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Profesor de Universidad
Como ser un buen profesor de Universidad.
1. Dedica ocho meses a explicar 7 temas de la asignatura, y cuando
falten quince días para el último examen, da un vistazo general
a los otros 23. Pon en el examen sólo preguntas que conciernan a
los 5 últimos. Tu te distribuyes el tiempo como quieres y preguntas
lo que quieres.
2. Planifica la programación de la asignatura de manera
que el 98 % de la misma sea el comentario y desarrollo de la dicha asignatura
en la prehistoria y la edad media, junto con explicaciones detalladas de
todas las teorías obsoletas y desfasadas, dejando que sean los propios
alumnos los que por su cuenta y riesgo averigüen cual es el estado
actual de esa ciencia.
3. Llega a clase con mínimo unos 20 minutos de retraso
para que los alumnos puedan tener tiempo de confraternizar. Márchate
10 minutos antes de que acabe la clase, por idénticas razones.
4. Entretente en la explicación pormenorizada de las partes
fáciles de cada pregunta del temario, y pasa corriendo por las difíciles,
sobreentendiendo que los alumnos ya serán capaces de entenderlas
por su cuenta.
5. A mitad de la clase, detente para contar algunas anécdotas,
aunque no vengan a cuento.
6. Quéjate de tus problemas personales, tengan o no que
ver con la asignatura. Estas trabajando y tienes derecho a estar de mal
humor, qué narices.
7. Falta bastantes días por asistencia a congresos, y
cuando estés de vuelta, pregunta a los alumnos por detalles de las
cosas que no explicaste esos días, pon nota, y sigue el programa
como si esos días lo hubieras estado dando.
8. Cuando hagas un ejemplo, pon una trivialidad. Pregunta cosas
no triviales en los exámenes. Así los alumnos tendrán
que esforzarse.
9. Usa la expresión: "La demostración se deja como
ejercicio" a menudo. Deja que sean los alumnos los que averiguen la justificación
de cualquier teorema o ley o principio.
10. Insulta a los alumnos echándoles en cara su cobardía
por ser ellos 300 y tú solo uno, frente al peligro. Así se
verá lo valiente que eres. Échales en cara su inutilidad
y su incapacidad para enfrentarse a las circunstancias.
11. Haz exámenes privados para ciertos alumnos para que
tengan más posibilidades de sacar nota más alta que el resto.
Son leyes privadas.
12. Consigue que algunos alumnos te hagan trabajos de investigación
y luego atribuyete el mérito. Puedes llegar así a premio
Nobel, dirigiendo equipos y luego aprovechándote de sus descubrimientos.
Normalmente, si se sienten utilizados, pero lo has organizado bien, no
tendrán forma de probar que el mérito es sólo suyo.
13. Haz test de cadena, de manera que sólo puedes aprobar
cada pregunta si la anterior estaba bien contestada. Tus alumnos te querrán.
14. Ciertos días no des clase, limítate a quejarte
del gobierno o de los otros profesores ante los alumnos. Es libertad de
cátedra.
15. Intercambia notas más altas por favores personales.
Es la ley de la selva.
16. Exige para aprobar requisitos de círculo, esto es,
que para poder aprobar un alumno tenga antes realizado un trabajo o aprobada
una asignatura a la que sólo puede acceder si esta aprobada la asignatura
en cuestión. De esta manera aprenderá a resolver estos círculos
viciosos.
17. Haz preguntas en los exámenes de manera que sólo
puedan aprobar los alumnos que se hayan leído el libro que a ti
tanto te costó escribir y que les vendes bajo cuerda en tu despacho.
18. Llévate los manuales más necesarios de la biblioteca
a tu despacho, para que los alumnos no los encuentren allí. Hazlo
aunque ya tengas en tu despacho otros libros que explican exáctamente
lo mismo.
19. NUNCA, NUNCA, NUNCA estés en tu despacho a la hora
de tutorías que especificaste. Enseña a los alumnos que si
quieren encontrarte, que te busquen.
20. El despacho de un profesor es su castillo, trata a los alumnos
que entren como si fueran tus vasallos.
21. Dedica más de las tres cuartas partes de la clase
(de tiempo efectivo, esto es, descontando de los cincuenta minutos que
dura cada una los veinte que tardas en llegar y los 10 que tienes que marcharte
anticipadamente por razones oscuras) a discutir con los alumnos cuando
debería de ser la fecha del examen y qué debería entrar
o no en el mismo. Haz esto todos los días posibles.
22. Acuerdate de preguntar a los repetidores por lo que se dió
el año pasado para ver si se acuerdan o no. Si se acuerdan, di:
"¿Y por qué no aprobaste?". Si no se acuerdan, di: "No me
extraña que suspendieras".
23. Di que el temario será el mismo del año pasado
y luego explica temas diferentes. Pregunta en el examen por los temas del
año pasado. Si se te quejan, di "Yo ya dije que el temario sería
el del año pasado".
24. ¿Los alumnos se fotocopian exámenes de años
pasados? Busca preguntas que:
A) No tuvieran el más remoto parecido con lo que se ve
en esos exámenes.
B) Pon las mismas preguntas que en esos exámenes, pero
cambiando de forma sutil algunos de los parámetros o condiciones,
de manera que al aplicar los métodos de esos exámenes el
resultado sea completamente erróneo.
Así aprenderán que lo importante no es aprobar,
sino aprobar.
25. Procura redactar las preguntas de los exámenes de
forma ambigua y poco clara, para que el alumnos se esfuerze aún
más entendiendo la pregunta. Por ejemplo, si durante todo el curso
usaste una palabra para designar un concepto muy usado y ya dominado por
la mayoría de los alumnos, en lugar de esa palabra usa un sinónimo,
generalmente uno poco conocido de la misma o que sólo mencionaste
alguna vez de pasada, como diciendo: "También algunos autores usan
X en lugar de Y para referirse a". Si usaste Y durante el curso, pon X
en el examen.
26. Deja erratas y faltas de ortografía en la redacción
de las preguntas del examen. Quita puntos por las faltas de ortografía
que encuentres en las respuestas del examen.
27. Haz que algunas de las respuestas de test sean lo más
autoreferentes posibles, por ejemplo: " a) Si esta respuesta es correcta,
b) también lo es", de esta manera, además de comprobar lo
que saben tus alumnos también verás hasta donde llegan con
la lógica simbólica.
28. Haz un test que es necesario pasar y luego pon un problema.
El test no puntuará, será lo más difícil posible
y habrá que sacar la nota más alta. El problema en cambio
estará trillado, pero el más mínimo fallo lo invalidará
todo.
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