Vicepresidenta del partido acusa a la directiva de Camilo Escalona de mantener una conducción autoritaria.
"La experiencia de (Carlos) Ominami y mía no ha sido grata en el breve periodo que llevamos en la directiva del PS. Estamos ahí porque somos garantía para la gente que votó por nosotros de que las cosas se iban a hacer de forma transparente pero se está estirando la cuerda más allá de lo necesario".
Con ese diagnóstico la diputada Isabel Allende, primera vicepresidenta del Partido Socialista, advierte que la imposición de la directiva de Camilo Escalona sobre la bancada de diputados para instalar a Francisco Encina en la presidencia de la Cámara marca un punto límite y abre la posibilidad de que su corriente abandone la dirección integrada.
-¿Están descontentos por la designación de Marcelo Schilling para diputado?
"Somos respetuosos del resultado. Ganó una mayoría, aunque nosotros apelábamos a ciertos criterios razonables: que se tomara en cuenta a la región, donde había buenos nombres más allá de tendencias. Pero la respuesta fue la imposición. En fin, es un capítulo superado, nosotros nos abstuvimos por delicadeza, para no votar contra Schilling. Pero lo que pasó en la bancada es algo que no se puede aceptar".
-¿La elección de Encina, en lugar de Aguiló, para reemplazar a Bustos?
"El primero que propuso a Aguiló fue Encina, quien les dijo a todos que estaba interesado en la vicepresidencia para el próximo año. ¿Pero entonces qué pasó? Llamados de dirigentes nacionales, presión brutal a Encina que lo llevaron a cambiar y presentarse. Encina fue presionado y hubo un veto a Aguiló. Esto es impropio de un partido democrático".
-¿Cómo se compatibiliza eso con su presencia en la directiva?
"Nosotros con Ominami no nos sentimos cómodos. Tenemos sentido de responsabilidad, no es cuestión de mandarse a cambiar, porque hay gente que votó por nosotros pero estamos dispuestos a revisar si tiene sentido seguir".
-¿De qué va a depender su permanencia?
"Si hay reacción. Porque aquí hay una permanente imposición. El lunes, que teníamos que decidir el reemplazo de Juan Bustos, la directiva fue citada a las cinco pero la reunión no se hizo y la comisión política partió a las seis y media porque a las seis se juntó la nueva izquierda en la oficina de Camilo. En la comisión municipal del partido aparecen en actas nombramientos que nunca se habían discutido ni consensuado. Por ese tipo de conductas uno reclama, por esa desconsideración".
-¿Están en permanencia condicional en la directiva?
"Estamos en estado de reflexión en cuanto a que queremos ver si se escucha nuestro mensaje y existe un cambio. A Ominami y yo nadie nos regaló nada, llegamos con nuestros votos, entramos a la directiva con la convicción de que podíamos trabajar colectivamente. Pero si las cosas no cambian, bueno, por lo menos no será con nuestra presencia".