Episodio 18: “EL BUEN HIJO”



ESC.1: INT. – DORMITORIO DE PAM, MANSIÓN EWING EN DALLAS

(Subtítulo: “A la mañana siguiente”. Plano de la Mansión Ewing, a primera hora de la mañana. Plano medio de Pamela mirando por la ventana. Alguien llama a la puerta)

Pam: ¿Quién es?
Sue Ellen: Pam, soy yo, Sue Ellen…
Pam: Pasa (S.E. entra con expresión preocupada)
S.E. (abrazando a Pam): Lamento mucho lo que ha pasado, Pam. Bob me llamó ayer de madrugada. John Ross, James y Cally te envían su pésame…Ha sido una conmoción para todos...
Pam (mirándola fijamente): Gracias. Os lo agradezco mucho a todos. Me consuela contar con vuestro apoyo. Como siempre habéis hecho.
S.E. (parpadeando, con expresión de sorpresa): ¿Cómo estás, Pam?
Pam: Bien. Es cuestión de tiempo adaptarme a la nueva situación…
S.E.: Bob no me ha explicado casi nada. ¿Cuándo ocurrió todo? ¿Y cómo?
Pam: Aparentemente, alguien se introdujo en la casa para intentar robar algo, no sé, tal vez buscaban joyas, o pensaron que había dinero en la caja fuerte.
S.E.: ¿Qué ha dicho la policía?
Pam: Que alguien les llamó de forma anónima e informó sobre unos disparos, un vecino, quizá. Después encontraron…los cuerpos. (Pam rompe a llorar, en silencio)
S.E.: Ya veo. Dios mío, vivimos con miedo continuamente…Oh, Dusty lo lamenta mucho también.
Pam: No sabía que estábais juntos otra vez.
S.E.: No lo estamos. Al menos, no por ahora. Tiene muchos problemas e intento ayudarle.
Pam: Anoche parecía otra persona. Creí que iba a matar a Madeleine…
S.E.: Gracias a Dios, ya se ha marchado. Seguro que recuperaréis el rancho…y esa terrible mujer pagará por lo que ha hecho.
Pam: Pero Christopher…
S.E. (triste): Pam, ¿por qué no pasamos el día juntas? Puedo ayudarte con todos los trámites...
Pam: Necesito descansar, no he dormido mucho esta noche…
S.E.: ¿De verdad? Últimamente, yo también he tenido insomnio... (S.E. se acerca a su bolso y saca de él una caja de pastillas, que da a Pam.) Mi medico me recetó esas pastillas y desde entonces, he dormido muy bien…Quédatelas, por favor. En casa tengo otra receta…(alguien abre la puerta: es Lucy)
Lucy: Lo siento...Sue Ellen, ¿cómo está Dusty?
S.E.: Más tranquilo. Tenemos mucha suerte de tener a los Ewing, siempre juntos cuando algo va mal. ¿Dónde está Bob?
Pam: En la comisaría. Él y Barbara han ido a pagar la fianza de Julian.
Lucy: Sue Ellen, ¿por qué no dejamos sola a Pam un rato?
Pam: Gracias, Lucy. Pero prefiero mantenerme ocupada. Voy a preparar café…(sale de la habitación, dejando muy preocupadas a las dos mujeres)
S.E.: ¿Cómo se lo tomado, Lucy?
Lucy: No sé qué decirte. No ha querido ver a nadie hasta que llegaste.
S.E.: Dios mío, pobre Pam…cuando encuentran por fin a Christopher, le pierden de nuevo…y ahora definitivamente.
Lucy: Qué raro…Quiero decir, la reacción de Pam...
S.E.: ¿Por qué?
Lucy: ¿Recuerdas cuando murió su madre? Se hizo la fuerte y no dejó que nadie notase lo afectada que estaba...
S.E.: Creo que no sé qué quieres decir...
Lucy: Sinceramente, ¿no estás más afectada tú ahora de lo que ella aparentaba?
S.E.: Christopher era hijo de mi hermana. No sé qué haría si perdiera a John Ross de esa manera…




Lucy: Bueno, voy a preparar mis cosas para volver a Galveston…(Sue Ellen acaricia con cariño el brazo de Lucy)

ESC.2: INT. – SALA DE ESTAR, MANSIÓN EWING

(Plano general de la sala de estar. Cliff y Will están sentados en el sofá, delante de Gary y Ray)

Cliff: Esto va a ser más difícil de lo que pensaba…(tapándose la cara con la mano) Vaya infierno de noche...
Will: Y que lo digas. Espero que Pam pueda superarlo…
Cliff: Ha superado cosas peores…casi murió quemada en un accidente de coche. Pero, claro, tú no estabas por aquí entonces, primo Jimmy.
Will: Deja de ser tan negativo, Pam es tu hermana y Chris, tu sobrino. Deja de llamarme Jimmy…
Ray: Vaya…Parece que la familia Barnes-Monahan ha sustituido a los Ewing en el campo de batalla...
Gary: ¿Acaso crees que esto será más fácil para Bob, Will?
Will: No, claro que no, ojalá yo pudiera razonar en este momento. Todos necesitamos dormir unas horas para recuperarnos.
Gary (mirando por la ventana): Es muy temprano y diría que hay un par de periodistas ahí abajo. ¿Es posible que todo el mundo ya se haya enterado?
Cliff: Si ya lo supieran, estarían dándonos la lata con el timbre, Gary.
Ray: ¿Qué os parece Julian? ¿Está jugando limpio o no?
Gary: Deberías decírnoslo tú. Barbara y tú sois amigos, ¿no? Me pregunto qué estaban haciendo esos dos en el piso de arriba, antes de que Madeleine soltara su discurso…
Will: Ha sido un paso en falso por su parte. Debió de ser más precavida, hay mucho en juego.
Ray: Todo volverá a ser como antes. Quiero decir, salvo por el pobre Chris…Estoy seguro.
Cliff (brindando con su vaso de zumo de tomate): Por…mi pobre sobrino Chris...(Se bebe el zumo y se levanta) Debo volver a casa. Beckie regresa hoy de Austin y no quiero que me vea…así. Gary, ¿me haces el favor…? (dándole las llaves de su coche) No debería conducir ahora. (Gary asiente y los dos se marchan)
Ray: Voy a llamar a Donna. Este año, Maggie y Betsy vienen antes a pasar las vacaciones de Pascua…Chaval, ¿crees que superaremos todo esto?
Will: Claro. Tenemos muchas pruebas contra Madeleine y solo hay que aclarar el papel que jugó Julian en toda la trama. La familia recuperará su herencia y, además, esa mujer no puede desvanecerse en el aire…
Ray: No hablaba de Madeleine…
Will: Oh…Bueno, no tengo ninguna duda de que sí. Las cosas al final acaban saliendo bien, solo hay que tener mucha paciencia…casi siempre…(Ray mueve la cabeza sonriendo, y deja a Will solo)

ESC.3: INT. – COMISARÍA DE DALLAS





(Plano medio de Bob con los brazos cruzados, desde el interior de la cárcel. La cámara se aleja y vemos que él no es quien está en la celda. Plano medio de Julian)

Bob: Tienes que decirme la verdad: ¿sabías lo que estaba planeando Madeleine?
Julian: Sabía que estaba en el negocio inmobiliario y que…odiaba a los Ewing.
Bob: Pero, ¿por qué? La acogimos con cariño cuando nos la presentó Clayton.
Julian: Supongo que Clayton no llegó a confiar realmente en ella y que culpaba de eso a los Ewing y, sobre todo, al hijo de Clayton.
Bob: Dusty?
Julian: Sí. Yo no iba con ellos cuando volvieron a Tejas. Tuve que quedarme en Suiza unas semanas a esperar unos documentos que tenían que enviarme de mi país. Bob, no quiero volver a Hungría. Era profesor de Historia pero no podía enseñar la historia tal como era, sólo lo que me permitía el gobierno. Solía animar a mis alumnos a exigir la libertad y por tanto, me prohibieron enseñar y me perseguido. Los húngaros queremos ser parte de la UE y conocemos los trapos sucios de nuestros políticos.
Bob: Pero ya formáis parte de la OTAN, ¿verdad?
Julian: Sí, pero deberías preguntar a los húngaros lo que desean realmente…No quiero que me extraditen. Y pido la inmunidad a cambio de mi declaración…
Bob: Barbara nos espera fuera. Me rogó que te ayudase, me parece que su interés por ti no es algo pasajero…Si nos cuentas la verdad sobre la muerte de Clayton y colaboras con la policía, te ayudaré para que puedas quedarte. ¿Qué me dices?
Julian: Prometo colaborar contigo en todo lo que pueda, Bob. He sido tan víctima de Madeleine como tú.
Bob: Vale, voy a hablar con los agentes. Tienes suerte de que uno de los altos cargos haya ido conmigo a la universidad. Enseguida te soltarán. (Se marcha y la cámara se acerca a un inquieto Julian)

ESC.4: EXT. – EDIFICIO DE LA COMISARÍA




(Plano general de la fachada de la Comisaría mientras Bob, Barbara y Julian bajan por las escaleras)

Barbara: No sabes cómo te lo agradezco, Bob. Estamos en deuda contigo por esto. Ya sabía que podría contar contigo siempre que te necesitara.
Bob: No te preocupes por nada, Barbara. Estoy seguro de que al final, la policía atrapará a Madeleine, pero ya sabes lo que me has prometido, Julian. Es mi única condición…
Julian: Sí, Io sé. Os debo una explicación de lo que realmente le ocurrió a Clayton Farlow.
Barbara: ¿Qué hay del pobre Forsythe? Anoche parecía que se le habían llevado los diablos, durante su interrogatorio...
Bob: Explicó que Madeleine le había ordenado apagar las luces cuando dijera la frase “Estoy preparada” durante su discurso. En cuanto a su amigo del helicóptero, supongo que era aquel general retirado del que ya oímos hablar. Ambos están en orden de búsqueda.
Barbara: ¿Crees que acusarán a Julian de complicidad?
Bob: Una cosa es segura: si Madeleine ha mentido todo el tiempo, seguramente ya tenía algo preparado para este giro de los acontecimientos. No hablamos de una timadora de poca monta, parece ser una maestra en su especialidad, por así decirlo. Más vale que nos cuentes la verdad, muchacho, o de lo contrario, nadie podrá ayudarte. Ni yo, ni tampoco Donna.
Barbara: No querrás decir que podrían obligarle a regresar a su país, ¿verdad? (Mirándole con cierto temor)
Bob: Lo sabes mejor que yo, Barbara. Eres abogada criminalista. Lástima que no puedas defenderle en los Tribunales…
Julian: Bob, lamento lo de tu hijo. Me hubiera gustado conocerle.
Bob (sonriendo con tristeza): Hasta luego.(Bob besa a Barbara y estrecha la mano de Julian. Luego se marcha)
Barbara (en voz alta): ¡Bobby! (Él se da la vuelta) Cuida bien de Pam.
Bob: Claro que sí. (sonríe de nada).
Barbara (mirando a Julian): Me alegro de que no seas un hombre conservador.
Julian: ¿Por qué?
Barbara: Bueno, en Dallas a pocos hombres les gustaría ser rescatados por una mujer.
Julian: ¿Entonces eso piensas? ¿Qué me has rescatado?
Barbara: Sí, con una ayudita de mi familia. Vámonos.
Julian: ¿Dónde? Ahora, no tengo casa...
Barbara: Como dice la canción, “una casa no es un hogar”…En Southfork tampoco te sentías como en tu casa. Sólo eras un empleado.
Julian: ¿Estás segura?
Barbara: Puedes apostar tu cuello...
Julian: Los tejanos tenéis un dialecto muy divertido. Yo soy húngaro y hablo vuestro idioma mejor que vosotros. Lo que quiero decir es: ¿estás segura de que quieres apoyarme en esto? ¿De que estás en mi lado? Cuando Madeleine me acusó de matar a aquel pobre hombre, Clayton, observé que dudabas por un instante...
Barbara: No serías capaz de hacer daño a nadie, salvo quizá a algunas jovencitas de allá arriba, de Hungría…
Julian: Muy bien. Vámonos a casa…(Se besan y se marchan)

ESC.5: EXT. – MANSIÓN DE SUE ELLEN, EN TURTLE CREEK, DALLAS





(Plano de la mansión. Se abre la puerta y entra Sue Ellen. Escucha a Dusty hablar con James y entra en la conversación.)

Sue Ellen: Hola. ¿Dónde está?
James: En el gimnasio. Voy a reunirme ahora con él. Es la mejor forma de empezar un nuevo día…(sonríe con simpatía)
S.E.: James, ¿no crees que mi hijo se está obsesionando demasiado con el ejercicio físico, verdad?
James: Qué va. Es fantástico para el cuerpo de todo el mundo, y para la mente también. Ya lo sabes, Sue Ellen. Tienes tu propio gimnasio en el edificio donde están las oficinas de tu empresa.
S.E.: Sí, por eso no puedo entender por qué ha tenido que instalar su propia de pesas en casa. Bueno, supongo que tienes razón. Por favor, cuida que no se fuerce demasiado, James…
James: No te preocupes, no será necesario…(James coge su toalla y se marcha. Dusty se levanta y se queda mirándola fijamente)
Dusty: ¿Cómo están Pam y Bobby?
S.E.: Sólo he visto a Pam y parece que le está costando mucho mostrar sus emociones…De hecho, creo que me ha sentado peor la muerte de Chris a mí que a ella.
Dusty: Lo sé. Él era la única familia que te queda, después de todo…además de John Ross.
S.E.: Sí…Cuando recuerdo por todo lo que Kristin y yo pasamos…Es decir, es como si la familia Shepard estuviera gafada, o algo así…
Dusty: Sue Ellen, no crees eso, ¿verdad? Eres demasiado fuerte e inteligente…(Dusty se gira y da un sorbo a su vaso de “bourbon”) ¿Quieres que te traiga una taza de café, Sue Ellen?
S.E. (afectada): Dusty, tenemos que hablar. Sentémonos.
Dusty: Vale. (La pareja se sienta en el sofá) ¿En qué estás pensando?
S.E.: En ti. (Dusty sonríe) En nosotros. Quiero que vengas a vivir aquí. Al menos por un tiempo, hasta que Southern Cross vuelva a ser tuyo…
Dusty: Sue Ellen, eres muy dulce…
S.E.: Entiéndeme bien: quiero que dejes ese hotel y te quedes aquí, pero no por nosotros. Debes reanudar su vida habitual antes de empezar a pensar en nosotros como pareja.
Dusty: Pero, Sue Ellen, has dicho que…
S.E.: Sí, he dicho que quería que volvieses a mi vida, y así es. Pero no puedo ser una muleta para ti como solías serlo tú para mí, cuando aún estaba casada con J.R. (Observa el vaso que él sostiene. Dusty se da cuenta y coloca el vaso en una mesilla)
Dusty: Estoy de acuerdo contigo. Comprendo lo que dices, pero no me obligues a pensar que ahora sólo somos buenos amigos. ¿Ya no te sientes atraída por mí? (Él acerca con ternura su mano a la mejilla de la mujer) No puedes imaginar lo mucho que he añorado tu suave piel, Sue Ellen…
S.E. (mirándole a los ojos): Dusty… (Éste la besa lentamente y ella prolonga el beso) Yo también te he añorado, Dusty, pero ahora soy una mujer diferente. Ni siquiera sé si te caería bien.
Dusty: Yo también soy un hombre distinto. Pero podemos mejorarnos el uno al otro.
S.E.: Vale, Dusty. ¿Por qué no vas a tu hotel y traes todas tus cosas, y luego vuelves y te instalas como si estuvieras en casa? Los próximos días serán duros para la familia y voy a necesitar tu apoyo.
Dusty: Eso quería oírte decir…
S.E.: Sin promesas, Dusty. Unámonos para ayudar a Bob y a los demás. No será una tarea fácil. ¿Me acompañarás al funeral?
Dusty: Claro. (Se levantan y se abrazan)


ESC.6: EXT. – MANSIÓN EWING EN GALVESTON, TEJAS





(Plano de la mansión junto al mar. Plano medio de Val escribiendo en el teclado de su ordenador portátil mientras Lucy lee un borrador de su último escrito)

Val: ¿Y bien? ¿Qué te parece, Lucy?
Lucy: Hmmm. Es…diferente.
Val: ¿Qué quieres decir?
Lucy: Bien, no parece que estés escribiendo una historia, sino intentando definirte a ti misma. Si eso tiene sentido...
Val: Claro que sí. Supongo que todo un cumplido porque se acerca mucho a lo que trataba de hacer.
Lucy (abstraída): Ojalá pudiera hacer lo mismo.(Val se levanta y se sienta junto a su hija) Mamá, lo notaste, ¿verdad?
Val: ¿Te refieres al momento en que las luces se apagaron?
Lucy (asintiendo): Me buscaste a tientas y sujetaste mi mano con fuerza. Sabías cómo me sentiría en una situación así, ¿verdad?
Val: Llámalo instinto maternal, o tal vez sentido común. Sentí miedo de que pudieras…
Lucy: ¿Recordar aquel día?
Val: Sí.
Lucy (hablando despacio): De hecho no hemos hablado de eso desde que volviste del hospital. Sólo lo había comentado con la psicoterapeuta. (Primer plano de Lucy) Durante una milésima de segundo, temí que algo así pudiera volver a pasar. Cuando nos envolvió el caos, la policía gritaba “agáchense todos” y todo el mundo me empujaba, entonces, al notar tu mano sujetando a la mía, me sentí la persona más segura del mundo. ¿No es irónico?
Val: La ironía es que una chica de Husky Corners, Tennessee, acabara escribiendo “bestsellers”. Ya lo estás superando todo, ¿verdad?
Lucy: Sí, la verdad es que sí…(suena su móvil) Perdona, voy a ver quién es…(Se levanta y coge el móvil) Diga. Sí, soy Lucy Ewing…¿De verdad?…Sí…Me encantaría…Yo también me alegro de tener noticias tuyas…(cuelga y mira a Val)
Val (sonriendo): ¿Buenas noticias?
Lucy: Sí. La semana que viene voy a ver al padre de mi hijo.

ESC.7: INT. – MANSIÓN EWING EN GALVESTON

(Zoom hacia una de las ventanas de la casa. Primer plan de Pam, vestida elegantemente en tonos grises. La cámara se aleja y vemos también a Val, Lucy y Afton)

Afton: ¿Estás preparada, Pam?




Pam: Bueno, supongo que sí. Val, ¿ya has hablado con Betsy?
Val: Sí, vendrá con nosotros…tampoco será fácil para ella…
Lucy: No será fácil para ninguno de nosotros, mamá.
Afton: Sabe Dios que hemos superado cosas peores, querida Pam (empezando a llorar)…es sólo que…
Pam (abrazando a Afton): Sí, lo sé. ¿Quién hubiera pensado que asistiríamos al funeral de Christopher?
Lucy: ¿Dejó testamento, Pam, o te dijo que quería que sus cenizas se esparcieran en el Atlántico?
Pam: Lo mencionó cuando murió Ellie. Estaba confundido, solo tenía once años…y quería mucho a su abuela. Me dijo que, cuando eso le sucediera a él, quería “dormir en el mar”, sólo en caso de que no pudiera llegar al Cielo…
Val: Era un muchacho estupendo, Pam. Deberías sentirte orgullosa de haberle educado así. Ojalá le hubiera podido conocer mejor.
Pam: Bueno, ha llegado la hora. Los demás esperan abajo. Sue Ellen dijo que se reunirían con nosotros allí (todas las mujeres salen de la habitación y Pam se da la vuelta para coger algo: es una foto de Christopher que tenía en su mesilla de noche. La mira y empieza a llorar. Fundido a la siguiente escena)

ESC.8: EXT. – SAN LEON HILLS EN GALVESTON

(Plano aéreo del lugar, fundido a un plano general del grupo que asiste al funeral. Plano medio del sacerdote, que comienza su discurso. La banda sonora es lo único que se oye en esta escena. Plano medio de Pam y Bob, unidos por la mano. La cámara se aleja del grupo y enfoca al cielo. Oímos la canción “Maybe You´re Gone” hasta el final de la escena:)

“Thought you were an angel
Shining in the clouds
Thought you were so faithful
Now I have my doubts

Maybe you're gone
You're gone
To sleep
Maybe you're gone
You're gone
For keeps

Thought you were my best friend
At least I tried to make it true
But though I hate to be alone
I was the loneliest with you

Maybe you're love
Is gone
To sleep
Maybe my love
Is gone
To deep

I'll never know
So never mind
You're out of sight
Well at least you're out of mind

Maybe our love
Is gone
To sleep
Maybe our love
Is gone
For keeps”

(1)

(Fundido en Negro y Fin del Acto Uno)

ESC.9: INT. – HOGAR KREBBS EN EL HOTEL SOUTHFORK

(Primer plano de Barbara.)

Barbara: Como ya sabemos por las citaciones que hemos recibido, la semana que viene habrá una audiencia en los Tribunales para decidir si el testamento de Clayton sigue siendo válido. Cuento con informes de tres polígrafos distintos que demostraron que la firma del último codicilo de Clayton no era la suya, de forma definitiva y sin ningún género de dudas. La misma Madeleine firmó en su lugar, seguramente debido a la resistencia del hombre a recurrir a la cláusula abierta en la escritura de Southfork, por la cual Clayton se convertía en el único propietario del rancho y las tierras. Los expertos también demostraron que la caligrafía de Madeleine coincidía con la de la firma del documento…(va enseñándoles la documentación a los hombres, sentados delante de ella. Tráveling de Ray a Gary, y de éste a Bob, para volver a Barbara, mientras va hablando)
Bob: Entonces, ¿será tan fácil como parece?
Barbara: Nada es fácil en los Tribunales. Mientras Madeleine siga desaparecida e ilocalizable, parecerá una maldita culpable. Incluso si ese general suyo se la llevase al Triángulo de las Bermudas, seguiría siendo sospechosa.
Will: Y no olvidéis que sus abogados no tienen ni idea de dónde está, y apuesto mi cuello a que, en este momento, están firmando su carta de dimisión…
Ray: ¿Y si apareciese en la audiencia, Barbara?
Barbara: En primer lugar, eso sería una sorpresa. Si lo hace, la acusaremos formalmente de fraude, además de otras muchas cosas, gracias a la valiosa información de Will.
Gary: Sí, Will, ¿no se considerarían tus métodos para obtener la información poco éticos y, por supuesto, ilegales?
Will: Alegaría que lo descubrí por casualidad cuando mi fuente me envió esa información anónimamente.




Gary (mirando a Barbara): ¿No es demasiado arriesgado para él?
Barbara: Se ha implicado en todo esto tanto como nosotros…Le importamos y fue testigo de cómo Madeleine nos arrebató nuestras tierras…por no hablar de la muerte de Clayton…
Bob: Tienes razón, Barbara: ahora tenemos que saber si Julian tuvo que ver con su muerte y los detalles que rodearon a ésta.
Barbara: Esta noche hablará, querido Bob. Nos veremos en vuestra casa y todo el mundo sabrá la verdad sobre el asesinato de Clayton…(Zoom hacia la cara de Bob)

ESC.10: INT. – RESTAURANTE “LES SAISONS” EN DALLAS




(Primer plano del restaurante. Primer plano de Shania hablando por el móvil)
Shania: Sí, mamá, todo está listo...Seguro que estarás muy orgullosa de mí…Sí, ya sé lo importante que esto es y los sacrificios que has hecho por mí…Sí…Estoy impaciente…
Sue Ellen (apareciendo de repente, le habla en voz baja): Hola, Shania.
Shania (algo nerviosa): Oh, tengo que colgar, te llamo luego…
S.E.: Espero no interrumpir nada…
Shania: Qué va, hablaba con una amiga que quería que fuera…a su fiesta de cumpleaños, pero vive en L.A. Le he dicho que no puedo. Nada más.
S.E. (sorprendida): Oh. Mira, Shania, si quieres, puedes tomarte una semana libre. No supondría ningún problema, estoy buscando una nueva ayudante…
Shania (seria): ¿Cómo?
S.E.: Vaya, no quería decirlo de esa manera. Quiero decir que busco a alguien que pueda sustituir a Pam durante los próximos días en caso de que desee tomarse un descanso. Y también para mí, porque necesito más tiempo para dedicarme a la familia.
Shania (sonriendo): Oh, ya veo.
S.E.: Lo siento mucho, Shania, pero no puedo quedarme a comer: tengo una reunión de última hora con ese aburrido Sr. Smirnoff, y quiero pedirte un favor.
Shania: Claro. Lo que sea.
S.E. (cogiendo el bolso y sacando de él un trozo de papel doblado): ¿Podrías ir a comprarme una caja de somníferos con esta receta? Tengo muchísima prisa y no creo que tenga tiempo de ir yo…
Shania: Claro, Sue Ellen. Me alegro de poder ayudarte…
S.E.: Gracias, cariño. A veces, no sé qué haría sin ti…Ahora tengo que marcharme. Nos vemos en la oficina. (S.E. se levanta y el camarero se acerca) Camarero: ¿Desea pedir ya?
Shania: No, gracias. Yo también me marcho.
Camarero: ¿La Sra. Ewing va a volver?
Shania: No, no volverá. (El camarero se va) NUNCA volverá…(Entonces mira su mano bajo el mantel, y observa que se ha cortado con uno de los cuchillos…)

ESC.11: EXT. – ESTABLOS DEL HOTEL EN BRADDOCK





(Tráveling siguiendo los pasos de Will por el camino que une la casa anexa de los Krebbs y los establos que los Ewing tienen allí. De repente, la cámara se acerca a la cara de Will cuando repara en Bobby, que lleva el sombrero de vaquero que solía llevar él)

Will: ¡Hola, Bobby!
Bobby (sorprendido, se quita el guante derecho mientras se seca el sudor y le da la mano a Will): Hola, Will. Es una sorpresa…(Will estrecha su mano)
Will: He estado llamándote al número de móvil que tenías.
Bobby: Oh…(parpadeando) sí, lo perdí y tuve que cambiar de número…
Will (decepcionado): Ya veo. Quería decirte que ya he vuelto a Dallas y…estoy ayudando a tu familia en el caso Southfork. Debes saber ya lo ocurrido en el Baile de Disfraces…No te vi allí.
Bobby: No, tengo muchas cosas que hacer…Es que no quería comprometerme con una cosa así.
Will: Está claro que no quieres comprometerte con unas cuantas cosas, últimamente…(Bobby se sonroja) Bueno, he venido porque tenía una reunión con los Ewing, pero ahora tengo que volver a casa.
Bobby: Gracias por acercarte a saludarme…
Will: Es lo menos que podía hacer, ¿no? Dale recuerdos a Lucy y a Betsy…
Bobby: Lo haré…ah, esto era tuyo. (Se quita el sombrero)
Will: No, por favor, quédatelo.
Bobby (forzando una sonrisa): Gracias.
Will: Adiós…
Bobby (dándose la vuelta): Adiós, Will…(Will se aleja y Bobby se gira para mirarle) Will…(Éste se encuentra ya demasiado lejos para oírle y se vuelve a poner el guante…)

ESC.12: INT. – APARTAMENTO DE BARBARA EN DALLAS

(Desde arriba, la cámara va acercándose a los cuerpos agotados de Julian y Barbara, que descansan en la cama)

Barbara: Cada vez es mejor, Julian…¿También lo es para ti?
Julian (sudoroso): Sí, claro…
Barbara: ¿Aún puedo llamarte Julian o sería mejor Janos?
Julian: Ahora mismo, puedes llamarme lo que te parezca…(se mueve para poder mirarle a los ojos, cara a cara, y ella también)
Barbara: Quizá no lo sepas, pero mucha gente en Dallas piensa que tú eras el gigoló de Madeleine…
Julian (sonriendo): No me extraña...
Barbara: ¿Lo eras?
Julian: Desde la muerte de Clayton, hice todo lo que pude para ganarme su confianza, sobre todo cuando nos instalamos en la Mansión Southfork…pero, no me preguntes por qué, pero lo único que le atrae es el dinero y las tierras. Nunca he conocido a nadie como ella…Yo era profesor de Historia en la Universidad de Budapest, pero tuve que hacerle creer que era una especie de buscavidas, mientras esperaba el momento oportuno para librarme de ella. Era una déspota, una tirana, una persona asexual y amoral que había cambiado varias veces de identidad. Conseguí reunir algunas pruebas contra ella, pero no sé si serán útiles.
Barbara: Cualquier prueba será útil para hacerle pagar a Madeleine por lo que ha hecho. Es una delincuente y tú y yo lo sabemos mejor que nadie…
Julian: ¿Crees que el fiscal aceptará mis condiciones?
Barbara: ¿Un permiso de residencia permanente y una total exoneración de cualquier acusación de complicidad en los delitos cometidos por Madeleine? (Él asiente) Creo que puedes darlo por hecho…
Julian: ¿Puedo hacer algo para recompensarte?
Barbara: Se me ocurren varias cosas que podrías hacer por mí…Hablando en serio, lo más importante para mi familia es conocer la verdad sobre la muerte de Clayton Farlow…
Julian: Entonces, vistámonos y vayamos a casa de Bob…(Se sienta en la cama y pone los pies en el suelo)
Barbara: ¡Julian! ¿Qué me dices de nosotros? (Julian se gira y la mira detenidamente) Hacía mucho tiempo que no conocía a una mujer como tú…y quisiera seguir contigo. Empiezo a sentir algo por ti…
Julian: Y yo por ti...(Se besan)
Barbara: ¿Quieres casarte conmigo…? (Él la mira sonriente)

ESC.13: INT. – CASA DE ALAN BEAM EN CABO SAN LUCAS, MEJICO





(Plano aéreo de la costa de México. Plano de la casa de Alan Beam)

Betty (llevando dos maletas): ¿Estás seguro de que no puedo llevar otra maleta?
Alan: ¡Vamos, Betty Lou! Somos prácticamente unos fugitivos…Llevamos todo un año viviendo a lo grande pero, ahora, ha llegado la hora de encontrar una nueva forma de ganarnos la vida…
Betty Lou: Lástima que pedirle a Gary Ewing un rescate no funcionara. Era una buena idea…Ahora que ya no tenemos esos dos millones…
Alan: Casi funcionó una vez, cuando trabajaba con J.R. Ewing…Ahora, subamos a ese avión que va a Rio de Janeiro…Mi amiga me dijo que Richard Channing sigue intentando localizarnos y podría haber enviado a alguien…
Betty: ¿Lo tienes todo?
Alan: Sí, cariño, incluidos nuestros flamantes pasaportes falsos…Estamos en la ruina. Espero que tu amiga pueda ayudarnos allí en Rio…(Plano general de la casa semivacía pero aún lujosa mientras vemos a Alan y Betty Lou saliendo de ella, cerrando la puerta y luego oímos cerrar la puerta del capó y luego las del coche. Un segundo más tarde, una enorme explosión hace añicos los cristales de la ventana de la casa, provocando un ruido ensordecedor. A través de las ventanas rotas, vemos el coche de los Beam en llamas)






(Fundido en Negro y Fin del Acto Dos)

ESC.14: INT. – SALA DE ESTAR EN LA MANSIÓN EWING




(Primer plano de Julian. Tráveling que sigue las reacciones de todos los presentes, acabando de nuevo en Julian: Dusty, Sue Ellen, Bob, Pam, Ray, Donna, Barbara)

Julian: Clayton y Madeleine se conocieron el hotel que ella regentaba en Berna. Se vio obligado a pasar un par de días allí antes de marcharse a la estación de esquí donde iba a pasar sus vacaciones, supuestamente para descansar. Yo ya trabajaba para Madeleine como guardaespaldas, aunque siempre me llamaba cuando tenía que hacer cualquier cosa ligeramente sospechosa. Ahora entiendo su comportamiento. Al principio, creí que se interesaba por mí (girándose hacia), es decir, como hombre, pero enseguida dejó claro que sólo tenía tiempo para sus negocios. Recibía llamadas de personas de todo el mundo: entonces, un día, empecé a tomar nota de algunos nombres que oía y a recoger información de aquí y de allá. El día que conoció a Clayton Farlow, su mirada parecía distinta, quizá se sentía halagada o encaprichada por él. Era mucho más joven que ella, pero eso no es problema hoy en día, ni siquiera en mi país, Hungría. El hotel de Madeleine estaba casi en bancarrota y me avisó para que preparara el equipaje: nos marchábamos con Clayton a la estación de esquí. Intentaba cerrar un trato con él relacionado con el hotel. Ese era su esquema: conocía a alguien, luego le hacía creer que se habían enamorado y aquella relación se convertía en un negocio.

Bob: Clayton no era ese tipo de hombre. Apenas salió con otras mujeres después de la muerte de su mujer Amy, y solía pasar mucho tiempo solo.
Sue Ellen: Estoy de acuerdo contigo, Bob, pero creo que a Clay le gustaban las mujeres algo más jóvenes que él...
Dusty: ¿Qué quieres decir, Sue Ellen?
Sue Ellen (sonrojándose): Nada…Sólo que…que, como todos sabemos, sintió una inmediata atracción hacia Ellie cuando empezó a venir por Southfork…
Bob: Continúa, Julian, por favor.
Julian: Así que los tres nos fuimos a aquella estación…
Bob: Supongo que podrás darnos todo tipo de detalles sobre esa historia, ¿verdad?
Julian: Sí, Bob. Escuché varias conversaciones entre la pareja, y me dio la impresión que a Clayton le interesaba más Madeleine como mujer de negocios que como mujer solamente. Parecía un hombre que quería hacer un ultimo gran negocio antes de morir…
Dusty: Eso es más propio de mi padre…
Ray: Y del nuestro también (mirando a Bob).
Bob (mirando a Julian): Nuestro padre Jock se marchó a Sudamérica en su ultimo proyecto como petrolero, por eso Ray ha dicho eso.

Julian: Ya veo. Pero Clayton ignoraba el tipo de mujer que era Madeleine: incluso llegó a investigar sobre su estado de salud y su dolencia cardiaca, qué medicinas tomaba entonces...Recuerdo haberle oído hablar por teléfono con un doctor amigo suyo que le había recetado una medicina llamada Vioxx. Era legal pero muy peligrosa para personas que, como él, seguían un tratamiento para controlar la presión sanguínea. Un día, oí cómo Clayton le explicaba que había sufrido dos ataques y ya había vivido el tiempo suficiente, después de conocer a mujeres tan estupendas como sus dos esposas. Entonces fue cuando empecé a sospechar que Madeleine podría ser algo peor que una mujer de negocios sin escrúpulos...Quizá era capaz de asesinar a alguien. Fui a un cibercafé en Berna y busqué información sobre Clayton: era uno de los últimos grandes petroleros de Tejas y su fortuna estaba valorada en cientos de miles de dólares. Tenía que hacer algo y rápido. Pero ya era demasiado tarde. El primer día que pasamos en la estación de esquí, Madeleine me dijo que me tomara un par de días libres, y entonces temí que atentara contra la vida de Clayton. El segundo día, ella y Clayton salieron a esquiar y yo les seguí con unos prismáticos: él no era lo bastante rápido para seguirla y de repente, se detuvo. Ella volvió atrás e intentó besar a Clayton, pero él la rechazó. Levantó la voz aunque no pude oír qué decía. Luego se dio la vuelta y empezó a caminar hacia el teleférico más cercano. Madeleine perdió los estribos, empezó a hablarle a gritos y a insultarle, aunque no sé qué le decía exactamente. Después, Madeleine se marchó esquiando y le dejó solo. En aquel momento, empezó a sentir un dolor, y puso la mano sobre su brazo izquierdo. Me coloqué los esquíes y llamé al servicio de urgencia de la estación antes de correr hasta allí. Una vez en el lugar, distinguí la silueta de Madeleine no demasiado lejos, fotografiándonos a los dos…Así, parecería que yo fui la persona que le dejó morir…(los ojos de Julian se humedecen, así como los de Sue Ellen y Pam)

Dusty: Debí haber estado allí con él. Soy yo la persona que le dejó morir…Todo fue culpa mía… (se levanta y sale de allí, seguida por una preocupada Sue Ellen)
Bob: ¿Quién está en posesión de aquellas fotos, Julian? ¿Están en la caja fuerte que tenía Madeleine en Southfork?
Julian: No lo creo…(Bob mira a Julian y luego a Barbara…)





ESC.15: EXT. – MOODY GARDENS EN GALVESTON

(Primer plano de Lucy. La cámara gira a su alrededor y al final vemos su larga cabellera rubia. De repente, alguien la llama por su nombre)

Man: ¡¡Lucy!!
Lucy (dándose la vuelta y mirando inocentemente): ¿Curtis? (Un hombre de color, un poco más joven que ella, sale de un taxi y camina hacia ella...)
Lucy: La misma... (Se detiene delante de ella y, por fin, la abraza con cariño) Curtis: Ha pasado tanto tiempo...




Lucy: Es verdad, demasiado...¿Cuántos años desde la última vez, cinco, seis?
Curtis: Ocho, para ser exactos. (Lucy se siente entonces algo avergonzada…) Dios mío, estás fantástica, Lucy…Demos un paseo… (Fundido a la siguiente escena: la pareja camina por la playa)
Curtis: Me llevé una gran sorpresa al saber que una chica de Tejas había estado buscándome. Ahora trabajo en una oficina, aunque mi brazo está en buena forma de nuevo…(Lucy toca el brazo izquierdo de él)
Lucy: Sí que lo está, parece más fuerte que nunca…Supongo que mi ex-marido Mitch se alegraría de saberlo…ya que fue él quien curó tus heridas en 1987. Perdóname si te he recordado aquellos tiempos…
Curtis: No te preocupes, hice lo que debía. Mi trabajo era servir a mi país y lo sigue siendo, pero ahora bajo un techo y en un lugar seguro. Mucho más seguro que Irak…
Lucy: Nos conocimos poco después de ingresar en el hospital de Atlanta donde trabajaba Mitch, cuando aún estaba casada con él…Parece como si fuera otra época…aquellos años 80.
Curtis: Estás preciosa, Lucy…y esa cabellera rubia…ahora me doy cuenta de cómo te he echado de menos.
Lucy: Yo también a ti, Curtis.
Curtis: Me entristeció saber que os habíais divorciado...Volví un día para reanudar la terapia y una enfermera me dijo que Mitch te había dejado marchar…
Lucy: La verdad es que no lo hizo. Me siguió a Tejas, a Southfork, pero entonces no sabía muy bien lo que sentía…
Curtis: La última vez que nos vimos, no hablamos de eso, pero tu compañía me ayudó a superar mi depresión después de volver a Irak…Espero que Mitch no malinterpretara el tiempo que pasamos juntos…
Lucy: Seguro que no se dio cuenta…Desde que le nombraron Director de la Unidad de Quemados, apenas nos veíamos, una situación totalmente opuesta a la de nuestro primer matrimonio. Entonces yo trabajaba como modelo y eso acabó separándonos…
Curtis: Fue divertido encontrarte por casualidad tantos años después…
Lucy: Yo estaba pasando unas vacaciones en el Caribe con mi amigo Peter Richards y, un día, allí estabas tú, luciendo una camisa de flores…
Curtis: Recuerdo que pensé: “Lástima que no esté sola”. Creía que Peter era tu novio…
Lucy: Sí, pero no lo era. (Mirándole fijamente, con tristeza) Peter no regresó conmigo, se quedó allí y murió de sida unos meses más tarde. Fue su elección. Le pareció que era el sitio perfecto para…
Curtis: Lo lamento de verdad, Lucy.
Lucy: ¿Estás casado, Curtis?
Curtis: Estuve a punto, pero no funcionó. No llegué a casarme, me eché atrás antes de que fuera demasiado tarde.
Lucy: Curtis, tengo que decirte algo…

ESC.16: INT. – OFICINA DE PAM EN DALLAS

(Plano del edificio, que también alberga las oficinas de “Shepard Inc.”. Plano medio de Pam revisando un informe. Suena el intercomunicador y Pam pulsa una tecla)

Pam: ¿Sí? ¿Qué hay?
Secretaria (en “off”): Ha venido alguien que dice conocerte. Se llama Alex Ward.
Pam (se queda con la mente en blanco y luego reacciona): Oh… Hazle entrar, por favor…Espera un minuto. (Se arregla el pelo y la ropa, y se levanta para recibirle. La puerta se abre)
Alex: Hola, Pamela. (Entra en el despacho y la secretaria espera órdenes de Pam) Pam: Gracias, de momento no te necesitaré. (Pam cierra la puerta tras ella. Entonces, besa a Alex en la mejilla) Qué sorpresa, Alex…¿Vuelves a hacer negocios en la ciudad? Siéntate, por favor. (Señala a dos sillones en una de las esquinas del despacho. Los dos se sientan)
Alex: No, Pam. De hecho, he vuelto…por ti.
Pam (divertida): Oh, ¿qué se supone que significa eso, Alex? Alex (sonriendo): Oh, no…No quería decir lo que parece. En realidad, quiero decir por ti y por tu familia. Lamento lo de tu hijo…
Pam: Gracias, Alex.
Alex: He leído los periódicos. Todo lo relacionado con el caso de Southfork. Parece que aquella mujer presionaba a Farlow para que la convirtiera en su heredera universal. Por eso he venido.
Pamela, te debo una explicación y una disculpa.
Pam (sorprendida): Continúa.
Alex: ¿Recuerdas que pasamos unos días juntos en Milán, hace unos meses? Pam: Claro que sí. Me estás poniendo algo nerviosa, Alex.
Alex: Nuestro primer encuentro no fue casual: lo planearon, y también todo lo que sucedió luego.




Pam: ¿Que lo planearon? ¿Quién lo planeó?
Alex: La misma mujer que conoces con el nombre de Madeleine. Se identificó con otro nombre. Cuando nos encontramos en el Hotel Duomo de Milán, te estuve hablando sobre mi matrimonio, sobre aquella maravillosa italiana que había fallecido de cáncer…
Pam: ¿Y bien?
Alex: Todo era mentira, una gran mentira…elaborada por Madeleine. Me casé, pero mi esposa era una sanguijuela que se llevó todo mi dinero cuando nos divorciamos. Sólo me quedó una antigua propiedad en Niza, que estaba muy endeudada y había pertenecido a mi abuela, pero Madeleine había adquirido los pagarés y me obligó a hacer lo que hice…
Pam (acercándose a él, y abriendo los ojos de par en par): ¿Se puede saber qué diablos hiciste?




Alex: De alguna manera, había averiguado que estuvimos flirteando cuando trabajabas en “The Store”, y lo empleó para crearos problemas a Bobby y a ti. Así él no podría concentrarse para intentar recuperar el rancho. Dijo que no se haría daño a nadie, que no era más que una estrategia de negocios para asegurar su posición en Southfork, e incluso mencionó que vosotros estabais atravesando una crisis de pareja, otra vez…(Pam se levanta y empieza a caminar arriba y abajo por la oficina. Entonces, Alex se levanta también.)
Pam (furiosa): Alex, quiero saber algo más: ¿De verdad me acosté contigo aquella noche en Milán?
Alex: Si buscas una respuesta sincera, no, no lo hiciste. (Pam le abofetea, enfadada)
Pam: Eres un mentiroso, ¡maldita sea, explícame el resto de la historia ahora mismo!
Alex: Madeleine me dio unos somníferos llamados “Aubien”, y me dijo que no sólo ayudan a dormir, sino que también provocan amnesia si duermes menos de 5 horas. Con un par de pastillas diluidas en el té, pude convencerte de que nos habíamos hecho el amor. Tuve que hacer ruido para que te despertases en el momento oportuno...Lo siento de verdad, Pamela. Lo siento mucho.
Pam: Sal de aquí ahora mismo, Alex.(Él se dirige hacia la puerta)
Alex (dándose la vuelta): Pamela, yo también he sido su víctima. Sólo he venido a disculparme y a decirte que testificaré contra ella si los Ewing la llevan a los Tribunales. Nunca quise hacerte daño. Tienes que creerme…
Pam: Vete ya, por favor…(llorando, le da la espalda)

(Fundido en Negro y Fin del Acto Dos)

Continúa