ANDY GARCÍA

Un exiliado con fortuna





JULIO 1996

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Cubano hasta la médula, cuando Andy García abre la boca y utiliza la lengua de Cervantes, por ahí sale toda la fuerza que queda contenida en su actuación. Él se define como un padrazo y un testarudo, empeñado en que sus hijas sean fieles a sus origenes hispanos y decidido a hacer en Hollywood lo que le dé la gana. Y afortunadamente es un lujo que se puede permitir después de éxitos como "Los intocables de Elliot Ness", "Black Rain" o "El Padrino, Parte III", aunque en ocasiones le lleve mucho tiempo conseguir lo que quiere.

ANDY GARCÍA:El cine se hace con persistencia. Con tesón.Con cabezonería si quieres. Así es como se ha hecho toda la vida, especialmente si estás hablando de películas que no son comerciales.Conozco muchos proyectos, no solo éste, que luego han tenido un éxito mundial, pero que tardaron muchos años en llevarse a la pantalla.

FOTOGRAMAS:Eso es cierto, pero es que en esta ocasión han sido 15 años el tiempo que ha tenido que transcurrir para que Andrew Davis pudiera realizar Días de Fortuna...

AG: Cuando yo me involucré en el prouecto, Andrew todavía no había conseguido el dinero. Yo fuí el que le dije:Vamos a lanzarnos. Toma las cámaras y vámonos al carnaval. Rodamos varios metros de película de carnaval, montamos la música y luego trató de vender los derechos mundiales para poder completar la película. Esa es la lucha del cineasta. Siempre ha sido así y así será.

F:¿Estás tomandoo nota para no desesperarse con su propio proyecto, porque ya lleva cerca de siete años intentado sacar adelante. La ciudad perdida, una historia centrada en la Cuba de la década de los 50?.

AG: Bueno, todavía no llega a los siete años, pero llevo mucho tiempo con ello. Es un proyecto que quiero dirigir. Esa es mi meta. No es que tenga la aspiración de convertirme en un director, porque cuando trabajo como actor sueloe star muy involucrado ent odo el proceso y me siento muy satisfecho. Pero en este caso es una idea muy específica, un homenaje a esa época, a ese país, en el que me quiero concentrar. Y como siempre pasa, si la última película que se hizo sobre La Habana (Habana) hubiera sido un éxito, ahora habría 20 sobre la misma ciudad, pero como fracasó nadie quiere financiar mi proyecto.

F: ¿Cree que su condición como hijo de inmigrantes cubanos le ha marginado en la industria de Hollywood?

AG: He podido sufrir problemas en el sentido de los estereotipos. Una falta de oportunidades que sufren todos los actores, digamos, étnicos y que te hace luchar más para romper esa barrera. Pero no creo que la solución sea abandonar la cultura de uno. Muy al contrario, eso es lo que te da fuerza moral para seguir luchando.

F: ¿Luchando para huir de esa imagen de galán latino?

AG: Galán latino, galán latino... ¿Qué es un galán latino? Papá, quiero hacer una carrera de galán latino. Esa es una carrera aburrida. Dame un personaje, dame una historia, un director, un grupo de actores, lo que sea. Yo hago lo que sea, de malo o de bueno.

F: De todo menos comedia, porque, a excepción de Días de Fortuna, sus trabajos suelen estar poco relacionados coneste género.

AG: Me encanta la comedia, lo que ocurre es que no me ofrecen muchos papeles de ese estilo. Supongo que son duros de localizar porque escribir comedia es muy difícil, por lo tanto es aún más duro encontrar un buen guión cómico disponible. Además, como en términos taquilleros he tenido éxito en el drama, supongo que eso hace que no me ofrezcan muchos papeles de otro estilo. Aquí la taquilla es la que gobierna. Pero todo el que me conoce dice que lo que tengo que ahcer es comedia y antes de dedicarme al cine lo que yo solía hacer, en el teatro, era comedia. Lo que ocurre es que en Hollywood todavía no me conocen.

F: Supongo que no es precisamente el espíritu de comedia el que le ha llevado a la producción de Lorca: Blood of a Poet.

AG: Otro proyecto que tiene su historia. El director, Marcos Zurinaga, llevaba ya ocho años con el proyecto cuando contactaron conmigo. Fue Raul Julia, que en paz descanse, quien me trajo el gruión. Le homos dedicado la película a él. En fin, que para cuando comenzaron a rodar yo ya me había comprometido con Things to Do in Denver When You are Dead y trágicamente no pude ir a España a rodar mi papel. Acabé hacien do mi semana de filmación en Los ängeles, en el barrio de Pasadena, en una casa española, en un campo de olivos un poco más al norte que parecía Andalucía. Al fin y al cabo eso es cine.

F: Con sus útimos proyectos parece que está cada vez más metido en las pequeñas producciones, de las independientes, ¿Es una coincidencia?

AG: No hay ninguna coincidencia. No es ningún accidente. También hago grandes producciones como la que estoy preparando ahora con Barbet Shchroeder, para Columbia. Cuando me contratan como actor, si me gusta el proyecto me lanzo. En unos casos puedo ser el arquitecto, como es el proyecto de La ciudad perdida, de mis discos, del documental sobre Cachao. Esos son mis proyectos y, cuando los puedo hacer, los hago. El resto viene de ciertas oportunidades sobre las que escoges. A unas dices que sí y a otras que no. Pero son decisiones específicas. No es que fuera lo primero que cayó en mis manos porque no tenía otra cosa que hacer.

F: ¿No le preocupa el rmbo de su carrera?

AG: A estas alturas nome preocupa mi carrera. Eso me pasaba cuando era joven, pero entonces me di cuenta de que lo más importante en todo este negocio era dar salida a esa necesidad creativa de expresarme y de actuar. Es algo que tengo que hacer sin tener en cuenta quién o cuánto me están pagando. Creo que ya he llegado a ese punto. Me gano la vida como actor, pero a estas alturas solo me tengo que concentrar en mi trabajo.>/P>

F: Pero, en ocasiones el trabajo le puede jugar malas pasadas, como fue el caso de Zorro, donde al parecer Antonio Banderas se quedó con un papel que le habían ofrecido o más recientemente con Cuando salí de Cuba, donde también le habían ofrecido un papel...

AG: Se dicen muchas cosas y no necesariamente todas son ciertas. En esta industria te ofrecen muchos papeles, pero no todos llegan a hacerse realidad. Yo también he leído lo de que me habían ofrecido el papel de Zorro, pero yo nunca he llegado a comprometerme para ese rodaje, que creo que ahora interpretará Banderas. Ya veremos...En cuando a Cuando salí de Cuba, todavía no he visto el fim. Conozco la historia porque me ofreciero el papel principal, y la verdad es que fue una de estas historias que rechacé porque me pareció muy estereotipada. Creo que luego la película ha cambiado bastante respecto a lo que yo leí, pero no la he visto, por lo que prefiero no hablar de ella.

F: ¿Le gusta participar en un rodaje o prefiere limitarse a permanecer en el camerino hasta que le llamen para su toma?

AG: ¡Por supuesto que me gusta meter las manos en la mas! Especialmente si al guión le hace falta ayuda. Eso ocurre muy a menudo. Los guiones siempre hay que trabajarlos. En mi oponión los buenos actores son buenos escritores y conocen por instinto lo que puede funcionar en una escena. Afortunadamente, así ha pasado con Andrew Davis, con quien colaboré tanto en el guión como en los aspectos artísticos del rodaje de Días de fortuna.

f: La banda sonora de Días de Fortuna contiene varios temas que ha compuesto usted. ¿Desde cuando tiene este interés por la música?

AG: Para mí, la música es como una religión que practico todos los días. Es un proceso orgánico. Toco percusión y piano. En ambos casos aprendí como pude, nunca lo estudié formalmente y creo que si hubiera comenzado más joven no hubiera llegado a ser actor. Amo tanto la música que hubiera sido totalmente feliz dedicándome a ello. Es la expresión artística más pura. Que te sale del corazón. Espero que mis personajes también me salgan del corazón y no del cerebro, pero la principal diferencia es que en la música no hace falta aprenderse el libreto.


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