ðH www.oocities.org/es /neozaratustra/Nietzsche.htm www.oocities.org/es/neozaratustra/Nietzsche.htm .delayed x %oÕJ ÿÿÿÿ ÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÈ Sˆ q’ OK text/html pq¹y, q’ ÿÿÿÿ b‰.H Sun, 11 Apr 2004 17:11:23 GMT Mozilla/4.5 (compatible; HTTrack 3.0x; Windows 98) en, * %oÕJ q’
A diferencia de muchos de los filósofos anteriores, Nietzsche
no era sistemático. "El querer ser sistemático es una falta
de honradez", decía. Es decir, su filosofía no es el intento
de la construcción de una gran estructura mental con la que describir
el mundo de manera que todas sus partes se relacionen claramente con el
todo. En realidad, se asemeja mucho a una enorme colección de ideas
como piezas sueltas y dispersas por sus escritos, que se relacionan entre
sí mas que por razones lógicas, más bien por razones
estéticas o intuitivas. De hecho, algunas de estas ideas parecen
ser distintas o contradictorias entre sí y cambiar de un escrito
a otro, lo que hace muy difícil reunirlas todas e intentar construir
con ellas un sistema consistente, aunque algunos han creído que
era posible. Esto es porque, mientras que un filósofo típico
intenta ser más o menos como un arquitecto o constructor de una
estructura sin que le importe mucho la apariencia de la misma, mientras
que cumpla su función (describir una realidad), Nietzche más
o menos opera como un artista, que según le va viniendo la inspiración
va dejando caer sus ocurrencias en los libros. Por ejemplo, su libro más
importante, "Así habló Zaratustra" (en adelante A.h.Z) es
difícil de decir qué es exactamente: no es un compendio de
filosofia, no es un largo poema, ni un relato, ni la descripcion de un
paisaje, sino una mezcla de todo ello a la vez, en la que el orden, la
claridad y la cohesión interna tampoco están muy claros.
Pero eso no importa, porque el libro cumple su función: evocar ideas
filosóficas de algún tipo en el que lo lee.
Y es que ese es el problema de este filósofo-artista: no se
sabe exactamente lo que dice, aunque dice bastante, y algunos casos concretos
está muy claro. Pero eso mismo pasa con las obras de arte: cada
uno las interpreta o las entiende de una manera, incluso el artista tiene
la suya, desde luego, pero la función principal de una obra de arte
es la de connotar antes que la de denotar.
Esto ha hecho que hayan surgido muchas interpretaciones dispares de
la obra de Nietzsche, y esto sólo puede ser debido a una cosa: si
su obra solo fuera un caos de ideas aleatorias, no habría interesado
de manera alguna, pero hay algo, por lo menos en como estan escritas, no
olvidemos que Nietzsche era filologo antes que filósofo, que ha
servido para que muchos lectores posteriores creyeran ver en ellas la llegada
de algo nuevo y original al pensamiento, o más bien, como tambien
parece sugerir a veces Nietzsche, el recordar algo que no es nuevo pero
que siempre estuvo allí, y fue olvidado. Sin embargo, no olvidar
que el propio filosofo tambien preguntaba hacia el final de alguno de sus
escritos "¿Se me ha entendido?". Y también una curiosa advertencia
en el libro A.h.Z: "los poetas mentimos a menudo".
¿Y qué es eso de nuevo que trae Nietzsche en sus escritos?
Bueno, de entre el maremagnum de ideas y comentarios que se pueden sacar
de los libros, las que más han llamado la atención y han
sido consideradas más importantes, aunque también, por ello
mismo, sujetas a posteriores interpretaciones (o a nuevas inspiraciones
basadas en estas ideas), han sido las ideas de "Superhombre", "Eterno retorno",
y "Voluntad de poder".
No pondré aquí las explicaciones que otros han dado sobre
estas ideas, en qué consisten y como se pueden entender. Recomendaría
que cada uno buscara, ahora que es bastante fácil por internet,
la obra de Nietzsche y la leyera, pues pienso que como Nietzsche, a pesar
de ser tan curiosamente contradictorio de un libro para otro, no escribe
para filósofos profesionales, sino para que cualquier pueda leer
sus libros, no se requieren conocimientos especiales para leerle, por ejemplo
A.h.Z se subtitula "un libro para todos y para nadie", y es cada persona
que lo lea en última instancia quien debe juzgar qué quiere
realmente decir y sobre todo, qué le inspira y le trae de "cosa
nueva" leer sus obras. Pero diré lo que me han sugerido a mi estas
ideas, lo que yo creo que dice. No ignoro que muchos individuos y grupos
las han leído y sacado de ellas conclusiones que les han motivado
a realizar ciertos actos o a justificar o crear o complementar con algun
parecido nuevas teorías sociales y de otros tipos (Por ejemplo,
existencialistas, ciertos "nacionalismos" y grupos anarquistas o radicale
), pero esto, como ya digo, es casi lo mismo que el arte: cada uno interpreta
una misma obra de una manera diferente.
La idea del Superhombre, una sin duda que se presta a mucha meditación
y especulación, que lleva a la esperanza o al miedo, que ahora recuerde,
esta idea tiene algunos pasajes preciosos en A.h.Z (en particular las llamadas
"Tres transformaciones del espíritu": en camello, en león
y en niño, y la frase: "el hombre es un puente entre el mono y el
Superhombre"). Qué es el Superhombre ¿una nueva raza de hombres?
Creo que no es esto en lo que pensaba Nietzsche, aunque puede que llegue
a tener cierta analogía, incluso con el devenir del tiempo si la
ciencia o las circunstancias llegaran a hacer esto verdad. El Superhombre
es el hombre que siempre anhela ir más allá de sus limitaciones,
que intenta super-ar todo lo que es ordinario, mediocre, repetitivo, lo
que le hace ser poco más que un mono al que se le ha regalado una
razón y unas capacidades que desperdicia de la manera más
tonta. No existe mucho interés por parte de ciertos grupos de poder
porque los hombres sean algo más que cosas predecibles para los
estudios de mercados, las votaciones "democráticas", el control
por parte de la Hacienda, y otros mecanismos de dominación existentes.
El Superhombre no es como el que se deja arrastrar por las opiniones de
los demás ni va gritando por la calle consignas que no entiende
bien.
El Superhombre es todo lo contrario de un ser al que engañar
con halagos demagógicos. No es un hombre-masa, aunque puede camuflarse
con la masa si lo cree necesario, ni alguien dominado por los vicios o
el morbo, o alguien que crea que el valor de una persona esta en razón
directa de todo el dinero que tiene o incluso el poder que maneja. Ni alguien
que se mueva por miedo a divinidades manejadas como títeres por
sacerdotes engreídos que pactan con políticos que son los
primeros que no se creen esas divinidades excepto cuando los sacerdotes
puedan usarlas para amansar al rebaño que los políticos quieren
explotar. Supongo, que el Superhombre es todo el que abandona todas esas
y otras limitaciones para, como dice Nietzsche en A.h.Z, "llegar a ser
quien él es", frase que entiendo desde mi punto de vista, lograr
ser mentalmente independiente de los demás, hasta que todos sus
deseos y pensamientos brotan de una única fuente: él mismo.
Hasta ese momento, todos los que no han logrado esta superación,
están como condicionados por la tupida red mental creada por las
sociedades: quieren lo que quiere todo el mundo, sin cuestionarse seriamente
por qué, repiten los mismos rituales tanto seculares como religiosos
que han aprendido en su comunidad sin preguntarse qué hay detrás
realmente de cada uno de ellos, y en ese clima de inercia mental, dicen
incluso las mismas palabrotas que han oído en la calle sin preguntarse
siquiera quien fue el que las creó ni por qué al cabo de
tiempo todos las estan repitiendo como loros. Repetir gestos aprendidos,
no creados por uno mismo, es parecido a lo que hacen los monos. Pero los
verdaderos creadores, esos están más allá de ello.
Ellos crean valores nuevos. Y como dice Nietzsche, "los creadores son duros".
En un mundo de monos-hombre (que no de hombres-mono), un hombre de verdad
es el rey.
Pero en este mundo, incluso los reyes que vemos son apenas algo más
que monos astutos. La incapacidad para asumir valores nuevos es otra caracteristica
de los monos-hombre: para ellos, todo lo nuevo puede ser malo, porque han
olvidado que hubo tambien un tiempo en que incluso sus viejas costumbres
eran nuevas y sin embargo se impusieron: ahora las siguen por miedo y/o
comodidad. El Superhombre debería estar más allá de
todo eso. El Superhombre piensa realmente por sí mismo, e incluso
debería de pensar dos veces hasta estar seguro de que es él
realmente él que decide, y no la manipulacion de los que se creen
jefes de manada. La capacidad para resistir el control y la demagogia externas
es lo que llamo "independencia mental". Permite que incluso uno resista
a sus propios trucos mentales para caer en los vicios que acechan a los
hombres en multiples formas, de manera que acabe haciéndose así
su Verdadera Voluntad, y no la de los parásitos. Incluso aunque
el Superhombre no llegue a cumplir sus objetivos, no será porque
el no se haya esforzado hasta el límite de todo su poder.
En un mundo de Superhombres, cada individuo sería como un fuerte
pilar con el que habría que contar. Se acabarían los insultos
solapados, las indirectas, el vituperar a la gente por tomar sus propias
decisiones. Y el gobierno que se manifestara, si hubiera alguno, sería
una verdadera expresión de la voluntad del pueblo, sin que este
estuviera arrastrado por líderes aduladores que les hablaran de
ideas aglutinadoras y camelos: cada uno sería realmente el jefe
de sí mismo, sin tener porque darle más importancia a ideas
ya trasnochadas de nacionalismos, partidismos y similares: lo que importaría
sería saber con quienes se cuenta y hasta qué punto van a
llegar. Cada uno mostaría su adhesión a una causa no para
pegarse a ella con cola, sino como una muestra de que apoya esa causa pero
no se apoya en ella. Cada uno sería lo más importante para
él, pero cedería para los demás en tanto en cuanto
que el resultado fuera ventajoso para él y para los que quiere,
no como ciertas ideas que han estado inculcando durante siglos para hacer
de los hombres robots de combate y producción: todo para la causa,
y la causa para el jefe.
En cierto modo mi interpretación del Superhombre está
mas cerca de la anarquista que no de la totalitaria, pero es que es cierto
que la idea de Superhombre fue interpretada para que sirviera para justificar
en parte ideas totalitarias y nacionalistas. Pero incluso Nietzsche, al
que al final, no le gustaban los alemanes, e incluso llego a pensar que
él era polaco, desdeñaba las ideas de este tipo, incluso
en cierto pasaje se muestra contra el militarismo. El sabía que
iba a ser mejor entendido fuera de Alemania. Decía que los alemanes
eran idealistas, cosa que no le gustaba. En una ocasión se burló
de esta manera: "¿Quien es el hombre perfecto? El funcionario de
Estado, porque está constantemente empollando". Otro rasgo curioso
que debe decirse es que Nietzsche, en realidad, sentía respeto por
los judíos, a los que incluso llamaba "pueblo europeo", lo cual
echa por tierra lo que dicen algunos que intentaron usar su obra para justificar
ideas de nacionalismo con discriminación racial.
Tambien ha habido quienes conciben al Superhombre como un ser despiadado,
brutal y egoísta, que solo cree en la ley del más fuerte,
y que esa ley es la que conduce a la brutalidad. Pero no tiene por qué
ser así: nunca nadie es el más fuerte en todos los aspectos
que ningún otro, y dejarse llevar por el vicio o la brutalidad de
nuevo lleva de vuelta al mono o a algo peor. Respecto al egoísmo
e insolidaridad del Superhombre, recordare una frase de Nietzsche: "Ayudate
a tí mismo y los demás te ayudan". Piensen si han visto algo
parecido últimamente. Se sorprenderán de la respuesta.
En cuanto a la "Voluntad de Poder", la veo directamente conectada con
la idea de Superhombre. Como esa manifestación del moverse continuamente
en busca de un objetivo, así como de ensanchar las capacidades de
lo que un ser es capaz de hacer. El filósofo plantea que el objetivo
de la vida, de los seres vivos, es, antes que el de mantenerse con vida,
el de progresar y de aumentar su vitalidad y su poder, aunque sea a través
de las generaciones sucesivas. Esta clara la relación de esta idea
con la de la evolución. "¿Que es lo bueno? Todo lo que da
poder, el poder en sí. ¿Qué es lo malo? Todo lo que
hunde sus raices en la debilidad". El poder no creo que sea ciego, caprichoso,
insensato (eso ya lo vemos, así como sus resultados, en los lideres
de hoy en día, que estan bien lejos de la belleza y de la prudencia
filosóficas, ya sea de este filósofo o de cualquier otro,
desprecian en realidad toda filosofía, e incluso toda intención
filosófica para revolcarse en tópicos y afirmaciones baratas,
cuando no pura chulería) en los que realmente hacen "bueno" el tener
poder. La voluntad de poder, pues, para conseguir objetivos nuevos... ¿y
cuales podrían ser? Aparte de solucionar los problemas del mundo,
otros nuevos desafíos que algún día habrían
de plantearse. Nuevas cuestiones y nuevas ideas y concepciones que aún
han de nacer. Como se dice en el libro "Aurora" ¡hay tantas auroras
que aún no han despuntado!. Y la voluntad de poder ha de llevar
a acabar con todo lo que es rutinario, mediocre, ordinario, bajo, y traer
cosas nuevas al mundo.
Otra idea de Nietzsche es la del Eterno Retorno. Esta idea parece que
solo se muestra en A.h.Z y es el concebir el Universo como un ciclo: al
cabo de incontables eones de duración, debido a que existe un límite
de posibilidades de combinación de toda la materia y energía,
volveran a repetirse exáctamente todas las mismas combinaciones
que se han dado en un momento dado, y como volverán a repetirse
otras infinitas veces, sin que el tiempo que tarde sea problema, una vez
y otra volverá a pasar exactamente lo mismo. Todo volvera a repetirse,
y de hecho ya se ha repetido infinitas veces antes, indefinidamente en
el pasado, y ocurrirá indefinidamente hacia adelante en el futuro.
Esta idea del Eterno Retorno, que en realidad ya era conocida por los
mismo Pitagóricos, y esta presente en algunas religiones, se le
ocurrió o le vino a la mente en cierto momento durante la redacción
de A.h.Z., razón por la cual la incluyó en el libro. Significa
que el mundo es una completa cárcel, no hay salida hacia otros universos,
por tanto, todo lo importante, la fuente de toda la libertad y de toda
la esclavitud estan encerradas en el universo. Eso sólo puede estimular
el deseo de llevar a cabo la Voluntad de Poder, de hacer, disfrutar el
máximo en cada momento, el saber que lo que uno hace es lo que siempre
hizo y por ello se obtiene una gran alegria y una gran tristeza a la vez.
Pero esta idea del Eterno Retorno no esta probada de modo alguno, ni siquiera
por la física (en realidad, tampoco se puede rechazar por la física,
existen modelos cosmológicos, aunque no tengan el éxito del
Big-bang, que postulan un universo que ha existido desde siempre, o incluso
que puede repetirse en indefinidamente a través de ciclos de Big-Bang
y Big-Crunch, su opuesto). Es la única cosa que proporciona a la
filosofía de Nietzsche algo parecido a un "algo más" de las
religiones. Estas ofrecen la trascendencia del mundo, por lo que en cierto
modo es como si aborrecieran del mundo ordinariamente sensible, ofreciendo
paraísos externos, en cambio, el Eterno Retorno ofrece la "imanencia"
del mundo: este mundo es lo más divino que existe, a la vez que
lo más terrible. Otras filosofías tienen ideas distintas
sobre el tiempo y la eternidad y no conciben el Eterno Retorno.
Yo por mi parte pienso que el Eterno Retorno, la idea, puede haber
estado causada por una sensación "dejá vu" experimentada
por el filósofo, según él, parece ser que se le ocurrió
mientras estaba mirando una gran roca. Y puede ser que también estuviera
causada por algo que es un retorno, pero que lo molesto que es lo convierte
en una pesadez parecida a algo Eterno: la repetición continua de
ideas o sensaciones molestas y trasnochadas en la mente, como si no se
pudiera ir más allá de ellas.
Esto tiene que ver con algo que a mi particularmente me ha llamado la atención, y es lo que él llama "El espíritu de la Pesadez". Considero que eso es la suma de todas las ideas negativas, represoras que la moral y la rigidez mental nos han ido inculcando de manera que se han convertido en un lastre para que podamos avanzar, al obligarnos a pasar siempre por los mismos caminos trillados y a sufrir innecesariamente sólo para que ciertos poderes del mundo puedan alimentarse con la cosecha que obtienen por la manipulación de la masa. Esto es por lo que él emprendió una campaña contra la moral y para demostrar que los valores en realidad no son lo que se cree que son, que, como dice en otro libro "es así, pero podría ser de otra manera", y que no existe razón alguna para que uno siempre tenga que seguir adorando a los ídolos que otros fabricaron. Cosa que como podemos ver, se hace tan frecuentemente.
De los libros que escribio Nietzsche, los más importantes que tiene son para mí "Humano, demasiado humano", "Aurora", "La gaya ciencia", "El caminante y su sombra", "Así habló Zaratustra", "Más allá del bien y del mal", "El ocaso de los ídolos", "Genealogía de la moral", y "El Anticristo". El estilo de los libros varia de uno a otro, incluso algunos están dividos en partes. Los primeros son más heterogeneos en contenido que los posteriores, y en ellos se encuentran desde parrafos donde se nos cuenta sobre alguna opinión, hasta en ocasiones poesías (al final o al principio del libro), textos en forma de diálogo, e incluso nada más que exposiciones de pensamientos que ocupan sólo una o unas pocas frases, llamadas máximas. Este estilo filosófico literario ya se había hecho bastante a menudo antes. Unas máximas que son particularmente famosas son estas: "Quien lucha con monstruos debe evitar convertirse en un monstruo", y "Cuando miras a un abismo, el abismo te devuelve la mirada". Yo por mi parte me he fijado en una que dice: "La ociosidad es madre de todo psicología. ¡Vaya! ¿Será tambien la psicología un vicio?". No está claro lo que quiere decir con sus máximas, pero ahí están por si a alguien le sugieren algo nuevo o provechoso.
También es cierto que tenía proyectado escribir un libro,
al que probablemente iba a titular "Inversión de los valores", en
el que quizá por fin aparecería todo su pensamiento de forma
sistemática, en el que se pudiera ver como cimentar un nuevo mundo
basándose en las ideas que habían ido ya apareciendo, uno
que no tuviera que ver con los valores que ya habíamos visto que
denunciaba: la falsa solidaridad, la hipocresía de los moralistas,
la demagogia para la masa, el aborregamiento, el culto debilitador a ídolos
manejados por los poderosos, todo eso para ser sustituido con una nueva
concepción de la existencia libre de la falsa moralina. Una que
no pudiera ser usada para camelar. El reivindicar los auténticos
valores de la vida. No pudo escribirlo, pero antes de eso escribió
otro que se llama "Ecce homo" en el que cuenta su vida y las razones por
las que escribió los libros anteriores. Esto es debido a la enfermedad
que había padecido durante mucho tiempo y contra la que lucho sometiendose
a una dura disciplina: "Hice de mi voluntad de vivir y de estar sano una
filosofía".
No creía en ideales ascéticos, sin embargo, y mostraba
lo que había en ellos, en un texto titulado "¿Qué
sentido tiene todo ideal ascético?". Consideraba que gran parte
de las buenas ideas de los pueblos antiguos, griegos y romanos, se habían
perdido, su concepción, como el la llamaba, concepción "aristocrática
de la vida", a causa de la llegada de unos valores que ensalzaron el debilitamiento
de la vida, la autohumillación, el deshacerse enteramente en los
demás, la anulación de los egos, el considerar que la pobreza
intelectual y de espíritu eran o podían ser mejores que lo
contrario. Naturalmente, dichas ideas eran por supuesto hipocritas, los
que las predicaban eran los primeros en no creérselas, pero consiguieron
aliarse con todos los que engatusaron para hacer que esta "filosofia de
los miserables" (Como dice en algún sitio "El Evangelio de los viles
envilece"), se extendiera y trajera así un sistema bajo el cual
lo autenticamente valioso siguio haciéndose, solo que ahora impuro,
falso, y de tal forma que toda crítica contra este enmarranamiento
de las buenas reglas de la vida no pudiera hacerse (el hacerlo habría
sido como lo que hoy en día se llama "hablar de forma políticamente
incorrecta"), y no solo se enturbió así una concepción
fuerte y sana de la vida, se mentía continuamente sobre la verdadera
naturaleza de las cosas, si no que además ello evitó que
la concepción adecuada se hubiera seguido desarrollando durante
los siglos que se perdieron, y trayendo así un mundo mejor que él
que al cabo de todo ese tiempo se ha tenido. Se perdieron siglos de tiempo
y sólo la llegada de épocas como el "Renacimiento" permitieron
volver un poco a la idea más pura y menos falsa y manchada de lo
que es la vida, el mundo y las relaciones.
Únicamente se podría ver que pueblos que no estuvieron
enturbiados por estas ideas adormecedoras y debilitantes, que conservaron
su fe en los valores auténticos, han recibido su premio, pues se
han puesto en seguida a la cabeza de las naciones. Un ejemplo es Japón,
cuyos valores se parecen bastante más a esos que tenían los
antiguos griegos y el resultado es que los mismos, el honor, el valor,
la busqueda de la verdad ante todo y cueste lo que cueste, combinados con
una autentica solidaridad y no con esa falsa drenadora de fuerzas, le encumbraron
tecnológicamente pasando de ser un país medieval a estar
entre las naciones más avanzadas del mundo. En cambio, otros pueblos
en los que la moralina, el falso "soy enteramente de los demás",
los cultos hipócritas, la devoción por un folklore que no
enseña nada más que a revolcarse en el vicio y otros defectos,
todavía arrastran, incluso después de haber tenido acceso
incluso antes que Japón, a lo mejor de la ciencia, esa debilidad
estructural como un lastre. Incluso las historias y el arte de Japón
todavía enseñan de alguna forma los valores aristocráticos
de la vida.
¿Y de donde viene esta tradicion de debilitamiento moral? Bueno,
pues aunque está comentada en toda su obra, en parte de las extrañas
ideas que sobre Dios y el mundo se introdujeron en la Europa occidental
desde hace dos milenios. Anteriormente los pueblos de Europa tenían
tradiciones politeistas, la idea de divinidad estaba allí presente
y sin duda servía de modelo de comportamiento a sus seguidores,
que no eran creyentes ciegos y fanáticos como ahora: para ellos,
incluso los dioses de otros pueblos podían ser los mismos con otros
nombres, y eran de modelo en tanto que encarnaban también una forma
de ver las cosas más pura y sana. Pero llegaron, gracias a la permisividad
que esos mismos "creyentes" (que no eran generalmente tan absurdamente
esclavos de sus dioses como otros creyeron que deberían ser), unas
tradiciones orientales con ideas extrañas y se combinaron además
con ciertos cultos recién creados, que tenían como objetivo
difundir la fe en dioses más dispuestos a promocionar a los menos
favorecidos de la sociedad, y la combinación de estas dos cosas
proporcionó el caldo de cultivo para que después, el Cristianismo
llegara como un gran hervor difundiendo sus ideales por las que toda persona
seria considerada exactamente igual que las demás en una nueva sociedad,
pero esto era lo que se dijo que se iba a hacer, pero lo que no se hizo.
Así una gran cantidad de falsedad penetró en el mundo antiguo,
los valores buenos que ya había (conocidos y comentados ya por los
autores griegos y romanos) se debilitaron o mancharon, y entre otras
cosas sirvió para contribuir al hundimiento del imperio romano.
En su última obra "importante", "El Anticristo" (aunque hay que decir que posiblemente la traducción del título alemán sea incorrecta y se debería haber traducido "El Anticristiano") nos cuenta cual fue según él el verdadero origen del Cristianismo. Titular a su obra (y a sí mismo) "El Anticristo", constituye un desafío de primer orden, puesto que una antigua creencia del Cristianismo dice que algún día vendria alguien que se haría pasar por "Cristo" y arrastraría a "mucha gente". El Anticristo no es alguien, según esta creencia, que vaya contra Cristo, sino alguien que le suplanta, engaña a la gente para hacer creer que están siguiendo a Cristo pero en realidad no lo hacen. Pero otros dicen que sí, que el Anticristo realmente dice cosas contra Cristo.
No obstante hay algo que es preciso recalcar sobre esta creencia: cuando el Cristianismo se creó en el mundo antiguo, el tomar ideas nuevas, robarlas y modificarlas para crear un nuevo culto que se pareciera a otros (naturalmente para ganar dinero y/o poder sobre sus engañados seguidores), era una práctica que estaba al orden del día. Todavía se lleva a cabo hoy. Eso es por lo que al poco tiempo de iniciarse el cristianismo ya empezaron a surgir por todas partes disensiones, herejias (en realidad, herejia significaba originalmente "opinión", no tenía el caracter peroyativo que luego tenia, surgia simplementa dado que, al ser tan ambiguos los "textos sagrados" (y eso que venían de una "inspiración divina."...), era inevitable que cada uno viera en ellos lo que quería ver y esa opinion sobre lo que significaban era el nacimiento de una nueva herejia), y además el éxito de este movimiento motivo el plagio de textos, la aparicion de nuevos "escritos sagrados", con añadidos, cambios, correcciones y expurgaciones, de sectas que surgían espontaneamente sin estar ligadas a sectas anteriores, etcétera. De este caos que pronto surgió quedó claro que el pastel que las ideas del cristianismo producían era muy goloso, tanto como para que más individuos perspicaces se apuntaran por su cuenta a esta nueva religión para luego crear su propia "Iglesia" (en el sentido antiguo, Iglesia significaba "Reunión de los que tenían una misma religión", y no como ahora que es una especie de club al que a bastantes los asocian sin pedirles su opinión), que no hubo una "ortodoxia" lo suficientemente fuerte desde el principio como para poder estar al tanto y mantener la cohesión del grupo original, si es que hubo tal grupo, y desde luego no existían por entonces cosas como el copyright, ni registros de asociaciones. ¿Qué sucedió? La lucha por el poder y por "demostrar" que cada una de las nuevas iglesias, con ideas propias e ideas copiadas y cada vez más distorsionadas de las que fueron parte del "nucleo original", era la "auténtica", les llevó a crear todo tipo de artificios para maldecir a todos los que no se adaptaran a su propia corriente. De ahí que se crearon en los textos, los que fueron manipulados, reescritos con añadidos (Evangelios incluidos, como esta probado que ocurrió) figuras para demostrar y probar que tal iglesia era la "auténtica" y por tanto debía ser obedecida, así como, ya que era previsible que algunos se aprovecharan de la figura de Cristo para manejar a los demás, de una figura engañosa sobre la que advertir que no sería la autentica, a la que se llamaría Anticristo. De esta manera intentarían cubrir a su "potencial rebaño" contra embaucadores presentes y futuros, pues ya conocían cuan abundantes eran, desde luego, incluso los mismos embaucadores.
Pues bien. Lo que Nietzsche viene a decir en su libro no es ni contra
Cristo ni a favor: lo que viene a demostrar es precisamente esto: el Cristianismo
no es una creación de Cristo sino de alguien que supo convertir
el Cristianismo en el "Negocio del Milenio". Ese advenedizo fue San Pablo.
Si alguien fue precisamente el "Anticristo" par excellence fue él.
El nunca conoció personalmente a Cristo, el sólo tuvo una
alucinación en la que ni siquiera Cristo le contó "nada"
nuevo, el perseguía a los primeros cristianos, el además
tenía sus propias ideas sobre lo que era el Mesías de los
judíos. Y sin embargo, este ser mezquino, llamado "Apostol de los
gentiles", se atrevió a darle lecciones a los mismos apóstoles,
a escribir libros con sus desvaríos para que luego fueran parte
de la doctrina y sus tonterías se convirtieron en gran parte de
los desarrollos teológicos y morales posteriores. ¡Y todo
esto porque a este ansioso de poder le salió de las narices! Y sin
embargo así fue como su nefasta influencia logró que esta
nueva religión comenzara a expandirse por el Imperio Romano al tiempo
que se iba corrompiendo y convirtiendo en una nueva y exitosa escuela de
poder, cinismo e hipocresía sin límites.
Y así es como llegamos a ver que el Cristianismo, que podría
haber llegado a ser otra cosa, se convirtió en una parodia de lo
que era en origen, y todo ello gracias a miríadas de infelices engañados
oportunamente por los listillos y demagógicos que durante siglos
les contaron las cosas al revés de como son y les enseñaron
que una lógica pura es una lógica corrompida siempre que
no llegue a las conclusiones que ya de antemano han tenido los jefes del
grupo.
Así es como la ciencia perdió el norte y la moral se
atascó y empobreció en su desarrollo. Pero las fuerzas que
impulsan el desarrollo correcto siempre vuelven otra vez a surgir. Eso
pasó con el Renacimiento y pasa con la llegada de todos aquellos
que discrepan de lo "oficial". Pero para Nietzsche, fue precisamente por
culpa de los alemanes por lo que las cosas no siguieron su propio curso
regenerador, en especial por culpa de Lutero por haber creado la Reforma
Protestante, con lo cual se produjo una nueva vuelta atrás cuando
el mundo empezaba en la época postrenacentista a quitarse de encima
el adormilamiento de siglos. Según él, por su culpa todo
retrocedió cuando los valores aristocráticos se empezaban
de nuevo a imponer en Roma. Así termina el libro del "Anticristo"
en el que propone una nueva ley para acabar con toda la tontería
inculcada durante siglos.
Una última cosa puedo decir antes de terminar, es una frase que es "Todos los grandes espíritus son escépticos". Frente a las corrientes que intentan hoy en día avergonzar (otra frase de los libros es "¿A quien llamas malo? A quien siempre quiere avergonzar") a todo el que no piensa dentro de los parámetros establecidos, una saludable discrepancia debe ser mantenida. Frente a movimientos, modas y discursos populacheros y mesméricos, debe de rescatarse la importancia del individuo frente a las grandes MENTIRAS que agrupan a todo un grupo, un colectivo, un país, lo que sea, para alabarlo, o denigrarlo, o venderle, o comprarle, o arrastralo, o conquistarlo, o decir que se hace "lo mejor por el colectivo, por la masa". Todos esos falsos "demócratas" que presumen de que son lo mejor que le ha ocurrido a la sociedad y al mundo, pero que a la hora de la verdad no toleran ni la más minima opinión discrepante sin lanzar encima de otro todos sus demonios personales, es decir, esos seres repulsivos que intentan crear en nosotros el Espíritu de la Pesadez, todos esos son la peor calamidad pública que hay que soportar. Todavía hay quienes sacan a Nietzsche de los planes de estudio de filosofía de bachillerato o lo enseñan en la clase de religión para ridiculizarle. Recuerdo personalmente como en un libro de estos ultimos decían: "Lo que pasó es que Nietzsche no conoció a gente que le enseñara el cristianismo con garbo." Pero creo que si a él le hubieran dicho algo así habría respondido "cristianismo con garbo es un oximorón". (Oximorón: como blanco-negro e inteligencia-militar) Visita si quieres este enlace para acceder a las obras de Nietzsche http://www.nietzscheana.com.ar