El poeta

Índice de parte de la obra poética martiana

10 de octubre
I Brigada - 113
A Adelaida Baralt
A bordo
A Enrique Estrázulas
A Fermín Valdés Domínguez
A Hortensia Lechuga
A Isabel Esperanza Betancourt
A Isabel Aróstegui de Quesada
A la palabra
Al buen Pedro
Al Doctor Ulpiano Dellundé
A Leonor García Vélez
Al extranjero
A Melitina Azpeitía
A mi madre 
A mis hermanos muertos el 27 de noviembre
A Néstor Ponce de León
A Nicolás Domínguez Cowan
Cada uno a su oficio
Cocola: La tormenta
Dolora griega
Dos milagros
En estas pálidas tierras
En ti encerré mis horas de alegría
Haschisch
Ismaelillo
Juguete
Los dos príncipes
Linda hermanita mía 
La perla de la mora
Los zapaticos de rosa
María
¿Qué quieres tú que te escriba?
Rimas
Tamanaco, de plumas coronado
Tienes el don
Yugo y estrella
Mis padres duermen
Versos Sencillos

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Martí, el poeta.

página dedicada a los insignes Ariguanabenses Ángel Valiente y Ana Núñez Machín
Con especial cariño a  Roberto Alemán, poeta  repentista

A Melitina Azpeitía

 

  1894

 

 

No sé, Melitina hermana,
que en este mundo haya cosa
como la mañana hermosa
en una selva cubana.

     Primero es perla dormida
que va despertando al coro;
y luego la perla es oro,
y luego fragua encendida.

     Prenden el cielo cambiante
vivas llamaradas rojas:
el sol, por entre las hojas,
reluce, como un brillante...

     Mas calla de pronto, calla
la Naturaleza toda:
cesa, con susto de boda,
la magnífica batalla.

     ¡Y por el claro horizonte,
y por la pálida tierra,
vibra, cual canto de guerra,
la voz del clarín del monte!

     Selva es mi Cuba, arropada
entre tristísimos velos,-
selva, que ya ve en los cielos
la luz de la madrugada.

     Y tú, Melitina mía,
con tu voz dulce y sonora,
eres el clarín de aurora
de nuestra selva sombría.