Aunque no obraría en mi decirlo, recordar que de nuevo tuvimos el
placer de
asistir algunos fans venidos de otras regiones de España, tanto del
Norte
como del Sur (Zamora, Barcelona, Córdoba… incluso gente que pudiera
haber
ido y que me dejaría atrás), amigos que una vez más coincidimos para
vivir
otra intensa noche de rock de la mano de Medina Azahara. Eran las 23.30
de
la noche cuando accedimos a la Sala Alborada, a bote pronto un local
algo
reducido, con un escenario quizás no muy amplio como pudimos ver la
noche
anterior en Getafe, pero que tenía la virtud principal de dar un
acercamiento y un calor total entre grupo y público. Una vez más zona
de
merchandising en la esquina izquierda del recinto, desde camisetas,
sudaderas, chubasqueros de Aixa a pañuelos, mecheros, e incluso un
nuevo
modelo de camiseta de Aixa a color con la portada impresa. Justo
enfrente
del escenario se hallaba la barra de la sala y sobre el techo se
vislumbraba
una cabina espaciosa para un Dj que desde muy pronto empezó a animar el
ambiente con una fuerte dosis de rock urbano, algo de heavy e incluso
sonó
el “No está Sola” de Medina Azahara del disco Árabe. Alrededor de una
hora
de espera secundada con temas de Rosendo, Reincidentes, Marea, La Fuga,
Porretas, Ángeles del Infierno, Soziedad Alkoholika… ni que decir tiene
que
a la vista de las canciones se pudo apreciar que era una zona bañada de
un
gran ambiente punk- rokero, con clara tendencia a la música más
reivindicativa del panorama musical nacional. Según pude saber Medina
Azahara era una de las primeras bandas de raíz clásica que tocaba allí,
cuando suelen ser grupos de la escuela más protestante como los antes
mencionados quienes habían actuado anteriormente en dicha zona.
El reloj marcaba las 01.15 de la madrugada cuando se apagó la música, y
se
empezaron a encender los focos alimentando aún más las ganas de ver en
acción a Medina Azahara. Totalmente repleta la sala, muchísimas
gargantas
pidiendo a pleno pulmón la comparecencia de los cordobeses, quienes
acallaron toda la ansia con una muy fuerte y explosiva salida de nuevo
de la
mano de “Puerta Al Mundo”, donde ya se vio a Manuel Reyes que se
colocó
tras lo parches, con Ibáñez engrasando su “máquina” de inventar
solemnes
melodías, con Francisco Ventura y José Miguel Fernández como eternos
respaldos de la imagen por excelencia de Medina Azahara, Manuel
Martínez,
quién una vez más irrumpió en el escenario con los acordes de “A Toda
Esa
Gente”, tema que en su día fuera una auténtica oda a los seguidores del
grupo y que sirvió de aperitivo para demostrar el gran sonido que se
pudo
contemplar toda la noche durante la actuación. Respuesta grandilocuente
de
los allí presentes, aplaudiendo con Martínez de perfecto guía y
dándonos la
bienvenida. Seguidamente se decantaron por “Vivir Por La Paz” de Aixa,
una
canción que como puede comprobarse en sus directos no sólo anima al
público
sino que tiene la facilidad de propagar un mensaje de que hay cosas por
cambiar y que seguramente no deberían producirse si tomáramos el
ejemplo del
estribillo. Primer lucimiento para Ibáñez, completando su particular
solo de
teclado ante la ausencia de Ventura, quien junto con Pepe y Reyes le
dan la
solidez rítmica que merece. “Pegado Al Suelo”, perfectamente un single
más
de este soberbio Aixa, sonó cañerísimo desde la primera escucha,
Martínez
sacando partido de su eterna voz, a medio camino entre el andalucismo
más
arraigado y la portentosa huella del sentimiento incrustado en sus aún
perennes cuerdas vocales. Canción que me recuerda a “Que Tengas Suerte”
en
la melodía de voz y en la base sonora, aunque alejado del contexto de
la
letra. Ventura nos sedujo con un solo de guitarra cautivador, desde
atrás
Reyes como siempre soberbio y Pepe muy presente ya no solo en los coros
sino
sirviendo de colchón.
De Tierra de Libertad nos regalaron como ya es costumbre “La Vida Es
Así”,
otro baluarte sincero de las raíces más clásicas del grupo, un tema
rockero
por excelencia, con un mensaje que reúne a partes iguales vitalidad y
pesar
ejemplarizando a la vida como un juego al azar en el que el destino
dicta
sentencia y tomado de otras fuentes de inspiración de Medina Azahara
como
bien podrían ser mismamente viejas glorias del rock como Led Zeppelín,
Black
Sabbath, AC/DC…”Se Me Olvidó” dio ese aire festivo a la noche, ellos se
encargaron de animarnos con su siempre solidaria participación activa
en los
conciertos, rejuveneciendo cada día más su espíritu. De nuevo los coros
de
Paco, Ibáñez y Pepe dieron al tema una especial áurea que terminó de
completar el público al unísono cantando eso de “Se me olvidó que hay
que
vivir…”. Turno era para volver a escuchar el segundo single de adelanto
de
lo que fue Aixa, me refiero a “El Vaivén Del Aire”, que consiguió
arrancar
nuevamente el entusiasmo de todos, que gritamos sin parar de principio
a
fin. Se pudo escuchar realmente dura, con una enorme descarga de watios
haciéndola mucho más”heavy” que en estudio, y con la especial
contribución
de Pepe que se salió. Es todo un gustazo haber descubierto que Medina
Azahara han establecido la canción “Sé” como un tema más y con clara
proyección de cara a una futura inclusión de más temas de la primera
época
del grupo. En palabras de Martínez la nombró como una “Bulería”, para
lo
cual nos invitó a tocar las palmas mientras la música cubría el
ambiente.
Adaptada plenamente al sonido actual vino a engrandecer aún más la
magia de
Medina, repito un gustazo darle vida aun tema imagino de gran recuerdo
sobretodo para Martínez.
Mientras Ibáñez se divertía con las teclas, Ventura y Pepe sacaban
brillo a
sus mástiles y Reyes acompañaba nos interpretaron una pieza un tanto
inusual, por así decirlo una pequeña descarga personal de cada cual que
acabó por cerrarse con un guitarrazo impecable de Ventura que destacó
por
encima del resto. Ahora sí dieron paso a “El Lago”, con un incesante
ritmo y
con Martínez a pleno corazón poniéndole todo el énfasis que lleva
dentro.
Justo tras el solo de Paco, fue Reyes quien ponía su maquina a punto
mientras Manuel y el publico tarareábamos aquello de “Ayer tarde al
lago fui
con la intención de conocer algo nuevo, nos reunimos…”, y estallando
nuevamente con la entrada de los demás instrumentos. Se marchó Manuel
mientras sonaban las notas de “Paseando por la Mezquita”, despertando
en
todos nosotros ese sueño de corear el que para muchos es santo y seña
de
Medina Azahara, el tema de los temas que sirvió de lanzadera para su
estrellato total a la fama, y no estaría de mal decir la canción
emblema que
siempre ha acompañado gira tras gira al grupo. Si había alguien que
desconociera los dotes de Reyes como batería, sólo tuvo que asistir al
concierto para darse cuenta que fuera del entorno de Medina quizás se
le
minusvalore, no entiendo como no puede aparecer Reyes dentro de la
lista de
los 5 mejores baterías del rock nacional, bajo mi humilde punto de
vista no
se le valora lo suficiente. A lo que voy, solo de batería
impresionante,
tocando con una mano mientras con la otra jugueteaba con su baqueta,
majestuosa interpretación y lo que es mejor respuesta del público
impresionante cuando se levantó a saludar. Una banqueta justo en el
centro
del escenario nos hizo recordar una canción de Aixa, “Vientos de
Cambio”,
creo que por todos es sabida la procedencia del tema, queda claro que
Scorpions la hizo suya y ha permanecido como una de las baladas más
grandes
del hard rock mundial, pero es que oírsela a Medina Azahara resulta si
cabe
más especial. Sonó muy tierna, en especial destacaron los coros de
acompañamiento de todo el grupo y la labor de la gente ayudando a crear
una
atmósfera sentimental. A continuación Martínez se encargó de presentar
“Córdoba”, diciendo que de igual modo que se la dedican a su tierra
podría
haber servido de homenaje a las tantas y tantas ciudades que acogen a
la
banda en su puesta en escena. Buena interpretación de Manuel muy
sensibilizado, no sólo él sino el grupo al completo y la gente aplaudió
a
rabiar nada más terminar. Habiéndose cruzado ya más de la mitad del
concierto fue momento idóneo para buscar en el recuerdo y alegrarnos la
noche con una ristra de 4 temas que se han convertido en buques
insignia de
los directos de Medina Azahara, se oyeron como no “Todo Tiene Su Fin”,
ésta
celebrada por el público con mucho énfasis, manos juntas enlazándose en
las
gradas y portentoso sprint final con el famoso “ na na na na na…”;
“Palabras
de Libertad”, “Velocidad” y como cierre vertiginoso “Necesito
Respirar”,
dándose una curiosa anécdota cuando a un lado del escenario se hallaban
dos
niñas de muy corta edad a las cuales Martínez presto su micro y quienes
tararearon a su manera parte del estribillo, como no pudo ser menos
toda la
gente se volcó con ellas y les brindó un merecido aplauso correspondido
por
los propios Medina Azahara. Quedó como la anécdota más emotiva.
Se marcharon a los camerinos momentáneamente, lo cual dio lugar a
escucharse
esa mítica frase de “Hey Medina Así no se termina”, tras la cual salió
Ventura junto con Ibáñez para ofrecernos su calidad a nivel de
virtuosismo,
cada uno a su manera, incluso hubo tiempo para que Paco sacara al
escenario
a Javier Lombardo, un chico de Madrid declarado seguidor de Ventura y
que
cumplió uno de sus sueños de verse ahí con la guitarra en mano. Como
era
evidente la gente aplaudió la iniciativa y le brindó a Javi una ovación
que
seguro que no olvidará.
Volvieron a salir todos para cerrar el concierto con el clásico popurrí
que
abarca estrofas de canciones desde Al- Hakim a XX, todo un repaso
adentrándonos en míticos temas como “Algo Nuevo”, “Junto a Lucía”,
“Niños”,
“El Pozo de mi Sed”, “O.U.A”, “Dudas”, “Hay un lugar”, “No quiero
pensar en
ese amor” de “Sin tiempo”, “Donde está la luz” y Árabe”, “Solo un
camino”,
“Danza al viento “ y “Loco por ti” de “Tánger” y cerrando con “ Un
cuadro de
colores” y “En la noche de San Juan” de “XX”.
Hasta aquí dio de sí el concierto, se despidieron Medina Azahara como
siempre es habitual saludando a “su gente”, agradeciendo un día más la
bienvenida y el calor que reciben allá por donde actúan y despidiendo
Manuel
a la gente con sólo 4 cosas: “que seáis muy felices, que tengáis mucha
paz,
mucho amor y mucha mucha libertad”. Juntos saludaron a la gente,
estrecharon
manos y algún que otro beso. Ah!!! Durante un momento del concierto y
sin
darse cuenta Manuel Martínez cantó con la bragueta bajada, hasta que se
le
avisó y todos riéndonos le avisamos de tan semejante descuido, el mismo
cuando se vio no podía dejar de reírse, algo que la gente se tomó a
broma y
se le compensó con un aplauso de fraternización que dejó la cosa en
mera
anécdota. Gran concierto, gran respuesta de la gente de Villarubia de
Santiago y a pensar en el siguiente.
.
Por cortesía de Manuel Pulido.
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