La tortuga y el caracol

En una casita pequeña, había un jardín muy lindo. En él habitaba muy feliz un caracol. Pasaba sus días entre las flores, arrastrándose lentamente, porque como ustedes saben, los caracoles se arrastran con su barriguita. 
Siempre se subía a las flores, para aspirar su perfume, al mismo tiempo, alli se encontraba con los ruiseñores que le cantaban lindas melodías.
El peso de su casita que llevaba a la espalda, le hacia muy difícil el subir y bajar y se cansaba mucho. Cuando había sol, el sacaba sus cuernitos  y se sentia feliz. Si hacía frío, se encerraba en su casita, y dormía. Los otros caracoles del jardín, se reían de él porque era muy tímido, y cada vez que le hablaban se escondía y no salía hasta que todos se iban. 
Un dia en que estaba tomando el sol sobre unas piedras, vio que a lo lejos se acercaba algo que se movía muy lentamente. Solo podía distinguir una figura de color verde y amarillo. Sintió mucho miedo, y se escondió en su casita, pero sacaba un ojito y miraba lo que el creía que era un monstruo. Cuando lo tuvo cerca, se dio cuenta que lo que el habia visto, era un enorme caparazón, y  dentro de él, de apoco iba apareciendo  una cara simpática, y unos ojos amables que lo miraban con atención.
Se atrevió a salir de su casa, y enfrentándose al recién llegado, le preguntó:

.-¿ Quien eres ? ¿ Como te llamas? 
Una voz suave le respondio:

 .- Soy una tortuga, y me llamo...Tortuga !
Los dos se echaron a reir, y no podian dejar de hacerlo. Al escuchar las risas, empezaron a llegar los otros caracoles, y demas animalitos que poblaban el jardín. Al ver al caracol riéndose con la Tortuga, se acercaron para reirse de el, y le dijeron:

.- Corre caracol ! Es un monstruo! Te comerá!
El pobre caracol, se puso a temblar de miedo. Entonces la Tortuga le dijo; ven pequeño, no temas, no te haré daño, ven, sube por mis patitas.
El caracol, lentamente subió por la patita de la Tortuga, hasta llegar a su caparazón. Todos los demas se quedaron impresioandos, pensando que en realidad el timido caracol del que tanto se reían, había encontrado una amiga, que según ellos, era muy importante, porque por la lentitud con que caminaba, había aprendido muchas cosas en los caminos que recorria.
La amable Tortuga dijo: desde hoy yo te protegeré, y nadie volverá a reirse de ti.
Lentamente la Tortuga se fue caminando, asi como caminan ellas, tranquilamente llevando al su amiguito caracol, que se sentia el rey del mundo.
Y colorín colorado este cuento se ha terminado. Todos fueron muy felices, comieron perdices...a mi...no me invitaron, porque yo no quise...

Lyly

Julio-24-2002