Yo, el beto. 2

 

Hola amigos, después de mucho tiempo de silencio, héme aqui hablando de nuevo con ustedes.

¿Qué quién soy ?

Pues, soy yo, el beto.

Desde que escribí mi historia hace ya algunos años, no había tenido la oportunidad de sentarme frente a esta maquinita mágica, para charlar con ustedes, lo que pasa es que mi humana deja esto desconectado, y como sigo siendo tímido, me da miedo conectar.
Como les decía, hacía años que quería contarles lo que ha sido mi vida desde el relato anterior. Han pasado muchas cosas, algunas muy tristes, otras alegres. Nos hemos cambiado de casa. He ahi lo primero a lo que me referiré, pues marcó una de mis  vidas de una manera muy singular y dolorosa.
Vivíamos en una casa muy bonita, llena de flores, en ella, no se si recuerdan había una pequeña laguna, era de la mamá. La tenía rodeada de hierbas de un olor muy rico, yo diria que gatuno, o sea, el colmo de lo exquisito.
Entre las hierbas, habia un arbolito, que daba unas flores de color rosado, muy suave, pero el arbolito en cuestion no crecía...La mamá no sabía  qué pasaba, hasta que un dia, oh! aciago dia de mis vidas! Yo estaba en lo mejor restregando mi cara en el arbolito, y mordisqueaba las flores, en eso, me falló una pata, y fui a dar al agua. Ustedes los que tienen esos animalitos los que llaman gatos, deben saber que somos enemigos del agua. El escándalo que armé entrando a la casa, todo mojado, y chillando, hizo que la mamá fuera a ver que habia pasado. No tardó en darse cuenta de los hechos, y entró a la casa, enojadísima llamándome. Por supuesto  yo ya había corrido escalas arriba, y estaba en el escondite favorito, debajo de la cama, pero la mamá conociendo esta treta mía, subió premunida de la escoba (maldito artefacto), y a empujones me sacó de alli.
Está de más decir, que desde ese dia, el arbolito creció saludable, pues jamás volvi a acercarme a él, considerándolo mi enemigo por el resto  de mis vidas.
Pero aun no llegaba la humillación a la que fuí expuesto. Miauuusnifss....


Resulta, que alli, habia un ventanal de pared a pared, el que daba al patio. Los patios no estaban cerrados del todo, o sea, uno podía pasar libremente y husmear en los patios vecinos. En mis correrías, tuve la desdicha de enamorarme. Y digo desdicha, pues era la gata mas bella que he visto nunca. También....miauuuugggrrrrrr.....tenía admiradores que no la dejaban nunca sola. Yo la miraba pasar, y ella me miraba, hasta que también se enamoró de mi. Ay! Ahi comenzó mi desgracia. Ella llegaba hasta el ventanal y hablábamos siempre. En invierno, yo tras los vidrios y ella fuera....ayyyy....que horrible esa vida mia. En la mañana cuando ya todos se levantaban, me dejaban salir un ratito, y lo primero que yo hacía, era marcar el terreno, asi los otros sabían que no podrían pasar de alli. A veces, me daba cuenta que alguno más osado, aprovechando que yo dormía, lo marcaba primero, y cuando me levantaba y me daba cuenta de ello, me ponía furioso. Un día fué tanta la rabia que sentí, que no dejé a mis humanos, acercarse a la ventana. Les mostraba los dientes y gritaba. Ellos pensaban que me estaba volviendo loco, aunque creo que mi actitud fué lo que los impulsó a tomar una medida extrema, que terminó con una de mis vidas, la de galan.

Me llevaron al doctor y alli me dejaron, solo, sin ellos, todos me abandonaron a mi asquerosa suerte y al bisturi del cirujano. En esa maldita mesa de operaciones, quedó mi dignidad...miauuuusnifssss.......Ellos, mis humanos, no entendieron que no me estaba volviendo loco, no entendieron que sólo queria protejerlos...
Mi enamorada, se dió cuenta de lo sucedido, y pasaba de largo, sin detenerse, y como mi valentía y poder gatuno andaba por los suelos, sólo la miraba pasar...
Nunca fui de muchos amigos, pero recuerdo al gato de la esquina, fué el quién me hizo conocer los alrededores, y solíamos hablar de perros y a veces de ratones, también a el le gustaba sentarse a mirar el hockey con sus humanos, fué el único que no se rió de mi, aunque nunca me lo comentó, sospecho que habia sufrido la misma vejación de la que yo habia sido objeto. 

La bella no volvió a aparecer en mi patio, de lejos la veia pasar con su corte de admiradoresme y para olvidar mi gatuna pena, me dediqué a otras actividades. Por el fondo de la casa, detrás de  una cerca, pasaba un tren, alli me iba a meditar caminando entre los rieles, y buscando algo que hacer. !Al fin di con ello! Un dia descubri unos ratoncitos, no eran una gran cosa, pero servían para pasar el tiempo. Una vez le llevé a mi humana, uno de ellos, como un presente, aun no entiendo por qué se enojó tanto, no se que cosas me dijo, pero estoy seguro que no le gustaban los regalos de ese tipo.

Mis humanos se extrañaban de encontrar al fondo del patio, casi pegados a las rejas unos pequeños roedores sin cola, miauuuuujajajaja.....Resulta que yo jugaba con ellos me gustaba agarrarlos por la cola, y tirarlos hacia arriba. Me divertía tanto como no imaginan. De tanto hacer eso, a los pobres se les salia  la cola miauuuuuujajaja......e iban a dar lejos, aunque no tanto como para que mis humanos no se fueran dando cuenta de la razón de las  ratitas descoladas...


Después de un hecho trascendente en las vidas de mis humanos, y en otra
de las mias, nos vimos en la necesidad de vender esa casa...Me senti  mal, pero no teniamos alternativa...
Me he puesto un poco melancólico, cuando tenga la oportunidad de nuevo
de que mi humana deje esto conectado, seguiré relatando acerca de mis vidas,
creo que me van quedando como cinco, o algo asi. Uy...me tengo que ir...
llega mi humana, y si se da cuenta que he andado metido por aqui, me mata,
no deja que nadie toque esto...ya ya me voy....miauuuuu  me voyyyyy ayyyy...
si no hice nada.....nada....lo jurooo ayyyy.....miauuuuu

Yo, el beto

Mayo-11-2004
 

                                  Volver        Siguiente