argumentan que es un proceso complejo que tiene su surgimiento y desarrollo en el siglo XX. Lo cierto es que el origen histórico de la globalización puede verse al tiempo que hacemos una interpretación de lo “global” y lo comparamos con lo Mundial o internacional.
Nadie se cuestiona que estamos viviendo la sociedad de la información con carácter Global, esto es una realidad nueva y diferente para la historia de una economía mundial en la que la acumulación del capital ocurre en todo el mundo; esta ha existido en Occidente al menos desde el siglo XVI. Una economía global es algo con características diferentes; es una economía con la capacidad de funcionar como una unidad en tiempo real a escala planetaria y trasmitir información de la economía, las finanzas, un tsunami, o un ciclón como el Katrina; al tiempo que puede proyectar en tiempo real las vivencias de las locuras terroristas o el fenómeno del terremoto de Cachemira y Pakistán.
Existen tres grandes impulsos históricos asociados a la Globalización; estos se encuentran asociados a:
La conquista, colonización e integración en el mercado mundial de América.
La generalización de la Revolución Industrial y la expansión colonial del siglo XIX.
Al desarrollo y generalización de los aspectos culturales que fueron favorecidos por los medios de comunicación; básicamente después de la Segunda Guerra Mundial y en especial a partir de la década de los setenta hasta nuestro días.
3. ¿Qué fundamentos teóricos tiene la ideología neoliberal?
El nuevo liberalismo y los Programas de Ajustes Estructural (PAE) de las instituciones de Bretton Woods (BM y FMI) financiadas por los países capitalistas, tienen como principal objetivo la construcción y el mantenimiento de un sistema capitalista mundial. Inspirados en el modelo neoliberal, que aboga por el poder del mercado en el desarrollo económico y social, y la consiguiente primacía del sector privado sobre el sector público, los PAE consisten en la imposición de unas condiciones económicas y financieras a los países endeudados, para ajustar el comercio exterior, suprimir los desequilibrios financieros y conseguir nuevos préstamos.
En síntesis, el fundamentalismo económico de los PAE se basa en los principios siguientes:
1. La eliminación de la función económica y social del Estado.
2. Las privatizaciones y la divinización del mercado en todos los aspectos de la vida nacional.
3. La máxima apertura externa, a través del fomento de las exportaciones y del trato favorable a las inversiones extranjeras, conforme a las exigencias del mercado mundial.
Los resultados de esta política han estado por debajo de las expectativas, es decir, han producido efectos perversos: la supresión de los déficit públicos ha nacido no del aumento de los ingresos finales, sino de la reducción o eliminación de los gastos sociales y de las inversiones públicas; la devaluación, a menudo, ha llevado a la mejora de los términos de intercambio agrícola internos, a favor de los cultivos de exportación y en detrimento de los de consumo local; el fomento de las exportaciones ha tenido como consecuencia el excedente de los productos básicos en el mercado internacional, con la subsiguiente caída de sus precios, afectando negativamente las economías monoproductivas y monoexportadoras de la gran mayoría de los países subdesarrollados; las privatizaciones, en la mayoría de los casos, han consistido para las burguesías de Estado, a pasar del monopolio público al monopolio privado con importantes facilidades oficiales, sin conseguir la mejora de la producción agravando así la crisis económica, como consecuencia del abandono del sector público; la liberalización del comercio ha favorecido la importación de los bienes de consumo en lugar de los de equipo, profundizando de este modo el déficit del comercio exterior y los desequilibrios financieros.
4. ¿Es inevitable la Globalización? ¿Por qué?
Hoy nadie se cuestiona la ley de la gravedad, como tampoco se cuestionaría la existencia de la Globalización vista como un proceso real, que aunque a alguien no le guste tendrá que aceptarla; de lo que se trata es de ver cómo se aprovecha al máximo sus beneficios y se puede minimizar sus tendencias y efectos negativos.
Es un proceso objetivo que tendrá que enfrentar la humanidad, resulta inevitable y está motivado por la esencia misma del desarrollo del capitalismo contemporáneo y el impetuoso desarrollo alcanzado por las fuerzas productivas. Marx y Engels se refirieron a ello cuando expresaban que “merced al rápido perfeccionamiento de los instrumentos de producción y al constante progreso de los medios de comunicación, la burguesía arrastra a la corriente de la civilización a todas las naciones, hasta las más bárbaras”[2]; sin embargo si hubiese que establecer una diferencia con relación a la época actual no estaría esencialmente en lo que se produce, sino con lo que se produce y cómo se produce.
La Globalización vista como es: un proceso histórico sin precedentes de interdependencia comercial, social, cultural y política que vivimos en forma creciente, trae ineludiblemente exclusión y pobreza. Este proceso puede desencadenar es una catástrofe, paralizante ante los retos que plantea la irreversible situación que afrontamos como resultado del desarrollo y en particular por los avances de las tecnologías de la información y la comunicación.
5. ¿Qué dimensiones puede adoptar la Globalización?
Pueden apreciarse variadas dimensiones, pero se hará
referencia a solo 10 de ellas. Si bien es cierto que la dimensión
neoliberal, es la más arraigada al mundo actual, esta no es la única manera de
manifestarse; La Globalización puede apreciarse en diferentes dimensiones o
formas como por ejemplo.
Neoliberal |
Financiera |
Política
e ideológica |
Tecnológica |
Social |
Injusta |
Solidaridad |
Mercado |
Cultural |
Información |
Breve análisis de cada una de estas formas.
Neoliberal.
Responde a una nueva forma del liberalismo; es sinónimo de capitalismo salvaje, donde los procesos de privatización se imponen a todo costo social y las leyes ciegas del mercado contradicen las normas elementales de equidad, los desequilibrios socioeconómicos a nivel local y regional unido a las desproporciones del ingreso constituyen el resultado más fehaciente de sus estrategias de desarrollo. La receta inmortal de esta corriente se aprecia al reducir significativamente el papel del estado en la sociedad, el que se ve como portador de la ineficiencia de la economía a gran escala.
Al referirnos a los orígenes de la Globalización mencionamos tres impulsos claves; precisamente el tercer impulso fue favorecido por la crisis del sistema capitalista con una mayor desregulación de los mercados y una flexibilización del modo de producción capitalistas dando inicio así, a los ensayos neoliberales que hoy demuestran su inaplicabilidad en América Latina. Esto se corrobora con la tendencia actual de las fuerzas autóctonas en las luchas sociales comprometidas con la soberanía y la integración regional; la insatisfacción social, presente en las guerrillas de Colombia y Chiapas, en los levantamientos insurreccionales que depusieron a once presidentes en cinco años y en las crecientes protestas en las calles. Todo esto se une a la victoria de candidatos de la izquierda - como Chávez, Lula, Kirchner, Tabaré y Morales, con posibilidades de ampliar el espectro político del hemisferio occidental a niveles no previsibles por el imperio.
Política e ideológica.
Está asociada a un nuevo reordenamiento geopolítico que tuvo lugar en los primeros años de la década de los noventa y se encuentra indisolublemente ligada a la caída de muros y bloques, se manifiesta en una tendencia polarizada de la ideología burguesa contemporánea presentándose como perfecta y universal ante cualquier manifestación de progreso social, sustentada en la progresiva construcción de jerarquías, dominios y las más sofisticadas regulaciones globales del mundo actual.
Social.
La piedra angular de una Globalización más justa está en la satisfacción de las necesidades básicas del hombre y sus demandas, mediante el incremento de las opciones de vida, el respeto a sus derechos y su identidad cultural, implicando cada vez más a las comunidades locales con mayor equidad e igualdad de género.
La dimensión social es capaz de hacer sobrevivir al hombre de condiciones insostenibles; es una dimensión humana y justa. Si bien es cierto que esta forma de Globalización ha resistido incuestionables embates y alguno que otro revés, motivado en algunos casos por direcciones irresponsables o conductores incompetentes y en otros, por la búsqueda de su propio perfeccionamiento, también es cierto que muchas ideas justas se han materializado a través de la solidaridad y la valentía de muchos pueblos del mundo.
Solidaridad.
A modo de ejemplo podría mencionarse el caso cubano, que a partir de 1990 y durante 15 años de crisis de la economía cubana, muchos pueblos del mundo incluyendo el de los Estados Unidos ha puesto de manifiesto la solidaridad a través de su ayuda desinteresada y humana; Cuba, país pequeño y bloqueado económicamente a un costo de más de 82 000 millones de dólares en reiteradas ocasiones después del 1ro de Enero de 1959 ha dado muestras fehaciente de solidaridad con muchos pueblos, incluso en medio de circunstancias muy difíciles, podríamos mencionar múltiples ejemplos de ayuda médica a países de todos los continentes.
Hoy emergen ejemplos elocuentes de solidaridad entre países del sur y se desarrollan iniciativas de integración sobre bases nuevas como se puede apreciar en la Alternativa Bolivariana para la América (ALBA). Esta dimensión pone de manifiesto la razón ante la fuerza, la verdad ante las difamaciones y da prueba del honor, la valentía y la dignidad de los pueblos. En tal sentido se deberá promover y estimular la Globalización con reglas y rostro humano sobre bases de un intercambio comercial justo y solidario, pues de no ser así se crearían las bases de un espacio donde reinaría el caos para la mayoría del planeta.
Cultural.
Esta pretende imponer un modelo cultural a los países independientemente de su identidad; es el caso de los Estados Unidos al imponer su cultura pop y la dominación de Hollywood en el negocio del cine y la televisión mundial. En tal sentido Estados Unidos acapara el mercado internacional musical, cinematográfico, televisado y escrito y fomenta aspectos de su cultura en detrimento de otras culturas nacionales. Esta dimensión como dijera Fidel Castro “es la agresión a nuestras identidades nacionales, la agresión despiadada a nuestras culturas, como jamás ha ocurrido en la historia, la tendencia hacia una monocultura universal ¿Se puede concebir un mundo semejante? No se trata de un mundo que combine la riqueza y la cultura de muchos países, sino de un orden mundial que, por definición, destruye la cultura, una Globalización que destruye inexorablemente la cultura. ¿Qué es patria, sino una cultura propia? ¿Qué es identidad nacional, sino cultura propia? ¿Puede haber riqueza espiritual mayor que esa cultura propia creada durante milenios por el hombre, y que sean sencillamente barridas nuestras costumbres, implacablemente barridas? Hay que estar conscientes de eso porque la batalla de ideas y de conceptos será grande”[3]. En tal sentido se aspiraba, a que el desarrollo de la cultura universal, fuera condición indispensable para el desarrollo de las culturas de cada país, y en realidad, esto no es lo que ocurre en el mundo de hoy, ni promete ser lo que se hará en el futuro. Marx y Engels en el Manifiesto Comunista apuntan “La cultura, cuya pérdida deplora, no es para la inmensa mayoría de los hombres más que el adiestramiento que los transforma en máquinas”[4] Estos aspectos muestran la verdadera esencia del capitalismo, con relación al desarrollo cultural de la humanidad. Cuba, desde la descolonización y el antiimperialismo que ha caracterizado al país, hasta la transformación cultural que ha tenido lugar producto de la gran revolución educacional emprendida en 1959, está en mejores condiciones que cualquier otro país para desarrollar una cultura verdaderamente autóctona que se anteponga al modelo cultural que se quiere imponer por el imperio.
Hoy la acelerada Globalización está sustituyendo la cultura de la alimentación de productos tradicionales por los de una comercialización estandarizada, lo que hace que se pierdan los hábitos tradicionales de alimentación.
De una forma u otra se mezclan rasgos, símbolos y valores culturales diferentes, los que tienden a combinarse dando lugar a nuevas formas culturales. Lugares como Mc Donald, Donner Kebab marcas como Coca Cola, Christian Dior, Adidas, Nike, Pepsi, se expanden e invaden hasta los más recónditos lugares del planeta, readaptándose a las necesidades y gustos locales. Las personas también se movilizan cada vez más, y se instalan en culturas diferentes con sus propios valores, sin esconderlos, instalando en ciudades un crisol de razas.
En este sentido es deber de los gobiernos y de la sociedad en general, luchar por defender la propia cultura, reivindicar los propios valores regionales y preservarlos de la total contaminación con lo extranjero. No hay que impedir este fenómeno, pero sí reivindicar el valor de lo propio para que no se pierda dentro de este complejo cultural que se va creando. Para esto se necesitan políticas de promoción cultural, mayor presupuesto para no dejarse avasallar por la producción cultural extranjera y poder hacerle frente con las mismas herramientas. En este contexto las nuevas tecnologías tienen un papel primordial y quizás determinante.
En esencia la gran maquinaria de la comunicación y su tecnología íntima; avasalla al hombre actual. Lo toma desprevenido y lo transforma. No hay nada más cautivador para un hombre común que aquello que le entra en su forma natural y tradicional por los sentidos.
El mensaje audiovisual del cine y la televisión actual dirigidas por patrones estandarizados del imperio ni educan ni enseñan, en todo caso maleducan y mal enseñan los patrones de sociedades consumistas, cautivado por el color, el sonido, la palabra y la promesa. De esta forma el hombre contemporáneo está siendo atropellado en su intimidad, que son sus gustos y en definitiva por el mensaje externo que recibe por diferentes y sutiles vías, así estamos siendo sometidos a un bombardeo constante de seductoras formas de integración al consumo y la cultura.
En esencia la cultura es un poderoso símbolo de identidad y de pertenencia de cada localidad, nación y región del planeta, por lo que la Globalización debería converger en la diversidad multicultural, y no en una norte-americanización, una homogeneización, una integración forzada o una conservación estática. Debe ser un proceso de redefinición creativa, en el que se encuentren las tradiciones y los modos de vida globales y locales, para que dé lugar a nuevas formas en todos los planos. Deben reconocerse la integridad y autonomía de las distintas culturas nacionales y locales como fuente de confianza y de energía para que la persona adopte comportamientos creativos que trasciendan las fronteras nacionales.
Financiera.
La Globalización de los mercados financieros es la dimensión más espectacular que se ha podido apreciar en los últimos tiempos por su intensidad, velocidad y consecuencias para la economía mundial sobre todo en las últimas tres décadas del siglo XX y lo que ha transcurrido del XXI. Prueba de ello lo es el incremento de las transacciones financieras y con ello la especulación y el dominio financiero de un reducido y selecto grupo de países que son privilegiados hoy, particularmente E.U. que se tribuye el derecho de emitir el dinero que necesita sin el respaldo material que se requiere para ello, y se aprecia por la toma de acciones desmedidas en las principales bolsas del mundo, la expansión incontrolada de los mercados de capitales, de préstamos y de divisas.
El máximo responsable de este desastre financiero global, que hoy comienza azotar al mundo, lo es el propio sistema capitalista, que está dando muestras de incapacidad y agotamiento, al tiempo que pone de manifiesto que ese sistema no es el fin de la historia; no es despreciable la responsabilidad que ha tenido en las últimas décadas el FMI y las administraciones irresponsables de algunos países que han contribuido a este desastre financiero que está en un callejón sin salida.
A modo de ejemplo se pudieran mencionar solo 4 factores que han acelerado este proceso:
1. La quiebra del sistema Bretton Woods.
2. Necesidad de los estados nacionales en financiar el creciente déficit por medio de préstamos o por la emisión de deudas.
3. Desregulación de los controles públicos y políticas encaminadas a favorecer la rentas del capital.
4. La aplicación del desarrollo científico técnico a los mercados financieros.
Hoy este fenómeno ha sido objeto de preocupación, pero no de ocupación, para aquellos gobiernos e instituciones de carácter internacional que se les ha responsabilizado con las finanzas, en especial aquellos que como los E.U., se han atribuido facultades especiales en el seno de estas organizaciones.
El Banco de Pagos Internacional ha estimado que las transacciones mundiales de dinero (en los distintos mercados de divisas) asciende a alrededor de 2 billones de dólares (alrededor de cuatro veces el PIB español). Estos flujos de capitales han enriquecido y arruinado a muchos países, ya que la solvencia de sus divisas está en función de la entrada y salida de capitales. Eso explica, en parte la crisis financieras como las de México, Rusia, o el sudeste asiático. De ahí que los movimientos contra la globalización hayan reivindicado el establecimiento de la llamada Tasa Tobin, que no es otra cosa que la creación de un impuesto que grave los movimientos de capitales.
Otras realidades Globales.
El 1ro de Diciembre de 2005 el Nuevo Herald anunció que la OIT había publicado un estudio donde se presenta a la Globalización como un factor de propagación del virus del sida debido a los desplazamientos de población más frecuente y la marginalización de los más pobres.
Este estudio sobre ''el VIH/sida en el centro de trabajo en un medio ambiente globalizado'' recalca que algunas profesiones corren riesgos mucho más elevados. ''Debido a sus frecuentes desplazamientos algunas personas están mucho más expuestas'', explicó la autora del estudio, Odile Frank.
Actualmente existen 46 millones de personas en el mundo que tienen el SIDA; esto se agrava cuando se conoce según información de ONUSIDA que diariamente se infestan más de 14 000 y la cifras de muertos por esta enfermedad sobrepasa los 25 Millones de personas. La mayor parte de las personas no pueden pagar el alto costo de este tratamiento para atenuar la enfermedad.
Otros de los aspectos Globales que preocupa es el incremento desmedido de desempleados que alcanza la cifra de aproximadamente 1000 millones de desempleados lo que representa que 1 de cada 6 personas está sin trabajo.
Paradójicamente hoy un niño nacido en nueva York, París o Londres consumirá, gastará y contaminará más en su vida, que 50 niños de un país en desarrollo, sin embargo, paradójicamente los que menos consumen deberán cargar con la mayor parte del daño ambiental.
Mercado.
Se aprecia en la explosión de artículos y servicios de lujos, incluso en comunidades tradicionales pobres, pues lo que hace 20 ó 30 años se consideraba un lujo, hoy constituye una necesidad para muchos; digamos por ejemplo, que hoy una familia de clase media en Francia requiere de un automóvil privado, una familia rural en la India necesita de un reloj de pulsera y cada familia China necesita un refrigerador. Pueden aparecer innumerables ejemplos, pero lo cierto es que hoy los pobres no alcanzan a consumir para satisfacer ni siquiera, las necesidades más básicas que tienen ante sí. En nuestros días, se estimula cada vez más los mercados, y se incrementa la idea del consumo desenfrenado de mercancías y servicios, se confunde calidad de vida y desarrollo con cantidad de artículos y se estimula a consumir a una inmensa mayoría que no dispone de recursos. Hoy las 200 personas más opulentas del planeta, disponen de los mismos ingresos para acceder a los mercados, que 2500 millones de seres humanos pobres del mundo.
Son los países pobres (que generalmente coinciden siendo los mayores productores de materias primas) los que reclaman apertura de fronteras, ya que tanto en Estados Unidos como en la UE existe un fuerte proteccionismo. Muchas ONG de las que se manifiestan contra la globalización quieren desarrollar el comercio, pero no los capitales.
Información.
La que controla y manipula unilateralmente las principales fuentes de información del mundo actual, ya sean radiales, televisadas o escritas; estas estimulan insistentemente a la sociedad de consumo y defiende a ultranza la ideología capitalista y el modelo neoliberal, basado en las privatizaciones forzosas como paradigma inmortal para ser imitado. Esta forma de Globalización cobra características especiales a través de las llamadas autopistas de la información, o también como es mundialmente conocidas la red de redes (INTERNET). Si bien es cierto, que existe abundante información de disímiles aspectos de la vida cultural, social y política de los países y del mundo, también es cierto que hay mucha información que está totalmente manipulada por las principales potencias del mundo desarrollado, y en algunos casos se aprecia monopolio con la información, la que es controlada por períodos. Esta dimensión de la Globalización favorece otras dimensiones como por ejemplo: la cultural, la financiera, la tecnológica, etc.
6. ¿Pudiera algún país aislarse de ese proceso?
Es imposible aislarse de un proceso universal que es real y que avanza a ritmos acelerados en medio de un dominio unipolar; la Globalización como se ha observado abarca muchas dimensiones, por lo que necesariamente nos afecta en alguna de ellas.
Cuba se ha visto obligada a enfrentar la Globalización en sus diversas formas; en esto ha favorecido la sólida preparación integral que ha recibido su pueblo, con un desarrollo sostenido del capital humano.
Es notorio las muestras de resistencia ante grandes
adversidades del pueblo cubano, como prueba de ello se puede mencionar la
resistencia del pueblo cubano, al enfrentar durante cuatro décadas el
bloqueo más largo que ha conocido la humanidad, el que ya representa para Cuba
un costo superior a los $82 mil millones.
7. ¿Quiénes tienen y pueden aprovechar las oportunidades que brinda la Globalización?
La Globalización brinda a la humanidad oportunidades, las que se pueden ver en dos momentos, las de hoy, y las del mañana.
La oportunidad de hoy es para aquel reducido número de países que pueden moverse en favor del desarrollo, porque cuentan con suficientes recursos; estos países son cada vez menos y se ven más amenazados, por la crisis económica global.
El crecimiento económico global no se está traduciendo en nuevos y mejores empleos que conduzcan a una reducción de la pobreza, se indicó en un nuevo informe emitido el 9 de diciembre de 2005 por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
"El mensaje principal es que hasta ahora, mejores empleos e ingresos para los trabajadores del mundo no ha sido una prioridad en la elaboración de políticas", dijo el director general de la OIT, Juan Somavia, en la IV edición de Indicadores Claves del Mercado Laboral (ICML).
El informe señala que en la actualidad, la mitad de los trabajadores del mundo todavía no ganan lo suficiente como para que tanto ellos como sus familias superen la línea de la pobreza de dos dólares diarios.
"Hasta ahora, la globalización no ha conducido a la creación de oportunidades laborales decorosas suficientes y sostenibles en todo el mundo. Esto tiene que cambiar y como ya lo han indicado muchos líderes, tenemos que hacer del trabajo decoroso un objetivo central de todas las políticas económicas y sociales. Este informe puede ser una herramienta útil para fomentar este objetivo", dijo Somavia.
El informe indica que dentro de esta tendencia global, diferentes regiones muestran resultados mixtos en términos de creación de empleos, resultados de productividad, mejoras salariales y reducción de la pobreza.
En partes de Asia la expansión económica está alentando un sólido crecimiento en el empleo y mejores condiciones de vida, mientras que en África y en partes de América Latina un número creciente de personas están trabajando en condiciones menos favorable, sobre todo en el sector agrícola.
El número total de hombres y mujeres que trabajan que viven con menos de dos dólares diarios no se ha reducido mucho en la última década con poco menos del 50 por ciento en comparación con el 57 por ciento de 1994, se indicó en el informe.
En muchas economías en desarrollo el problema es principalmente la falta de oportunidades de trabajo decorosas y productivas más que un franco desempleo. Las mujeres y los hombres están trabajando mucho tiempo y arduamente por muy poco dinero porque su otra alternativa es no tener ningún ingreso.
Si se puede hablar de las oportunidades del mañana está en
que ineludiblemente se debe producir un nuevo orden económico internacional,
donde algunos países serán más favorecidos. Aquí se encuentran la inmensa
mayoría de los países de bajo y medio desarrollo.
8. ¿Qué riesgos, amenazas y peligros entraña la Globalización neoliberal en este mundo unipolar?
1. Disminución acelerada de la soberanía de los estados nacionales y en particular en el campo de las políticas económicas.
2. Concentración de enormes sumas de capital que no consiguen encontrar lugar para la inversión en su permanente expansión.
3. La concentración del capital unida a la esperanza de que el mercado se puede autorregular solidifica las bases para las crisis del capitalismo.
4. Incertidumbre y marginación creciente que ha generado la actual evolución de la Globalización.
5. Dramáticos efectos sociales del modelo neoliberal para los pueblos.
6. Incremento del crimen internacional y en especial el tráfico de drogas que se globaliza cada vez más.
7. Se destruye rápidamente la naturaleza y los problemas ambientales se hacen cada vez más globales y difíciles de resolver.
8. El modelo cultural del imperio se hace más universal y peligra con acabar con la identidad cultural y territorial.
9. Se presenta al neoliberalismo como el modelo más acabado y perfecto para resolver los grandes problemas contemporáneos.
10. Amenaza con incrementarse el hambre, la pobreza, la deuda, y el saqueo de las limitadas riquezas de los países del tercer mundo; unido a un crecimiento acelerado de las economías informales de estos países.
11. Se realizan ensayos en Europa y en Estados Unidos para ajustar los presupuestos a costa de los derechos sociales.
12. Se dan situaciones de retorno a la política liberal de los años de la crisis de 1929-1939.
13. Peligra la ayuda para el desarrollo, pues decrece rápidamente; se había acordado que los países desarrollados aportaran el 0.7% del Producto Interno Bruto y lo están haciendo en 0.24% aproximadamente como promedio.
14. Cada vez se hace mayor la distancia entre la economía real y la especulativa. Se fortalece cada vez más el sector terciario de la economía.
15. Amenaza del planeta con el crecimiento acelerado de la población mundial, la cual no está respaldada por el correspondiente incremento de los recursos y alimentos para 2/3 partes de la población mundial.
16. Se agudizan las contradicciones del comercio mundial; caracterizado por el intercambio desigual, disminución de los precios de los productos primarios e incremento de los productos industriales; todo esto es más dramático cuando se conoce que un 80% del comercio mundial se produce entre países desarrollados.
17. Recesión de la economía mundial. Reaparece un tipo de inflación, que se conoce como stagflation, dicho con otras palabras inflación con paro o estancamiento de la economía internacional actual.
18. La migración sur-norte en forma incontrolada pone en peligro la estabilidad del planeta, tanto en el mediano como el largo plazo.
19. Precoz agotamiento de las fuentes energéticas y de los recursos no renovables, producto de la explotación a que están siendo sometidos.
20. Insostenible desigualdad en el Intercambio comercial, el que está avalado por el proteccionismo desmedido de los países más desarrollados.
9. ¿Hacia dónde se dirige la inversión directa del Norte desarrollado?
Uno de los mayores problemas de la globalización es que gran parte del mundo en desarrollo no participa de este proceso. Por ejemplo en América, la inversión externa directa está fuertemente concentrada en México, algunas partes de América Central y el Caribe, es decir, países cercanos a Estados Unidos (EEUU). Los países sudamericanos que están más lejos reciben menos inversión comparativamente que Sudamérica y por lo tanto han tendido menor dinámica en sus economías.
Situación similar se puede ver en Europa y en Asia del Este donde las compañías multinacionales europeas invierten mucho en países con salarios bajos, como Polonia, Hungría y la República Checa, los cuales están en la frontera con Europa Occidental, pero no invierten en consideración en Rumania, Ucrania o Rusia, que están más lejos. Invierten en países del norte de África como es el caso de Egipto, pero no mucho al sur del Sahara.
Las naciones en desarrollo que son vecinas de las ricas tienen, por tanto, ciertas ventajas sobre otros países en desarrollo. Sus ventajas naturales, como menores costos de transporte a los mercados más importantes, son aumentadas por las políticas de comercio de los países ricos. Entonces, los exportadores mexicanos tienen acceso preferencial al mercado estadounidense como parte del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y esto le da a México todavía otra ventaja en comparación con los lejanos países de América del Sur. De manera similar, Polonia tiene ventajas de comercio e inversión sobre Rusia, pues Polonia pronto se convertirá en un miembro de la Unión Europea, con acceso garantizado a los mercados de Europa Occidental.
Así, se aprecia que hay grandes ganadores, pero más perdedores. De hecho, los estándares de vida de muchos países han caído por completo. Uno de los problemas es que en un mundo en el que la gente y el capital tienen gran movilidad, los trabajadores experimentados se mudan de las regiones remotas a las zonas más favorecidas del mundo. Entonces, aunque África sufre una profunda crisis de salud, miles de doctores africanos emigran a EEUU, Europa y el Medio Oriente en busca de estándares de vida aceptables. En este caso, la globalización puede empeorar la crisis de África.
En las regiones pobres y remotas del mundo (África meridional, los países andinos de América Latina, el Asia Central que no tiene salida al mar y algunas secciones del sudeste de Asia) la crisis económica se está intensificando. Algunas regiones están sucumbiendo ante las enfermedades y el colapso económico. El diálogo sensato entre quienes apoyan y quienes están en contra de la globalización debe empezar con reconocer que, a pesar de que la globalización ha sido muy benéfica para muchos países pobres, muchos otros se están quedando atrás en la miseria, la cual se está quizá intensificando en parte debido a la globalización.
10. ¿Cómo detener el efecto de la Globalización neoliberal?
Los efectos del neoliberalismo perdurarán por algún tiempo, pero se puede atenuar conociendo, interpretando y desentrañando el verdadero propósito de cuanto acontece en la actualidad producto de este fenómeno; sin embargo pueden establecerse estrategias de desarrollo regionales capaces de contrarrestar los efectos de la Globalización neoliberal. En este aspecto es medular la integración regional, la que puede y debe desempeñar un papel insustituible en los albores del siglo XXI; América Latina deberá ser un ejemplo a imitar en tal propósito.
Las regiones vistas desde una perspectiva subnacional deberán tener presente sus características autóctonas, potenciando sus fortalezas y oportunidades, sin olvidar su identidad y arraigo socio cultural.
Necesidad de reformar y democratizar profunda y urgente la ONU y sus instituciones.
Luchar incansablemente con argumentos sólidos e irrebatibles, en contra de aquellos problemas que entorpecen el Desarrollo Humano y que constituyen la piedra angular para comprender el por qué de los problemas económicos del mundo actual.
Si bien es cierto que la globalización provoca graves consecuencias, lo que hay que tratar de lograr –teniendo en cuenta que este es un fenómeno inminente- es equilibrar fuerzas para que todos los sectores de la población tengan las mismas oportunidades. Lograr defender lo regional, local y nacional frente a lo extranjero. ¿Cómo? privilegiando ayuda para aquellos sectores que tienen menores posibilidades de sobrevivir en la competencia con el mercado internacional. Tratando de lograr la alfabetización de todos los ciudadanos, empezando por prohibir y penalizar la explotación infantil. Invirtiendo en la investigación en medicina, en el ámbito de lo social, y desarrollando aún más todo lo que se pueda el sector de las tecnologías, invirtiendo más en el desarrollo de las comunicaciones y en la producción cultural nacional. Y sobre todo creando y desarrollando integralmente el capital humano de cada país.
11. ¿Cómo concebir el desarrollo ante la Globalización Neoliberal?
Para algunos analistas económicos el concepto de crecimiento ha sido identificado con el de desarrollo, esta visión del desarrollo ha predominado durante algún tiempo; sin embargo esto constituye un error conceptual (S. Boisier, 1997) y aunque pueden presentarse diversas interpretaciones y definiciones de desarrollo, este constituye un proceso de naturaleza multidimensional y dinámico. “Se refiere a cambios (cuya dirección y velocidad constituyen puntos controversiales) en los planos económicos, políticos, social, ambiental, tecnológico y territorial y por lo tanto se asocia a procesos y cuestiones tales como el crecimiento de la producción, el proceso técnico, la distribución de las oportunidades individuales y colectivas, la preservación de los recursos y del medio ambiente en general y, la organización territorial de la sociedad”[5]. También puede verse que “el concepto de desarrollo se asocia con la calidad de vida del promedio de los integrantes de esa sociedad”. [6] En tal sentido, resulta novedoso la formulación académica sobre el método de cálculo y el análisis del desarrollo, que ha empleado en los últimos años el PNUD en los Informes de Desarrollo Humano; este índice ha resultado útil en una primera aproximación, aunque ha estado sujeto a cambios y perfeccionamiento en el transcurso de los años, pues el desarrollo hay que verlo en sus múltiples dimensiones y siempre un índice por perfecto que sea será insuficiente para medirlo.
Las concepciones en torno al desarrollo han sufrido importantes modificaciones en el período posterior a la Segunda Guerra Mundial, particularmente durante el último cuarto de siglo, donde se pueden apreciar diferentes momentos de análisis y reflexión en relación a este aspecto. Por ejemplo.
En un inicio se trabajó en la distinción entre el desarrollo y el crecimiento; muchos coinciden en que el crecimiento está asociado a los cambios cuantitativos y el desarrollo a determinados aspectos en el orden cualitativo; es fácil comprender las diferencias entre estos dos términos, digamos por ejemplo que tenemos dos niños gemelos, los que crecen en desproporción; sin embargo no se puede afirmar que el mayor es el mas desarrollado, pues para ello se tendrían que analizar un conjunto de aspectos que lo caracterizan.
Con posterioridad en la comprensión de que el desarrollo constituye un complejo proceso que contempla aristas económicas, sociales, políticas, técnicas, ambientales e institucionales, entre otras.
Más tarde se puso de manifiesto que el desarrollo es un proceso en el cual el ser humano no es solo uno de sus medios, sino sobre todo su fin.
Por último se ha trabajado en la incorporación de la dimensión ambiental, lo que ha motivado que no existan referencias actuales al desarrollo que no lo designen como desarrollo sostenible”. [7]
Hoy se suele hablar de desarrollo sustentable, el que tiene su origen más remoto en el debate internacional iniciado en 1972 en Estocolmo y consolidado 20 años más tarde en Río de Janeiro. Pese a la variedad de interpretaciones existentes en la literatura y en el discurso político, la gran mayoría de las concepciones respecto al desarrollo sustentable representan en verdad variaciones sobre la definición sugerida por la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo, presidida por la entonces primera ministra de Noruega, Gro BRUNDTLAND (1987). El desarrollo sustentable es aquel que satisface las necesidades de las generaciones presentes, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.
Se pueden apreciar diferentes enfoques sobre el desarrollo, sin embargo “el desarrollo económico de un país hay que definirlo como un proceso que lo conduce desde su posición económica subalterna, hacia esa posición desarrollada. De ahí que suscribamos sin reservas de palabras de Prebisch según las cuales el desarrollo “no es un mero aumentar de lo que hoy existe sino un proceso de intensos cambios estructurales” y que “la industrialización es la clave del crecimiento del nivel de vida latinoamericano... La industrialización y la tecnificación de la agricultura””.[8] En tal sentido no es correcto identificar el desarrollo económico con el crecimiento económico; este último es una condición necesaria, pero no suficiente para que se pueda materializar el mismo. “El desarrollo es un proceso que genera bienestar social. Un proceso que involucra ampliación de capacidades y oportunidades productivas, socioculturales y políticas de la sociedad misma”.[9]
“El desarrollo territorial (amplia expresión que incluye el desarrollo de micro-localidades, tales como comunas y de mesolocalidades, tales como provincias o regiones) se refiere ahora a procesos de cambios socio-económicos de carácter estructural, delimitados geográficamente e insertos en un marco configurado por sistemas económicos de mercado, amplia apertura externa y descentralización de los sistemas decisionales”[10] .
Hoy cuando la amenaza de la Globalización es tal, que pone en peligro la supervivencia del planeta y margina aceleradamente a millones de personas, se requiere consolidar la integración y el desarrollo regional.
Según los análisis realizados en el Laboratorio Integrado de Diseño de Estrategias Regionales (Chile, 1994) y el estudio de Sergio Boisier[11] El Desarrollo Regional es un proceso localizado de cambio social sostenido que tiene como finalidad última el progreso permanente de la Región, el territorio, la localidad, la comunidad y de cada individuo residente en ella. Además de estar vinculado estrechamente a un proceso de crecimiento económico, el Desarrollo Regional requiere de las siguientes condiciones.
Un proceso creciente de autonomía para emprender un estilo propio de desarrollo y aplicar políticas autóctonas; para ello es necesario una verdadera descentralización que cuente con la participación política de la población excluyendo en definitiva cualquier forma de autoritarismo.
Capacidad de apropiarse de los ingreso para reinvertir en el proceso, lo que permite superar en forma paulatina las estructuras de producción obsoletas y diversificar la base económica. Esto posibilitará un desarrollo sustentable a largo plazo, pues ofrece cimientos más sólidos.
Una actitud permanente de “conciencia” respecto a la protección ambiental y el uso racional de los recursos naturales, al tiempo que se deberá propiciar el incremento del nivel de vida de la población.
La identificación plena de la población con su Región; lo que da sentido de pertenencia e identidad al Desarrollo Regional; esto se vincula a la historia, sicología, lengua, tradición y arraigo socio - cultural de la población con esa Región; por lo que deberá predominar un verdadero sentido de pertenencia que desarrolle la cohesión y al final posibilite la motivación de cada uno de los individuos.
Se necesita de lo cotidiano y aquí está la unidad, como requisito indispensable para ejercer las diferentes actividades del individuo en la sociedad. Lo cotidiano posibilita la comunicación y el diálogo que es lo que permite adentrarse en los problemas de la Región.
Producto del significado social de este proceso, es fundamental que el ingreso se reparta entre la población con justicia y equidad; además de garantizar la participación constante de ésta en la toma de decisiones.
El protagonismo es requisito indispensable para este proceso, entendido este como el liderazgo de los gestores del Desarrollo Regional.
La coordinación entre los agentes del desarrollo, constituye una condición necesaria para consolidar el desarrollo de la Región.
Por último, no habrá desarrollo en
ninguna de sus acepciones incluyendo la Regional, si no hay un verdadero
sentido de paz, confraternidad y tranquilidad a nivel global.
Preguntas de
desarrollo:
1.-¿ Que es la
Globalización?
2.-¿ Cual es su origen?
3.-¿Cuáles son sus dimensiones?
4.-¿A quienes afecta y
en cuales sectores?
5.-¿Cuál es la
importancia de las estrategias de desarrollo regionales?
6.-¿Qué relación tiene
el neoliberalismo con la globalización?
|
Artículo 2: Cultura, comercio y globalización
Autores: Lourdes Arizpe y Guiomar Alonso
Tomado de: http://www.globalcult.org.ve/pub/Clacso2/arizpealonso.pdf.
Internacionalización y
globalización
David
Throsby apunta en el primer Informe Mundial de Cultura que para entender
lo que ocurre en los procesos culturales mundiales hay que distinguir entre internacionalización
y globalización. La internacionalización de las economías y
culturas se refiere a la apertura de fronteras a los bienes y a los contenidos
culturales de otros países. En cambio, la globalización “...se encuentra
marcada por la interacción funcional entre diferentes actividades económicas y
culturales, generadas por un sistema con muchos centros, cuya velocidad para
llegar a todas las partes del mundo y cuyas estrategias para crear audiencias
son más decisivas que las inercias de tradiciones locales” (Throsby, 1998:
195).
No
sorprende entonces, vista la amplia gama de fenómenos culturales que afecta a
todos los países, que la cultura figure hoy en día en la agenda internacional
para el desarrollo. Un indicador más es el gran interés, tanto entusiasta como
crítico, que ha recibido el informe de la Comisión Mundial de Cultura y
Desarrollo, titulado Nuestra Diversidad Creativa. Publicada en 1996 y
traducido a más de 14 idiomas incluyendo el árabe y el japonés, esta guía de
principios generales sobre la interacción entre cultura y desarrollo se ha
convertido en manual de referencia en muchas escuelas y universidades, y ha
servido de tema de discusión en presentaciones y seminarios en más de 70
países.
Se puede
afirmar que a partir de Nuestra Diversidad Cre a t i v a el debate
internacional acerca de la cultura y el desarrollo se ha acelerado. Así, por
ejemplo, poco después de su publicación se difunde el informe del Consejo de
Europa, Sueños e Identidades, que trata problemas de integración de la
cultura a las agendas nacionales. Su propuesta principal, tal como lo expresa
su título en inglés –In from the Marg i n–, expone la necesidad de traer
a la cultura de los márgenes de las políticas al centro de la toma de
decisiones (Consejo de Europa: 2000 (1997)).
Auspiciada
por la UNESCO, la Conferencia Intergubernamental sobre Políticas Culturales
para el Desarrollo hace avanzar el debate, y lleva a la agenda internacional
discutida por representantes de 149 gobiernos y 135 ONGs muchas de las
conclusiones a las que habían llegado estudiosos en este campo.
Por
ejemplo, Néstor García Canclini hizo notar que las políticas culturales hoy en
día tienen que tomar en cuenta los procesos culturales que ocurren fuera de las
fronteras nacionales, ya que una parte cada vez mayor del consumo cultural
viene del mercado internacional, circula en redes transnacionales de
comunicación, y está creando lo que este autor ha llamado “audiencias de
mensajes desterritorializados”.
Por otro
lado, las delegaciones oficiales de la Conferencia volvieron a poner sobre la
mesa de discusión y decisión (véase el Plan de Acción aprobado) algunas
de las preocupaciones que ya habían sido expresadas durante las consultas de la
Comisión Mundial. Esto es, que la producción en las artes, artesanías e
industrias culturales se encuentra indisolublemente vinculada a las formas de
vida, identidad y solidaridad de cada sociedad. Cabe recordar, como señala Ulf
Hanerz, que esta producción cultural se desarrolla hoy en día en un “espacio
ecuménico global de interacción e intercambio cultural permanente” (Hannerz,
1996: 107).
En este
espacio ecuménico, a nuestro juicio, importa sobre todo la forma en que es
percibida políticamente la interacción cultural.
Preguntas de
desarrollo:
1.-¿ Que es la
Internacionalización de la Economía?
2.-¿ Diferencia entre
Internacionalización y Globalización?
|
Artículo 3: Ante un mundo Global ¿Planificación o
Mercado?
Tomado de: http://www.eumed.net/libros/2006b/emd/1g.htm
En síntesis se ha
dicho que la Globalización es una de las macro-tendencias que está redefiniendo
el contexto mundial de fin de siglo y se observa en la emergencia de un único
espacio global de interdependencias, flujos y movilidades que atrapa al planeta.
En breves palabras
la Planificación es la actividad consciente, premeditada y científicamente
argumentada que hace el hombre para prever el futuro; sin embargo, para unos la
planificación ha muerto, para otros está de moda hablar de la crisis de la planificación,
pero prepararse para asistir a su funeral podría ser muy prematuro.
La planificación resulta hoy más que nunca
imprescindible como técnica de gobierno, pues constituye la vía fundamental
para saber hacia donde deberán dirigirse los recursos materiales, laborales y
financieros en aras de ser más eficientes. De igual modo la planificación
posibilita presentar las alternativas óptimas para la organización, control y
dirección de todos los recursos por lo que se presenta como la antítesis de la
negligencia respecto al futuro.
En los territorios la planificación
necesariamente deberá pasar por diferentes etapas (Diagnóstico, Objetivos y
Metas, Estrategia, Políticas y Control) que deben considerarse subproductos de
un proceso continuo de exploración por parte de los diversos agentes
económicos.
La Globalización
neoliberal además de todos los peligros que entraña puede leerse también como
una amenaza para el desarrollo de los territorios no solo en lo subnacional,
sino también en lo nacional; por inducir la fragmentación, el desmembramiento y
la desintegración económica y social. En tal sentido los territorios ante los
grandes procesos de cambios en el orden social, económico y político cobran una
importancia cada vez mayor como factor de desarrollo. La contrapartida se
enmarca en la necesidad más urgente de establecer estrategias territoriales
autóctonas e innovadoras capaces de emprender los nuevos desafíos de un mundo
más globalizado.
Hoy, cuando el
neoliberalismo se vende como modelo universal y se presenta al mercado como el
que gobierna y al gobierno como el que administra lo que dicta el mercado, se
pretende alcanzar un pensamiento único y universal, tratando de confundir al
mundo con determinados preceptos como los que se enumeran seguidamente.
1.
Minimizar el papel del
estado es agrandar la civilización.
2.
La sociedad será
siempre capitalista y liberal.
3.
El liberalismo
económico lleva a la democracia.
4.
Las privatizaciones son
las panaceas.
5.
La experiencia
económica Chilena debe ser imitada.
6.
El mercado lo resuelve
todo de la mejor forma posible.
7.
Las desigualdades están
en la naturaleza humana.
8.
El crecimiento
económico crea empleo inevitablemente.
9.
El capital extranjero
es la solución y no se le deberá poner trabas.
10. Los programas sociales se resuelven a través del
mercado y no es asunto de los gobiernos.
Se pudiera definir
al Mercado como el mecanismo por medio del cual los compradores y los
vendedores de un bien determinan conjuntamente su precio y su cantidad.
En síntesis la
economía de mercado podría definirse como un complicado mecanismo que coordina
inconscientemente a individuos, actividades, y empresas mediante precios y
mercados, teniendo como base la ley de la oferta y la demanda.
La Globalización
neoliberal y el mercado pretenden a toda costa y a todo costo, minimizar el
papel del estado en la sociedad y presentan a este, como portador de la
ineficiencia a gran escala, sin embargo pocos se han propuesto revelar las
verdaderas limitaciones que presenta el mercado, las que están en contraposición
con las posibilidades reales que entraña la planificación; esto no niega la
articulación que se puede producir entre ambos, con la previa coordinación del
estado como regulador indiscutible de las leyes que rigen en la sociedad.
A modo de ejemplo
se pudieran mencionar algunas de las limitaciones del mercado.
El mercado emite
señales diarias del estado actual de la oferta y la demanda, pero le resulta
imposible predecir su comportamiento para cualquier período futuro; en tal
sentido se puede afirmar que el mercado resulta impotente a la hora de prever
las exigencias y restricciones que impone el desarrollo de un país o territorio
a largo plazo, por lo que no tiene sentido de previsión ni de futuro.
Como quiera que el
mercado solo da la posibilidad de conocer las demandas de quienes tienen poder
adquisitivo, sin informar las de aquellos, que teniendo necesidades no poseen
dicho poder, se puede afirmar que no tiene sentido social.
El empresario
privado pretende maximizar sus utilidades, sin interesarle otras
consideraciones; en tal sentido la naturaleza se verá sometida a los efectos de
la sobre explotación de los recursos, al tiempo que se podrá ver seriamente
comprometida por la contaminación ambiental. Por tal motivo se puede asegurar
que el mercado no tiene sentido ecológico.
Los lugares donde
existen ventajas comparativas sufren las consecuencias de la concentración del
capital, esto inevitablemente conduce a la concentración de la producción en
límites insospechados, ocasionando trastornos en la infraestructura, el
transporte, las comunicaciones y en general ocasionando la hipertrofia en la
red local, por lo que se puede afirmar que el mercado no tiene sentido
espacial.
En resumen, el
mercado con su edad, ha sido incapaz de analizar, prever y aminorar, las
grandes diferencias sociales que existen en la casi totalidad de los países del
mundo; del mismo modo que la pobreza, el desamparo y el desempleo crecen a
ritmos acelerados cada día, y tienen al mundo al borde del precipicio.
Preguntas de
desarrollo:
1.-¿ Que es la
planificación?
2.-¿ Como influye la
planificación en la globalización?
3.-¿Qué es mercado?
4.-¿ Importancia de la
planificación en la economía?
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Artículo 4: Planificación Corriente. Concepto.
Tomado de: http://www.eumed.net/cursecon/dic/bzm/p/planificacionc.htm
PLANIFICACIÓN CORRIENTE
Elaboración de los
planes -y organización de su cumplimiento- concernientes al desarrollo de la
economía nacional o de sus partes (economía de las repúblicas federadas y de
las regiones económicas, de las ramas y de las empresas) por un año, con la
puntualización de las tareas por semestres (o trimestres).
La planificación
corriente se halla orgánicamente unida a la planificación de perspectivo, y sin
ésta no puede darse. El plan corriente se establece partiendo de las tareas
anuales señaladas en el plan de perspectiva. Dichas tareas se precisan a
consecuencia de las desviaciones que se dan en el desarrollo de la economía
nacional respecto a los índices fijados en el plan de perspectiva, a consecuencia
del descubrimiento de reservas suplementarias para incrementar la producción,
de nuevas necesidades que surgen y no se han estimado en el plan, de errores de
cálculo que aparecen y han pasado inadvertidos a quienes han elaborado el plan,
etc.
Por otra parte, la
acertada elaboración de los planes corrientes y su ejecución constituyen una
condición necesaria para que se cumplan los índices del plan de perspectiva. El
plan corriente no sólo puntualizo el plan de perspectiva, sino que, además,
concreta las tareas del mismo, proporciona un programa más completo y
pormenorizado del programa de desarrollo de la economía en el año en curso. Por
este motivo, el sistema de índices que se aplica en la planificación corriente
es más detallado que el de la planificación de perspectiva.
Sólo es posible
elaborar con acierto al plan corriente si se conocen las exigencias de las
leyes económicas del socialismo, así como los modernos resultados de la técnica
y de la tecnología de la producción. Para la elaboración y el cumplimiento de
los planes corrientes posee enorme importancia la base normativa de la
planificación. Los índices de los planes anuales se establecen sobre la base de
normas progresivas de inversiones de trabajo, recursos materiales y
financieros.
En la planificación
corriente se utiliza en gran escala la experiencia de los colectivos de las
empresas y de los trabajadores en lo que respecta al perfeccionamiento de la
producción. En las empresas, la planificación corriente se lleva a cabo al
elaborar el plan técnico, industrial y financiero y al organizar su
cumplimiento.
El plan técnico,
industrial y financiero es el programa de toda la actividad productiva, técnica
y financiera de la empresa lo elabora el personal de la misma en consonancia
con las tareas planificadas por el Estado.
El plan técnico,
industrial y financiero abarca todos los aspectos de la vida de la empresa. Se
fijan en él las tareas relativas a la fabricación del producto, al desarrollo
técnico y al abastecimiento técnico y material de la empresa, los índices de
trabajo y de salarios, del costo de producción y de la actividad financiera de
la empresa. Constituye un importante capítulo del plan técnico, industrial y
financiero el plan concerniente a las medidas de organización y técnicas.
El plan técnico,
industrial y financiero se elabora partiendo de los índices fundamentales de la
actividad de la empresa facilitados por el Consejo de Economía Nacional (u otra
instancia superior) y que se derivan de las tareas señaladas en el plan del Estado.
Para poder calcular de manera más completa las reservas internas de crecimiento
de la producción, participan activamente en la confección del plan técnico,
industrial y financiero todos los obreros y empleados, especialmente los
racionalizadores, los inventores y los trabajadores de vanguardia en la
producción. El proyecto de plan técnico, industrial y financiero se examina y
se puntualiza en reuniones de partido y de sindicato; después de ello, el
director lo ratifica y el plan se convierte en ley para la vida de la empresa
(ver Planificación de perspectiva, Planificación de la economía nacional).
Preguntas de
desarrollo:
1.-¿ Que es la
planificación corriente?
2.-¿ Que elementos se
requieren para elaborar la PC?
3.-¿ Que se requiere
para elaborar el plan técnico, industrial y financiero?
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Artículo 5: Planificación de Perspectiva. Concepto.
Tomado de: http://www.eumed.net/cursecon/dic/bzm/p/planificacionp.htm
Confección -y
organización del correspondiente cumplimiento- de los planes de desarrollo de
la economía nacional, así como de sus diversas partes, ramas y empresas, para
varios años (5, 7, 10 ó 20 años). Los planes de perspectiva señalan las
principales tareas económico-políticas en el desarrollo de la economía
nacional, fijan la orientación y el ritmo de su movimiento, indican los grandes
adelantos que han de registrarse en la economía.
La planificación de
perspectiva es la base de toda la planificación económica. Sin elaborar planes
de perspectiva sobre fundamentos científicos, no hay modo de hacer progresar la
economía por el camino justo, es imposible asegurar a la economía una
proporcionalidad acertada y cumplir las tareas que se plantean a la
planificación corriente (ver). Al establecer la planificación de perspectiva,
se parte de las exigencias de las leyes económicas del socialismo, así como da
las condiciones naturales que influyen sobre la producción.
En el plan de
perspectiva únicamente se señalan las tareas fundamentales básicas y más
importantes para el desarrollo de la economía. Para confeccionarlo, se utilizan
en gran escala índices y normas ampliados. La planificación de perspectiva se
enlaza orgánicamente con la corriente. Los planes establecidos con una
perspectiva de varios años se realizan cumpliendo los planes corrientes
(anuales). Por otra parte, cuando éstos se elaboran, también se precisan y se
hacen más reales los índices de los planes de perspectiva. Los planes de
perspectiva se confeccionan desde abajo, empezando con las empresas, los
koljoses, los sovjoses y las obras de construcción.
En los proyectos de
planes de las empresas, se tienen en cuenta todas las reservas internas de
crecimiento y mejora de la producción. Los proyectos se examinan y precisan en
las asambleas de partido y obreras, y se elevan al Consejo de Economía Nacional
(o a otro órgano superior). Los Consejos de Economía Nacional, conjuntamente
con las organizaciones regionales (o zonales) del Partido, de los Soviets y de
los sindicatos precisan los planes de las empresas, los articulan entre si y partiendo
de ellos elaboran el proyecto del plan de perspectiva para el desarrollo de la
economía del distrito económico. Los planes de los Consejos de Economía
Nacional se examinan y coordinan en los comités centrales de los Partidos
Comunistas y en los Consejos de Ministros de las repúblicas federadas, y sirven
de base para el proyecto del plan general de desarrollo de la economía nacional
de dichas repúblicas.
Los planes de las
repúblicas, así como de los Comités estatales por ramas, ministerios y departamentos
de la U.R.S.S., se presentan al GOSPLAN (Comité del Plan de Estado) de la
U.R.S.S. El GOSPLAN de la U.R.S.S., junto con el Consejo de Economía Nacional
de la U.R.S.S., con el Comité Estatal de la Construcción de la U.R.S.S., y con
el Comité Estatal para la Coordinación de los Trabajos de Investigación
Científica, los examina y coordina en el aspecto territorial y por ramas,
prepara el proyecto de perspectiva para el desarrollo de la economía nacional
en su conjunto. El proyecto es objeto de examen y aprobación por parte de los
órganos superiores del Partido y legislativos de la U.R.S.S.; una vez aprobado,
se convierte en ley y su cumplimiento es obligatorio. El primer plan estatal,
general y de perspectiva de la U.R.S.S. fue el plan leninista de electrificación
de Rusia, el plan GOELRO. Después se elaboraron y cumplieron los planes
quinquenales de desarrollo de la economía nacional. En febrero de 1959, el XXI
Congreso del P.C.U.S. aprobó las cifras de control para el desarrollo de la
economía nacional de la U.R.S.S. en un septenio (1959-1965).
El fruto superior
de la planificación de perspectiva es la perspectiva general de edificación
comunista entre 1961 y 1980, trazada por el Partido Comunista en su nuevo
Programa, adoptado en el XXII Congreso del P.C.U.S. Esta perspectiva general
sirve de punto de partida para elaborar los planes de perspectiva para períodos
de tiempo más cortos.
Por ejemplo, en el
plan quinquenal para 1966-1970 que se esta trazando, se concretan las tareas de
la perspectiva general correspondientes al primer decenio (hasta 1970). Para
perfeccionar la planificación de perspectiva y elevar el grado de realidad de
los índices de desarrollo de la economía nacional con varios años de
anticipación, es de gran importancia aplicar los métodos matemáticos de
planificación y las rápidas máquinas electrónicas de cálculo.
La planificación de
perspectiva también se realiza en escala del sistema socialista mundial, sobre
la base de coordinar los planes de perspectiva de la economía nacional de los
diversos países socialistas.
Preguntas de
desarrollo:
1.-¿ Que es la
planificación de
perspectiva?
2.-¿ Que elementos se
requieren para elaborar la planificación de perspectiva?
3.-¿ Que resultados
ofrece la planificación
de perspectiva?
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Artículo 6: Planificación de la Economía Nacional
Tomado de: http://www.eumed.net/cursecon/dic/bzm/p/planificacione.htm
PLANIFICACIÓN DE LA ECONOMÍA NACIONAL
Elaboración de los planes para el desarrollo de
la economía nacional y organización de su cumplimiento. La planificación
constituye una de las manifestaciones de la función económico-organizadora del
Estado socialista, del papel dirigente del Partido Comunista en el desarrollo
del país.
El desarrollo planificado de la economía es una
magna ventaja del socialismo frente al capitalismo. Permite desarrollar la
economía de manera incesante y a grandes ritmos, emplazar con acierto las
fuerzas productivas en el territorio del país, introducir en la producción, de
manera más rápida y completa, los resultados de la ciencia y de la técnica,
utilizar con economía todos los recursos materiales, financieros y laborales de
la sociedad en beneficio de los trabajadores.
La planificación de la economía nacional parte
de bases científicas, y es posible a condición de que exista la propiedad
social sobre los medios de producción. El paso de los medios fundamentales de
producción a propiedad del pueblo hace necesario el desarrollo planificado y
proporcional de la economía del país, permite establecer, junto a la unidad
económica, una unidad de organización de la economía nacional, una dirección
única en todas sus partes y, en consecuencia, ofrece la posibilidad de
desarrollar la economía del país, en consonancia con un plan establecido de
antemano. La principal tarea que la planificación resuelve es la de asegurar el
desarrollo proporcional de la economía del país y de cada una de las partes de
la misma con el fin de obtener, en interés de la sociedad, los mejores
resultados de producción con un mínimo de inversiones.
En la sociedad socialista, los planes son
científicos, pues reflejan las exigencias de las leyes objetivas del desarrollo
social. La planificación se funda, ante todo, en la ley del desarrollo
planificado de la economía nacional (ver). También tiene en cuenta las
exigencias de otras leyes económicas del socialismo (la ley económica
fundamental, la ley del valor, la ley del desarrollo preferente de la
producción de medios de producción, etc.). Además, al establecer los índices de
planificación acerca del desarrollo de la economía nacional, se tienen, en
cuenta, asimismo, el carácter que presenta el progreso de la técnica y de la
tecnología, los novísimos descubrimientos de la física, de la química, de la
agronomía y de otras ciencias. Los planes sirven como directrices. Una vez
aprobados, adquieren fuerza de ley y su cumplimiento es obligatorio. La
planificación de la economía nacional se lleva a cabo según el principio del
centralismo democrático en la dirección de le economía (ver). El plan de la
economía nacional se elabora comenzando por las empresas y las obras de
construcción por los koljoses y sovjoses, por las organizaciones de
investigación científica, las oficinas de proyección y laboratorios. Al
planificar la economía nacional, se coordinan en una unidad la planificación de
perspectiva (ver) y la planificación corriente (ver). Ello se logra sobre todo,
aplicando el principio de la continuidad de la planificación.
Al elaborar los planes anuales, se establecen
también, al mismo tiempo, los índices fundamentales para el desarrollo de la
economía nacional en el año subsiguiente al quinquenio del plan. La elaboración
del plan de la economía nacional se basa en los principios siguientes: En
primer lugar, la prioridad en los ritmos de crecimiento en el volumen de las
inversiones básicas y en el abastecimiento de recursos materiales, se asigna a
las ramas más progresivas y a las producciones que contribuyen en mayor grado
al progreso técnico al aumento de la productividad del trabajo social, a la
reducción del costo de producción (por ejemplo la química, la radioelectrónica,
etc).
Dentro de cada rama, se determinan las
orientaciones más importantes y avanzadas de su desarrollo y partiendo de ellas
el plan establece el desarrollo de la rama correspondiente (por ejemplo, en
metalurgia se planifica utilizar en mayor escala el método de convertidores y a
fundición continua del acero; en la industria hullera, el método para extraer
el carbón a cielo abierto, etc,).
En segundo lugar las inversiones básicas se
dirigen ante todo, a la terminación de las obras empezadas, con lo cual se
logra reducir los plazos de las obras y aumentar la puesta en actividad de
nuevos potenciales de producción; se prevé la asignación proferente de recursos
para ampliar y reconstruir las empresas en funciones, lo cual proporciona una
reversibilidad más rápida y eficaz de las sumas invertidas.
En tercer lugar, las tareas señaladas en el
plan se fijan de modo que se aprovechen plenamente las reservas interiores de
las empresas y de las obras en construcción se introduzcan más ampliamente
nueva maquinaria y tecnología se eleve sin cesar la calidad de la producción.
Los planes deben confeccionarse de tal modo que respondan por entero a la tarea
de crear la base material y técnica del comunismo, la de seguir mejorando las
condiciones de vida del hombre soviético. El plan estatal abarca diversos
aspectos de la economía nacional.
Se señalan en él las tareas en la producción,
distribución y transporte de artículos, en el desarrollo e introducción de
nueva maquinaria en la producción, en la ampliación de las obras básicas, en el
abastecimiento de materias primas, materiales y combustible para la producción;
se señalan los objetivos concernientes al trabajo y al salario, a la
circulación de mercancías; se determina el desarrollo de la economía por ramas,
repúblicas federadas y distritos económicos. Todas las facetas y partes de la
economía nacional se hallan orgánicamente enlazadas entre sí. Por consiguiente,
también en el plan han de hallarse perfectamente articulados los diversos
índices. Ello se logra mediante el método de balances (ver) de la
planificación. Las tareas del plan, de la economía nacional se expresan mediante
un sistema de índices.
El sistema consta de índices naturales (por
ejemplo, tareas relativas a la producción de las clases más importantes de
artículos) y de índices de valor (por ejemplo, producción global, fondo de
salarios). Dichos índices se hallan mutuamente conexionados, pues expresan en
forma distinta y donde diferentes puntos de vista los mismos procesos,
relacionados entre sí, que tienen lugar en la economía nacional. El sistema de
planificación se ve perfeccionando a medida que la economía crece y se hace más
compleja, a medida que cambian las formas de dirección, aumenta la calificación
de los obreros y va perfeccionándose gradualmente la mecanización de su
trabajo.
Durante los últimos años, en la U.R.S.S. se han
aplicado varias medidas tendientes a mejorar la planificación. Se ha dado más
importancia a la planificación de perspectiva, se ha empezado a aplicar el
principio de la continuidad en la planificación, se han ampliado en gran
medidas los derechos de los órganos locales en la planificación, se han
reestructurado los órganos centrales de planificación, de suerte que el GOSPLAN
(Comité del Plan de Estado) de la U.R.S.S. se ha convertido en el órgano
central único de planificación del país y está encargado de la planificación
general del Estado. En la práctica de la planificación han empezado a aplicarse
más ampliamente los medios técnicos modernos y los métodos matemáticos.
Preguntas de
desarrollo:
1.-¿ Que es la
planificación de
economía nacional?
2.-¿ Cuales son sus
bases?
3.-¿ En que principios
se basa?
|
Artículo: Los Países Pobres
Autor: Hans W. Singer
(1910-2006)
Tomado
de: http://www.eumed.net/textos/06/singer-pobres.htm
Este texto es
el capítulo tercero del libro "Rich and Poor Countries"
(George Allen & Unwin, 1977) publicado en español por la Editorial Pirámide
en 1982.
En el capítulo anterior se ha intentado
centrar la atención en la naturaleza de los desequilibrios que caracterizan a
la economía internacional actual. Se ha mantenido que la distancia tecnológica
que existe entre los países ricos y pobres es la causa principal de este
desequilibrio. El hecho de que los países ricos sean el hogar natural de la
inversión multinacional y de la investigación y desarrollo científicos y
tecnológicos, conforme a su dotación de factores, nos ayuda a explicar la razón
de que, en términos relativos, les sea más fácil a estos países progresar
económicamente con más rapidez y mantener altos niveles de producción, empleo,
inversión y consumo. Por otro lado, los países pobres no pueden lograr ni
sostener altos niveles ni un crecimiento rápido, precisamente porque no tienen
las instituciones capaces de crear y fomentar una tecnología que se base en su
propia dotación de recursos y que pueda soportar sus altos índices de aumento
de población. En todos los países ricos que comenzaron a desarrollarse más
tarde, los días iniciales del rápido desarrollo se caracterizaron por la
aparición en masa de numerosos grupos de negocios, instituciones de
investigación, etc., que aprendieron de los países más antiguos las técnicas
que entonces regían y, después, adaptaron dichas técnicas para su propio uso.
Esto permitió a países como Japón y Alemania saltarse innumerables etapas y
servirse de la experiencia de los países anglosajones. De ahí que el ritmo del
desarrollo de estos países haya sido mucho más rápido que el de los países
industrializados más antiguos.
¿Por qué la actuación de los países pobres de
la actualidad es tan diferente de la de alguno de los países pobres de, por
ejemplo, hace cien años? La respuesta a esta pregunta radica en la mayor fuerza relativa
de los países que ahora son ricos, y la mucho mayor debilidad relativa de los
países pobres actuales. La distancia entre los países ricos y pobres se ha
acrecentado de tal manera que los países pobres ya no pueden subsanar sus
deficiencias de la forma que lo hicieron varios de los entonces países pobres
durante el último siglo.
El desarrollo se produce allí donde se realiza
un cambio estructural en la economía. Los países pobres del pasado lograron
reestructurar las relaciones sociales, económicas y tecnológicas que estaban
impidiendo su desarrollo. Por otro lado, los LDC modernos encuentran que la
introducción de este tipo de cambio en su marco social y económico es una tarea
extremadamente difícil. En el análisis final, lo que está reteniendo a los
países pobres es su incapacidad para dar cabida al cambio estructural
necesario.
En este capítulo nos detendremos un poco en
analizar la estructura de la economía de un país pobre «típico», lo que nos
permitirá comprender: a) las formas en que los países ricos pueden ayudar a los
pobres y b) la medida en que los países pobres pueden, y deben, ayudarse a sí
mismos. El hecho de que un país sea pobre refleja la existencia de un conjunto
de relaciones estructurales entre los sectores y los factores de la producción
que impiden el desarrollo. A menudo se olvida que el desarrollo significa
crecimiento más cambio. Para iniciar un proceso de desarrollo sostenido es, por
tanto, necesario: a) cambiar el patrón existente de las relaciones económicas
de tal forma que el dinamismo desencadenado de la estructura económica impulse
el crecimiento de la producción; b) hacer que este crecimiento de la producción
sea auto sostenido, y c) extenderlo a todos los sectores y grupos de la
población, en especial a aquellos que se encuentran por debajo de la cima de
pobreza.
Por tanto, para que un país se desarrolle es
necesario la formulación y posterior aplicación de una estrategia específica
que identifique, a la vez, los cuellos de botella y los métodos para
superarIos. Por supuesto, dicha estrategia debe variar dependiendo de los
países y de acuerdo con los tiempos, dado que los factores que impiden el
desarrollo no son iguales en todos los países del Tercer Mundo, hecho que ayuda
a explicar el fracaso de los economistas para formular una teoría general del
desarrollo.
La estrategia del desarrollo que se elija debe
tener en cuenta la interrelación de los diferentes sectores económicos del
país. Las personas encargadas de la planificación tendrían que concentrarse en
promover el desarrollo en aquellos sectores que estén más vinculados al resto
de la economía. En otras palabras, debe darse prioridad a las necesidades de
los sectores que, si se desarrollan, prometan dar el impulso necesario para que
el resto de la economía entre en un rápido proceso de crecimiento o, que si no
se desarrollan, puedan impedir el desarrollo de la economía de forma crucial.
El sector del comercio exterior, por ejemplo, merece atención en los países en
que el desarrollo industrial depende básicamente de la disponibilidad de
ciertos inputs que no pueden producirse a nivel internacional. Y toda
estrategia de planificación debe concentrarse en el objetivo primordial de
reducir la pobreza y utilizar más plena y eficazmente los recursos disponibles
humanos y de otro tipo, lo que quiere decir que la política del desarrollo debe
centrarse en los problemas del empleo y de la distribución de la renta.
La medida en que los países ricos pueden ayudar
(o entorpecer) el desarrollo de los países pobres, depende de un modo crítico
del papel y la importancia del sector exterior en estos últimos. Se puede
valorar mejor la importancia de dicho sector por la posibilidad que exista de
sustituir los recursos extranjeros por los internos. Países que no tienen un
índice de comercio e inversión extranjeros alto en relación a su PNB, pueden,
sin embargo, depender del suministro de importaciones cruciales que no
sustituyen sus recursos internos y que producen considerables efectos ligados
hacia adelante y hacia atrás. El comercio también puede ser importante porque
lleva a una expansión del empleo o a un cambio deseable en el modelo de distribución
de la renta, incluso aunque no signifique un rápido incremento del PNB
percápita. Por otro lado, es posible que algunos sectores de la economía no se
vean afectados por las entradas de recursos extranjeros. Así, el equilibrio
entre la utilización de los recursos nacionales y extranjeros dependerá de la
medida en que los sectores en crecimiento de la economía necesiten estos
recursos. Las relaciones estructura les, incluyendo específicamente la
distribución de la renta, dentro de la economía, determinarán la proporción de
recursos nacionales y extranjeros que se necesitan. Por tanto, antes de
analizar el comercio y la ayuda, debemos hablar de la estructura de las
economías de los países subdesarrollados y fijamos en los cambios estructurales
más importantes que son indispensables para iniciar un proceso de desarrollo
auto sostenido.
3.1. La estructura económica de los países
pobres: unidad en la diversidad
Los países pobres del mundo incluyen toda Asia,
con la excepción de Japón, toda África, salvo Sudáfrica, y todo el hemisferio
occidental excepto Estados Unidos y Canadá (es decir, Latinoamérica y el área
del Caribe). Definidos así, los países en desarrollo incluyen alrededor de dos
tercios de la población mundial, aproximadamente 2.500 millones y medio de
personas. Mucho de lo que diremos a continuación también atañe a los países más
pobres de la franja meridional de Europa (a saber, Portugal, España, Rumanía,
Bulgaria, Grecia, Yugoslavia y el sur de Italia).
La mención del sur de Italia nos trae a colación
lo que se simplifica la cuestión cuando se habla de los «países» más pobres;
muchos o todos los países más ricos (por ejemplo, el Reino Unido y Estados
Unidos) tienen regiones o grupos con renta muy baja y con muchas de las
características de los países más pobres y menos desarrollados.
Por otro lado, muchos países pobres tienen
áreas o enclaves de resplandeciente modernidad, y puede que sus grupos de renta
más alta tengan un nivel de vida muy superior al del promedio de las clases
altas de los llamados países más ricos. Las diferencias regionales (como las
que existen entre el sur y el noroeste de Brasil) pueden ser tan grandes como
las que existen entre países ricos y pobres. No obstante, no hay que
preocuparse demasiado por esta simplificación siempre que apreciemos
debidamente la diversidad de situaciones dentro de los países más pobres y
recordemos que «desarrollo» debe significar el hacer avanzar a los grupos y
regiones más pobres.
Más grave es otra simplificación. Los «países
en desarrollo» incluyen 120 países independientes, y otros treinta a cuarenta
territorios dependientes (algunos de los cuales es posible que se conviertan ya
en países independientes), que se diferencian unos de otros prácticamente en
todos los aspectos imaginables salvo en que, en general, todos dependen en
menor o mayor medida de los países ricos en lo que a tecnología y conocimientos
se refiere. Algunos de los países pobres son grandes y están muy poblados (como
la India y China), mientras otros son minúsculos miniestados. Unos tienen
gobiernos buenos y estables; otros están muy mal gobernados. Unos tienen
petróleo u otros valiosos recursos; otros tienen muy poco o nada (que se sepa
ahora). Algunos representan arterias naturales del tráfico mundial (por
ejemplo, Singapur y Hong Kong); otros están apartados y aislados del mar (por
ejemplo, Nepal, Bolivia, Chad y Afganistán). Unos son muy primitivos y no pasan
de tener una agricultura de subsistencia tradicional; otros tienen una
estructura industrial, urbana y social sofisticada (como la India, Brasil y
Egipto). Unos han experimentado un rápido crecimiento en el pasado más
reciente; otros han estado estancados. Unos han sufrido grandes cambios en el
orden social y político durante este mismo período; otros se han quedado atrás
con sus tradiciones. Algunos son ultracapitalistas, otros son comunistas y
están planificados desde el centro, mientras que la mayoría son economías
mixtas en varios grados. El hecho es que el mundo no está claramente dividido
en dos clases de países, unos ricos y los otros pobres. Más bien se trata de un
continuo, y en muchos aspectos sería más útil distinguir tres o cuatro clases
de países que representan diversas «fases» del desarrollo. Tres de ellas
serían: los países desarrollados auténticamente maduros (por ejemplo, Estados
Unidos, Canadá, el Reino Unido, Francia y Alemania); los más pobres entre los
países más desarrollados, de los cuales muchos están alcanzando ya el mismo
nivel (Italia, España, Grecia, y Japón, y es de suponer que también la URSS,
Checoslovaquia, Polonia y Yugoslavia) y los más desarrollados de entre los
países más pobres, de los cuales muchos tienen un status intermedio y muchos
también están alcanzando el mismo nivel con rapidez (Brasil, México, Singapur,
Israel, Corea del Sur y Turquía). Los países de la OPEP forman un grupo aparte,
ya que, aunque ricos, a menudo tienen infraestructuras socioeconómicas
primitivas y endebles incapaces de absorber los ingresos que ganan. Por último,
están los países muy pobres (la India, Pakistán, Indonesia, Bangladesh, Haití,
Etiopía y Chad) que ilustran una gran variedad de circunstancias.
No todos los países en desarrollo son pobres,
aunque sí en su mayoría. Por tanto, hay que tener cuidado y no identificar
desarrollo con aumento de la renta percápita, lo que supondría una gran
estrechez de miras. El desarrollo es mucho más que un incremento de la renta
percápita; es deseable por muchas y complejas razones de las cuales el
incremento de la renta percápita es sólo una. Un aumento en la renta percápita
que refleje un incremento de la producción en muchos aspectos, es únicamente el
producto final de factores y fuerzas que producen el desarrollo económico, más
que su causa o esencia. Incluso el objetivo último del desarrollo es mucho más
que el mero incremento de la renta percápita; las cuestiones referentes al uso
y distribución de esta renta son dimensiones tan importantes de los planes del
desarrollo como su incremento. Una sociedad buena no es lo mismo que una
sociedad opulenta, ni tampoco una sociedad mejor implica una sociedad más rica.
De hecho, un estudio del desarrollo debe plantearse fundamentalmente cuáles son
sus metas y objetivos últimos.
El aumento de la producción a expensas de la
total destrucción del equilibrio ecológico a nivel nacional e internacional es
decididamente indeseable. De igual modo, la aniquilación de las culturas
nacionales y las tradiciones étnicas de los pueblos del Tercer Mundo no es
necesariamente un coste del desarrollo universalmente aceptable. Los
responsables de la formulación y ejecución de los planes del desarrollo deben
reconocer que el desarrollo conlleva cambio político y social. La justificación
de políticas específicas no debe buscarse en la aplicación de criterios
económicos intolerantes basados en el coste-beneficio, sino más bien deben
apoyarse en un consenso sociopolítico que defina los objetivos de la política
nacional del desarrollo. Tales objetivos se relacionarán normalmente con el
deseo de bienestar material, seguridad social y económica, inmunidad contra las
necesidades más acuciantes, preservación de las instituciones nacionales, etc.
El caso de la India es un ejemplo de que el PNB
percápita y el PNB agregado no sirven de medidas del progreso de los LDC, según
aparece en un interesante estudio realizado por dos economistas indios (1).
Estos dos autores analizaron el progreso de la India durante la década
1954-1964 sobre la base de veintiún factores que pueden tomarse como
indicadores del aumento del potencial del desarrollo. Tales son: número de
fábricas instaladas, capacidad de poder, capacidad de transporte (varios
indicadores), área neta de regadío, comunicaciones postales y otras, producción
e importación de bienes intermedios y de capital, número de sucursales
bancarias, matrículas en colegios de primera y segunda enseñanza, universidades
y politécnicas, número de obreros y asalariados en las fábricas, patentes
registradas, y fertilizantes consumidos. Sobre la base de estos indicadores,
los autores sacaron la conclusión de que el índice de progreso de la India
durante la década fue del 7,3 por 100 anual, más del doble del índice de
crecimiento de la renta nacional a precios estables, que fue sólo de un 3,5 por
100. Los autores concluyeron que «esto parece sugerir que, siempre que se
mantenga el ímpetu del proceso de desarrollo, el índice de crecimiento de la
renta nacional podría acelerarse una vez completada la fase de adaptación». Una
discrepancia similar parece aplicarse a los LDC en general, si bien la relación
entre el crecimiento real y el incremento del PNB podría cambiar de sentido en
otros casos. Sin embargo, por otro lado, hay datos, en el caso de la India y
también de otros países, de que la situación, medida en cuanto al número y proporción
de habitantes que viven por debajo de una línea muy baja de pobreza, de hecho
ha empeorado y no mejorado (2). Los hechos son, por tanto, desconcertantes
y difíciles de interpretar.
Aunque el medio físico y las dotaciones de
recursos de los países en desarrollo difieren mucho, nos es posible, sin
embargo, identificar un conjunto más o menos común de procesos y relaciones
económicas que impiden la plena utilización de sus recursos. Los economistas se
refieren con frecuencia a estos procesos, haciendo hincapié en que el
desarrollo se ve entorpecido por la acción y dominio de una serie de círculos
viciosos entrelazados. Las diferentes características de la economía están de
tal forma interrelacionadas que es difícil, si no imposible, un avance general.
En un sentido global y general se puede identificar una serie de
características que determinan las relaciones estructurales que son peculiares
de los países pobres.
Una característica importante que ha refrenado
la expansión de la producción percápita ha sido el índice de crecimiento de la
población. No hay duda que sería arriesgado, y quizá poco realista, mantener
que un país determinado haya alcanzado, o superado, su nivel óptimo de
población. Este último es un límite que retrocede constantemente con los
incrementos de la eficacia de la utilización de los factores y con el avance
tecnológico. Sin embargo, en los países pobres de hoy, frente a los países en
desarrollo del último siglo, el aumento de la población impide en gran medida
el crecimiento de las capacidades productivas. El índice de crecimiento de la
población en los países más pobres se destaca estadísticamente como el
principal factor que explica la razón de que la distancia relativa, sin mencionar
la distancia absoluta, en la renta per cápita que les separa de los países
ricos, haya seguido aumentando a pesar de que los primeros han logrado
últimamente nivelarse con los ricos en lo que se refiere al índice de
crecimiento de la producción global. Lo que es más, el índice de crecimiento de
la población que prevé las Naciones Unidas para los años setenta es incluso
mayor que el de la década anterior, es decir, 2,65 por 100 anual frente al 2,5
por 100. El alto índice de crecimiento de la población tiene, por supuesto,
otro significado más profundo para el desarrollo, además del efecto puramente
estadístico de reducir el índice de crecimiento per cápita a sólo la mitad, o
menos, que el del crecimiento global.
La alta natalidad de los países pobres
significa que la proporción de niños y jóvenes en cualquier época es mucho más
alta que en los países ricos. Lo normal es que en los países pobres la mitad de
la población tenga menos de quince años, y que casi dos tercios no hayan
cumplido los veinticinco. Esto significa que los países pobres tienen que
dedicar una proporción de sus recursos aún más elevada a la tarea de educar a
una nueva generación de productores, además de tener que suministrar servicios
de cierta categoría a una población acrecentada y en vías de rápida
urbanización.
Las bajas rentas percápita de los países pobres
impide que se genere un considerable superávit para invertir. Los nuevos
sectores del crecimiento económico moderno, de este modo, siguen siendo
pequeños, especialmente en lo que al empleo se refiere, y con frecuencia están
bajo el control extranjero, mientras que el conjunto de la economía se queda
sin la infusión de nuevo capital. En los países pobres la producción agrícola
supone alrededor del 40-50 por 100, mientras que en los países ricos el ratio
es 5-10 por 100. Además, unos tres cuartos de la población total de un país
pobre se ocupa del sector agrícola. Desde que Ragnar Nurkse propuso convertir
el «excedente» de mano de obra rural en capital, y desde que Arthur Lewis en su
famoso documento de la Manchester School habló de la «oferta ilimitada de mano
de obra» en los países en desarrollo, se ha venido discutiendo si puede decirse
que la gente del sector agrícola está en paro o si más bien no se la utiliza
debidamente. No obstante, el problema de la falta de empleo productivo en los
países pobres no se limita ni mucho menos a la agricultura, existe también en
grado importante en los sectores urbanos y no agrícolas. De hecho, la
infrautilización de todos los factores de la producción (capital, mano de obra,
etc.) es una característica fundamental de la economía de un país pobre. La
infrautilización de la mano de obra es, a la vez, causa y efecto de la
distorsión de los patrones de consumo e inversión y de las grandes y crecientes
desigualdades de la distribución de la renta. Un país pobre no se puede
permitir el lujo de asignar recursos más que a los usos más esenciales y, sin
embargo, tal concentración puede chocar con la estructura de la demanda, lo que
refleja una distribución de la renta muy desigual. De todo esto resulta que la
inversión en la infraestructura socioeconómica está muy por debajo de su nivel
óptimo. El bajo nivel de gastos en educación, sanidad, transportes,
disposiciones sobre créditos y comercialización, etc., conduce a altos índices
de mortandad, a medidas inadecuadas de sanidad pública, necesidades
educacionales y nutritivas, acceso inadecuado a los servicios y ayudas
públicas, a la vez que las diferencias de clases del país se acrecientan. Los
países piensan con frecuencia, aunque erróneamente, que deben tolerarse tales
condiciones y fomentar una distribución de la renta desigual, a fin de
conseguir un superávit para invertir y que ello conduce a un crecimiento de la
economía que más tarde beneficiará a las masas.
Estos estrangulamientos estructurales «típicos»
de una economía pobre reflejan su incapacidad básica para desarrollar y
utilizar una tecnología que se abastezca de sus propios recursos y se ocupe del
rápido crecimiento de la población. El gran renacimiento científico y
tecnológico que está teniendo lugar en el mundo desde principios de este siglo,
apenas si se ha dejado sentir en los países pobres. Salvo raras excepciones,
estos países dependen de los países más ricos para cubrir sus necesidades
tecnológicas.
Los países más ricos del Tercer Mundo (no sólo
los productores de petróleo sino también otros que pueden beneficiarse de alzas
en los precios 'de las exportaciones de productos básicos) no tienen el
problema de bajos índices de inversión; tienen muchos recursos financieros,
pero el subdesarrollo de su infraestructura socioeconómica dificulta el
desarrollo y el cambio estructural. Por tanto, a pesar de la abundancia de
divisas y de fondos de inversión, las oportunidades de invertir son muy limitadas
y su atraso tecnológico refrena sus esfuerzos en favor del desarrollo. Así
pues, todas las naciones del Tercer Mundo comparten el deseo de participar en
la dirección de la economía internacional e influir en la difusión de la
tecnología a nivel internacional. Prácticamente todos los gastos mundiales en
ciencia y tecnología se producen en los países más ricos, y, por tanto, la
investigación y el desarrollo están naturalmente enfocados a resolver sus
problemas con métodos apropiados para sus circunstancias y recursos. Pero los
problemas de los países pobres son otros; por ejemplo, les hace falta una
investigación que idee productos simples, que desarrolle una producción para
mercados más pequeños, que mejore la calidad de los productos tropicales y descubra
nuevas utilizaciones de los mismos, y, sobre todo, que desarrolle unos procesos
de producción que utilicen su abundante mano de obra. En cambio, se da
prioridad a las armas sofisticadas, a la investigación espacial y atómica, a
los productos sofisticados, a la producción para grandes mercados de renta alta
y, en especial, no dejan de investigar procesos que ahorren mano de obra,
sustituyéndola con capital o técnicas de primer orden.
La acumulación de conocimientos, en su mayor
parte inaplicables, y a veces incluso nocivos, no hace sino perjudicar a los
países pobres en cuanto que todo conocimiento nuevo tiende inevitablemente a
destruir o enterrar los conocimientos anteriores, que a menudo son más
adecuados y útiles para ellos. Así pues, el fallo de todos los economistas que
esperaban que la ciencia y la tecnología facilitaran la gran labor del
desarrollo, radica en haber hecho demasiado hincapié en el volumen de
conocimientos, sin prestar tanta atención a la composición del mismo. Lo que ha
ocurrido en realidad es que cuantos más conocimientos se han acumulado, menos
adecuados han sido, por lo general, para el desarrollo de los países más
pobres. Algunos economistas y otros científicos tienen la idea un tanto ingenua
de que la acumulación de conocimientos científicos y tecnológicos ofrece un
creciente stock o inventario de posibilidades, y que, de esta forma, el
espectro de posibilidades tecnológicas que se abre a los LDC no cesa de
acrecentarse. Lo que pasa por alto esta opinión es que, en realidad, sólo están
disponibles las tecnologías conocidas más «recientes», «avanzadas», y
«modernas» porque las otras o han desaparecido o han sido reemplazadas. Por
tanto, no sólo no aumenta el espectro de tecnologías de que disponen los países
en desarrollo, sino que, por el contrario, las tecnologías apropiadas -para los
LDC, se entiende- son cada vez menos. En parte no cabe duda de que esto es
culpa de los propios LDC, ya que con frecuencia identifican lo que es
«apropiado» con lo que es «moderno» o «avanzado». Como «moderno» y «avanzado»
casi siempre significa más intensivo en capital y menos en mano de obra, es
decir, menos intensivo en empleo, la utilización de tales tecnologías exacerban
el creciente paro e infraempleo que ahora ya alcanza proporciones alarmantes en
los países más pobres, en especial entre los jóvenes que buscan trabajo al
salir de las filas, cada vez más repletas, de las escuelas de primera y segunda
enseñanza.
Paradójicamente, el incrementar simplemente las
inversiones científicas y tecnológicas en los países subdesarrollados, no sería
en absoluto el remedio dentro del actual sistema. Lo que ahora se invierte es
demasiado poco y desperdigado como para ser efectivo, y tampoco tienen
suficientes personas preparadas para la investigación (especialmente los países
que se encuentran por debajo del nivel más alto). Para que las inversiones
fueran efectivas, tendrían que multiplicarse en una medida que queda por debajo
de las posibilidades de muchos de estos países que no tienen frecuente
asistencia técnica y financiera. Más importante y viable es modificar las
políticas que en la actualidad no consiguen sino desalentar y acosar a
elementos de las tecnologías nacionales e intensivas en mano de obra, tales
como se encuentran particularmente en los sectores extraoficiales de dichos
países. En el caso de la inversión extranjera privada, todas las fuerzas
funcionan en la dirección de los inversores, en especial de las empresas
multinacionales, que utilizan sus propias tecnologías. Se desalienta aún más el
uso generalizado de mano de obra por los relativamente altos salarios -altos
con respecto a las rentas rurales que se pagan a los obreros; unos salarios por
los que se presiona, y que con frecuencia se conceden sin más. La ayuda y la
asistencia técnica funcionan en la misma dirección; se concede ayuda para
importar bienes de capital, pero mucha menos para gastos de creación de empleo,
mientras que la asistencia técnica también adolece de falta de adaptación a las
diversas condiciones locales, especialmente si se considera la corta duración
de los cometidos de la mayoría de los expertos que proceden de los países más
desarrollados. Las becas de capacitación que se conceden a los nativos de los
países más pobres son, con demasiada frecuencia, sinónimo de capacitación en
métodos que son más apropiados para los países ricos y posiblemente
perjudiciales para los países de los becados.
La estructura social y económica de un país del
Tercer Mundo se caracteríza por lo que se llama «dualismo», a falta de una
palabra mejor. La mayoría de los LDC tienen un gran sector agrícola paralizado
cuya conexión con el reducido sector industrial moderno y a gran escala
consiste, principalmente, en el suministro de recursos de mano de obra y
capital, por parte del primero al segundo. El incremento del sector industrial
de los países pobres ni impulsa un crecimiento correspondiente en el sector
rural, ni tampoco genera el suficiente empleo como para evitar que la población
de los sectores estancados se incremente. El sector industrial de los países
pobres es, en realidad, la periferia de las economías industriales
metropolitanas de las que dependen, de forma crítica, para la tecnología que
utilizan. Es por eso que su modelo de producción no consigue hacer impacto en
el conjunto de la economía. Las personas responsables de la planificación del
desarrollo deben centrar su tarea en integrar los sectores industrial y
agrícola, de tal forma que el incremento y cambio estructural en un sector
inicie y apoye los correspondientes desarrollos en el otro, a la vez que se
utilizan más plenamente los recursos humanos y naturales del país. La
inmigración del sector deprimido rural, unido al bajo potencial de empleo del
sector industrial moderno, dan lugar al crecimiento de un gran distrito de chabolas
superpoblado en las , áreas urbanas.
En esta sección nos hemos ocupado de unas
cuantas características sobresalientes de la «típica» economía menos
desarrollada. Hemos visto que dicha economía se caracteriza por bajos niveles
de renta, altos índices de población y dependencia tecnológica. Tales
características conllevan bajos índices de ahorro, pocos ingresos de divisas y
falta de integración de los sectores rural y urbano de la economía. El proceso
de desarrollo económico debe romper los círculos viciosos de la pobreza y el
estancamiento que impiden el crecimiento económico y el cambio estructural.
Existen unos pocos países ricos del Tercer Mundo que no son víctimas de este
círculo vicioso, pero incluso ahí el dualismo sigue siendo considerable y el desarrollo
real es limitado debido a la falta de tecnología adecuada. El apartado
siguiente se dedica a un análisis de los principales aspectos de este proceso
de desarrollo.
3.2. El proceso de desarrollo
Desde el final de la Segunda Guerra Mundial los
estudios teóricos sobre el desarrollo económico se han multiplicado con gran
rapidez. No existe un cuerpo central de doctrina que haya sido aceptado como la
teoría del desarrollo económico, ya que los distintos autores han hecho
hincapié en aspectos diversos del proceso del desarrollo. Un aspecto
sorprendentemente importante de este tema es su complejidad, ya que es la
interacción de factores económicos, políticos, sociales, demográficos, y
culturales la que da lugar al crecimiento y al cambio. Nos es imposible hacer
una análisis global de la relación y comportamiento de todos estos factores
dado el estado actual de conocimiento de las ciencias sociales. La sociología,
y en particular la economía, intenta deliberadamente abstraer la complejidad
del proceso, a fin de centrar la atención en aquellas relaciones que considera
cruciales. Todas las teorías del desarrollo basadas en un solo factor, buscan
identificar el círculo vicioso dominante, en el sentido de que sacan una
hipótesis acerca de la serie concreta de relaciones entre unas cuantas
variantes a las que se considera principales causas del subdesarrollo.
Es imposible, y tampoco es necesario, en un
libro como éste, hacer un estudio global de las principales teorías y escuelas
relativas al desarrollo. Existen excelentes estudios al respecto (3). Aquí
nos ocuparemos principalmente en entender el papel del sector exterior como
estimulante del desarrollo y, más concretamente, el papel del comercio
exterior, el capital extranjero, la tecnología y las técnicas extranjeras en el
proceso del desarrollo. Queremos saber no sólo cómo afectan al nivel de
producción los diferentes niveles de recursos extranjeros, sino también cuáles
serían los efectos al sustituir los recursos internos por otros extranjeros y
viceversa.
Para esto nos puede. servir una de las
herramientas de análisis que utilizan los economistas, es decir, la función de
producción. Se trata de una relación técnica que expresa el volumen de output
de un proceso de producción como función de la cantidad de inputs
desembolsados. Para una tecnología concreta una función de producción indica en
qué modo varía el nivel de output con diferentes niveles de inputs, lo que
permite calcular las productividades marginales de los diferentes inputs y,
también, hasta qué punto éstos son sustituibles. Por tanto, para nuestros fines
podemos utilizar una función de producción para enjuiciar la contribución de
los recursos extranjeros a la producción y las consecuencias, en términos de
output, de sustituir los recursos extranjeros por los internos.
La función de producción de la elasticidad de
sustitución constante (CES) (4), en concreto, permite calcular en qué
medida pueden ser sustituidos por otros los diferentes factores de la
producción. Si a las divisas o a las importaciones pueden sustituirles
fácilmente el ahorro o las producciones internas, respectivamente, el sector
exterior no es críticamente importante para la política de desarrollo, bastando
una política fiscal enérgica u otras políticas de fomento. Por otro lado, si
dicha sustitución es difícil, las políticas económicas nacionales del gobierno
no serán adecuadas para enfrentarse con una escasez de recursos extranjeros. El
valor del parámetro de la sustitución en una función de producción CES es una
importante medida de las características estructurales de una economía. En
teoría no hay razón para que no podamos definir primero una función de
producción CES que especifique como sus inputs al capital nacional y a las
divisas, y después calcular la elasticidad de sustitución entre dichos
factores. La importancia del sector exterior, y, por tanto, del comercio y la
ayuda en el proceso del desarrollo, puede venir indicada (aunque sea
aproximadamente) por el valor del parámetro de sustitución en una función de
producción CES de este tipo. La formulación de la función de producción CES ha
permitido a los economistas centrar la atención en el problema de las posibilidades
de sustitución de cada uno de los factores. La mayoría de las teorías del
desarrollo económico relativamente más nuevas, en especial los modelos two-gap (5) que
aparecieron ,por primera vez en los años sesenta, han reconocido la importancia
del mencionado tema. Todos los estudios más importantes del desarrollo
económico han especulado en tomo a la posibilidad de sustitución de los
factores. La teoría «clásica» presupone que el único límite del desarrollo son
los ahorros de la sociedad, y si éstos se producen en forma de un superávit del
consumo a nivel «subsistencia», las posibilidades de sustitución de los
factores son infinitas. Las teorías «por fases», en la tradición de Walt
Rostow, sostienen, como la teoría clásica, que los ahorros son el único
obstáculo para el desarrollo. Las teorías del «crecimiento equilibrado» hacen
hincapié en las economías externas, las condiciones del mercado y la demanda en
general. Hirschman, en su teoría del «crecimiento desequilibrado», resalta las
pocas posibilidades de sustitución entre capital y «capacidad de inversión», es
decir, capacidad de iniciar y dirigir nuevos negocios; recomienda que los
esfuerzos se concentren en la inversión «inducida» más que en la «autónoma»,
porque en la primera el incremento del capital va acompañado de la capacidad de
iniciar nuevos negocios. Finalmente, las teorías del «capital» en la tradición
de Harold-Domar y las del «excedente de mano de obra» (Lewis, Ranis y Fei,
etc.) mantienen que la posibilidad de sustitución de los factores es infinita y
que el ahorro es el único obstáculo para el crecimiento (6).
Los modelos two-gap se han ocupado de este tema
en extensión. El crecimiento puede paralizarse porque los recursos de que se
dispone no pueden ser sustituidos por otros que no están disponibles, es decir,
que para solucionar los estrangulamientos estructurales que limitan el
desarrollo se necesita una mínima cantidad de cada uno de los factores de la
producción. Los modelos three- gap identifican los frenos que obstaculizan el
desarrollo, a saber, «ahorros», «balanza de pagos» y «capacitación técnica».
Tales obstáculos representan lagunas entre la demanda y la oferta de capital,
divisas y capacitación, respectivamente. Se supone (y se han aportado bastantes
pruebas que apoyan esta suposición) que el capital, la mano de obra y las
divisas no son intercambiables libremente, es decir, que la elasticidad de
sustitución de estos factores es baja. En lo que respecta a la mayoría de los
países en desarrollo, puede considerarse que la inversión y el crecimiento
están muy influenciados por las divisas disponibles para importar bienes de
capital. Chenery ha demostrado que el límite al desarrollo de muchos países
pobres radica principalmente en la falta de divisas y en que no pueden
sustituirlas por recursos internos, a fin de alcanzar las metas del desarrollo
proyectadas. De igual modo, Weiskopf y Marris, y muchos otros investigadores,
han demostrado que los países pobres necesitan grandes sumas de divisas. En el
muestreo realizado por Marris, la mitad de los países tenían este problema,
mientras que la otra mitad, aunque tenían las divisas y la mano de obra
especializada necesarias, les faltaban ahorros internos. Lo que demuestra que
el sector exterior puede desempeñar un papel crucial en la determinación del
ritmo y la dirección del desarrollo de un país pobre (7).
El índice de crecimiento que puede llegar a
alcanzar un país pobre en unas condiciones determinadas de oferta y demanda de
los factores de la producción se fija al nivel más bajo donde opera el freno
más fuerte. Si la economía funciona a este nivel, los otros factores de la producción
naturalmente no están siendo utilizados a pleno, rendimiento porque no pueden
ser sustituidos por el factor que está limitando el crecimiento. Por tanto, la
laguna que se produce puede definirse como la diferencia entre a) las
cantidades de factores de la producción que son necesarias para que el país
crezca al máximo ritmo posible en donde opere el freno menos restrictivo, y b)
las ofertas existentes de los factores. Por ejemplo, si el índice de
crecimiento alcanzable, conforme a la disponibilidad de ahorros internos, es
más alto que el que se alcanzaría conforme a la disponibilidad de divisas,
puede decirse que domina el freno de divisas y que existe una escasez de
importaciones.
Así pues, vemos que, expuesta así, esta teoría
del proceso de desarrollo es compleja. Hace hincapié en la importancia de la
disponibilidad de los factores de la producción necesarios, en las
«proporciones adecuadas», para las sociedades en desarrollo. Los modelos two-
gap han demostrado que la estrategia del desarrollo debe estar encaminada a
mitigar el freno dominante. Cuando lo que domina es la escasez de ahorros, el
aumento de las divisas no sirve, así como un incremento de los ahorros internos
no tiene apenas valor si la principal limitación es la escasez de mano de obra,
salvo en la medida en que exista una sustitución o pueda conseguirse.
3.3. La estrategia del desarrollo: nacional e
internacional
La mayoría de los países en desarrollo han
intentado eliminar los obstáculos estructurales que limitan el crecimiento y el
cambio, por medio de la utilización general de planes económicos nacionales. En
la mayor parte de las economías en desarrollo de Asia, África y Latinoamérica,
la planificación económica se ha hecho dentro del contexto de una «economía
mixta» (8),
lo que ha significado que los responsables de los planes los han elaborado en
función de los balances financieros. El meollo de un plan de desarrollo
«típico» de un «típico» país pobre de los años cincuenta eran las secciones que
describían cómo se tenían que movilizar los ahorros (privados y públicos) y
cómo asignados entre los diferentes usos de la inversión (privada y pública).
En los planes se veía la preocupación implícita por los modelos de crecimiento
del tipo Harrod-Domar, los cuales consideran que la deficiencia de ahorros es
el mayor obstáculo para uná economía en desarrollo. Es verdad que algunos
planes adoptaron un enfoque menos global e identificaron varios sectores
diferentes de la economía. A este respecto, el plan del profesor Mahalanobis
para la economía india merece especial mención (9). No
obstante, ni uno ni otro enfoque se ocuparon explícitamente del problema de la
posibilidad de sustitución de los factores (o de los recursos).
Durante los años sesenta algunos países pobres
adoptaron los modelos two- gap como marco en los que se elaboraron sus planes.
El Tercer Plan Quinquenal (1965-1970) y el Modelo de Perspectiva (1965-1985) de
Paquistán, se basaron en las teorías two-gap. Los responsables de la
planificación buscaron utilizar las divisas disponibles junto con otros
factores, de forma que la dependencia de la asistencia extranjera se eliminara
para 1985. Lo que, según previeron los planificadores, supondría, por un lado,
el aumento de la capacidad de la economía para obtener divisas, y por otro, la
sustitución de las importaciones por la producción nacional. En otras palabras,
se previó un cambio en los coeficientes de los inputs de las funciones de
producción global y sectorial, sustituyendo: a) los ahorros internos de la
exportación por la asistencia extranjera en las fases iniciales, y b) la
asistencia extranjera por los ahorros internos y los ingresos de la exportación
en los años posteriores.
Existen fuerzas reales que limitan la utilidad
de la ayuda extranjera. En los años cuarenta y cincuenta, cuando se pensaba que
el subdesarrollo no era sino un estado de escasez de capital, se suponía que
todo el dinero que obtenía un país pobre como asistencia extranjera se gastaría
en inversión e importaciones de capital. No existía nada en la teoría
convencional en que pudiera basarse tal suposición, ya que no cabe duda de que
parte de la asistencia extranjera se asignaría a objetivos de consumo (10).
Recientemente se ha mantenido que la ayuda y la inversión extranjeras ayudan
muy poco a conseguir más ahorros. Diversos estudios de ciclos temporales y
selecciones representativas han descubierto que existe una asociación negativa
entre las entradas extranjeras (asistencia e inversiones extranjeras incluidas)
y los índices del ahorro nacional; cuanto mayores sean las primeras, menores
son los segundos. Es posible que esto se deba a que un aumento de la ayuda
extranjera permite a los gobiernos bajar los ahorros públicos (conseguidos
mediante impuestos) o porque quizá el capital extranjero reduzca las
oportunidades de inversión de los inversores nacionales, induciéndoles de esta
forma a incrementar sus niveles de consumo (11).
Estas apreciaciones tienen, sin embargo, una validez limitada debido a la
imprecisión de los conceptos y metodologías en los que se basan. El encontrar
una correlación negativa entre dos variables no es lo mismo que descubrir un
modelo causal. El que los ahorros internos estén asociados negativamente con
las entradas extranjeras, no significa necesariamente que la disponibilidad de
ayuda extranjera origina una reducción de los ahorros internos; es posible que
tanto los índices de ahorro como las entradas extranjeras estén asociadas con
otro factor que sea el causante de que el primero baje cuando el segundo suba.
Según Papanek, la relación existente entre ahorro interno y entradas
extranjeras es compleja; los bajos ahorros y las elevadas entradas extranjeras
se producen por factores exógenos, y la asociación negativa entre las dos
variables, basada en estadísticas, no dice nada de la aportación de la ayuda y
la asistencia extranjeras al proceso del desarrollo. La utilidad de la
asistencia extranjera varía según los países. Los países con recursos
naturales, como los estados productores de petróleo del Oriente Medio, no
tienen graves problemas de ahorro ni de balanza de pagos. Sin embargo, para
estos países los ingresos comerciales son una fuente vital para financiar el
desarrollo, y la ayuda extranjera pueda contribuir muy poco a su desarrollo.
Por otra parte, los países que tienen escasos
recursos naturales y bajos índices de ingresos de la exportación dependen, de
forma crítica, de la asistencia extranjera. Los países semi-industrializados,
que tienen dificultades para vender sus exportaciones manufacturadas,
encuentran que la ayuda y la afluencia de capital extranjero son muy útiles
para mitigar sus problemas del ahorro y de la balanza de pagos. Así pues, está
claro que la importancia de la afluencia de capital extranjero varía de acuerdo
con las necesidades de los países en desarrollo.
Un hecho importante que Papanek y otros
investigadores han resaltado es que, cualquiera que sea la relación entre el
ahorro y la ayuda extranjera, la asociación entre ahorro y crecimiento, por un
lado, y entre ahorro e ingresos de la exportación, por otro, es
significativamente positiva. Un país con bajo nivel de exportaciones tiene
menos posibilidades de desarrollo. Así pues, el sector exterior es de vital
importancia ya que puede estimular el crecimiento y facilitar el cambio
estructural al proporcionar recursos que no pueden obtenerse a nivel interno.
Sin embargo, los planificadores económicos de
un país pobre se encuentran normalmente ante un gran número de factores que
escapan a su control cuando tratan de acelerar la entrada de recursos
extranjeros, hecho que refleja la generalmente débil posición de los países
pobres en los mercados internacionales de productos y factores. Puesto que los
métodos de producción y los poderes de innovación tecnológica de los países
ricos son mucho más eficaces que los de los países pobres, los primeros pueden
sustituir los productos de los segundos con mucha más facilidad e incluso
prescindir totalmente de ellos. Sin embargo, es posible que esto no sea tan
fácil a corto plazo, y los países de la OPEP han demostrado recientemente su
capacidad para influir en el volumen de sus ingresos de la exportación y
decidir las condiciones en que deben ser comercializadas sus exportaciones en
las bolsas internacionales de mercancías. Sin embargo, ahora se enfrentan con
el problema de proteger sus ganancias negociando condiciones favorables para
sus importaciones dirigidas al desarrollo. Por otro lado, tal y como están las
cosas, el desarrollo de los países pobres se ve gravemente restringido por la
disponibilidad de algunas importaciones. La ventaja de que disfruta el país
rico, está articulada en los modelos comerciales y los convenios arancelarios
que existen hoy en día en el mundo.
Por tanto, es necesario formular una estrategia
internacional del desarrollo, apoyada y, lo que es más, promocionada por los
países ricos (tanto nuevos como antiguos), prestando asistencia en un creciente
movimiento de recursos mediante el comercio, capital de ayuda y la
transferencia de tecnología y capacitación a los países pobres. Tanto las
organizaciones multilaterales como los países ricos industriales, tienen un
papel vital que desempeñar en este aspecto, y dicha estrategia debe estipular
cierta discriminación en favor de los países pobres en el comercio
internacional y en los acuerdos de pago. Las políticas comerciales y asistencia
les de los países ricos nuevos -y antiguos- y la de las organizaciones
multilaterales (que éstos financian y controlan en gran medida) deben ser
elaboradas para suplir la capacidad de los países pobres para obtener aquellos
productos y servicios del mundo exterior que se requieran para superar los
estrangulamientos que ahora impiden el desarrollo. Esto significa que los
países pobres deben tener a su disposición no sólo un mayor volumen de
productos, sino también que éste sea más adecuado. En general, han de estar
capacitados para importar una tecnología que les permita incrementar el empleo,
elevar los niveles de productividad, mejorar las pautas de distribución de la
renta, y desarrollar su infraestructura socioeconómica. Estas estrategias
internacionales fueron concebidas por las Naciones Unidas para la Primera
(1960) y Segunda (1970) Décadas del Desarrollo, aunque son susceptibles de
crítica detallada y en cualquier caso no han sido llevadas a la práctica
eficazmente.
Preguntas de
desarrollo:
1.-¿ Importancia de la
planificación de la economía?
2.-¿ Quienes son
considerados los países pobres?
3.-¿ Como afecta la
economía internacional a los países pobres?
4.-¿Qué modelos fueron
utilizados como marco para elaborar planes en los años sesenta?