Les entrego el alma en mis poemas,
a un alma que se desnuda sola,
con la inquietud impulsiva de una ola,
surgen los versos del cofre como gemas.
Ellos surgen musicales de mi mente,
irrumpen sus notas en mi silencio,
les escribo y la desnudez presencio,
de mi alma. ¡Son hijos del subconsciente!
Tuve incredulidad, niña, adolescente,
de sentir la necesidad imperiosa,
la urgencia padecida e inclemente.
Urgencia de deshojar cual rosa,
a mi alma apasionada, vehemente,
y exhibirla impúdica, escandalosa.
MI POESÍA
Polimnia, la lírica musa sugerente,
de la que mi mente la llegada ansía,
me ha insinuado ser profunda, elocuente,
diáfana, espontánea y audaz en mi poesía.
Yo le canto así, a los sentimientos,
de los hombres, a sus virtudes, a sus pecados
y a todo aquello que en mis pensamientos
en mi soledad de poeta he analizado.
Al amor, el imposible Amor perfecto,
que por dilecto sólo en sueños nos es dado.
Al vacío que sentí siempre en secreto
y que describo en un poema muy amado.
A la bonita inocencia del niño,
a mis seres queridos, a los distantes,
y a aquellos que ya ni mi cariño
puede traer a la vida unos instantes.
A la amada naturaleza inspiradora,
a la acacia, a la paloma, la rosa y los espinos,
a los lagos, a las fuentes, los ríos y a la anhelada
paz agreste de un umbrío bosque de pinos.
A la lluvia, a la brisa y al viento,
al fragor de la tormenta y al fulgor
de la luz, y al mar por el que siento
indescriptible, inexplicable, intenso amor.
Y a Ti que desde siempre has existido
y que todo el Universo has creado,
¡Oh Ser Supremo! ¡Oh Ser tan discutido!
¡Oh Espíritu Divino! Yo te canto.
ORACIÓN A HIPOCRENE
Yo monto en Pegaso y asciendo,
hasta el Helicón, monte fabuloso,
y bebo en la pródiga fuente,
las bellas ideas para el verso hermoso.
Hipocrene de agua traslúcida,
que inspiras al alma los bellos poemas,
hazme creativa, original y lúcida,
que mis versos sean cautivantes gemas.
