Despues de ser humillado en el falso Paquisha en enero de 1981 el Ecuador procuró armarse mejor y se preparó durante 14 años para realizar su cobarde agresión, dentro de su plan estratégico para tener un acceso soberano al río Amazonas, así lo demostraron fuentes del Pentágono que descubrieron un siniestro plan ecuatoriano "trabajado" durante 14 años.

Desde lejos vino la información de una cercana como traicionera amenaza. Fuentes del Pentágono sacaron a luz en los primeros días de marzo de 1995 la espeluznante intención intervensionista. Analistas de Estados Unidos de Norteamérica llegaron a conclusiones concluyentes: Los ecuatorianos se prepararon durante 14 años para la invasión contando desde "el inicio de las acciones" con no menos de 8,000 soldados.

En su momento no le quedó otra cosa al bravucón y fracasado presidente ecuatoriano Sixto Duran Ballén que confesar que sus ambiciosas fuerzas armadas durante casi tres lustros "se habían preparado convenientemente". El objetivo no era otro que invadir el Perú, afirmaron los expertos en inteligencia.

La información que habría sido recogida mediante dispositivos de inteligencia electrónica, a través de la intercepción de sistemas de comunicación radial y telefónica, puso en evidencia que Ecuador tenía planeada una "guerra total" contra el Perú.

Trascendió igualmente que el principal estratega de la absurda ofensiva contra el Perú fue el Gral. de División EE Paco Moncayo Gallegos, quien desde febrero de 1994 "inició una serie de conferencias y reuniones de comando para exponer los conceptos y fundamentos del citado Plan", como señala la fuente, añadiendo que a las reuniones del estado mayor conjunto de las fuerzas armadas ecuatorianas asistieran "sin dudas ni murmuraciones", por orden del estado mayor, todos los oficiales del ejército, marina y fuerza aérea.

Según los analistas de inteligencia, la primera ofensiva en la guerra contra el Perú era llegar a la "cortadura" (lecho) del río Tumbes, en el corredor de la costa, para simultáneamente tomar el eje Loja-Macará-Sullana, hasta el río Chira, para así bloquear Piura.

Las fuentes de inteligencia señalan que por la parte nor-oriental peruana los ecuatorianos buscarían alcanzar y destruir las guarniciones peruanas de Chávez Valdivia y Ciro Alegría, aledañas a la margen izquierda del río Marañón. Ataque que planearon ejecutar con no menos de dos batallones de paracaidistas.

Otra acción ofensiva se cumpliría por el sector de las localidades de Rocafuerte y Cabo Pantoja donde existen instalaciones militares peruanas, que en criterio de los "estrategas" facilitarían otras incursiones hasta el río Napo, cercano a la ciudad de Iquitos.

Los expertos aseguran que los estrategas ecuatorianos bajo la dirección del "odiador" José Gallardo Román, inescrupuloso general que ya contaba "como cartera propia" el petróleo peruano, cometieron graves errores tácticos, vulnerando los conceptos de masa, economía de fuerzas, maniobra y objetivos.

Comandos Paracaidistas "Boinas Rojas" del ejército ecuatoriano en un desfile deportivo. Los malos vecinos (ecuatorianos) ya contaban como "cartera propia" el petróleo peruano.

Señalan que a pesar de serle favorable, el Ecuador no utilizó estratégicamente el principio de la maniobra por los ejes Tumbes-Sullana, donde las condiciones geográficas estaban de su parte, considerando el enorme poderío bélico con que contaban.

El cálculo mas conservador señala que 8,000 soldados aguardaron en la base militar de Coangos como reserva. Estos reemplazarían a los efectivos que caían por docenas en falsa Cueva de los Tayos, falsa Base Sur y las alturas de falsa Tiwinza.

Con mejores aviones, radares y una eficaz defensa antiaérea poco faltó para que los monos (ecuatorianos) lograran su cometido de consolidar su invasión en territorio peruano, pues un día mas y habrían invadido Tumbes, Cajamarca, Amazonas e Iquitos.

El odio y la ambición desmedida de los ecuatorianos pretendían cercenar territorio peruano, luego de 14 años de preparación.

Una escaramuza provocada por ellos era el pretexto utilizado por el Ecuador que soñaba con grandes ciudades peruanas y con el petróleo peruano.

Su "guerra total" pretendía ser por sorpresa, pero una vez descubierta la farsa por un contingente peruano, a los ecuatorianos se les aguó el plan y fingieron ser ellos los agredidos.

8,000 fanáticos tenían la miserable misión. Pero se encontraron con una muralla infranqueable: Los experimentados comandos del Huallaga.

Y una vez mas, los soldados peruanos armados con los antiguos FAL, e insuficiente poder de fuego; sin tiradores de precisión y con un escaso numero de RPG-7 tuvieron que enfrentarse en desventaja ante el invasor.