DE BROADWAY A MADRID


Adiós, Sally Bowles. Quedan apenas unas semanas para verla espléndida en Cabaret.

Casi la han visto ya un millón de personas haciendo lo mismo, o sea, cantar, bailar y actuar en Cabaret. Pero es que, además, el 12 de junio lo hizo en el Folies Bergère, de París, con motivo de la presentación del musical en la capital francesa. Todavía no ha bajado de la nube.

Lo de París, debe acongojar, por no decir otra cosa, ¿no?

Pues sí, había mucha ilusión, pero había también mucho miedo. ¿Tú sabes la gente que ha estado ahí? Me di una vuelta por los camerinos pensando: “Aquí habrá estado Chaplin o Josephine Baker o Maurice Chevalier; ¡Dios mío, dónde estoy!”. Y así, aguantando las ganas de llorar.

Pero tú eres nuestra Sally Bowles, que tres años son muchos años…

Sí, es mucho tiempo. Empezó como una relación de amor-odio, y llegué a decir: “Este personaje no lo aguanto”. Pero ahora tengo muy buena relación, con nuestras crisis, como todo el mundo.

¡Y ella no quería, oiga!

Pues sí, al principio me tuvieron que animar mucho mis compañeros de Un paso adelante para hacer el casting; yo, en el fondo, quería, pero me daba terror.

¿Eres muy tímida?

Sí, soy tímida e insegura, pero nada patológico. Hasta cierto punto, viene bien serlo, puedes hacer autocrítica y conservar la humildad, y eso es muy bueno para evolucionar.

Pocas como tú pueden decir que cantan, bailan y actúan.

Sí, al principio yo me sentía incomprendida y me decían: “Aprendiz de mucho, maestro de nada”. No se valoraba. Ahora ya sí, la gente joven se prepara muy bien.

El 16 de julio acaba Cabaret. ¿Qué vas a hacer el 17?

Lo único que quiero ahora mismo es tumbarme en el sofá de mi casa, no tener planes, disfrutar de la familia. Luego ya me iré de vacaciones y me pondré al día con el cine, el teatro y todo eso.

¿No irás a montar un grupo? Porque ya colaboraste con Aute en un disco y una gira.

No, no, de momento eso no está en mis planes. Tuve un grupo hace años, Urania, y grabamos una maqueta, pero no éramos constantes. Y lo de Aute fue muy bonito, me dejaba cantar De alguna manera en los conciertos.


Su mundo

Bio: Natalia Millán es de Madrid y nació un 27 de noviembre de 1969.
No le quita el sueño: Trabajar en Broadway.
Un recuerdo terrible: La gira por Latinoamérica con Jesucristo Superstar.
Un vicio: El tabaco. Ha recaído. Como Sally, fuma y no hay manera de dejarlo.
Fuente de energía: Su hija. Tiene ya 11 años y con ella es imposible perder la alegría de vivir.

ÁLVARO VICENTE - EL PAÍS , 23-06-2006


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