TEORIAS
DE LA AGENCIA
Para comprender el
sentido y el alcance de la Teoría de la Agencia es necesario recordar que sus
presupuestos remontan a más de 200 años: a la tradición teórica económica de la
época en que A. Smith construyó su modelo de la “mano invisible”. Entre esas
presuposiciones sobre el individuo humano destaca la concepción que luego se ha denominado de la
“racionalidad económica” que afirma que el motor central del comportamiento
racional es el deseo maximizar (es decir, una interpretación cuantitativa del
deseo de optimizar) la utilidad personal.
En el marco de la
actividad económica empresarial sería racionales el propietario (Principal) o
su delegado en la dirección de los negocios (Agente) que tienden a maximizar su
utilidad individual. No hay aquí que discutir la base de tal creencia (ver Tema
Racionalidad) pero ciertamente es todo menos una verdad verificada teórica o
empíricamente.
La Teoría de la
Agencia analiza la forma de los contratos formales e informarles mediante los
que una o más personas denominadas como “el principal” encargan a otra persona
denominada “el agente”, la defensa de sus intereses delegando en ella cierto
poder de decisión.
Esta situación es
muy frecuente en la sociedad humana. Se da, por ejemplo, cuando el ciudadano-votante-elector
encarga a su representante político la elaboración y aplicación de normas
legales para el beneficio común. También
se da cuando los accionistas de una empresa encargan su gestión a un administrador.
La relación de
agencia implica siempre la existencia del problema del riesgo moral: la
posibilidad de que el agente (gestor político, gestor empresarial) busque
objetivos personales en detrimento de los intereses del principal (el ciudadano
o el accionista). Puede comprobarse que el problema así enfocado permite
analizar los problemas de las decisiones económicas de estado y mercado desde
una visión unificada. Habrá una pérdida de eficiencia siempre que los costos y
perjuicios ocasionados por una decisión no recaigan sobre el individuo que
decide.
Los administradores
de una empresa o de un organismo del estado pueden utilizar su capacidad de
decisión para obtener maliciosamente beneficios personales a expensas del
ciudadano o del accionista.
Estos beneficios
pueden tomar la forma de gratificaciones extras, oficinas grandes y lujosas,
uso privado de vehículos; pueden promover subordinados por razones de simpatía
o parentesco; pueden tomar decisiones demasiado arriesgadas o que sean
beneficiosas para la empresa o el organismo a corto plazo pero perjudiciales en
el largo plazo; pueden además tomar decisiones que aumenten su poder personal y
permitan esquivar el control de los propietarios y los ciudadanos.
El problema se
encuentra en mayor o menor medida en cualquier forma de contrato laboral.
Cualquier trabajador contratado para cualquier tarea tiene siempre cierta
capacidad de decisión y posibilidad de eludir el control y reducir su esfuerzo.
El control y la supervisión de los trabajadores tiene un costo por lo que puede
ser eficaz contratar maestros-caporales. Esto implica la aparición de un
escalón intermedio de agentes, ya que habrá que controlar a los
maestros-caporales, pero se habrá ganado en eficacia siempre que los
maestros-capataces tengan menor tendencia a resquebrajarse que los trabajadores.
Existen sistemas que fomentan que los agentes se controlen los unos a los otros
pero existe un límite a los sistemas de control, sobrepasado, el cual genera
ambientes de desconfianza que limitan las posibilidades de cooperación interna
y reducen la eficiencia.
Una solución
habitual en las grandes corporaciones consiste en asociar al agente a los
beneficios de la empresa; habitualmente este tipo de estímulos a la lealtad
adoptan la forma de paga en función de beneficios, participación en la propiedad
o, más recientemente, opciones de compra de acciones o concesiones de derechos
sobre aumentos en la cotización. Estos sistemas, muy utilizados en la
actualidad, sirven como paliativos aunque el problema no queda eliminado
mientras los gestores no posean el 100% de la empresa.
El costo en las
relaciones de agencia no recae solo sobre el principal, ya que el agente puede
sufrir ciertos costos para transmitir información al principal y obtener su
confianza. En general, cuando las relaciones de agencia se establecen a largo
plazo el riesgo moral se reduce, obteniéndose mayor eficacia en la empresa y
disminución de los costos de control. Si el trabajador o directivo desea la
estabilidad en el empleo, no se aprovechará de las oportunidades de obtener un
beneficio particular a costo de la empresa, por el riesgo de ser detectado. Es
por ello que en la contratación se suele fomentar la permanencia en la empresa
estableciendo complementos salariales por antigüedad, sistemas transparentes de
promoción interna, privilegios y de rango y otros sistemas de incentivos a la
lealtad y estabilidad.
Las teorías de la
agencia aportan herramientas que complementan el programa de investigación de
la elección racional en tanto que otorgan una notable autonomía a los actores políticos
presentes en la arena política. Precisamente por ello se otorga gran
importancia al fenómeno del liderazgo. En este sentido, cabe señalar que parte
de la literatura que apela al “factor liderazgo” expone que el cambio político
es un proceso extraordinariamente difícil porque supone cambios en las
relaciones de poder, en los actores y en los modelos mentales. Es decir, que se
trata de un proceso de aprendizaje social lleno de incertidumbres y esfuerzos costosos para los ganadores, y de
sacrificios inevitables para los perdedores.
De ahí que muchos
teóricos opinen que el cambio institucional no pueda hacerse sólo por decreto,
de arriba abajo, sino que supone también el protagonismo y la participación
activa de los actores potencialmente interesados. Actores que deben luchar,
empujar, arriesgar y liderar el cambio. En otras palabras, deben convertirse en
la “agencia” que lo impulse. Precisamente por ello hay incluso quien expone
(Prats, 1999) que no hay cambio ni reforma sin líderes ni emprendedores,
indicando que éste sólo se produce cuando un número suficiente de actores
perciben que una nueva institucionalidad puede sustituir a la precedente
gozando de mayor apoyo y legitimidad. Y sólo es ante la zozobra del statu quo
institucional que las inseguridades de todo tipo se hacen insoportables para la
mayoría de la población y florecen las oportunidades de liderazgo.
La Teoría de la
Agencia analiza los objetivos de la empresa en un determinado marco. Parte de
la base de que la empresa en un conjunto de contratos formales e informales
entre los distintos grupos involucrados en la empresa:
Accionistas-dueños,
gobierno, administradores, lugar locativo, personal.
Entre accionistas y
administradores hay conflicto de agencia por tener diferentes objetivos de motivaciones,
por ejemplo.
La empresa no está
sola, no está aislada de medio. Los objetivos pueden significar una restricción
a la creación del valor.
DONALDSON dice que
las principales motivaciones de la administración de la empresa con la
sobrevivencia. Su objetivo estará concentrado en maximizar la creación de valor
pero vinculado con el tamaño y crecimiento de la empresa.
JENSEN y MECKING
dicen que los administradores son agentes que actúan en nombre de propietarios.
No debería de existir conflictos de objetivos entre ellos y si existieran la
empresa tiene que solucionarlos invirtiendo en costos de agencia.
INFOGRAFIA:
LA TEORIA DE LA
AGENCIA VERSUS LA TEORIA DEL SERVIDOR
Una aplicación a
las sociedades cooperativas agrarias del país de Gales (reino unido)
http://www.gratisweb.com/tercero/finanzas.htm.
Teoría de la Agencia o Teoría Contractual de la Empresa. Analiza los objetivos
de la empresa en un determinado marco.
EL PROBLEMA DEL
RIESGO MORAL Y LA TEORIA DE LA AGENCIA
El principal, el
agente, beneficios maliciosos, sistemas de control.
http://www.malakos.org/cursecon/1/instagencia.htm.
El problema del riesgo moral y la teoría de la agencia.
TEORIA DE LA
AGENCIA
Conceptos básicos y
presupuestarios de la Teoría de la Agencia
http://www.cidob.es/Castellano/Publicaciones/Afers/54-55marti.htm.
Las teorías de la agencia aportan herramientas que complementan el programa de
investigación de la elección racional.
INTELIGENCIA
ARTIFICIAL DISTRIBUIDA
Evaluar sus
respectivos comportamientos bajo diversos parámetros ligados bien a la
arquitectura de los sistemas
http://sunwc.cepade.es/jrivera/org_temas/org_teor/teoria_agencia.htm.
Esta teoría del grupo de teorías del Neoinstitucionalismo Económico reviste
especial importancia para la comprensión, a nivel de “fundamentos” de la
realidad de las actividades económicas en el contexto de lo que se denomina
actividad empresarial.
OPCIONES SOBRE
ACCIONES
Este tipo de
conflictos ha sido estudiado profusamente por la Teoría Financiera desde hace
25 años bajo el nombre e Teoría de la Agencia
www.ucm.es/info/jmas/doc/exp4.htm