El Lado "B" del fascista Jaime Guzmán

El lado B de Jaime Guzmán: Creador de la UDI y amenazado de excomunión por la iglesia. El sociólogo Carlos Huneeus asegura que "quieren convertirlo en un defensor de los derechos humanos, cuando planteó que el régimen militar fuera una "dicta-dura" y no una “dicta-blanda”.

Siglo 21.cl

Jaime Guzmán, fundador y primer presidente de la UDI en 1983, tras el 11 de septiembre de 1973, fue invitado por el general Gustavo Leigh al gobierno como asesor en materias jurídicas. Se le consideró el "ideólogo" del gobierno militar chileno; desempeñó el cargo de asesor hasta 1983.

Al poco tiempo de iniciar esta labor, fue nombrado para integrar la Comisión de Estudios de la Nueva Constitución, que redactó el anteproyecto de la misma sometido a plebiscito en 1980.

En 1975 criticó por TVN la actuación de sacerdotes que salvaron la vida de dos militantes del MIR perseguidos por la DINA, cuestionando la postura de la jerarquía de la iglesia católica que respaldó a aquellos. Esto le valió la amenaza de excomunión de parte del cardenal Raúl Silva Henríquez.

En junio de 1976 formó parte de la delegación de Chile al sexto período ordinario de sesiones de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Entre 1975 y 1985, además de sus funciones docentes en la Universidad Católica, fue profesor de Ciencias Políticas en la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos (Anepe).

En la dramática noche del plebiscito del 5 de octubre de 1988, cuando el gobierno se negaba a reconocer la derrota del "Sí", Guzmán y la UDI guardaron silencio, recuerda Carlos Hunneus.

Sergio Onofre Jarpa (RN) reconoció públicamente el triunfo del "No" en un foro en Canal 13 con Patricio Aylwin (PDC), portavoz de la oposición a Pinochet.

El 1 de abril de 1991 Jaime Guzmán fue asesinado por un comando del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) a la salida del Campus Oriente de la Universidad Católica, después de haber dictado su clase de Derecho Constitucional.

Su muerte significó la pérdida de una de las figuras ideológicamente más claras e influyentes de la derecha.

El memorial de Jaime Guzmán.

El domingo 9 de noviembre se inauguró el memorial a Jaime Guzmán Errázuriz, un proyecto que se aprobó por ley en 1993, en el gobierno de Patricio Aylwin y que no estuvo alejado de las polémicas.

Primero fue por la idea original de su construcción, que era en la Plaza Italia, pero ante la oposición de los vecinos fue trasladada a la plaza Unesco, en la Portada de Vitacura, casi frente a la embajada de Estados Unidos, considerado el lugar más seguro de Chile.

Después fue la fecha de inauguración, la cual cambió cinco veces, antes de la definitiva que fue el pasado 9 de noviembre.

Por último, la polémica se centró en la no asistencia de la Presidenta Michelle Bachelet, la cual se concretó por una decisión personal.

La otra cara de la moneda.

El sociólogo Carlos Huneeus en conversación con Cambio21 habló sobre Jaime Guzmán y lo que mucha gente no sabe de él, asegurando que “la inauguración del monumento a Jaime Guzmán obliga a mirar al pasado para ver su rol político, escondido por su asesinato por un grupo terrorista, a comienzos de 1991, pues se le quiere convertir en una figura que trajo la democracia al país, con eso se falta a la verdad, porque su carrera política desde 1973 estuvo ligada al régimen militar".

Agregó que "redactó minutas a la Junta de Gobierno, discursos a Pinochet, participó activamente en la comisión redactora de la Constitución de 1980 y fue un operador político, creando el “Movimiento Juvenil de Unidad Nacional”, entidad que permitió al “gremialismo” alcanzar enorme influencia en el régimen y entre la juventud”.

Además dijo que “en momentos claves, Guzmán estuvo en contra la democratización. Primero se opuso al “Acuerdo Nacional para la Transición a la plena democracia” de 1985, y después a la reforma constitucional de 1989 acordada entre el régimen militar y la oposición, que facilitaba la democratización.

“Personeros de la UDI quieren convertir a Guzmán en un defensor de los derechos humanos. Tampoco es efectivo. En una de sus primeras minutas a la Junta, en octubre de 1973, planteó que el nuevo régimen fuera una “dictadura” y no una “dicta-blanda”, aseveró Carlos Huneeus.

En cuanto a la oposición de Guzmán con la Iglesia Católica, el profesional dijo que "él justificó las limitaciones a los derechos humanos, que consideró subordinados a los intereses superiores del Estado. Esa visión contradecía a la doctrina católica, que los considera por encima del Estado. Criticó con frecuencia al cardenal Silva Henríquez por haber creado la Vicaría de la Solidaridad, para defender a los perseguidos”.

Agregó que “fue muy duro contra los DC en sus numerosas escritos e intervenciones de prensa y ante los funcionarios del régimen, calificando como “acto partidista” en su columna en La Segunda (29 enero 1982) la misa fúnebre oficiada por el cardenal Silva en la catedral con motivo del fallecimiento del ex presidente Eduardo Frei Montalva, una de las principales figuras del catolicismo y de Chile en el siglo XX”.

“El senador Novoa afirma que Jaime Guzmán fue el primero que se enfrentó a la DINA. No fueron ni los democratacristianos ni muchos que están hoy día en la comodidad de sus casas. Esa es una afirmación que no resiste ningún análisis. ¿A quién le constan esas acciones? Muerto Pinochet, no es posible confirmarlas. Guzmán sólo dio a conocer públicamente su rechazo a la DINA y al general Manuel Contreras durante la campaña senatorial de 1989, con evidentes y legítimos fines electorales”, aseguró el sociólogo Carlos Huneeus.

Agregó que ”la segunda afirmación que tiene Novoa es que Guzmán es un padre de la democracia inaugurada en 1990, por haber sido uno de los autores de la Constitución de 1980, que estableció el plebiscito en que ganó el No y tuvo un itinerario que iba a la democracia. Hay una doble falsedad en esa declaración: esconde los esfuerzos hechos por el régimen, Guzmán y la UDI para que Pinochet ganara y que su texto era antidemocrático, porque tenía un modelo de democracia protegida y autoritaria, que se moderó en la reforma constitucional de 1989, a la cual se opuso Guzmán y la UDI”.

Huneeus dijo que ”quienes dividen a los chilenos no somos los adversarios de la dictadura, sino quienes quieren reescribir la historia, faltando a la verdad. Nadie en España reescribe la historia para destacar la figura de José Antonio Primo de Rivera, con la que se podría comparar a Guzmán”.