Sobre las 23.30 de la noche se abrieron las puertas y empezaba a llenarse de gente que no
sólo venía de Toledo y alrededores, sino de lugares tan dispares de toda la geografía nacional,
léase Málaga, Zamora, Madrid, Albacete o Córdoba por nombrar algunos. Tras un breve espacio de
tiempo, amenizado de fondo por canciones de Mago de Oz, Revolver… y mientras aún seguía
entrando gente al local, salieron Medina Azahara al escenario arrancando una primera ovación
de todos los seguidores que estábamos deseosos de ir escuchando uno a uno los nuevos temas de
Aixa, así como saborear canciones que son ya un icono dentro de lo que supone la historia
musical de la banda.
“Puerta al Mundo” sirvió para abrir la velada, mientras Medina Azahara iban colocándose
cada uno en su espacio natural, excepto Manuel Martínez que apareció en el escenario para
empezar a cantar “A Toda Esa Gente”, primer clásico de la noche, sirviendo de enganche
con el público, muy joven en las primeras filas, totalmente ávido y con ganas de disfrutar.
Seguidamente dieron paso a “Vivir por la paz” y “Pegado al suelo”, ambos de Aixa, y donde
se pudo ver a unos Medina muy frescos y sonando realmente bien.
Continuaron “La vida es así” y “Se me olvidó”, dos temas que se han convertido en fijos en
el set-list y los cuales por derecho propio son ya básicos en los conciertos. Martínez como
siempre entregado a su público, pidiendo sin descanso a la gente alzar las manos y cantar,
Ventura magistral siempre dejando ese sabor mágico con su mástil, José Miguel y Reyes dando
esa solidez a los temas para que Ibáñez ponga ese toque de colorido a las canciones con su
teclado.
Siguiendo con más títulos de Aixa, turno fue para la arabesca “Azahara”, quizás uno de los
temas que mejor refleja esa concepción de aunar en un mismo tema las melodías árabes con esas
raíces rockeras de Medina Azahara. Aunque cara al público “El Vaivén del aire” sea una canción
idónea para oírla a dúo con el propio Antonio Orozco en escena, para nada se le echó de menos,
de ello se encargó Martínez que llenó por completo la canción, dándole un ritmo altísimo tanto
Pepe con su bajo, como Ventura con su guitarra.
Cuando todos ya estábamos entregados a la causa y saboreando como siempre tema a tema, nos
brindaron la satisfacción de volver a oír las notas de”Sé”, que junto a “Paseando por la
Mezquita” pusieron de manifiesto esa aureola con sabor a leyenda, canciones que pese a llevar
años sonando no dejan de transmitir esa emoción que te empapa de lleno. Entre medias de ambas
canciones Manuel Reyes nos deleitó con un fantástico solo de batería, de esos que le hacen
merecer un puesto entre los grandes del género. Momento ideal sería para dar un relax al
público y que mejor manera que cantar “Vientos de Cambio”, de los sempiternos Scorpions, y que
Medina Azahara interpretó con una sensibilidad como sólo ellos saben dar. A pesar de no estar
en Córdoba, de no ser de allí mucha gente que acudió al concierto, “Córdoba” se cantó y se
vivió como si se sintiera muy profunda, para mí el hecho de haber nacido en esa ciudad y
ser fan de Medina supone si cabe un sentimiento más erizado por todo lo que supone. Una vez
dada esa pequeña tregua, Medina Azahara echó mano de esos temas que no pueden dejarse de oír
en cualquier concierto, “Todo tiene su fin”, “Palabras de Libertad”, “Velocidad” y “Necesito
Respirar”, sonaron una a una realmente potentes, como siempre mágicas, ni que decir tiene
que el culmen vino con los coros de éstas dos últimas. Para la parte final, Ibáñez y Ventura
se encargaron de ofrecernos esa calidad que ellos rebosan al tocar cada uno su instrumento.
Destacar como no el virtuosismo de Ibáñez y Paco, quienes se ensalzaron en un pique musical
cada uno a su estilo.
Cuando parecía que el concierto había terminado y más si cabe tras abandonar el escenario,
volvieron a salir para despedirse de la mejor forma posible, encandilándonos con ese ya
histórico popurrí, cargado de estrofas de temas que van desde “Al-Hakim” a “XX”, todo un
recorrido de lo más ameno y sentimental. “Algo Nuevo”, “Junto a Lucia”, “Niños”, “Hijos del
amor y de la guerra”, “El pozo de mi sed”, “O.U.A”., “No quiero pensar en ese amor”, “Hay un
lugar”, “Dudas”, “Danza al viento”, “Sólo un camino”, “Loco por ti”, “Un cuadro de colores”,
“En la noche de san Juan”… sonaron dando por concluido el concierto. Entre aplausos y vítores
fueron uno a uno saludando a los fans, estrechando manos y agradeciendo un día más la compañía
que reciben ellos en cada sitio donde tocan. Alrededor de dos horas de actuación, haciendo
gala como es habitual en ellos de esa magia especial que cada uno de nosotros sentimos cuando
vamos a verles actuar. Ya sólo queda decir, ¿Cuándo será el Próximo?...
Crónica realizada en Madridejos el pasado Sábado dia 17. Por cortesía de Manuel Pulido.
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