Y
sin embargo, y apelando a la sabia exactitud del calificativo de Lily Sosa
de Newton, podriamos pensar que tal vez, el fantasma de Luz no los sea tanto.
¿Como habra sido su infancia? ¿que hechos la impresionaron dejando
huellas profundas en su espiritu? ¿como era realmente la intimidad
de ese matrimonio? ¿realmente se querian? ¿por que no lloro
y anuncio solemnemente que uno de los hombres mas relevantes de la provincia
habia dejado de existir exactamente en el instante de su celebre reunion?
no imaginariamos otro marco mas adecuado: Luz, frente a lo mas selecto de
la sociedad, anunciando majestuosa, el fallecimiento de su ilustre marido.
¿Acaso
Tomas, la maltrataba? ¿no la habria sorprendido el final tan previsible
de su esposo moribundo y enfermo? entonces, ¿no habria valido la pena
entonces, empañar una recepcion? ¿o que otro objetivo pergeñaba
esa misma noche y que la noticia obstaculizaria?
Preguntas, preguntas... especulaciones.
¿Como
era su hijo, aquel con el que mantuvo agrias disputas economicas? ¿seria
virtuoso? ¿o acaso un bribon y parasito despilfarrador? ¿y que
otro tanto del doctor Mayer Posadas? ¿acaso un extorsionador? ¿acaso
sabia algo de el que ocultaba a su hija, o acaso el sabia algo de ella?
Intrigas,
complots... secretos familiares sepultados bajo un terremoto y susurrados
luego, quedamente, en la intimidad familiar y continuados de hijos a nietos
y asi, sucesivamente...
¡Ay,
Luz! que dificil resulta justificar tus actos, disculpar tu conducta... ¿como
conciliar lo luminoso de tu nombre con tantas sombras? ¿Como fuiste
realmente, Maria de la Luz? ¿existe algun biografo de tu increible
vida? ¿quien te ha condenado? ¿quien te ha defendido? ¿a
quien -o que- amaste realmente? ¿que te obligo, en fin, a proceder
de aquel modo?
¿Quien
te vio por vez primera? ¿quien miro la imagen de la muerte en tu rostro,
cuando tu cuerpo mutilado fue dejado al descubierto luego de apartar las piedras,
maderas y escombros de lo que habia sido tu casa? engalanada y con tus joyas,
yendo junto a tus invitados hacia la muerte: hasta tu propio final parece
haber sido previsto por o para ti!
¿Fue
acaso el cumplimiento de todas las maldiciones que arrastraste durante tu
turbulenta vida?
Magnifica
y bella aun a los 63 años, conservando todo tu poder y glorias pasadas;
con tu fortuna e inteligencia intactas; con tus manos salpicadas de sangre;
con tu apocaliptico, teatral y grandioso finale, esperas aun al que recreara
-algun dia- la novela de tu vida.
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