Según los planes de la consejería de Turismo y Ordenación del Territorio de la Región
de Murcia, en los próximos años se construirán en esa Comunidad al menos 34 campos de
golf, repartidos en 19 instalaciones diferentes. Muchas de ellas, la gran mayoría,
contarán con algún tipo de inversión pública, de exención o de trato de favor, por
entender que se trata de una actividad de "interés social".
Cinco de estos nuevos complejos (10 campos) ya están en construcción o a punto de
terminar su tramitación. Son los de Mosa Trayectum (3 campos), Hacienda del Álamo (2
campos), Lorca Golf Resort (3 campos), Saladillo Golf y Nueva Condomina (un campo en cada
caso).
Algo más retrasados están los proyectos de las otras 14 instalaciones previstas, en las
que se piensa construir 24 campos más. La mayoría de estos complejos sólo están en la
planificación de la consejería de Turismo. El mayor de todos se diseña para la Marina
de Cope y constaría de cinco campos de golf y un complejo residencial de lujo con 20.000
plazas. Además, existen otros proyectos que por el momento no cuentan con apoyo público,
como el que la empresa Ibáñez Ortín quiere desarrollar en la localidad de Yecla.
En la Comunidad Valenciana no se cuenta con datos tan precisos, dado que los proyectos son
en su mayoría de iniciativa exclusivamente privada, aunque distintas fuentes aseguran que
hay más de una veintena de proyectos. La mayor parte de complejos turísticos con campo
de golf incluido se espera construir en Castellón y Alicante, precisamente dos de las
provincias con mayor escasez de agua según el PHN.
En Benidorm, la Generalitat se ha unido a la iniciativa privada para licitar la
construcción de dos campos ligados al parque temático de Terra Mítica. Y es que la
mayoría de estos campos son sólo un elemento de amplios proyectos turísticos en los que
también hay puertos deportivos e incluso parques acuáticos.
Veinte urbanizaciones.
Recientemente, el diario económico Cinco Días trataba esta cuestión y ponía como
ejemplo la localidad valenciana de Náquera. Situada a 23 kilómetros al noroeste de
Valencia capital, Náquera sólo tiene 3.500 habitantes, pero ya cuenta con 18
urbanizaciones en las que viven alrededor de 9.000 personas más.
Ahora, este municipio espera construir dos nuevas urbanizaciones ligadas a un campo de
golf. En 78 hectáreas de terreno se espera instalar un campo de 18 hoyos, 700 viviendas
unifamiliares, un centro de alto rendimiento y un hotel.LA
REGION DE MURCIA DESPROTEGE ESPACIOS NATURALES PARA FACILITAR LA
EXPANSION URBANISTICA Y DEL REGADIO
Apenas unos días después de que el Gobierno central se reafirmará en su proyecto de
trasvase del Ebro hacia Levante (ese trasvase que oficialmente nunca se utilizaría para
nuevos regadíos), de una forma
obscenamente prepotente y precipitada, los grupos de presión agro-inmobiliarios murcianos
han activado sus resortes políticos para empezar a eliminar trabas a sus proyectos de
crecimiento.
La Región de Murcia disfruta desde 1.992 de una "Ley de Protección de
Territorio", aprobada por unanimidad de las fuerzas políticas, que establece una
serie de Espacios Naturales Protegidos. Una ley que se desarrolla como referencia regional
de la "Ley 4/1989 de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna
Silvestres".
En la práctica, la ausencia de una política ambiental por parte de la Comunidad
Autónoma de Murcia, especialmente desde la llegada al poder del PP en 1995; así como el
interés mostrado por los sectores
inmobiliario y de los nuevos regantes, impidió que se desarrollaran los Planes de
Ordenación de Recursos Naturales de estos espacios, pues suponían un freno a sus planes
de expansión.
De hecho, Ecologistas en Acción, el SEPRONA y la propia guardería forestal han llevado a
cabo en los últimos años innumerables denuncias de roturaciones y puestas en regadío
ilegales en el ámbito de estos
espacios, teóricamente protegidos por la ley, sin que el proceso se haya detenido.
De hecho desde el principio de la presente legislatura (verano de 1.999), los responsables
políticos de la Administración Regional de Murcia vienen lanzando mensajes a cerca de la
necesidad de reducir la
superficie protegida. Ello debido a su escaso valor ambiental y a la necesidad de
promocionar actividades como el turismo de playa y golf o las explotaciones
hortofrutícolas.
Ahora, tras una lenta, casi agónica, tramitación de la Ley regional del suelo, con una
enmienda presentada a última hora por la diputada del Partido Popular Lourdes Méndez
Monasterio, la asamblea legislativa
murciana va a consagrar, si no lo remediamos, la pérdida de casi 11.900 hectáreas de
terreno protegido de un total de 66.000 has totales. Esta superficie pasará a ser
directamente urbanizable y se podrán llevar a
cabo en ella transformaciones a regadío. Los propietarios de los terrenos, agrupados en
la "Federación de Asociaciones de Propietarios con Terrenos en Espacios Naturales de
Murcia", ya han mostrado públicamente su intención de acometer proyectos de
transformación a regadío y de desarrollar proyectos urbanísticos.
Se trata de reducir el perímetro de los espacios declarados por la Ley Regional de
Protección del Territorio a los equivalentes de los correspondientes Lugares de
Importancia Comunitaria, espacios éstos que
se derivan de la aplicación de la Directiva Comunitaria de Hábitats y cuya delimitación
se ha llevado a cabo con criterios distintos y para objetivos diferentes.
La aplicación de este recorte supone incluso la desaparición completa de un espacio:
"Barrancos de Gebas", y reducciones de entre el 30% y el 60% en otros cuatro.
Resulta cuanto menos sospechoso que prácticamente la totalidad de las denuncias de
Ecologistas en Acción de expansión de los regadíos y proyectos urbanísticos realizadas
en espacios naturales protegidos
coincidan con el territorio y propiedades de empresas hortofrutícolas e inmobiliarias que
van a ser desprotegidas con la enmienda del Partido Popular.
El nuevo panorama va a desbloquear proyectos inicialmente abandonados de varios campos de
golf e incluso un parque acuático, y va a continuar potenciando la invasión de
invernaderos y cultivos de cítricos en las áridas sierras litorales y prelitorales de
Murcia.
Aunque se trataba de algo previsible, lo cierto es que la actitud del gobierno regional y
de los empresarios agro-inmobiliarios deja en entredicho la supuesta buena voluntad de que
hacía gala el Gobierno murciano durante el debate del Plan Hidrológico Nacional, y, al
dejar en entredicho las afirmaciones del Ministro de Medio Ambiente de que no se
consentirían nuevas ampliaciones de regadío en el Segura, pueden
provocar un gran daño a la imagen y la credibilidad de Murcia en el contexto estatal y
europeo.
38 nuevos campos de
golf en Murcia |
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Un solo campo de golf en Murcia significa convertir unas
cuantas hectáreas de tierra situadas en un clima mediterraneo en unas cuantas hectáreas
de clima atlántico (adviertase la barbaridad).
Para mantener un cesped impoluto, verde y con una gran humedad se necesita diarimente el
riego, y dado que la evaporación en levante es mayor, mucha más agua.
38 nuevos campos de golf en Murcia necesitan una cantidad de agua tan importante que no es
posible sin un trasvase. Finalmente sabemos la verdad del faraónico proyecto que se
resume en: "beneficio empresarial".
Ahora la pregunta es así de clara. ¿Merece la pena?... ¿El efecto negativo en el medio
ambiente se compensa con el beneficio económico? ¿La salinización del Delta del Ebro es
un buen precio a pagar? ¿Es mejor para España campos de golf que agricultura? ¿Que
sucederá -según señalan los expertos- en una próxima demanda de cereal, es reversible
el proyecto?
El trasvase desencadena tantas incertidumbres que no puede considerarse un problema
aragonés, es un problema general y afecta a todos.
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Según han explicado varios expertos en planificación hidrológica, los
nuevos campos de golf proyectados, sólo en Murcia, consumirán cerca de 20
hectómetros cúbicos de agua, la quinta parte del consumo de una ciudad cómo Zaragoza.
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