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Friday, November 1, 2002
La Custodia Compartida Podría Prevenir los
Secuestros
Por Glenn Sacks y Diana Thompson
©Traducido de la pagina del autor con
permiso expreso, por
A.L.D.S. Permitida Su
difusión en
Mandefender
Shared Custody Could Prevent Abductions
By Glenn Sacks and Dianna
Thompson
Hombres armados reventaron la puerta y
cogieron a un chico de nueve años. Su padre se resistió y fue
golpeado por los enmascarados intrusos. Ensangrentado y aturdido
hizo una desesperada llamada al 911 diciendo “me roban a mi hijo,
mi hijo”. La persona acusada de orquestar el secuestro es la
persona de la que menos se podía sospechar, la madre del chico.
Mientras que se ha prestado mucha atención a
los secuestros de Danielle van Dam, Samantha Runion y otros, la
inmensa mayoría de los chicos raptados, no lo son por extraños,
sino por sus progenitores, como en el reciente secuestro del chico
de 9 años Nicholas Farber de Colorado Springs, Colorado. Dos
tercios de los secuestros en Colorado entre los años 1998 y 2001
fueron llevados a cabo por miembros de la familia, como lo son la
inmensa mayoría de los casi 350.000 raptos de niños que cada año
se dan en los Estados Unidos.
Según el Ministerio de Justicia de USA, las
madres y los padres secuestran a sus hijos en igual numero. Dado
que las madres custodias superan a los padres custodios en cuatro
a uno, los padres custodios están en mayor riesgo de que sus hijos
sean raptados por las madres no custodias, que las madres
custodias tienen de que sus hijos sean raptados por los padres no
custodios.
Existen muchas diferentes razones por los
que los progenitores secuestran a sus hijos. En algunos casos,
como en el secuestro de Farber, el progenitor/a secuestrador/a es
inestable mentalmente y/o consumidor de drogas. En otros casos,
según Robert Muchnick, Director Ejecutivo del Centro de Justicia
Infantil de Denver, “el progenitor/a secuestra a causa del poder
de control y el narcisismo”. Muchnick explica que los progenitores
sin custodia con frecuencia se sienten sin poder e incompetentes.
Hacerse con el chico les da la “llave del Reino” haciéndoles
sentir como mejor progenitor/a y también les otorga el control
sobre sus hijos.
Muchos progenitores/as secuestradores/as son
narcisistas explica, creen que “raptando al chico será en el mejor
interés de los chicos, cuando en realidad, están actuando
solamente para gratificar sus propios deseos”.
La mayoría de los expertos sin embargo están
de acuerdo, en que la revancha contra el antiguo esposo/a o contra
la pareja es el principal motivo en la mayoría de los casos de
secuestros parentales. Tales emociones con frecuencia son la
consecuencia maligna de un sistema de custodia infantil injusto de
ganador/perdedor.
Para las mujeres, perder la custodia de uno
de sus hijos puede ser emocionalmente devastador. También porque
los tribunales se inclinan tanto hacia las madres en las reglas de
custodia infantil, las madres sin custodia con frecuencia soportan
la terrible lacra de “madre no adecuada”, incluso si ellas ceden
voluntariamente la custodia o cuando es por razones de salud.
Para los padres, perder la custodia no
comporta el mismo estigma, simplemente porque pocos padres pueden
conseguir la custodia de sus hijos. Sin embargo, los padres
también sienten profundamente la perdida del contacto diario con
sus hijos que sigue al divorcio o la separación. Quizás como mas
importante, los estudios muestran que la mitad o mas de los padres
no custodios, son victimas de impedimentos y denegaciones en las
visitas o de las “madres mudantes”. Esta no reconocida epidemia
con frecuencia corta por completo, al padre de la vida de sus
hijos, y puede generar desesperación o venganza suficiente que
sirva de resorte para hacerse con sus hijos.
Los esfuerzos del Gobierno para encauzar los
secuestros parentales, tales como El Acta Federal de 1980, para la
Prevención del Secuestro Parental, no han solucionado grandemente
el problema, porque para los padres cuyos hijos han sido
secuestrados, es con frecuencia dificultoso encontrar a sus hijos
y a su secuestrador/a. Lo que se necesita es una reforma del
sistema de custodia infantil para prevenir que el secuestro ocurra
como primera acción.
Según La Oficina de Justicia Juvenil del
Ministerio de Justicia de USA, los chicos en custodia única están
en mayor grave riesgo de ser secuestrados por un progenitor, que
los chicos en custodia compartida. Un camino eficaz para reducir
la incidencia de los secuestros parentales es, cambiar el
ganador/perdedor sistema judicial contrario a la familia, por una
parentalidad compartida y la refutable presunción de custodia
física compartida.
Bajo la paternidad compartida, si los padres
divorciados son incapaces de ponerse de acuerdo sobre un plan de
parentalidad (Crianza) compartida, los juzgados implementaran un
plan que permita a ambos progenitores igual tiempo físico con el o
los hijos. Los Jueces no serian capaces de desviarse de esta
solución igualitaria, al menos que tengan una evidencia fuerte, de
que uno de los progenitores ha cometido actos que convierta al
progenitor en incapaz, tales como el abuso infantil o la violencia
domestica. Asegurando a ambos progenitores que ellos se mantendrán
con igual participación en las vidas de sus hijos, la
Parentalidad Compartida (Crianza Compartida) quitaría muchos de
los conflictos y de las luchas de poder de los divorcios. En
cambio, reduciría los conflictos y el miedo endémico a las
batallas por la custodia – emociones que pueden llevar a algunos
progenitores a cometer secuestros vengativos y dolorosos.
Esta columna apareció en primer lugar en la
Gazeta de Colorado Spring el 22 de Septiembre de 2002.
Glenn Sacks escribe sobre problemas de
genero desde la perspectiva masculina. Se le puede encontrar en
Glenn@GlennSacks.com
Diana Thompson es fundadora y Directora
Ejecutiva de la Coalición Americana de Padres e Hijos (www.acfc.org).
Se la puede contactar en el Correo
DThompson2232@aol.com
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