INFORMACIÓN SOBRE EL DELEGADO EL GOBIERNO DE MADRID: ANSUÁTEGUI

Me ha llegado por el correo esto, supongo que no es nada nuevo para muchos. Lo ha escrito una persona que fue compañera de Ansuátegui.


Mis primeros recuerdos sobre ti, datan de la infancia. Eres hijo de un notario que fue alcalde de mi pueblo Xativa, allá por los años cuarenta. Fuimos juntos al colegio, donde tú y tu hermano erais conocidos por ser los más brutos y beatos. sin embargo, tu "vocación política" hay que situarla en el Instituto de Enseñanza Media, donde tú y tu hermano Pedro me llevabais un curso, los dos érais falangistas del Frente de Juventudes.

A cada efemérides (muerte de José Antonio, Día del Estudiante Caído, ...) acudíais con vuestra camisa azul y recuerdo que tratabais de obligarnos a los demás a que fuésemos a vuestros actos conmemorativos. En los actos religiosos obligatorios os dedicabais a darnos golpes y palizas a los que no nos tomábamos en serio el Rosario, la Ofrenda de Flores a María...

Recuerdo perfectamente el día que me sorprendiste sin rezar y armando cachondeo, y me zurraste en la misma capilla una somanta de golpes que me hincharon la cara. Tú no te acuerdas ¡Como hostiabas a tantos...!

El día en el que hubo tiros en Madrid, entre falangistas, en el año 1956, estabas en el preuniversitario y recuerdo que subiste al colegio que dabas miedo. Parecías dispuesto a todo. Por esas mismas fechas ocurrió un incidente muy significativo: Franco empezaba a pensar en reinstaurar la Monarquía en la persona del actual monarca Juan Carlos. Esto no gustaba a ciertos sectores falangistas, entre los que estabas tú, y aprovechasteis los funerales por la muerte de José Antonio, que entonces se hacia en El Escorial, para armarla ante el propio Franco.

Los de mi curso, y yo entre ellos, por casualidad estábamos allí llevados por el profesor de "formación del espíritu nacional". Comenzado el lío, todos nos acercamos al lugar donde se veía el follón y allí precisamente en primera fila, estabas tú, Javier Ansuátegui. Ibas a la cabeza de un grupo de gentes con las camisas azules y negras (a nosotros estos últimos nos parecían italianos) y recuerdo que cantabais las siguientes estrofas:

Que no queremos reyes idiotas,

aunque sepan gobernar.

Y por pelotas, y por pelotas

implantaremos el Estado Sindical.

Viva. Viva. Falange y de las JONS



¿Te acuerdas Javier de aquellas estrofas? ¿Las sigues cantado ahora que eres gobernador civil?. El incidente no pasó de ahí. La policía nos impidió acercarnos a Franco cuando éste apareció, y vosotros, que erais unos cincuenta os cansasteis de repetir la cancioncilla.

Pero no paró ahí mi suerte de coincidir contigo. En la Facultad de Derecho volvimos a encontrarnos. Tú como del SEU (Sindicato Español Universitario) que era dirigido por Aparicio Bernal y luego por Martín Villa. Yo como militante antifranquista. Estabamos ya en los años sesenta. En las universidades el movimiento de lucha empieza a nacer en clara confrontación contra el SEU al que obligatoriamente nos teníamos que afiliar al matricularnos.

El movimiento antifascista crece. Allí en la Universidad, llegaste a ser jefe del SEU del Distrito Universitario, y recordarás perfectamente que tu función era la denuncia política y colaborar con la Policía, y en todo eso destacaste sobradamente.

Como suddelegado elegido por la facultad me tocó enfrentarme muchas veces contigo; eras un tío que gritabas y pegabas puñetazos en la mesa, y te gustaba decir aquello de "como fascista no puedo tolerar una serie de cosas". Cuando sacamos el primer boletín libre, clandestino, de la facultad, te falto tiempo para subrayarlo y llevarlo a la Policía. Eras un chivato especialmente entregado a la causa del franquismo.

Y desde entonces no has parado de tener cargos: Fuieste letrado sindical. Delegado de Sindicatos, en los últimos años de Franco, para la provincia de Valencia y has sido gobernador civil de varias provincias. Seguramente, Javier, dirás por ahí que eres demócrata de toda la vida, pero ¿recuerdas cuando levantabas el brazo para agredirnos o para hacer el saludo fascista?, ¿recuerdas cuando cantabas aquello de "no queremos reyes idiotas aunque sepan gobernar ..."? ¿o cuando proclamabas que los hombres que más admirabas eran José Antonio, Mussolini y Hitler?

Yo sí lo recuerdo perfectamente. Javier Ansuategui, no temas pasar por la vida como un hombre gris y anónimo, somos muchos los que sabemos quién eres y no lo olvidaremos.