Las nuevas tendencias del comercio mundial y su impacto en
las economías andinas
Por Enrique Cornejo Ramírez Economista
con especialización en comercio internacional. Ha sido Presidente
del Instituto de Comercio Exterior del Perú y Director del
Departamento de Economía de la Universidad de Lima. Actualmente es
Asesor principal del Congreso de la República del Perú, Presidente
del Instituto "Nueva Economía" y Consejero por el Perú en la
Universidad Andina "Simón Bolívar".
1.
Introducción
Este ensayo busca
identificar y analizar las principales características del comercio
mundial en el contexto global y competitivo. A inicios del tercer
milenio la economía mundial muestra cambios espectaculares y el
comercio no es ajeno a ellos. ¿Cuáles son los desafíos que plantean
éstos cambios para las políticas nacionales y para las estrategias
empresariales?; ¿Qué impacto tienen en las economías andinas y en el
avance del proceso de integración subregional?. Estas son algunas de
las interrogantes que pretendemos responder.
El comercio siempre ha sido
sinónimo de cambio; la naturaleza de la actividad comercial implica
dinamismo y esto ha sido así a lo largo de la historia y lo seguirá
siendo en el futuro pues existe una estrecha relación entre
especialización, tamaño del mercado y comercio internacional. Un
autor argentino reflexionaba en su libro sobre comercio que si se
probara científicamente que existe vida en otros planetas del
sistema solar, lo primero que ocurriría es que varios intentarían
comerciar con los extraterrestres y viceversa. El tema es que,
cuando nosotros mismos somos los actores y testigos del cambio
entonces es más difícil comprenderlo. Es nuestro deseo que este
trabajo contribuya a aclarar el panorama al respecto y estimule la
correspondiente investigación y el estudio de casos.
2. El contexto
global
Vivimos en un contexto
global y competitivo. Hemos pasado de la sociedad industrial a la
sociedad de la información y el conocimiento. El cambio es acelerado
y somos parte del cambio lo que dificulta muchas veces que lo
comprendamos adecuada y oportunamente y que actuemos en consecuencia
con los nuevos tiempos.
No es este el primer
proceso de globalización que se produce en el mundo pero, sin duda,
éste tiene características muy especiales que deben tenerse en
cuenta. En primer lugar, no sólo se trata de una globalización en lo
económico; incluye también los aspectos políticos, estratégicos,
sociales y culturales. Hablamos por ejemplo de un consumo global
pero también hablamos de una ética global.
El proceso es complejo y,
en pocas palabras, significa que lo que ocurre en una parte del
mundo afecta de alguna manera –directa o indirecta- al resto. No
importa qué tan pequeño o grande sea el efecto, el mundo está muy
interrelacionado entre sí. La extrema pobreza en el continente
africano es un tema que pone en tela de juicio la calidad del
desarrollo mundial; una tala indiscriminada de los bosques afecta el
clima en todo el mundo; la crisis de las economías asiáticas o el
atentado terrorista a las torres gemelas del World Trade Center
afecta de manera sustantiva a la economía mundial. Esquimales,
paquistaníes, australianos japoneses y peruanos no se conocen, se
levantan a diferentes horas, hablan idiomas distintos y profesan
diferentes religiones, pero viven en la misma aldea
global.
Por supuesto que el factor
desencadenante de éste proceso es la innovación tecnológica. Los
economistas parecen estar de acuerdo en que el elemento clave para
participar exitosamente o no en el contexto global es el acceso a la
tecnología y la capacidad para procesar la información y convertirla
en conocimiento útil. Miles de usuarios ingresan diariamente a
través del Internet a la Página Web de la Biblioteca del Congreso de
los EE.UU. (que es la biblioteca más importante del mundo), pero –no
obstante que todos tienen acceso en el mismo momento a la fuente de
información- no todos pueden aprovecharla de la misma manera.
Diversos factores entrarán en juego: estar claros sobre qué es lo
que se quiere buscar, manejar el idioma inglés apropiadamente,
conocer las rutas y principales archivos y directorios para
disminuir el tiempo de búsqueda y, lo más importante, obtener la
información pertinente en el momento adecuado para convertir dicha
información en nuevo conocimiento.
3. La Nueva
Economía
Cambia la economía mundial
pero también cambian las economías nacionales. Se habla entonces de
una "nueva economía". Pero la percepción de lo que significa
la "nueva economía no es igual en países industrializados y en
países pobres. En los EE.UU., por ejemplo, la nueva economía se
asocia al desarrollo de las tecnologías de punta y los valores de
las empresas que trabajan en éstos rubros se registran en un índice
especial denominado NASDAQ; en Europa la "nueva economía" parece
relacionarse también al desarrollo de nuevas tecnologías pero se
incluyen asimismo debates sobre cómo mantener el estado de bienestar
generado (sobre la base de planteamientos como los incluidos en "La
Tercera Vía" de Tony Blair, el "Nuevo Centro" de Gerard Schroeder, o
"La Utopía Concreta" de Lionel Jospin). Así las cosas, la "nueva
economía" en Europa parece caminar sobre este nuevo "centro" en
lo que respecta a las ideas políticas.
Economistas del Fondo
Monetario Internacional (FMI) como De Masi, Estevao y Kodres definen
la nueva economía como "...una economía caracterizada por una mayor
tasa de crecimiento a largo plazo determinada por una tasa de
crecimiento de la productividad persistentemente más alta, derivada,
a su vez, principalmente de la producción, adopción y continua
difusión de tecnologías de la información y las
comunicaciones"1. Para ellos la "nueva economía"
se relaciona al fenómeno ocurrido en la segunda mitad de la década
del noventa, cuando la economía norteamericana experimentó un
proceso sostenido de crecimiento económico, acompañado de bajas
tasas de inflación y elevados niveles de productividad de la mano de
obra.
Pero la nueva economía
también se experimenta en los países en desarrollo. Sostenemos que
en éstos países el proceso tiene características diferenciales.
Algunas de las nuevas tecnologías llegan a enclaves modernos en las
ciudades pero coexisten con una población numerosa en situación de
extrema pobreza. En los países andinos se da este fenómeno de una
manera peculiar. Se trata de sociedades de legendaria tradición oral
en las que la conquista trajo la imprenta y, en los últimos dos
siglos se desarrollaron sistemas de aprendizaje y de comunicación
basados fundamentalmente en el texto. Es en este marco que llegan
las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones.
Coexisten entonces sistemas orales, escribales y electronales en un
marco de diversidad cultural y de desafíos geográficos.
Considerando los tres
períodos históricos denominados "olas" que plantea Alvin
Toffler2, en los países en desarrollo se encuentran a la
vez sociedades de primera, segunda y tercera ola, lo que tiene
implicancias importantes en el contexto de cambio y en la formación
de la nueva economía.
Un estudio de la
Universidad de Lima señala:
"El medio ambiente
decisional ha cambiado, se está tejiendo una textualidad
internacional nueva y corresponde a los países subdesarrollados
codificar la suya en ese contexto. De allí que reclamáramos la
búsqueda en el diccionario de la palabra pragmatismo y el rescate de
las palabras cultura general, selectividad, competitividad y
liderazgo. De donde resulta que la tarea de la textualidad a tejerse
en los países subdesarrollados no significa un abandonarse a la
textualidad internacional, sino una inserción inteligente en ella.
De allí que la tarea sea, quien sabe, más difícil porque los países
subdesarrollados han sido hasta hoy espectadores, lúcidos muchos,
del entretejerse de esta nueva textualidad. Pero, poco eficientes en
marcar su impronta cultural"3.
La nueva economía en los
países pobres se relaciona al desarrollo de sectores poblacionales
emergentes que muchos llaman "informales" para diferenciarlos de lo
moderno y de lo legal, pero que tienen sus propias características y
cuya dinámica hay que entender en profundidad. Surgen nuevos actores
de la sociedad civil con un papel protagónico: ONG´s, clubes de
madres, asociaciones de usuarios y consumidores, movimientos
juveniles y de género que se unen a las tradicionales comunidades
nativas y campesinas. Son sectores que han diseñado su propia manera
de sobrevivir frente a la crisis.
La nueva economía en los
países pobres no se relaciona a grandes y aún a medianas empresas.
Lo que abundan son pequeñas empresas y todavía unidades económicas
más pequeñas que se denominan microempresas en las que coexiste la
organización empresarial con la organización familiar. Los
micronegocios representan la mayor parte de la autogeneración de
empleo en éstos países. Sólo en lo que se refiere al financiamiento
de los micronegocios existen experiencias realmente espectaculares
en diversos países del mundo. En Bangladesh las instituciones
financieras especializadas en micronegocios prestan a dos millones
de familias; en el Perú, el conjunto de EDPYMES, Cajas Rurales y
Cajas Municipales (el subsistema que se dedica a las microfinanzas)
han realizado 800,000 préstamos con muy bajos niveles de morosidad.
Se proyecta que, para el año 2005, los microcréditos beneficarán a
más de 100 millones de familias en todo el mundo.
Temas como la promoción de
los bionegocios; el desarrollo de proyectos en los que "núcleos
ejecutores" de la población beneficiaria se organizan para darle
sostenibilidad a los mismos; nuevas formas de participación de la
población; organización de asociaciones de productores o consorcios
de exportación; el aprovechamiento de la subcontratación y el
fomento de asociaciones tipo joint.venture, adquieren mayor
importancia en la "nueva economía" de los países pobres.
En éstos países la
discusión no está en cómo mantener el estado de bienestar ya
generado; aquí hay que construir éste estado de bienestar partiendo
de niveles de pobreza y de injusticia social muy grandes. En éstos
países el desafío es participar de la modernidad que exige el
contexto global y competitivo pero con estrategias de desarrollo que
enfaticen en los aspectos sociales y en la peculiaridad y diversidad
de sus economías.
4. Los principales cambios
en el comercio mundial
Diez son los principales
cambios que se han venido experimentando en el comercio mundial en
las últimas décadas. Estos cambios se sistematizan en el Cuadro
No.1.
Cuadro No. 1 Las Nuevas
Tendencias del Comercio Mundial
- El comercio mundial crece más rápido
que el producto mundial;
- Ha cambiado la estructura del comercio
mundial;
- Productos diferenciados para mercados
particulares;
- Acelerado cambio tecnológico;
- Mercados relativamente más
abiertos;
- Consumidores mejor informados y más
exigentes;
- Nueva organización del comercio
mundial;
- Nuevos temas en la agenda de
negociación;
- Nuevo Regionalismo; y,
- El Paradigma Competitivo.
Elaboración: el
autor
Analicemos a continuación
cada una de éstos cambios.
4.1 El Comercio Mundial
crece más rápido que el Producto Mundial
En las últimas décadas, la
tasa de crecimiento del comercio mundial (considerando la sumatoria
de los valores de exportación e importación) ha evolucionado a un
ritmo más rápido que el del producto bruto interno mundial
(PBI).
Entre los años 1965 y 1980
la tasa de crecimiento promedio del PBI mundial fue de 4.1 por
ciento; en ese mismo período las correspondientes tasas de las
exportaciones e importaciones mundiales crecieron en 6.7 por ciento
y 4.7 por ciento respectivamente. Entre 1980 y 1991, el PBI mundial
creció a una tasa promedio del 3.0 por ciento, mientras que las
exportaciones e importaciones crecieron a tasas superiores al 4 por
ciento4. Esta tendencia se ha mantenido en los primeros
años del nuevo siglo.
Sólo considerando las
exportaciones mundiales de mercancías éstas crecieron mucho más
rápido que el producto bruto mundial (PBI) en el período 1950-1999,
como se observa en el Cuadro No. 2.
Cuadro No.
2 Exportaciones Mundiales y PBI mundial: 1950-1999 (Indices,
1990=100)
Años |
Exportaciones |
PBI |
1950 |
2 |
19 |
1960 |
4 |
30 |
1970 |
9 |
50 |
1980 |
59 |
73 |
1990 |
100 |
100 |
1999 |
160 |
120 |
Fuente: Organización
Mundial del Comercio (OMC)
Del cuadro se desprende
que, en cinco décadas, el producto bruto mundial creció más de seis
veces, pero las exportaciones crecieron ochenta veces. La
constatación de éstas cifras nos lleva a plantear algunas
reflexiones. En primer lugar, queda claro que el comercio mundial es
cada vez más importante en las estrategias de desarrollo de los
países y el fenómeno ocurre tanto en los países industrializados
como en algunos países de desarrollo intermedio (en América Latina
éstos países son México, Brasil, Argentina y, Chile). Por otro lado,
en algunos países en desarrollo como el Perú, las importaciones
experimentaron un ritmo de crecimiento muy importante pero, no
ocurrió lo mismo con las exportaciones.
El crecimiento espectacular
del comercio mundial supone, asimismo, un importante crecimiento en
los sectores productivos y significativas mejoras tecnológicas. Este
fenómeno del desarrollo del comercio internacional frente a las
limitaciones del tamaño del mercado doméstico fue planteado hace más
de 200 años por el célebre filósofo y economista escocés Adam
Smith.
El padre de la economía
política decía: "...de igual manera que la capacidad de cambio da
lugar a la división del trabajo, ésta división tiene que encontrarse
siempre limitada en su desarrollo...por las dimensiones del mercado.
Si el mercado es muy reducido, nadie puede sentir estímulo para
dedicarse por completo a una sola actividad porque falta capacidad
para permutar todo el sobrante de la producción del propio trabajo,
es decir, lo que sobrepasa al propio consumo por aquéllas partes de
la producción del trabajo de los demás que necesita"5.
Como el tamaño del mercado doméstico limita el aprovechamiento
de la especialización o división del trabajo, dar el salto al
comercio internacional es un paso natural y necesario para el
crecimiento económico.
Sin embargo, debe señalarse
que en el crecimiento del comercio mundial no ha beneficiado de
manera equitativa a todos los países. En términos relativos, los
países menos desarrollados han perdido participación en el comercio
mundial en beneficio de los países industrializados. En muchos
países, las políticas de apertura que se adoptaron, influenciadas
por los economistas de orientación neo-liberal, tuvieron una
respuesta positiva en las importaciones, pero no ocurrió lo mismo
con las exportaciones.
4.2 Ha cambiado la
estructura del comercio mundial
No sólo han evolucionado
favorablemente los valores y volúmenes del comercio mundial; también
se han producido cambios sustanciales en su estructura. Actualmente,
son cada vez menos importantes –siempre en términos relativos- las
exportaciones de materias primas o productos básicos y, a la vez,
son cada vez más importantes las exportaciones de manufacturas y de
servicios.
En el Cuadro No. 3 podemos
observar cómo, en el período 1950-1999, las exportaciones de
manufacturas crecieron a nivel mundial más rápidamente que las
exportaciones de productos agropecuarios y que las exportaciones
vinculadas a industrias extractivas (como la minería o la
pesquería). En las cinco décadas analizadas, las exportaciones
agropecuarias crecieron cerca de 19 veces; las exportaciones de las
industrias extractivas crecieron casi 60 veces; mientras que las
exportaciones de productos manufacturados crecieron casi 175
veces.
Cuadro No.
3 Exportaciones mundiales por tipo de mercancías :
1950-1999 (Índices de valor, 1990=100)
Años |
Productos
Agropecuarios |
Productos
industrias
extractivas |
Manufacturas |
1950 |
7 |
2 |
1 |
1960 |
10 |
4 |
3 |
1970 |
15 |
10 |
8 |
1980 |
71 |
115 |
45 |
1990 |
100 |
100 |
100 |
1999 |
131 |
115 |
175 |
Fuente: Organización
Mundial de Comercio (OMC)
En consecuencia, existe una
"cultura del mayor valor agregado", lo que significa que,
para lograr una inserción exitosa en el contexto global, los países
deben apuntar a desarrollar industrias competitivas y no quedarse en
los productos básicos que implican una gran vulnerabilidad para sus
economías dadas las fluctuaciones de las cotizaciones
internacionales de éstos productos y su extrema sensibilidad frente
a situaciones de crisis en la economía mundial.
El ya conocido deterioro de
los términos de intercambio sigue vigente y afecta de manera
decisiva a los países menos desarrollados que basan sus economías en
la exportación de unas cuantas materias primas. Tomando como ejemplo
el caso peruano, en el Cuadro No.4 podemos apreciar cómo los
términos de intercambio se deterioraron, en promedio, en 15 por
ciento entre 1994 y el año 2000, como resultado del alza de los
precios de las importaciones y la caída relativa de los precios de
las exportaciones.
Cuadro No. 4 Perú:
Términos de Intercambio de Comercio Exterior: 1994-2000 (Índices
con base 1994=100)
Años |
Exportaciones |
Importaciones |
Términos
de Intercambio |
1994 |
100,0 |
100,0 |
100,0 |
1995 |
114,3 |
110,0 |
103,9 |
1996 |
114,1 |
114,6 |
99,5 |
1997 |
116,4 |
111,1 |
104,8 |
1998 |
95,4 |
105,5 |
90,5 |
1999 |
90,1 |
105,4 |
85,5 |
2000 |
94,5 |
111,1 |
85,1 |
Fuente: Banco Central de
Reserva del Perú
Obsérvese cómo los precios
de las exportaciones se deterioran rápidamente después del año 1997,
período en el que precisamente se inició la denominada "crisis
asiática". Para varios de los países latinoamericanos, y para los
andinos en particular, ésta caída de precios fue mucho más
significativa que el monto de inversiones realizado en los sectores
primario-exportadores en el marco de los procesos de
privatización.
Las estadísticas son
contundentes. El precio del café se cayó, entre los años 1997 y
2000, de US$ 4,167/TM a US$ 1920/TM; el precio del trigo dosminuyó
de US$ 159,67/TM a US$ 114,0/TM; el precio del maíz cayó de
US$103,78/TM a US$ 72,0/TM; el precio del azúcar disminuyó de
US$265,81/TM a US$ 187,69; el precio del oro cayó de US$331,56/onza
troy a US$279,37/onza troy; la cotización del cobre cayó de cUS$
103,28/libra a cUS$82,24/libra; el precio del zinc disminuyó de
cUS$59,75/libra a cUS$51,16/libra; el precio del estaño disminuyó de
cUS$ 256,09/libra a cUS$ 246,57/libra; y, el precio del plomo cayó
de cUS$ 28,32/libra a cUS$20,59/libra. El único producto cuya
cotización se mantuvo estable en éstos años fue la plata. Así las
cosas, se da la paradoja que en nuestros países se exporta más
volumen (producto de las inversiones realizadas) pero se reciben
menores ingresos en divisas por la caída de los precios
internacionales.
La lectura que debemos dar
a ésta evolución de precios, valores y volúmenes de exportación es
que en nuestros países deben adoptarse estrategias encaminadas a
contar con industrias exitosas (entiéndase competitivas) en sectores
en los que podamos aprovechar nuestras ventajas comparativas
naturales pero también en los que podamos generar más empleos por
unidad de inversión y procesos de innovación tecnológica.
Esto implica pasar de la
industria de la refinación de metales no ferrosos a la industria de
los derivados (del cobre a los trefilados del cobre; del zinc a los
inyectados de zamac; del oro y la plata a la industria de joyería
con alto valor agregado); pasar de la industria de producción y
exportación de harina de pescado hacia las harinas prime, las
especies blancas y los concentrados proteicos; y desarrollar ramas
manufactureras con alto valor agregado para los países andinos como
son: la industria textil-confecciones; la industria metal-mecánica y
sus servicios; la industria del cuero y del calzado; o la
agroindustria.
Pero los cambios en la
estructura del comercio mundial no sólo significan una mayor
importancia relativa de las manufacturas; el crecimiento de los
servicios es francamente espectacular. Su peso en el comercio
mundial se estima en al menos 20 por ciento del total, pero si se
considera que en el valor de muchas manufacturas la parte más
importante se relaciona a los servicios entones ese peso relativo
puede aumentar al 40 por ciento. Por ejemplo, en un CD musical, en
un DVD o en un CD-Rom, con seguridad más del 95 por ciento del valor
de venta al público corresponde a servicios; sin embargo en las
estadísticas figura como mercadería.
En el Cuadro No. 5 se observa la
evolución de las exportaciones mundiales de servicios comerciales
por principales regiones. En 1999, dichas exportaciones ascendieron
a US$ 1 billón 350 mil millones, de los cuales el 19 por ciento
corresponde a los EE.UU.; el 43 por ciento a la Unión Europea; el 20
por ciento a los países asiáticos; el 4 por ciento a América Latina
(sólo México y Brasil explican casi el 50% de esa participación); y,
el 2 por ciento a los países africanos.
Cuadro No.
5 Exportaciones mundiales de servicios comerciales por regiones:
1999 (en US$ miles de millones y estructura
porcentual)
Países |
Valor |
Estructura Porcentual |
|
|
1990 |
1999 |
Todo el
mundo |
1350 |
100.0 |
100.0 |
América del
Norte |
288 |
19.2 |
21.3 |
Estados
Unidos |
253 |
16.9 |
18.8 |
América
Latina |
53 |
3.8 |
4.8 |
México |
12 |
0.9 |
0.9 |
Brasil |
7 |
0.5 |
0.5 |
Europa
Occidental |
640 |
53.2 |
47.4 |
Unión
Europea |
574 |
47.3 |
42.6 |
Africa |
29 |
2.4 |
2.2 |
Egipto |
9 |
0.6 |
0.7 |
Sudáfrica |
5 |
0.4 |
0.4 |
Asia |
264 |
16.8 |
19.5 |
Japón |
60 |
5.3 |
4.5 |
Hong Kong,
China |
35 |
2.3 |
2.6 |
Corea, Rep.
De |
25 |
1.2 |
1.8 |
China |
24 |
0.7 |
1.8 |
Singapur |
24 |
1.6 |
1.7 |
Australia |
17 |
1.3 |
1.3 |
Fuente: Organización
Mundial de Comercio (OMC)
La creciente importancia de
los servicios nos debe llevar a replantear las estrategias
comerciales que tradicionalmente sólo han estado basadas en
mercaderías. Esto empieza por las propias definiciones que
utilizamos. Políticos y académicos continúan refiriéndose al
comercio internacional de sus países en función a la balanza
comercial. Pero, como sabemos, el saldo de la balanza comercial sólo
incluye exportaciones e importaciones de bienes. En realidad,
debemos referirnos –a tono con los nuevos tiempos- al total de
exportaciones e importaciones de bienes y servicios que se refleja
en el saldo en cuenta corriente de la balanza de pagos.
También es necesario afinar
las estadísticas sobre comercio de servicios pues, como se trata de
intangibles, es difícil medir adecuadamente su evolución. En el
campo del turismo, por ejemplo, se han diseñado cuentas satélites de
turismo para establecer cuál es la real participación de los
servicios turísticos en las cuentas nacionales de un país. Otro
aspecto fundamental se relaciona a la protección de los derechos de
propiedad intelectual que resulta crucial para el comercio
internacional de servicios; se trata de contrarrestar la piratería y
la copia que origina miles de US$ millones en pérdidas para los
países exportadores.
Queda claro entonces que
los sectores dinámicos del comercio mundial en el contexto global
son las manufacturas y los servicios y esto debe llevar a los países
pobres a replantear sus estrategias de desarrollo. Estos países, a
inicios del tercer milenio, continúan siendo esencialmente
exportadores de materias primas. Durante los años noventa, en muchos
de nuestros países, se aplicaron políticas económicas de influencia
neoliberal que acentuaron ésta situación de dependencia y
propiciaron la "reprimarización" de las economías., es decir,
exactamente, lo contrario de lo que hay que hacer.
4.3 Productos diferenciados
para mercados particulares
Si la revolución industrial
de mediados del siglo XVIII propiciaba el desarrollo de productos
estandarizados para grandes mercados; hoy la revolución de la
información y el conocimiento abre paso a productos o servicios
diferenciados orientados hacia mercados particulares.
Lo anterior significa que
debemos dejar de exportar productos o servicios baratos (con poco
valor agregado) y cambiar de estrategia, lo que implica, en primer
lugar, identificar qué es lo que necesitan los mercados. Se trata de
pasar de productos baratos hacia productos diferenciados en base a
diversos factores como son tecnología, marca, moda, cobertura
geográfica, servicio, oportunidad de entrega (contra-estación),
entre otros. Una vez que se conoce lo que el mercado particular
desea debemos orientar nuestro esfuerzo productivo a la satisfacción
de esa necesidad insatisfecha.
En un libro publicado en
1999 proponemos una estrategia integral para exportar en ocho
etapas: a) investigación de los mercados internacionales; b)
concepción del proyecto; c) organización de la empresa; d) diseño
del producto o servicio "a medida"; e) acciones de promoción; f)
estrategias de negociación; g) aspectos operativos; y, h)
seguimiento de post-venta6.
Los empresarios deben
cambiar la cotidiana pregunta: ¿a quién le puedo exportar mi
producto? por otra pregunta: conocido lo que quiere el mercado de
destino, ¿puedo producir ese bien o servicio en las condiciones
técnicas, de precio, de envase y embalaje y de oportunidad que el
cliente necesita?. Se trata de un cambio en la cultura empresarial;
se trata de pasar ,en todos los niveles, de la venta (que enfatiza
en el producto) al marketing (que enfatiza en el
cliente).
Esto supone asimismo
cambios en las estrategias de distribución pues, a mayor
diferenciación del producto o servicio, mayor necesidad habrá de
estar cerca del cliente final. Diseñar estrategias competitivas en
base a la diferenciación significa, además, trabajar en base a
catálogos, ferias especializadas y ruedas de negocios. Son mercados
que pagan más porque esperan algo diferente a lo común.
Países de tamaño económico
pequeño o empresas de países menos desarrollados pueden encontrar
sus "partículas de mercado" con base en la diferenciación. Por
ejemplo, exportando prendas de vestir elaboradas a mano y con
diseños de temporada; produciendo algodón ecológico; exportando
espárragos frescos en los meses en los que en el mercado de destino
y en los países competidores no se produce por dificultades del
clima; promoviendo paquetes turísticos vinculados a destinos de
naturaleza/ aventura; medicinas elaboradas con productos naturales,
etc.
Esto implica no sólo
cambiar de estrategias a nivel de empresa sino también modificar las
políticas de promoción de exportaciones que realizan los gobiernos,
cambiando -en ambos casos- el énfasis de los productos a los
mercados. En el caso chileno, por ejemplo, PROCHILE, la Dirección de
Promoción de Exportaciones del Ministerio de Relaciones Exteriores
de ese país, ha establecido precisamente una nueva estrategia de
promoción de exportaciones en el contexto de globalización. El
objetivo es "pasar de una estrategia basada en el producto a una
estrategia basada en el mercado" para apoyar el proceso de
internacionalización de la economía y las empresas chilenas. Para
ello se han establecido tres líneas estratégicas: a) ampliación de
la base exportadora; b) consolidación de la base exportadora; y, c)
desarrollo de nuevos negocios7. Así como ocurre en Chile
en otros países también se están cambiando las estrategias
comerciales.
4.4 Acelerado cambio
tecnológico
La innovación tecnológica
siempre ha estado a la vanguardia del cambio a lo largo de la
historia. El Siglo XX que acaba de finalizar ha sido pródigo en
inventos que han derivado en nuevas tecnologías en beneficio de la
humanidad. Hemos pasado desde el telégrafo hasta la fibra óptica;
desde la imprenta hasta el internet; desde la regla de cálculo o la
calculadora hasta la computadora; desde la televisión hasta los
satélites; desde el radar hasta el láser. Todos éstos importantes
inventos cambiaron nuestra vida y nuestras costumbres e
influenciaron decisivamente en el comercio internacional.
La novedad es que ahora el
cambio es acelerado y muy fácilmente caemos en la obsolescencia
tecnológica. Hace apenas menos de veinte años que la máquina de
telex se utilizaba en todas las empresas y embajadas del mundo para
las comunicaciones internacionales y para desarrollar las
operaciones de comercio exterior; la aparición del fax hizo
desaparecer el telex; y, hoy el fax-modem incorporado en una
computadora personal hace innecesario tener un aparato de fax en la
oficina o en la casa, lo que además significa menores tiempos,
menores costos y mayor seguridad en las transacciones.
Las primeras computadoras
que surgieron en los años cincuenta eran grandes, lentas y costosas;
con el surgir de las computadoras personales y de los servicios en
red, esos primeros ordenadores hoy son piezas de museo.
Las tecnologías de "segunda
ola" se relacionaban a la siderurgia, petroquímica, industria del
papel y del cartón, industria del cemento, entre otras. Actualmente,
las tecnologías de punta se relacionan a los avances de la
informática, telemática, fuentes alternativas de energía, robótica,
biotecnología, nuevos materiales y tecnologías de
alimentos.
La tecnología hoy en día
hace maravillas. Desiertos y pendientes se convierten en tierras
aptas para el cultivo, con rendimientos eficientes y cuidado del
medio ambiente a través del riego tecnificado. Las empresas se
pueden convertir en organizaciones inteligentes a través de modernos
sistemas de información gerencial con diseños ad-hoc. Mediante los
adelantos de la biotecnología se puede "vacunar" a las semillas para
evitar el uso de plaguicidas o insecticidas, o se puede producir
algodón con colores naturales (algodón ecológico) o realizar
espectaculares clonaciones.
Todo ello obliga a promover
organizaciones flexibles y atentas al cambio; realizar importantes
esfuerzos orientados a la investigación científica y tecnológica;
desarrollar tecnologías adaptadas a nuestra realidad o tamaño de
nuestras economías; incidir en el uso de tecnologías que generen
empleo; y propiciar una adecuada relación Universidad- empresa para
crear verdaderas "incubadoras de negocios".
4.5 Mercados relativamente
más abiertos
Actualmente los mercados
mundiales están relativamente mucho más abiertos que hace cincuenta
años. Las tasas arancelarias promedio han disminuido
sustantivamente.
Desde el fin de las
negociaciones de la Ronda Uruguay y suscrito el Acuerdo GATT´94, los
países se han comprometido a disminuir o eliminar las barreras
"para-arancelarias" (cuotas, permisos de importación, restricciones
"voluntarias" de exportación, uso indebido de restricciones
sanitarias, licitaciones "atadas", entre otras).
Esto es un paso positivo
pero, no nos engañemos, el comercio internacional actual dista mucho
todavía del mercado libre que se plantea en los textos; y, las
barreras al libre comercio las encontramos no sólo en los países
pobres sino también en los propios países industrializados. Ante
ésta constatación de la realidad del comercio internacional,
proponemos que nuestros países adopten una apertura gradual pero
negociada frente a la opción violenta y unilateral que muchos países
adoptaron en los años noventa bajo la influencia de las políticas
neoliberales.
Una segunda observación en
este punto es que no debemos abandonar el uso del arancel como
instrumento de política comercial y de política económica. Es cierto
que los niveles arancelarios han disminuido significativamente y
seguirán disminuyendo, pero el hecho que los niveles arancelarios
sean menores no significa que desaparecerán. Los gobiernos siempre
se reservarán un mínimo margen de maniobra a través de las políticas
arancelarias para regular sus flujos comerciales, obtener ingresos
para el Fisco y aún para proteger temporalmente a la producción
nacional. No significa que volveremos al proteccionismo generalizado
de décadas anteriores pero tampoco significa la desprotección total
como ha estado ocurriendo.
Los economistas
neoliberales plantean que se debe adoptar un arancel único o flat
pero, ¿en qué país o países del mundo se aplica hoy un arancel
flat?. La respuesta parece ser que en ninguno. Aún en aquellos pocos
países en los que hay una tasa arancelaria nominal, existen también
sobretasas arancelarias que, en la práctica, se convierten en otros
niveles arancelarios.
En nuestra opinión lo que
conviene a los países andinos es el establecimiento de aranceles
escalonados (dos o tres aranceles) como parte de eficaces políticas
sectoriales (en la agricultura, la industria y la pequeña empresa).
Los países menos desarrollados no pueden liberalizar al 100 por
ciento sus economías, mientras los países industrializados mantienen
–con el apoyo directo o indirecto de sus gobiernos- barreras al
comercio
En este punto resulta
fundamental cumplir con los compromisos multilaterales que apuntan a
la progresiva liberalización de los mercados pero también
contrarrestar el uso de políticas desleales de comercio por parte de
otros países como es el caso del dumping, el contrabando, los
subsidios y las sobre y subvaluaciones de precios.
Entonces, efectivamente hoy
en día los mercados están relativamente más abiertos que antes, pero
ello no debe llevarnos a abandonar el uso de eficaces políticas
comerciales.
4.6 Consumidores mejor
informados y más exigentes
En el contexto global y
competitivo lo que tenemos son consumidores mejor informados y, por
lo tanto, más exigentes. Ello debido, fundamentalmente al avance en
las tecnologías de la información y de las comunicaciones que
permiten a los consumidores poder tomar sus decisiones en base a
mayores elementos de juicio.
Por otro lado, como
decíamos anteriormente, el diseño de estrategias competitivas con
base en la diferenciación obliga a las empresas a desarrollar
políticas más personalizadas, orientadas a satisfacer al cliente en
los más mínimos detalles que son precisamente los que hacen la
diferencia con relación a la competencia.
Lo anterior exige que las
empresas exportadoras modifiquen sus políticas de distribución. Por
ejemplo, si exportamos con nuestra propia marca o lo que nos
identifica es el servicio al cliente, o vendemos "a la medida" a
través de catálogos, entonces tendremos que establecer –por nuestra
propia cuenta o con la ayuda de un socio local- puntos de venta en
el mismo mercado de destino. Ello encarece los costos pero permite
estar lo suficientemente cerca del cliente como para realizar el
seguimiento del mismo y tomar las decisiones adecuadas en el momento
oportuno.
De otro lado, surgen nuevos
mercados, segmentos o partículas de mercado que plantean nuevas
exigencias que es necesario atender. Las economías en los países de
Europa del Este transitan de fracasados sistemas centralmente
planificados hacia sistemas de mercado para la asignación de los
recursos. Una de las características de este proceso es el
surgimiento de nuevos consumidores de productos y servicios
ofertados por el mundo (occidente) que antes veían limitada la
atención de sus demandas a lo que señalaba el plan.
Sin duda, la evolución de
la economía china es uno de los fenómenos más interesantes en éstas
últimas décadas. China se ha convertido en un gran exportador, pero
también en un muy importante importador en el que hay –nada menos-
que un mercado de 1,200 millones de chinos. El reciente ingreso de
China a la Organización Mundial del Comercio (con sus deberes y
derechos ejercidos a plenitud) le dará un mayor dinamismo al
comercio mundial.
Otro aspecto a tener en
cuenta son los cambios en los gustos y preferencias de los
consumidores que se van observando en diferentes países. Uno de esos
importantes cambios se relaciona a la preferencia por lo natural en
todo aquello que se consume. La "cultura light" ha modificado de
manera importante la demanda de alimentos así como los
requerimientos de envases, embalajes, transporte y conservación.
Cada vez es mayor el número de consumidores que demandan medicinas
naturales, colorantes naturales, algodón ecológico o que prefieren
destinos turísticos de naturaleza, aventura o el denominado turismo
participativo.
La demanda varía también en
función a aspectos de tipo cultural y a los cambios generacionales.
En el Japón de la actualidad tres segmentos son los más dinámicos y
exigentes demandantes de bienes y servicios de todo el mundo: los
jóvenes (que tienen gustos y preferencias muy distintos a las de sus
padres y abuelos); las mujeres (que ahora participan de manera más
directa en la economía japonesa con relación a lo que hacían algunas
décadas atrás); y la población de la tercera edad (jubilados con
alto poder adquisitivo que tienen especiales demandas por ejemplo en
la actividad turística). A todos ellos hay que conocer en
profundidad y atender sus requerimientos de comercio
internacional.
La incertidumbre que
caracteriza al mundo actual, principalmente después de los actos
terroristas del 11 de setiembre en los EE.UU. y los acontecimientos
del Medio Oriente, plantean asimismo nuevas demandas de productos y
servicios vinculados al tema de la seguridad, los que van desde
máscaras anti-gas en previsión del uso de armas químicas hasta
tecnologías más sofisticadas y armamento diverso que los países
demandan.
Todo lo anterior nos lleva
a prestar mucha mayor atención a la dinámica que vienen evidenciando
los mercados en todo el mundo. En este aspecto, el del entendimiento
de los mercados y el énfasis en el cliente final, debemos reconocer
que en las últimas décadas se avanzó mucho más desde las perspectiva
de la administración de negocios que desde la óptica de la economía,
especialmente en temas como el marketing, las políticas de calidad,
la organización por procesos, etc.
También es importante
señalar que, en el contexto global, los mercados son más amplios e
interactivos. La magia del internet nos ha puesto en el campo de los
mercados virtuales en los que se pueden desarrollar transacciones en
tiempo real desde nuestra propia casa u oficina. Sin duda, el
comercio electrónico será la modalidad de comercio internacional más
importante del nuevo siglo y ello tiene diversas implicancias en la
marcha de la economía mundial. Cada vez son mayores los usos de
éstas nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones en
el proceso de la toma de decisiones, como por ejemplo en las compras
de la empresa (logística por vía electrónica), en las finanzas
públicas (e-govermment), y, en los negocios en general.
Las nuevas tecnologías
también mejoran la eficiencia en la distribución física
internacional. Los sistemas y nuevas tecnologías de la
contenerización, las novedosas técnicas de conservación, el
transporte multimodal, la modernización de la infraestructura
portuaria son algunos ejemplos de este avance.
4.7 Nueva Organización del
Comercio Mundial
Cuando en marzo de 1994 se
suscribió el nuevo Acuerdo GATT (en español, Acuerdo General de
Tarifas y Comercio) en Marruecos, el mundo dio un paso importante
hacia el fortalecimiento del comercio mundial. Culminaban así ocho
años de complejas negociaciones en el marco de lo que se denominó la
"Ronda Uruguay".
El Acuerdo GATT’94 (así se
le denomina) sustituye al Acuerdo original de 1947. Transcurridas
cerca de cinco décadas, el nuevo escenario llevó al replanteamiento
de la organización del comercio mundial. Lo que hay que destacar es
que el nuevo acuerdo – a diferencia del anterior- incluye casi todos
los temas relevantes del comercio mundial; no hay temas de excepción
(por ejemplo, a partir de este marco institucional, el comercio
internacional de servicios ya tiene una normatividad internacional,
un marco de referencia para su tratamiento). Además, el acuerdo
establece la creación de la Organización Mundial de Comercio-OMC,
que cuenta con la afiliación de casi todos los países del
mundo.
El Acuerdo GATT´94 también
muestra una voluntad explícita de países industrializados y países
subdesarrollados por avanzar –gradual pero firmemente- en el proceso
de liberalización comercial. En este sentido, se plantean
compromisos y cronogramas concretos para reducir los niveles
arancelarios y "desmontar" las medidas para-arancelarias, incluyendo
el caso de los productos agrícolas. El reciente ingreso de China
como miembro pleno de la OMC también constituye un paso fundamental
en este sentido.
Con la creación de la OMC
se completa –además- el marco institucional multilateral,
definiéndose una división del trabajo o especialización que tiene en
cuenta los desafíos actuales. Así, la Organización de las Naciones
Unidas (ONU) se dedica a los temas de política y seguridad mundial
pero también a la promoción del desarrollo económico y social,
enfatizando en temas como el desarrollo humano (PNUD), el desarrollo
sostenible (PNUMA) y los aspectos de población, infancia, cultura,
mujer o migraciones.
Por otro lado, el Fondo
Monetario Internacional (FMI) se dedica a preservar la estabilidad
monetaria y financiera a nivel mundial, propiciando políticas de
ajuste y estabilización; el Banco Mundial (BM) trabaja en el
financiamiento de las denominadas reformas estructurales y el apoyo
a los procesos de transición económica; la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) establece las normas mundiales en
materia laboral . La OMC, por su parte, se constituye en un foro de
negociación mundial en materia de comercio, propicia el
fortalecimiento de las políticas comerciales para afianzar un
proceso sostenido de crecimiento económico; y, actúa como eventual
arbitro para dirimir en los casos en los que haya controversias
entre los países. Muchas de éstas instituciones multilaterales
requieren reacomodar sus estatutos y funciones a las exigencias de
los tiempos actuales pero la OMC ha nacido como una organización
sólida y moderna.
El Acuerdo GATT´94
estableció metas muy precisas para el cumplimiento de los
correspondientes compromisos. Muchas de esas metas coinciden en
ubicar al año 2005 como el punto de inflexión a partir del cual el
proceso de cumplimiento de lo acordado se empezará a acelerar. Tal
vez los plazos establecidos no se cumplan tan escrupulosamente pero,
lo que sí es cierto, es que el proceso ya se inició y no hay marcha
hacia atrás. Seguramente, las futuras negociaciones reacomodarán
algunos de éstos plazos, pero los objetivos fundamentales ya están
definidos.
La OMC es una institución
que cuenta con un alto nivel de credibilidad y ésa es una ventaja
que es necesario aprovechar. Temas tan delicados como las relaciones
comerciales entre los EE.UU. y China; el problema de la disputa
entre Marruecos y España por el tema pesquero; la posible aplicación
de sanciones comerciales de los EE.UU. a Cuba, son tratados en el
marco de la Organización Mundial de Comercio y así muchos
otros.
4.8 Nuevos temas en la
agenda del comercio mundial
Como hemos dicho, han
surgido nuevos temas prioritarios en la agenda del comercio mundial.
Entre ellos podemos mencionar el tratamiento de los servicios (que,
por primera vez, son considerados explícitamente como parte del
comercio mundial). También se incluyen temas relativos al respeto de
los derechos de propiedad intelectual (condición fundamental para
lograr un mayor flujo de inversiones); esto incluye legislación
adecuada, registro y protección de marcas, patentes, derechos de
autor, franquicias y denominaciones de origen.
Asimismo, en la agenda de
negociación comercial se incluye en éstos tiempos el tratamiento que
se hace a las inversiones, siendo el postulado principal que no
deben hacerse diferencias entre inversionistas nacionales y
extranjeros; ambos deben tener iguales derechos y obligaciones en
todos los países. También es conveniente buscar un "balance neto de
divisas" en los proyectos de inversión que se apoyen.
Otro tema relativamente
nuevo de agenda comercial es el del comercio ambiental, que incluye
el diseño de estrategias de desarrollo sostenible, evaluación del
impacto ambiental de los proyectos, el cuidado de la diversidad, el
uso de tecnologías "verdes" (industria del reciclaje, la producción
de envases, filtros de chimenea o tubos de escape,etc.).
Últimamente se ha incluido
también en la agenda comercial el tema de la legislación laboral. El
asunto es que, en muchos países industrializados surgen voces de
protesta que tratan de presionar a sus gobiernos para que se
impongan restricciones comerciales a aquellos países exportadores
con abundante mano de obra que basan su ventaja competitiva en los
relativamente bajos costos laborales. Es muy difícil que una
iniciativa como ésta prospere, más aún si la normatividad en materia
laboral está a cargo de la OIT y, por lo tanto, todos los países
deben cumplirla con la misma fuerza con la que siguen los
lineamientos del FMI/ Banco Mundial o de la OMC.
4.9 Nuevo
Regionalismo
Como ya hemos referido en
este ensayo, en el nuevo contexto mundial el antiguo debate entre
multilateralismo (defensa del libre comercio) y regionalismo (que
apoya la integración de grupos de países) ha dejado de tener
sentido. Las diferentes experiencias de integración en todo el mundo
son una constatación que la integración sí es un camino viable para
avanzar hacia el desarrollo. Ahí están los casos de la Unión
Europea; el Consejo Económico Asia- Pacífico (APEC); el Acuerdo de
Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), la Comunidad Andina
(CAN), el MERCOSUR, el Mercado Común Centroamericano (MCCA), la
Comunidad de Países del Caribe (CARICOM) y el propio Acuerdo de
Libre Comercio de las Américas (ALCA); todos ellos en diferente
grado de avance.
La importancia de los
bloques regionales en el comercio mundial se aprecia en el Cuadro
No. 6. De un total de 6 billones 358 mil millones de US dólares que
fue el monto exportado en el mundo durante el año 2000, sólo los
EE.UU. explican US$ 782 mil 430 millones, es decir, el 12.3 por
ciento. Si consideramos a los tres países integrantes del NAFTA, su
participación en el comercio mundial se eleva a 19.3 por ciento. Sin
embargo, los quince países de la Unión Europea explican el 35.2 por
ciento del total de las exportaciones mundiales y los países del
bloque asiático explican el 26 por ciento del total.
En América Latina, las
exportaciones de la Comunidad Andina de Naciones apenas llegan al
0.9 por ciento del total mundial; el MERCOSUR representa el 1.3 por
ciento de las exportaciones mundiales, mientras que la
correspondiente participación relativa del MCCA y del CARICOM apenas
representa el 0.2 por ciento cada una. Esta participación tan
pequeña en el comercio mundial no nos debe llevar a una posición
pesimista; por el contrario, somos todavía tan pequeños en términos
mundiales que un sustancial crecimiento de nuestra participación
(por ejemplo, pasar del 0.9 por ciento al 5 por ciento del comercio
mundial sería un avance espectacular para los países andinos pero, a
nivel mundial, seguiríamos siendo bastante pequeños). Hay, por lo
tanto, espacio para crecer.
En el cuadro también se
observa que, si el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) ya
estuviera funcionando, es decir, considerando las exportaciones
desde Argentina hasta Canadá, el monto exportado sería de US$
1,420.2 millones, esto es, el 22.3 por ciento del total mundial.
Esto explica claramente su importancia estratégica.
Cuadro No.
6 Exportaciones Mundiales de Mercancías por Bloques Regionales:
2000 (en miles de millones de US dólares y estructura
porcentual)
Bloques |
US$ |
(%) |
Mundo |
6,358.0 |
100.0 |
NAFTA |
1,226.1 |
19.3 |
Unión Europea |
2,239.1 |
35.2 |
CAN |
57.9 |
0.9 |
MERCOSUR |
84.4 |
1.3 |
MCCA |
13.5 |
0.2 |
CARICOM |
12.7 |
0.2 |
ASEAN |
1,673.4 |
26.3 |
Resto del
mundo |
1.050.9 |
16.6 |
Fuente: elaborado por el
autor en base a información de la Organización Mundial de
Comercio-OMC
La integración vuelve a
tener importancia en las estrategias de desarrollo. El Nuevo
Regionalismo aprovecha las ventajas de la integración pero con una
orientación al mundo (diferenciándose de anteriores experiencias de
integración que se enfocaban "hacia adentro"). El Nuevo Regionalismo
integra países grandes y pequeños; de altos niveles de desarrollo
industrial con países de desarrollo intermedio. El Nuevo
Regionalismo plantea acuerdos entre países que se unen sobre la base
de diferentes elementos de identidad y no necesariamente por
tratarse de países con fronteras comunes (por ejemplo, el APEC
incluye países que están en la Cuenca del Pacífico pero que se
encuentran ubicados en diferentes continentes).
En este nuevo escenario de
experiencias de integración, los países que deciden participar en
los Bloques Regionales no retroceden en los niveles de apertura
comercial ya conseguidos en el marco de sus políticas nacionales.
Esto significa concretamente lo siguiente: si un país, antes de
participar en un acuerdo de integración, tenía un arancel promedio
del 15 por ciento, al ingresar al bloque puede tener un arancel
externo común de 5%, 10% y 15%; en este caso, está participando de
un arancel escalonado adoptado por el Bloque pero su promedio
arancelario ha disminuido al 10 por ciento.
Esto es lo que ha llevado a
la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) a plantear su
tesis del "Regionalismo Abierto" , en la que se considera que se
pueden aprovechar las ventajas tanto de los enfoques multilaterales
como de los regionales pues, finalmente, ambos convergen en el mismo
objetivo: elevar el nivel de vida de la población, camino al
desarrollo.
Como mejor demostración que
los tiempos han cambiado está la posición del gobierno de los EE.UU.
con respecto al tema de la integración. Hace veinte años atrás, en
todos los discursos oficiales del gobierno norteamericano se
defendía el libre comercio y se criticaba los procesos de
integración por considerar que éstos sólo eran procedimientos
disfrazados de proteccionismo. Ahora, la posición norteamericana no
sólo se ha suavizado en la crítica, sino que el propio EE.UU.
participa en su propio esfuerzo de integración junto con Canadá y
México; y, es el más entusiasta propulsor de un ambicioso proyecto
de integración hemisférica (ALCA).
¿Qué puede explicar
semejante viraje en la posición con respecto a la integración?.
Desde nuestro punto de vista la respuesta es muy sencilla y tiene
que ver con una observación atenta de lo que está pasando en el
mundo y, principalmente, del peso que viene adquiriendo la Unión
Europea como bloque regional. En efecto, si consideramos
individualmente a los EE.UU. su peso relativo en el comercio mundial
de mercancías es de alrededor del 12 por ciento: pero, los 15 países
que integran la Unión Europea explican más de un tercio de ese
comercio y los países asiáticos explican cerca de otro tercio de las
exportaciones mundiales; es decir, como bloque tienen un peso
relativo mayor que la economía norteamericana. Eso explica porqué el
interés especial de los EE.UU. por fortalecer el NAFTA y propiciar
el ALCA (que –como hemos visto- significa, en conjunto, más de la
quinta parte del comercio mundial).
Recordando las cinco etapas
de la integración que planteó Bela Balassa8 en los años
cincuenta: Zona de Libre Comercio, Unión Aduanera, Mercado Común,
Integración Económica e Integración Total, la experiencia europea
–que es la más avanzada- ya se encuentra en plena cuarta etapa,
mientras que la mayoría de los bloques regionales se encuentra entre
la primera y la tercera etapas.
Es importante destacar que
las dos primeras etapas de la integración tienen un énfasis en la
integración comercial y, particularmente, en las políticas
arancelarias. La experiencia indica que la integración avanza más
rápidamente si el comercio intra-bloque es fuerte. En el caso de la
Unión Europea, de cada US$100 que estos países comercian con el
mundo US$ 62 son comercializados entre europeos. Mientras tanto, en
América Latina el comercio intra-regional no supera el 20 por ciento
del total; y, en el caso de la Comunidad Andina, el comercio
intra-bloque no supera el 15 por ciento del total. Por lo tanto, un
importante desafío para nuestros países es el de promover una mayor
integración comercial entre los diferentes agentes
económicos.
En la Comunidad Andina en
particular, nos encontramos con una Zona de Libre Comercio ya
perfeccionada, avanzamos lentamente y con dificultades hacia la
Unión Aduanera (con el establecimiento de un Arancel Externo Común)
y debemos esforzarnos por consolidar el Mercado Común Andino en los
próximos años. La Secretaría General de la Comunidad Andina ha
sugerido dos escenarios escalonados de Arancel Externo Común: 5%,10%
y 15%; y, de otro lado, 4%,10% y 17%. Este es un tema que está en
pleno proceso de estudio y discusión.
En nuestra opinión, el
trabajo al interior de la Comunidad Andina debe priorizar el
cumplimiento de tres objetivos: a) reforzar el proceso de
integración andina, poniendo énfasis en el cumplimiento de los
acuerdos presidenciales sobre todo los de Trujillo, Carabobo y
Macchu Picchu; b) avanzar en el proceso de negociación de la Zona de
Libre Comercio CAN-MERCOSUR; y, c) negociar conjuntamente
CAN-MERCOSUR-Chile con los otros países para la constitución del
ALCA.
Como sosteníamos en un
trabajo que publicamos a mediados de los años ochenta, la
integración latinoamericana, antes como ahora, se constituye en una
respuesta efectiva frente a la crisis de la economía
mundial9. Nadie en su sano juicio puede pretender actuar
por su cuenta en el escenario global.
4.10 El Paradigma
Competitivo
Las investigaciones de
varios autores (entre los que se pueden mencionar a M. Porter; P.
Krugman; y, P. Drucker) coinciden en que los países y las empresas
que han logrado resultados exitosos duraderos en el comercio mundial
son los que han diseñado y puesto en ejecución estrategias
competitivas. Coinciden también en que el término competitividad
supone un escenario internacional de referencia.
La competitividad se
relaciona a una capacidad de liderazgo que permite atender segmentos
dinámicos y cada vez más exigentes del mercado mundial. Para ser
competitivo hay que tener ventajas comparativas, pero no todos los
que poseen ventajas comparativas logran alcanzar posiciones de
liderazgo competitivo. De hecho, hasta los años noventa se
diferenciaban las ventajas comparativas naturales o estáticas (por
ejemplo, los yacimientos minero-metalúrgicos que tienen los países
andinos) de las ventajas comparativas dinámicas (lo que implica
desarrollar los proyectos para que esos metales puedan extraerse,
concentrarse o refinarse y colocarse en los mercados de destino).
Pero, cuando se habla de ventajas competitivas hay un componente
adicional: se trata no sólo de tener los menores costos sino también
de ser los mejores para un determinado mercado en el
mundo.
El paradigma competitivo ha
desplazado a los antiguos paradigmas basados en la abundancia de
recursos naturales o en la abundancia de mano de obra local. La
competitividad se hace; nadie nace competitivo. Una estrategia
competitiva se sustenta en políticas que buscan el permanente
incremento de la productividad, sustentadas –a su vez- en mejoras de
la eficiencia y la calidad.
Una estrategia competitiva
se puede sustentar en precios bajos o en productos o servicios
diferenciados. En éste último caso, la diferenciación puede basarse
en diferentes aspectos tales como: marca, ubicación geográfica,
diseño, tecnología, servicio, moda, oportunidad de entrega,
exclusividad, duración, etc. Existen en los diferentes países y
sectores económicos una serie de ejemplos de liderazgo competitivo.
Lo interesante es que países de tamaño económico mediano o pequeño
pueden también aspirar a lograr un liderazgo competitivo para cierto
segmento del mercado mundial o en cierta época del año. No sólo
triunfan las empresas de alcance global (CNN, IBM, Microsoft, Coca
Cola, etc.), sino que hay muchas otras empresas –más pequeñas- que
pueden convertirse en líderes para una parte del mercado. Además, no
es necesario buscar el liderazgo sólo en la producción del bien o
servicio final; muy bien podríamos aspirar a ser los líderes
competitivos de productos o servicios intermedios.
Un entorno macroeconómico
estable es una condición necesaria pero no suficiente para lograr el
éxito competitivo. La estabilidad macroeconómica, el mantenimiento
de las reglas de juego ayudan a generar confianza y un clima
adecuado para las inversiones y, en general, para la adecuada y
oportuna toma de decisiones. Sin embargo, se requiere asimismo un
entorno competitivo en el que muchos son los que deben participar
para conseguirlo.
Se necesita, por ejemplo,
un gobierno que propicie la competitividad, con políticas adecuadas
y creación de infraestructura; se necesita también proveedores
eficientes; factores productivos de calidad; consumidores exigentes;
permanentes esfuerzos por lograr la innovación tecnológica;
competidores que estimulen la competencia y que jueguen limpio;
productos y servicios de excelencia; y, una cultura de orientación
hacia el mercado o el cliente final. Estos factores se sistematizan
en el Cuadro No. 7.
Cuadro No. 7 Factores que
contribuyen a lograr la Competitividad
- Políticas gubernamentales que
propicien la competitividad;
- Consumidores exigentes;
- Proveedores eficientes;
- Factores productivos de
calidad;
- Innovación tecnológica;
- Competidores que estimulen la
competencia leal;
- Productos y servicios de excelencia;
y,
- Una cultura orientada hacia el
mercado.
Elaboración: el
autor
5. A manera de
conclusión
Como hemos visto a lo largo
de este ensayo el comercio mundial ha experimentado cambios
trascendentales en las últimas décadas en un contexto también
espectacular de cambios en la economía internacional.
En la aldea global el
comercio internacional de bienes y servicios es un factor
fundamental. Los países menos desarrollados y, en particular, los
países andinos, deben esforzarse por participar adecuadamente en
este proceso. Los mercados seguirán cambiando en el futuro y el
cambio no nos debe sorprender.
La experiencia
internacional nos muestra que las políticas comerciales deben
enfocarse en el nuevo contexto. Desde nuestro punto de vista, seis
son las principales características que deben tener las políticas
comerciales de los países andinos (Véase: Cuadro No. 8). En primer
lugar, está claro que a nivel de país y de empresa deben diseñarse y
ponerse en ejecución estrategias competitivas por productos,
servicios e incluso por regiones. Estas estrategias deben estar
orientadas hacia los clientes finales; ésta será la clave para tener
éxito: debemos producir exactamente lo que necesita el mercado y
debemos estar atentos a los cambios que se van operando en esos
mercados.
El énfasis en el valor
agregado es otra lección clara de estos tiempos. Triunfan los que
dan el salto cualitativo desde la producción de materias primas
hacia la producción de bienes manufacturados y de servicios. Otra
constatación importante es que lo más adecuado a nuestra realidad y,
principalmente al tamaño de nuestras economías, se relaciona a la
producción de bienes y servicios diferenciados y orientados hacia
mercados particulares, que pagan más por tener acceso a la
diferencia y lograr así la ventaja competitiva. Se requieren también
políticas educativas orientadas al trabajo y la competitividad.
Finalmente, se necesita un esfuerzo conjunto con los otros países
socios de la integración. La Comunidad Andina, desde 1969, ya ha
acumulado suficiente experiencia y datos como para darnos cuenta de
lo importante del esfuerzo común.
Cuadro No.
8 Características básicas que deben tener las políticas
comerciales de los países andinos en el Siglo
XXI
- Sustentadas en estrategias
competitivas;
- Orientadas hacia el mercado (cliente
final);
- Enfatizando en el valor
agregado;
- Produciendo bienes diferenciados hacia
mercados particulares;
- Desarrollando productos manufacturados
y servicios;
- Educando para la competitividad;
y,
- Profundizando la participación en el
proceso de integración.
Elaboración: el
autor
Sin embargo, hay que anotar
que la búsqueda de la competitividad no es lo único que deben buscar
nuestros países. Dados los niveles de pobreza y la desigualdad de la
que partimos, al paradigma competitivo hay que añadirle un paradigma
igualmente importante de solidaridad y comunalidad. No es suficiente
contar en nuestras economías con sectores modernos que logren su
inserción competitiva en el comercio mundial; necesitamos
estrategias integrales de desarrollo que combinen los objetivos de
crecimiento económico con los de la justicia social. La integración,
en el marco del Nuevo Regionalismo, es precisamente eso:
competitividad y solidaridad, progreso económico pero con
disminución de las brechas entre pobres y ricos.
Además, debe señalarse con
igual énfasis que globalización y competitividad no significan
ausencia de políticas nacionales. El participar activamente en el
contexto global no implica renunciar a nuestra identidad nacional, a
los valores que tenemos en los pueblos andinos, a nuestra historia
milenaria, a nuestra gente mestiza. Obviamente, no estamos
planteando volver a antiguas y ya superadas concepciones
nacionalistas o chauvinistas; lo que planteamos es que debemos
recuperar la autoestima, aceptar nuestros valores y nuestras
diferencias y, mirar así al mundo, seguros que serán los aspectos
diferentes que aportemos lo que nos dará entrada en este juego
competitivo.
Estamos convencidos que no
es apostar a la uniformidad y a la estandarización lo que nos va a
permitir participar exitosamente en el comercio mundial. Somos
importantes porque somos diferentes; seremos importantes en el
futuro porque sabremos aprovechar nuestras diferencias y aún
nuestras dificultades para convertirlas en ventajas competitivas
sostenibles. Aceptamos y nos integramos al mundo con sus nuevas
exigencias, pero lo hacemos partiendo de nuestra propia
identidad.
Por otro lado, observamos
que los sectores más dinámicos del comercio internacional son las
manufacturas y los servicios. Necesitamos entonces políticas
nacionales que promuevan industrias eficientes y una agricultura que
nos brinde seguridad alimentaria. Para ello, no basta con aplicar
políticas monetarias y fiscales adecuadas; necesitamos también
políticas sectoriales eficientes que incluyan, entre otros aspectos,
aranceles escalonados (desde la óptica de la apertura gradual y
negociada); apoyo financiero (particularmente el que se refiere a
las microfinanzas); asistencia técnica; adecuado entendimiento de
los mercados e incluso eventuales subsidios focalizados y
temporales. Necesitamos promover la utilización de mecanismos que ya
han demostrado su utilidad en diversos países del mundo: la
subcontratación; las agrupaciones de productores o los consorcios de
exportación; las asociaciones tipo joint-venture; las ferias
internacionales especializadas; las ruedas de negocios,
etc.
No podemos aspirar a
participar exitosamente en el comercio internacional del futuro sólo
con exportaciones de productos primarios y con economías
incipientes. Sólo diversificando nuestra producción y nuestras
exportaciones podremos aprovechar exitosamente los acuerdos
multilaterales, regionales y subregionales que nuestros gobiernos
van suscribiendo pero que requieren de eficientes políticas
sectoriales y de un seguimiento adecuado. ¿Qué ventaja tendríamos el
año 2005 o el 2010 con una zona de libre comercio latinoamericana o
hemisférica pero sólo produciendo materias primas?. La respuesta es
clara: ninguna.
En consecuencia es
necesario replantear las estrategias de desarrollo de nuestros
países principalmente después del fracaso de las políticas de
orientación neo-liberal que se empezaron a aplicar en los años
noventa. Además, como también hemos visto, hay una nueva economía en
proceso; en los países industrializados la nueva economía se
relaciona a los sectores tecnológicos de punta; en nuestros países
andinos la nueva economía se relaciona a los micronegocios, a la
informalidad, al surgimiento de nuevos actores de la sociedad civil,
al desarrollo de tecnologías intermedias y a la preservación del
patrimonio cultural, entre otros aspectos.
Pero también la nueva
economía contrasta con el aumento de la pobreza y la desigualdad. Es
con respecto a ésta nueva economía que debemos diseñar y aplicar
estrategias de desarrollo con equidad y sostenibilidad. Este es el
desafío que debemos afrontar y ésta es la principal responsabilidad
de las actuales generaciones. La Comunidad Andina de Naciones es un
esfuerzo importante de integración que contribuirá en este
propósito.
6. Bibliografía y
Fuentes
- BALASSA, Bela...; "Teoría de la
Integración Económica"; Unión Tipográfica Editorial
Hispano-Americana (UTEHA); México D.F. 1964; primera edición en
español; Capítulo 1; página 02.
- BANCO CENTRAL DE RESERVA DEL PERÚ...;
"Memoria 2000"; Lima, 2001; 261 páginas.
- BIONDI, Juan.../ BIONDI, Luis.../
CORNEJO RAMÍREZ, Enrique.../ ZAPATA, Eduardo.../ "Liderazgo y
Disempleo en Sociedades en Tránsito" (Algunas consideraciones
sobre liderazgo y universidad); Editorial Universidad de Lima,
Facultad de Ciencias Humanas y Facultad de Economía; Lima, junio
de 1993; primera edición; 82 páginas.
- CORNEJO RAMÍREZ, Enrique...; "Comercio
Internacional: Hacia una Gestión Competitiva"; Editorial San
Marcos; Lima, 1996; primera edición; 358 páginas.
- CORNEJO RAMÍREZ, Enrique...;
"Introducción a los Negocios de Exportación: criterios para la
toma de decisiones"; Editorial "San Marcos"; Lima, 1999; primera
edición; 304 páginas.
- CORNEJO RAMÍREZ, Enrique...; "La
integración latinoamericana como respuesta a la crisis
internacional"; editado por la Universidad de Lima;
Facultad de Economía/ CIESUL; Serie Documentos No.1; Lima, junio
de 1985; 43 páginas.
- DE MASI, ESTEVAO, KODRES...; "¿Una
Nueva economía?"; artículo publicado en la Revista "Finanzas y
Desarrollo"; revista del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del
Banco Mundial; Washington D.C.; junio de 2001; páginas 38 -
41.
- SMITH, Adam...; "Indagaciones acerca
de la naturaleza y causas de la Riqueza de las Naciones";
Editorial Aguilar; Madrid, 1961; segunda edición en español; 835
páginas.
- TOFFLER, Alvin...; "La Tercera Ola";
Plaza Janés Editores, S.A.; Barcelona, España, diciembre de 1986;
494 páginas.
- VARAS BUSTAMANTE; Diego...; "La
Promoción de Exportaciones Chilenas en un mundo global";
exposición del Agregado Comercial de la Embajada de Chile en el
Perú; Lima, setiembre de 1997.
1 DE MASI,
ESTEVAO, KODRES...; "¿Una Nueva economía?"; artículo publicado en la
Revista "Finanzas y Desarrollo"; revista del Fondo Monetario
Internacional (FMI) y del Banco Mundial; Washington D.C.; junio de
2001; página 38.
2 TOFFLER,
Alvin...; "La Tercera Ola"; Plaza Janés Editores,
S.A.; Barcelona, España, diciembre de 1986; 494
páginas.
3 BIONDI,
Juan.../ BIONDI, Luis.../CORNEJO RAMÍREZ, Enrique.../ ZAPATA,
Eduardo.../ "Liderazgo y Disempleo en Sociedades en Tránsito"
(Algunas consideraciones sobre liderazgo y universidad); Editorial
Universidad de Lima, Facultad de Ciencias Humanas y Facultad de
Economía; Lima, junio de 1993; primera edición; páginas
35-36.
4 CORNEJO
RAMÍREZ, Enrique...; "Comercio Internacional: Hacia una Gestión
Competitiva"; Editorial San Marcos; Lima, 1996; primera edición;
Cuadro No. 2, página 77
5 SMITH,
Adam...; "Indagaciones acerca de la naturaleza y causas de la
Riqueza de las Naciones"; Editorial Aguilar; Madrid, 1961;
segunda edición en español; Capítulo III; página 21.
6 CORNEJO
RAMÍREZ, Enrique...; "Introducción a los Negocios de Exportación:
criterios para la toma de decisiones"; Editorial "San Marcos"; Lima,
1999; primera edición; página 188.
7 VARAS
BUSTAMANTE; Diego...; "La Promoción de Exportaciones Chilenas en un
mundo global"; exposición del Agregado Comercial de la
Embajada de Chile en el Perú; Lima, setiembre de 1997.
8 BALASSA,
Bela...; "Teoría de la Integración Económica"; Unión Tipográfica
Editorial Hispano-Americana (UTEHA); México D.F. 1964; primera
edición en español; Capítulo 1; página 02.
9 CORNEJO
RAMÍREZ, Enrique...; "La integración latinoamericana como respuesta
a la crisis internacional"; editado por la Universidad
de Lima; Facultad de Economía/ CIESUL; Serie Documentos No.1; Lima,
junio de 1985; 43 páginas.
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