..~*;~*;~..PERCEPCION..ALUMBRADORA..PROYECCION~*;~*;~..


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Ramon Ramonet Riu
Barcelona, Octubre de 2009.

<~.*;~..MUCHAS GRACIAS POR SU INTERÉS!.~*;~..WELCOME EVERYBODY!...I AM THANKFUL..~.*.~







Las terrazas de superpuestas de piedra, que configuran el perfil de un ROSTRO HUMANO en la cima de la cumbre más alta del Machu Picchu, se hicieron para potenciar el efecto reflector del sol, ...que en la ladera de dicha cúspide ya se produciría de forma natural en determinado momento del año.

Mi insólita distracción de coleccionar imágenes de montañas, rocas y costas que presenten aspecto de rostro humano, hace décadas que me había hecho dar cuenta del perfil de una enorme forma de cara en la cima cercana a Machu Picchu. La construccion de aquellos bancales, alargados y en paralelo, fue un diseño iniciático muy inteligente y hecho por manos humanas. Hoy puedo afirmar que dicho fenómeno solar natural fue el más capaz de promover la construcción de tan famosa ciudad andina. Ante todo pido disculpas al lector, pues no ignoro que para defender debidamente tan chocante argumento, las palabras adecuadas me serán más difíciles de encontrar que si fuesen esmeraldas.

La fotografía de las restos del tan estratégico como famoso poblado en el corazón del Perú, es la imagen más representativa de todo Latinoamérica. Machu Picchu presenta sobre el plano unas ruinas en forma de letra U, las cuales al observarlas en una fotografía son tan atractivas que cualquiera siente deseos de visitarla. Se trata de una ciudadela casi aérea, porque se construyó en un lugar de muy difícil acceso. Su compacto emplazamiento es tan vertical, que puede presentarse diciendo que se edificó casi perpendicular con el curso del serpenteante río Urubamba (Vilcanota), el cual riega todas las tierras que constituyen el Valle Sagrado de los antiguos incas. Dicho río es el principal protagonista de aquella región, que lo ve transcurrir encajonado entre cimas a veces con más de 5.000 metros de altura.

Para poder disfrutar de la emoción que conlleva el llegar a entender por fin el enigma que cada uno se haya planteado, advertiré que toda investigación exige no sólo una extraordinaria observación previa, sino también una gran libertad de pensamiento y, por supuesto, una excepcional capacidad de síntesis. Quien ante un misterio a resolver no sea capaz de todo ello, lo compararé al naufrago que pretenda flotar tirándose de los pelos. Puesto que particularmente detecté en el arte antiguo del Perú un exagerado aprecio por los rostros, considero dicho perfil de cara humana catalizadora de la fundación de Machu Picchu, advirtiendo que también existe una foto de satélite que puede acreditar en aquel sector el profético tópico de que: la divinidad habla a cada generación en su idioma.


Vaya por delante, pues, mi presentación de la fotosatélite del curso del rio Urubamba, ya que su recorrido lineal configura un perfil de rostro humano. Ofrecer una visión humanizada de los accidentes geográficos es mi especialidad, y aunque en esta presentación no le voy a conceder protagonismo al dicho perfil fluvial, sí que me sirve para confirmar una constante: Casi en todos los lugares más sagrados del mundo, cuando se busca bien, tienen la peculiaridad de rostro humano en foto aérea. Yo me esfuerzo siempre en divulgar, mediante imágenes, que el planeta Tierra tiene poder para ello; así como lo tienen igualmente las personas para detectarlo, lo cual más adelante me extenderé en desarrollar. Dicho esto, en los párrafos siguientes me referiré a a otro misterio más cercano del fascinante Machu Picchu, puesto que remite al modo de pensar de nuestros ancestros. Si tuvieron por norma que un rostro humano es como el alma del cuerpo, no podemos decir que fuesen seres inferiores porque no dispusiesen del confort y medios de comunicación, etc. que es lo que nosotros tenemos por básico.

Otra imagen de rostro con melena descubierto en la Plaza Mayor de Machu Picchu, una muy importante empresa comercial la aprovechó para ilustrar la portada de su catálogo de viajes (la amplio en un recuadro). No obstante, el más famoso de los trucajes realizado allí por medios informáticos, fue un perfil de cara humana obtenido de la afilada montaña vecina y otras dos de menor dimensión

Resultado; toda aquella panorámica detrás de Machu Picchu se convirtió en un perfil de rostro mirando al cielo. Se hizo con el programa de retoque fotográfico de una computadora, aumentando la altura de lo que sería la boca y barbilla (he verticalizado el resultado).


Mi presentación del misterio de la fundación de Machu Picchu es muy coherente. Fue impulsada por el descubrimiento allí de una forma inmensa de perfil de rostro humano en la cima vecina llamada Huantana Picchu. Era un fenómeno cuya fuerza expresiva fue capaz de aconsejar la ubicación, y después la magnificación, de una "ciudad santa" a tanta altura, así como tomaron cada vez mayor conciencia de la necesidad de disponer de adecuados servicios para abastecerla.

Los agricultores allí tuvieron realmente difícil hacer su trabajo. Para empezar, debieron planificar alargados bancales escalonados en pleno barranco, los cuales parecen interminables peldaños dispuestos a 3'5 m. de altura cada uno respecto al siguiente. Aquellas estrechas terrazas son típicas de la cultura inca al empezar su fase agrícola durante el siglo VIII. Una cultura que no conoció la técnica del arado, ni la rueda, ni -según la Arqueología- tampoco conocían la escritura con signos convencionales; y lo que es peor, según ni habrían tenido entonces aún animales de tiro domesticados como luego fue el caméllido llama.

¿Fue Machu Picchu una ciudad?, ¿fue un templo?, ¿un observatorio astronómico?, ¿o fue quizás fuese todo ello al mismo tiempo? Nadie lo sabe aún, aunque parece ser que en su mejor época se trató de un santuario de peregrinaje. Era una ciudad considerada sagrada al haber sido elegido su emplazamiento por un concreto fenómeno que se intensifica con el sol de terminado día y hora. Todo está relacionado con el sol, aun cuando hasta hoy sólo se admite oficialmente que la mayoría de los templos incas están orientados hacia la salida o la puesta del sol. El Templo del Sol de Machu Picchu tiene la peculiaridad de que dos de sus ventanas enfocan a puntos diferente del horizonte coincidentes en salir por ahí el sol del solsticio de invierno (SW.) y el del solsticio de verano (NW.). Junto al templo de las Tres Ventanas (tiene dos más, pero están tapiadas), estuvo el gran templo central cuyas paredes también decoraban el antes citado tipo de ninchos trapezoidales, que tendrían la misma utilidad que las hornacinas de las iglesias.

Machu Picchu se encuentra en la cordillera de los Andes, como si fuese un alto centinela entre ella y la inmensa selva que tiene a su alrededor. Se ha buscado hasta la saciedad una motivación suficiente para explicar tanto esfuerzo como evidencia la ejecución tan escrupulosa de los edificios de aquel poblado remoto. Se admite que las ruinas que quedan (antes habrían allí cabañas de adobe), fueron erigidas a finales del siglo XV con un furor constructivo difícil de justificar hasta ahora, cuando presento la pieza clave que faltaba para explicar el por qué de su enigmática ubicación. En el primer marco de fotos reunidas más arriba incluyo dos mapas de situación del dicho enclave arqueológico que fue distinguido por la UNESCO como: Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad.

Al parecer estuvo habitada tan sólo hasta finales del siglo XVI, cuando fue inexplicablemente abandonada antes de la llegada de los españoles. Probablemente ello fuese debido a padecer alguna epidemia, o tal vez por una pertinaz sequía, dado que en las excavaciones no se detectaron rastros de destrucción violenta. Los últimos moradores de Machu Picchu se lo llevaron todo, porque pudieron prever que permaneciendo en aquellas alturas, morirían.

Para ellos debió de ser comparable a la expulsión del Edén bíblico. Posteriormente aquellas ruinas pasaron tres siglos de completo abandono hasta que fueron redescubiertas para el asombro de todo el mundo. Hay unanimidad en creer que tan bella relíquia urbanística de la cultura autóctona del Perú fue efectuada por verdaderos maestros en incorporar las rocas naturales a los muros de sus construcciones de piedra. Supieron armonizar el trazado urbano con el medio natural como nunca antes ni en parte alguna se había hecho. Es por ello que, metafóricamente, un poeta ha podido referirse a Machu Picchu considerándola una arquitectónica joya engastada en el precioso valle del río Urubamba. Machu Picchu,, casi colgada en lo alto del muy profundo cañón sobre el río Urubamba que domina visualmente, es la que tiene mayores méritos para ser considerada la octava maravilla del mundo antiguo.

Entrar en detalles urbanísticos e históricos en mi recopilación, ayuda a encauzar ideas para entender mis argumentos. Machu Picchu, debido a estar rodeada por tres barrancos, uno de ellos de 457 m. de altura, tuvo sólo cabida para casi mil personas, la mayoría agricultores al servicio de los miembros de la reducida casta sacerdotal, astrónomos y las jóvenes doncellas (como las "vestales" romanas) especialmente consagradas al dios sol. Lo avala el que allí se recuperaron 135 esqueletos, en su mayor parte de mujeres jóvenes. Las ruinas de Machu Picchu, en cambio, paradójicamente no han ofrecido nunca a los arqueólogos ni la más mínima muestra de objetos de oro; un metal que en sus elucubraciones los incas lo consideraron "sudor del sol". A pesar de ello, parece indudable que alguna forma de rostro estuvo grabado en el escudo de oro enorme que debió de presidir la Plaza Mayor. De ser así, estaría probablemente ubicado encima de los tejados de los edificios del sector religioso de Machu Picchu. El sector civil tuvo las paredes de las casas menos elaboradas, si bien igualmente todas estarían cubiertas con techos de madera de doble vertiente.

Se ignora si divinizaron los manantiales de agua, aun cuando en Machu Picchu dispusieron al menos de una fuente a pesar de la gran altura donde edificaron. Abundantes lluvias y frecuente niebla, no las hacían allí imprescindibles. En determinados lugares sí que recogían agua en grandes depósitos (alguno por sus dimensiones después motejado "baño de la princesa"), para luego canalizarlas mediante pétreos acueductos distribuidores, y así, con mucho ingenio, regaron todos los terrenos cultivados en incontables bancales. Sería su modo de honorificar a la Madre Tierra (llamada Pacha Mama), como también tuvieron en común dar culto al trueno (Illapa). Sus antecesores en aquel sector andino fueron los miembros de la cultura Wari, de los siglos V y VI a.C, a los que posiblemente haya que atribuir el mito de una "ciudad de cristal". Los más antiguos ancestros de los incas es bien sabido que tuvieron su capital en la enigmática ciudad Ch Chavin de Huantar, de 3.000 años de antigüedad. Dicha cultura floreció entre los años 1.100 y 350 aC. (cerca de sus ruinas existe el templo más importante del Perú, construido a 3.180 m. de altura).

Son miles los visitantes que acuden año tras año a Machu Picchu. El número de interesados sigue aumentando constantemente, y es de prever que dentro de unos años ya se instale algún funicular o telecabina, pues hace poco el subir andando hasta Machu Picchu era un obligado recorrido de tres días de duración. El tren que parte de la estación de Cuzco (a 3.350 m.de altitud) lleva a los turistas hasta el pueblo Aguas Calientes (estación de Puente Ruinas, que tiene a 800 metros un hotel con aguas termales). Al bajar del tren e informarse, no se entiende que los antiguos incas renunciasen al lujo que representan tales sulfurosos baños. Es más, al mirar la ladera tan empinada montaña ni se puede imaginar que exista un semejante poblado en la cima. Afortunadamente hoy día un autobús ayuda a llegar a un hotel para turistas muy cerca de Machu Picchu , si bien desde allí aún no se la puede divisar. Una vez en la ciudad, chocará la perfecta conservación de las paredes de las casas (hoy sin techos), siendo el principal atractivo recomendado: no perderse la espectacular salida del sol, momento cuando a pesar del frío, se reúne en determinada fecha una gran multitud. Entre todos los peregrinos bien seguro que muchos percibieron otra imagen de perfil de rostro detectable en Machu Picchu , la cual debió tener también gran importancia para los antiguos indígenas. Véanse la verticalización del dicho monte en el siguiente conjunto de fotos. Es una forma montañosa que en España se repite mucho (más pequeña) justo a unos 6 km. antes de llegar a San Roque de Acebal (Asturias).


Aunque actualmente ya no se considera probable, es un hecho que los arqueólogos -hasta hace pocos- años creyeron que en Machu Picchu había residido la casta sacerdotal dirigente del poderoso pueblo Tahuantinsuyo, que así se llama el imperio Inca en lengua quéchua. Hoy, en cambio, prevalece la opinión de que nunca pudo tener suficiente categoría para ser la capital de un tan vastos dominios, cuya red viaria de caminos, por cierto, se ha comparado con la del Imperio Romano,...aunque construida en Perú con muchas más dificultades, dadas las altas cotas por donde la trazaron.

Seguramente, por su edad, dichos privilegiados ya no podrían subir y bajar la gran pendiente de tan vertical montaña (llamado Alto Camino del Sol); en cambio, previnieron empedrar las sendas de todo el país para poder recorrerlas sus emisarios rápidamente. El periodo incaico va del año 1.200 al 1.535. Su primer impulso los incas lo efectuaron en 1.425 y su máximo poderío se debe fechar en el año 1.527. Sólo seis años después el rey inca fue prisionero de los españoles. Su progreso fue interesante a partir del 1.438, cuando comenzó su histórico esplendor imperial. Antes de tres décadas ya sometieron a los vecinos Chimú. El último lider inca fue Manco Capac (+1544) "hijo del sol", quien en su retirada vivió fortificado en Ollantaytambo (2.800 m. de altitud). Allí resistió, desplegando mucha imaginación, pero fue vencido por los españoles.

Presentar al último jefe inca, invita a referirse a su homónimo -y también "hijo del sol"-, quien, según la leyenda, habitó en la Isla del sol, una de las 80 existentes en el lago Titicaca (a 3.810 m. de altitud) después de haber surgido con su hermana-esposa del fondo de las aguas. Aquel entorno era su Paraíso, allí donde todo habría comenzado y que paradógicamente actualmente pertenece a Bolivia. El primer Manca Capac reinó 40 años (+1062) y le sucedieron hasta 30 dinastías que dominaron 5.000 km. de norte a sur a lo largo de la costa atlántica, cuando aquel imperio contaba con unos veinte millones de personas. Ellos construyeron la famosa calzada inca, de 3.500 km. que iba desde Quito hasta el norte de Chile, pasando por su capital antigua, Cuzco, a 115 km., que en lengua quechua significa "I>ombligo del mundo", donde en 1.533 F. Pizarro y sus soldados se admiraron al ver sus muros recubiertos de planchas de oro.

De acuerdo con lo que la historia dice acerca de la construcción de antiguas ciudades, inicialmente el lugar elegido se revela por señales, que pueden ser: la aparición un animal especial, o el área concreta donde hubiese sucedido algo trascendente. El papel de la gente se reduce a descubrir la idoneidad del lugar y el entorno que determinará los límites de otra "realidad superior" para los que allí habiten. Debió de suceder como en todas las culturas antiguas que contemplaron evolucionar una determinada forma natural entre las luces y la niebla. Aquel perfil de cara en Machu Picchu pudo canalizar la almas sensibles que también pugnaban por alcanzar, sufriendo intermitencias, una real conexión con el mundo superior más allá de la comprensión humana. Los actores de la antigua Grecia se despersonalizaron cubriéndose con máscaras, adquiriendo con ellas el aspecto de otra persona iluminada. En cambio, en Machu Picchu pudieron tener su identidad en la forma de rostro humano que a veces resplandecía insólitamente.

Referente a Machu Picchu la pregunta deber ser: ¿Por qué construir tan esforzadamente en un lugar tan peligroso? Voy a defender que si edificaron el dicho complejo sacerdotal a tanta altura, fue debido al poder de sugestión del pico aún más elevado que tiene vecino; el llamado Huayana Picchu (2.700 m.). A la izquierda de ésta cima hay otras dos mucho menores llamadas las Dos Hermanas. El significado de Huayana Picchu es: Joven Montaña (en lo sucesivo me referiré a ella de esta poética forma a fin de evitar confusiones con la repetición de la palabra común Picchu), en oposición a la Vieja montaña situada al sur de la ciudad de Machu Picchu.

Presentaré el que debió de ser el más estimulante de los fenómenos capaz de promover el levantamiento de una tan santa ciudad en aquel recóndito y abrupto lugar del mundo andino. La Joven Montaña parece ser inaccesible desde Machu Picchu, si bien ya hace al menos 500 años que se puede subir a ella andando penosamente, por un vertiginoso sendero de 3.000 peldaños y un túnel incluido.

Con simbólicas metáforas intentaré reunir pruebas, procurando hacer congeniar la razón con la imaginación y la intuición. Otros lo hicieron antes allí mismo, empezando por detectar piedras, o cimas, con perfiles de animales como el puma, el caimán, el cóndor.

Son varios los diseños subliminales que ofrecen determinados entornos del lugar. En las fotografías agrupadas en la foto de más arriba se presentan algunas de las formas zoomorfas detectadas al mirar desde determinado ángulo la ciudadela solar de Machu Picchu. Y es que, en efecto, la norma de los mejores artistas plásticos (el arquitecto catalán Antonio Gaudí incluido), siempre fue: naturaleza-arte-divinidad. Mi proposición de tener en cuenta un perfil de rostro humano allí resaltado por el sol, es una hipótesis tan plausible como las zoomorfas citadas, o más. Al fin y al cabo, todos estamos de acuerdo en admirar más un rostro sonriente. Esta puede ser la metáfora con que me remito al aprecio de dicho perfil de cara debidamente iluminado. ¿Sugiere acaso que algo debe de haber allí oculto todavía? Los demás diseños zoomorfos se habrían ejecutado moldeando el paisaje a fin de perfilar el contorno de determinados animales. Sin duda Machu Picchu es de un verdadero polo de atracción,...y no sólo telúrico. Sus antiguos residentes interpretaron el entorno de una forma bien diferente pues, al darle clave mística, pudieron atribuir categoría sobrenatural a la recepción múltiple de los sonidos emitidos. Allí la especial acústica del Valle Sagrado hace posible que, en determinados sitios clave, el eco devuelva multiplicadas incluso las simples palmadas. En efecto, en un tan montañoso sector un fuerte eco responde de tal forma que debieron de sentirse cual privilegiado auditorio de un visceral y directo "show sagrado".


El descubrimiento de Machu Picchu se debe a un empecinado investigador americano, el profesor H. Bingham, quien en verano del año 1.911 se propuso descubrir la legendaria Vilcabamba, la última "ciudad perdida" de los incas, de cuando ya huían en retirada, al ser acosados por los invasores españoles. H. Bingham había partido de la vecina Ollantaytambo y tuvo la suerte de ser guiado hasta Machu Picchu por un niño de diez años.

Vilcabamba fue, en efecto, el último bastión indígena bajo el mando del inca Pachacutec, suponiéndose que allí habrían escondido sus tesoros, de donde proviene su apodo de Ciudad Perdida del Oro. Dicha ciudadela se descubrió muchas décadas después y lejos de donde se la había buscado, exactamente en el extremo de la selva tropical de La Amazonia. Referente a la desgracia que los incas sufrieron por mano de sus conquistadores, el primer contacto que tuvieron con ellos había sido cuando una balsa llena de mercancías incas fue interceptada mientras navegaba cerca de la costa ecuatoriana.

Conviene tener presente que los incas además del sano trueque de productos, como moneda de cambio usaban conchas marinas, lo cual ya explicaría la conquista de aquella costa. En efecto los incas dominaron el actual Ecuador, y allí, en la llamada Ingarpica, existe aún un gran templo inca circular en lo alto de una serie escalonada de sus típicos bancales. Está construido a 3.200 m. de altura con unos bloques que, por su perfecto ensamblado y tamaño, eran adecuados para un edificio dedicado a la veneración del sol. Fue una magna obra de su período patriarcal que debió de suceder al más antiguo periodo matriarcal, del cual en aquella costa han quedado evidencias claras de veneración lunar. No sólo lo compartieron con los más antiguos aztecas, veneradores de una misteriosa diosa con cabeza de ave, ya que también tal divinidad fue venerada durante la prehistoria por las culturas europeas (tuvieron primero el año lunar, siguiéndole después el año solar). El ciclo menstrual de las mujeres ofreció la más antigua organización social, porque además es de toda lógica que también ellas supieron organizarse para poder enfrentarse a la fuerza bruta de los hombres. El parentesco llegó por el cordón umbilical.

Volviendo a Machu Picchu, en los años siguientes H. Binghan la visitó de nuevo varias veces acompañando varios arqueólogos. Entonces hizo miles de fotografías que demuestran en que grado estaba oculta por la maleza de la selva, y como se fue limpiando luego poco a poco. Se vio claro que el único punto por donde podían temer ser atacados era la parte sur de la ciudad y habían construido allí una sólida muralla. En cuanto a las casas, la mayoría tienen una sola planta trapezoidal en las que, cuando Machu Picchu estuvo habitado, no debió de haber mueble alguno. Lo más peculiar del lugar es la regularidad de los bloques de granito blanco, que escuadraron milimétricamente para resistir los posibles terremotos sin necesidad de mortero alguno en las junturas.


La cultura tradicional mira más al análisis que no a la síntesis, que por cierto, de entrada, el mismo rostro de una persona de entrada ya nos evoca. La ciencia responde al cómo suceden las cosas y en cambio no puede explicar el porqué, tal como si consigue hacer la religión. Científicamente, se valora desmesuradamente la universalidad, de forma que las independientes disciplinas científicas ofrecen resultados sesgados e incompletos al no procurar conexionar sus especializados descubrimientos. A veces un científico puede ver como inoportunos los descubrimientos de otra rama que no sea la de su propia especialización; tal como sucede por ejemplo, vergonzosamente, entre los arqueólogos que estudian la Esfinge de Giza en Egipto, ya que no están de acuerdo con los geólogos ni con los astrónomos.

Bien está investigar las cosas, pero se obtendrán los mejores resultados cuando nos abrimos mentalmente a la realidad sin descartar ninguna de las posibilidades. Así sucedió que, al enterarme que el significado de Machu Picchu en realidad hace referencia a la casi cónica montaña de su lado, y que en lengua quéchua significa cima escarpada, toda mi atención se concentró en el tal pico dominante, ya que la palabra Machu Picchu, no podía referirse a la famosa ciudadela misma. Allí arriba (recuérdese que es el llamado Huayana Picchu, o Joven Montaña) se debería buscar, pues, el misterio de su fundación, y no en el gran roquedal que debió de ser aquel emplazamiento antes de que una ciudad fuese allí construida con tanto esmero y equilibrio a pesar del reducido espacio de que dispusieron. A la Joven Montaña vecina hay que volver siempre al hablar de Machu Picchu, cuyo tan famoso nombre es una pura conveniencia, ya que se ignora el nombre que le dieron sus más antiguos residentes. Quienes quiera que fuesen, por obvios y diversos motivos, consideraron siempre sagrada aquella alta cima de vista providencial y con vocación de pirámide.

La ciudadela de Machu Picchu se levantó en diferentes etapas constructivas, las cuales salta a la vista que fueron degenerando, al emplear en la construcción de las casas unas piedras más pequeñas y de trazado menos recto a partir de la quinta hilada. Tiene al norte la zona de los templos y al sur la de talleres y despensas (que para otros fue la zona militar). Es decir, está dividida en dos sectores, el agrícola y el sector urbano (uno más elevado que el otro) formados ambos por diversas construcciones y plazoletas, entre las que destacan el siemprepresente Templo del Sol, el Templo de las Tres Ventanas, y aún tiene enfrente el Observatorio Solar al otro lado de la plaza mayor. Dicho espacio central tiene unos muy grandes peldaños descendentes cuya peculiaridad es formar injustificado ángulo recto decreciendo en altura y en tamaño, a fin de que, alineados, sus ángulos rectos indiquen el lugar ritual de la salida del sol. Lo revela la sombra proyectada por el observatorio solar llamado Intihuatana, cuyo otero preside y cuya sombra divide la plaza en diagonal (Foto 1). Otros templos allí son el considerado Principal, el llamado Sector Cóndor, y un largo etcétera que, teniendo alguna utilidad ritual, no interesan en esta presentación. De otros antiguos símbolos más reducidos, tan sólo queda un débil dibujo cerca del Intihuatana. Se trata de una forma de triángulo grabado dentro de dos círculos concéntricos, todo ello en la base de un megalito yacente, siendo sólo visibles cuando resaltan con la salida del sol del día del solsticio de verano (aproximadamente el 21 de junio).

La Piedra Sagrada también es muy interesante, es un impresionante monolito sin desbastar que se encuentra en el edificio llamado El Torreón, el único con forma circular, ya que presenta forma de ábside en uno de sus extremos y en su interior una piedra natural ocupa su centro. En cambio debajo tiene una especie de cavidad sepulcral muy sugerente y cerca de allí hay una pequeña gruta. El Torreón debió de tener la misma función ritual que otro edificio de Cuzco con semejante planta, siendo recordatorio del día del sol naciente del solsticio de invierno (fiesta del Inti Raymi, que es cuando nuestra estrella alcanza su máximo desplazamiento en dirección sur). Aquel día y hora los rayos del sol penetran por una ventana para recorrer longitudinalmente una grieta sobre la tal roca sagrada que aflora del suelo (en su parte más elevada conserva huellas de fuego). Esta piedra está ubicada en el centro de lo que fue una estancia cerrada donde casi no queda espacio para nada más.

Machu Picchu en la parte más elevada de la ciudadela tiene la misteriosa piedra de Atar el Sol -el antes citado Intihuatana- a la que se llega subiendo 78 peldaños. De la misma presento varias fotos de diferentes ángulos para que quien lo desee pueda distinguir la evolución de sus sombras. Tiene un pilono natural que se alza en el centro de la roca base, retocada en tres niveles (mide 36 cm. de alto), el cual no pudo servir como un pedestal convencional, porque su más elevada superficie presenta una suave pendiente que hace descartarlo. Con razón se lo bautizó con tan gráfico nombre Intihuatana, siendo el templo al aire libre más enigmático de todos. Allí observaron la evolución del sol a través de sus sombras corriendo por sus extraños bordes bien pulidos con el cincel. Aunque aparenten ser unos recortes sin sentido en la piedra, ante todo advierto que evidencian un profundo respeto por honorificar la piedra bruta, a la vez que se la decoró para tener una específica utilidad. En ello no hay misterio, sino amor a las formas naturales, como también evidencia el cincelado de otras piedras utilitarias.


La forma de perfil de rostro humano que resalta con el sol en la cima del la Joven Montaña (que yo tan sólo redescubro y presento en este escrito), tuvo un desarrollo casual en estrecha dependencia de la materia. Ahora bien, por luminosa que sea aquella cima en que se aparece, de su natural es estática y no podría dar más de sí, por lo cual es obvio que se buscase también en la Joven Montaña hacer residir fuera del sugerente perfil natural, una más accesible y verdadera solución espacial, volviéndola una forma no sólo más dinámica, sino mucho más coadyuvante.

En mi opinión la suave pendiente sobre la columna central del Intihuatana estuvo reservada a soportar encima un espejo de oro (ellos prefirieron el jade al sudor del sol. Los reflejos seguramente serían percibidos por los del la cima del pico Joven montaña. Experimentando con un laser de bolsillo, el rayo que verticalmente recibe desde 1 m. de altura un espejo situado 50 cm. lejos de una pared y con el mismo ángulo, se refleja en la dicha pared a la misma altura de 1 m. (Si se aleja el rayo de la pared, entonces el reflejo baja). Incluso los más complicados laberintos parecen fáciles cuando pueden ser observados desde un privilegiado punto de vista, ...como para mi lo es siempre el procurarme tener de básica referencia, el diseño de la Estrella de Salomón" con seis puntas. Dichas estrellas las encuentro incluso repetidas en el planeta Marte; (véanlo abriendo aquí el "enlace general a mis LINKS de 2008)"

Como si fuese la estrella del Pesebre, se podría pensar que a los planetólogos, para poder ellos descubrirla en Marte, les faltó humildad. A los sabios de la NASA les aguardan aún muchas sorpresa para descubrir, tanto allí como en nuestro planeta al cual vuelvo ya para dar sentido a la construcción de Machu Picchu.

Mis conocimientos son teóricos, porque no estuve allí cuando se produce en realidad, pero es evidente que el sol debe incidir en el escudo de oro por la parte más elevada de su pendiente. Alguien debería verificar-lo situando un espejo sobre la esbelta columnita en el centro de la piedra de Atar el Sol, y al mismo tiempo observar desde el gran roqueral que hay en la cima de la Joven Montaña su evolución. Defiendo su preferencia por los reflejos, también por una clara referencia arquitectónica evidente en la sierra de Comama. En efecto, desde las actuales ruinas del pueblo Inca Huasi, se puede advertir que en la ladera de una montaña resalta una gran área blanquecina. Construyeron una casona allí, a fin de que su blancura se reflejase sobre las aguas de un lago entre ella y la dicha población. Todo aquel sector se sospecha relacionado con la ocultación de sus más sagradas reliquias y sus más ricos tesoros artísticos. Es la zona donde quizá desearon recrear su imperio, ya que Pacaritampu, nombre con que designaron su nueva capital, nunca se ha podido localizar.


Ser personas es proclamar que tenemos mitos ancestrales que nos influyen. Para estudiarlos hay que saber retroceder a tiempos no contaminados a fin de separar debidamente el grano de la paja. La idea divina nos es innata. Es decir, tiene existencia real dentro de cada ser humano desde antes de cualquier burda manifestación religiosa, por lo cual yo creo que Dios habla más a cada uno, que no la persona del mundo que más le rece a Él. Hay que haber aprendido a captar preferentemente las emanaciones positivas. Visto de otro modo, es proclamar que lo útil del mundo va desde el centro a la circunferencia, y nunca al revés.

En el último conjunto de fotos presento la de un ecuatoriano arrodillado ante un ídolo en forma de cono de tierra gigantesco. Hay que tomarlo en consideración porque, perteneciendo la zona del actual Ecuador a la cultura Inca ancestral, justifica el aprecio que en Machu Picchu tuvieron por su Joven Montaña. No tan sólo es la mayor muestra de tales ídolos, sino que además les brindó una fantástica y espaciosa cueva en su cima donde levantar un templo. Llegados a este punto hay que avisar de la ayuda que aportará a mis argumentos la mitología del bellísimo Perú, puesto que la más básica de sus enseñanzas relacionará el Diluvio Universal ecuatoriano con Machu Picchu. La epopeya la protagonizan una pareja de afortunados hermanos que fueron para los incas los émulos del bíblico Noé.

Pero antes me interesa ocuparme más ampliamente de la vecina población Ollantaytambo. Me refiero a sus antiguas ruinas a media falda de la montaña, y no a la actual población encajonada en lo más estrecho del Valle Sagrado.


Ollantaytambo siempre será la "llave de paso" para acceder al dicho valle. Además constituye la despensa de maíz y patatas. Significando Ciudad del Reposo, está situada entre Pisac y Cuzco, la capital antigua de los incas que está a 56 km. al SE., o sea, a una hora lejos por carretera y sólo a 40 km. en tren. Ollantaytambo fue inicialmente planificada siguiendo el trazado de la Vía Láctea, siendo edificada en lo alto de largos bancales de cultivo que se presentan formando las típicas terrazas superpuestas. Es menos enigmática que Machu Picchu, si bien Ollantaytambo, particularmente aún me admira más, dado el gran esfuerzo constructor de sus antiguos habitantes. Ellos prevenían tener allí un gran edificio (inacabado), el cual lo empezaron con bloques de pórfido de 50 tn. cada uno.

En efecto trabajaron muchísimo más, según he visto en la repetición de una experiencia moderna del arrastre de una de las dichas piedras megalíticas, hasta depositarla en su asentamiento a gran altura al otro lado del Valle Sagrado. La cantera sigue estando a 6 km. lejos y en la otra orilla del caudaloso río Urubamba, por lo cual la media docena de losas megalíticass de su inacabado Templo del Sol debieron ser transportadas en balsas hasta desenbarcarlas en la parte trasera de la estratégica construcción militar llamada La Fortaleza. Están perfectamente alineados y en uno de ellos se percibe todavía el grabado de una escalera, que fue la utilitaria parte de una cruz andina, muy iniciática tanto en sentido geométrico-matemático, como filosófico. Su mitad triangular nos ha de servir para entender que se trata de la escalera de la justicia. Esto ha sido así desde la prehistoria hasta la última (1925) religión universalista de los Caoditas del Vietnam, que tanto me admiran al pretender sintetizar todas las religiones anteriores. Para no confundir a nadie, me siento cristiano y católico, siendo sincero admirador de la joven beata Rosa de Lima, cuyo esfuerzo, amor y fe debe ser siempre un gran orgullo para los peruanos.

Si nuestros contemporáneos en la repetición del transporte de megalitos no necesitaron la ayuda del amargo mate de coca, ni de la bebida que llaman chicha, los antiguos incas, por lo sagrado de su tarea, debieron buscar incrementar sus energías ingiriendo dichos estimulantes. Aún se toman para prevenir los malestares de adaptación a aquellas ciudadelas aéreas. Con ayuda de alucinógenos, como todas las sociedades antiguas del mundo, se drogaron para que tuviese mayores efectos su magia, incluida la psicomágia. En definitiva, emplearon las mismas ayudas de todas las sociedades antiguas, como también lo fueron: música, danza, cantos, adornos, etc., sólo que en el Valle Sagrado prestaron una mayor atención a la luz solar.

A poniente de Ollantaytambo, en la ladera de la montaña Pinkuylluna, hay esculpido a media altura del precipicio, el rostro de Viracocha, un dios que, cuando después del diluvio regeneró la humanidad, tomó el nombre de Tunupa, presentándose entonces con la tez blanca y barbudo. El rostro esculpido mide 140 m. de alto, siendo trabajado cuando también se retocó (para perfilarlo mejor de como lo encontraron) el rostro de la Joven Montaña dominando Machu Picchu. En cuanto al nombre Tunupa, fue en realidad un venerado sabio inca, cuyo mérito hoy se limita a concederle que inventó una forma geométrica precursora de la cruz cristiana. Es la ya citada cruz andina, cuyos lados forman peldaños. El escritor Garcillaso de la Vega explicó la gran semejanza entre el catolicismo y las creencias incas, por la predicación del apóstol Tomás, quien según él, habría continuado su misión evangelizadora pasando de la India hasta tierras de Latinoamérica, navegando -ya en el siglo I- por el océano Pacífico; lo cual no es raro, porque la esfericidad de la tierra cautivaba todas las mentes del tiempo del cronista.

El rostro de Tunupa es la más grande representación plástica del mitológico hombre-dios cuya obra hoy ya nadie es capaz de recordar cuándo fue esculpido en gran relieve. Obviamente, el sol lo ilumina con exacta precisión cada día del solsticio de verano, tan pronto sale por el horizonte (en Europa entonces es el de invierno, el 21/Dic.).

Es un fenómeno iniciático que también habían previsto los prehistóricos constructores de megalitos europeos, y más tarde los constructores del Antiguo Egipto. En su arte escultórico no sólo quedó plasmado, pues, un rostro bien proporcionado, sino que nos testimonia los precisos conocimientos de astronomía de los incas. Al menos desde el año 650 d.C. los incas se admite que controlaron las siete estrellas de la constelación Las Pléyades (simbolizadas en Egipto por la diosa Hathor), las cuales, habiendo pasado todo un mes ocultas, reaparecían en el horizonte justo el día del solsticio de verano (se pueden localizar en lo que metafóricamente son el omoplato de la constelación El Toro que, por cierto, parece mirar a la del cazador Orión). Estamos quizás ante la reproducción urbanística del cielo en la tierra, pues son alardes arquitectónicos que exigieron, primero mucha observación, y también una planificación precisa, aparte de un considerable saber técnico en el arte de construir pirámides. La ciudad de Ollantaytambo fue el símbolo de tres diferentes mundos, o niveles de la Creación, quizá por ello también tiene su pirámide, pero es un fenómeno sólo visual, ya que debe observarse desde cierta altura porque la configuran campos sembrados con perímetros trapezoidales de bien proporcionadas dimensiones.


Los rayos solares juegan un gran papel básico en la veneración universal de ciertas esculturas. Recuérdese que un fenómeno de iluminación semejante a los que presento es motivo de multitudinaria concentración semestral en Chichen Itzá (Yucatán), porque allí sus rayos evolucionan "juguetones" sobre la mayor de las antiguas pirámides mayas. Cada equinoccio (dos veces al año), el sol naciente hace aparecer una pétrea cabeza de serpiente a nivel del suelo, después de que sus rayos se deslicen desde la cola de la serpiente en lo alto de la pirámide. La serpiente emplumada simboliza la unión de cielo y tierra, o dicho de otro modo, que la divinidad de turno (Kukulkan) habitó entre los humanos y regresó al cielo al cabo del tiempo.

Realmente pudieron ver en el perfil de Tunupa al espíritu de la divinidad solar, al cual los chamanes pakos) llamaban Apu. Ni que decir tiene que son una legión los que siguen hoy día esforzándose en descubrir los supuestos tesoros de sus antepasados en las grutas y cavidades subterráneas de Ollantaytambo y sus alrededores, siendo especialmente sospechosa la que tiene su entrada bloqueada por un gran corrimiento de tierras en Pacaricampu. Pero el principal tesoro para mi es hacer evidente hasta que punto los antiguos incas sintieron especial aprecio por la forma del rostro, tal como me sucede a mi que lo veo incluso en las panorámicas terrestres dibujado de forma natural. Tengo recogidos cientos de ellos, a pesar de ser sólo montañas geológicas, resultan sorprendentemente exactos en sus pétreas facciones. Como en la mente humana, es cuestión de sintonía.

Los hermanos Fernando y Edgar Elorrieta descubrieron que toda la montaña de Pinkuylluna (donde por cierto también se configura un segundo perfil humano a media altura de un vertical abismo), desde la lejanía ofrece en perspectiva general otra todavía más inmensa imagen: La de un llama adulto lamiendo la cabeza de su cría. Si no fuese pura casualidad, debemos reconocer que ambos están muy bien reproducidos;...y si son casualidad, que duda cabe que había que explicarlos con mitos.

Los dichos hermanos investigadores han divulgado que también allí existe una forma de falsa pirámide configurada con rectángulos de campos de cultivo sin apenas altura entre ellos, y su aspecto piramidal sólo se revela como tal desde determinado ángulo visual. Otra forma zoomorfa a comentar es la escultura de un cóndor, inmensa con sus alas extendidas, existente en la vertical ladera de la montaña de Pisac, el cual por su tamaño no puede ser una obra humana, por mucho que su exacta forma diga lo contrario. Aunque este carroñero puede volar a más de 6.000 metros, lo tuvieron por mensajero del sol y lo escogieron para ser protector de los lugares sagrados de sus difuntos.

La forma de perfil de rostro humano, fue descubierta en la cima más elevada de la Joven Montaña merced al concurso de los rayos solares de determinada fecha del verano que es cuando la Madre Tierra da mayor cantidad de frutos. Un fenómeno similar lo descubrí en la montaña de Montserrat, al NE. de España, donde cierto sector presenta un enorme saliente el cual tiene forma de toro desafiante.

El hábito del pensamiento ancestral se guarda en la célula de la fantasía que tenemos todos. Lo que se considera sagrado nos llega a través de cuentos y mitos llenos de fantasioso dramatismo. Son la raíz de la poesía e incluso la misma ciencia. Una especie de puente entre el consciente y el inconsciente. Otra cosa será explicar cómo es que el nombre del dios creador del sol y de las estrellas, Viracocha, fuese llamado igual (Kon-Tiki) por los habitantes de las islas de la Polinesia.

Los mitos son el ideal visible y asumido. Si la providencia crea los fenómenos, siempre son después los hombres más sensibles quienes lo bendijeron y dan categoría mítica. Es la tarea de todo chamán, que fue, como siempre, el vocero traductor de la divinidad. Cuando en el período axial de la humanidad vemos que los dioses "se callaron", en India, China y en Occidente surgieron los más grandes pensadores. Aunque estuvieron desconectados entre si, por igual fueron capaces de remodelar historias antiguas con estilo de su época para volver a servir de renovado vehículo a la Verdad divina (la verdad de las cosas, hay que llamarla: realidad), pues a partir de ellos dejó de ser incuestionable, superándose así los tiempos mas antiguos.

El poder y el misterio del cosmos en Machu Picchu más que en parte alguna se manifiestan en perfecta armonía con el hombre, por lo cual, ante la Joven Montaña, se percibió claramente la oportunidad de desentrañar los enigmas de la vida y la naturaleza a través de las posibilidades que para ello ofrecía la experiencia artística, pues resulta capaz siempre de llevar más allá de la realidad. La obra de arte es un camino de salvación a través de la cual el hombre adquiere conciencia espiritual. Manipulando la simple materia cualquier escultor, aunque sólo tenga por meta búsquedas estrictamente espaciales, trata de comprender las leyes que rigen el funcionamiento de la naturaleza.

Tengo bien asumido que el rostro humano es el diseño que más nos acerca a Dios, aunque no lo sepamos entender ni escrutar suficientemente. Se puede llamar intuición, porque es la lógica respuesta de mi mente, una vez ha tenido en cuenta cuanto aprendí; y hora, debo ir aún más allá de lo dicho, porque no se deben dejar de considerar las grandes posibilidades vitalizantes de la luz de la luna. En mi solitaria contribución teórica (que expongo por el hecho de que las especulaciones no pagan derecho), los probables rituales a nuestro querido satélite han juzgarse tan sólo como una presunción de avance.

Incluyo fotos de las planchas con muestras de repujados metálicos de pirámides coronadas por el sol, tal como la que yo idealizadamente he situado al lado con un sol encima, ya que fue típica de la cultura egipcia. A poniente de Machu Picchu, en el litoral atlántico, cerca de la población de Ica (famosa por sus grabados en los cantos rodados), en verano del año 2005 se descubrieron vestigios de decenas de pirámides, siendo una de ellas bastante más grande. Desde hace décadas se sabe que en el norte del Perú existe un buen testimonio de que los incas también tuvieron su gran pirámide, pues su magnitud debió de ser comparable a la mayor de la meseta de Giza, una zona que por cierto, también fue motivo de mi mayor atención;... y no por sus pirámides precisamente (Clicar

Algo tiene que ver en ello el llamado Difusionismo Cultural, y dilucidarlo será tarea de la Astronomía Cultural (antes llamada Astroarqueología). Lo tienen fácil, porque es obvia la conexión de las desaparecidas antiguas culturas de diversos Continentes que desarrollaron grandes pirámides entre las de China (son ocho y están bajo las aguas del lago Fuxian) y las de Egipto, pasando por las de la Polinesia (Morae) y las protobíblicas de la cultura líbico-balear (cerca de poblados con 15.000 años de antigüedad) entre Marruecos y el Sáhara occidental en el Norte de África (que siguen cubiertas de arena) las cuales inspiraron las de Güímar en la isla de Tenerife, y otras de las islas Canarias siempre orientadas E-W (600-1.200 a.C.). Ayudaría el estudiar la afinidad entre la escritura de los guanches canarios y el alfabeto líbico-bereber. A propósito de pirámides ancestrales, diré aún que en el norte de Italia existen al menos otras tres muestras muy misteriosas, una de las cuales alcanza una altura de 150 metros. Dichas formas piramidales fueron recientemente descubiertas gracias a unas fotos de satélite que en su día fueron muy difundidas. Tres de ellas se presentan también alineadas en las afueras del pueblecito de Montevecchia suponiéndoles una antigüedad de 3.000 años.


En la zona del Ecuador hoy aún se recuerda el mito andino del personaje equivalente al bíblico Noé. Para nuestra racional forma de pensar (causa-efecto y técnico-funcional), un mito es una falsedad que da risa, pero no debiera de ser así. De entrada, los mitos tratan sobre dioses (historias espirituales, o sea, sagradas), mientras que las leyendas se refieren a hechos de los humanos. La desventaja de éstos sobre los mitos es que, al no ser imágenes procedentes del corazón, carecen del poder hermanador del mito para compartir con otras sociedades vecinas.

El mito, por su poder de trascender lo real puede explicar los fenómenos más increíbles, como es el caso de estos rostros presentados en Machu Picchu, cuyo máximo relieve se aparece controlable y puede compartirlo toda la comunidad. En estos casos que la tribu dispone de referencias visibles, es más difícil que se olvidasen los mitos, como sucedió por ejemplo en Grecia cuando el oráculo de Delfos "enmudeció".

En su Mito del Diluvio los incas se remitieron a cuando la única parte del mudo que había quedado incorrupta era la cima de una especifica montaña de los Andes. Amenazadormente el nivel del mar llegó hasta la misma puerta de la cueva donde se habían refugiado dos hermanos (que son ambos los émulos de Noé). Milagrosamente entonces la montaña se elevó más y más, y sólo recuperó su tamaño original al descender el nivel del agua después de varios meses. Conclusión: los seres humanos, como hoy son desmemoriados, viven de nuevo en todas partes, pero los utilísimos llamas que son sus animales de carga, recordando el Diluvio, tan sólo viven en las tierras más altas. Allí es donde suceden los milagros. Alguien ha escrito que utilizando mitos metafóricos pudieron entender realidades complejas, del mismo modo que hoy aún la veracidad de narraciones literales muy trascendentales se explican poéticamente. Las realidades a que nos remiten son tan ajenas a la mente humana que tal vez después de darle incotables rodeos,... bien pudiera resultar ser todo tan simple como se acepta.

Recordaré ahora el mito de Ollantay. El tal protagonista era un valeroso guerrero inca que tuvo la desdicha de enamorarse de la hija del jefe Cosicollur, con la cual tuvo una hija llamada Yma Sumak (nombre que, al significar muy hermosa, fue adoptado por una famosa cantante que hizo fortuna en los mejores tiempos de Hollywood). A Ollantay lo persiguieron para matarlo por su osadía, y a su amada, a pesar de ser hija del jefe, la enclaustraron de por vida entre las "vestales" Hijas del Sol. Cuando fue capturado (resumiendo mucho la trama), Ollantay mediante elocuentes elogios de su amor y el amor del mundo entero, logró que todos los caídos en desgracia fuesen al fin perdonados por Tumak Yupanki, el nuevo jefe inca sucesor, quien era hermano de Yma Sumak. No sólo se pudo casar Ollantay con Yma, sino que se le dio el cargo de general del ejército, además de ser nombrado consejero del rey.


Dichos relatos nos remiten a personajes históricos del siglo XII o XIII, o sea, siglos antes de la llegada de los conquistadores españoles. No obstante durante la ocupación de éstos, otra leyenda daría una diferente explicación al destino de Ollantay. El cronista del siglo XVI, a fin de satisfacer mejor el gusto de sus compatriotas, se sintió obligado a dar un final feliz a la leyenda de Ollantay, y falseó el mismo dramático desenlace final de la mayoría de leyendas.


Partiendo de la Plaza Mayor de Machu Picchu se encuentra una hiniestra Roca Sagrada de 3 m. de alto, que indica el inicio del sendero de subida a la Joven Montaña. En la parte media de su recorrido se puede tomar un desvio a la izquierda que lleva a la parte trasera donde está ¥l llamado Templo de la Luna, sin duda un templo principal, que fue construido a dos niveles. Allà arriba vivió gente y no debieron estar nunca ociosos desarrollando un culto de primer orden, pero trabajaron fuerte aunque sólo fuese para asegurar la estabilidad del camino al dicho templo-habitáculo integrado a una gruta natural de la roca sobre el precipicio. Allí sorprende también encontrar un sofá pétreo, el más grande que se pueda imaginar para una persona. Sin duda fue un óptimo mirador natural.

La última hipótesis acerca de qué debió de ser el Templo de la Luna, informa que sería la tumba del fundador del imperio Tahuantinsuyo, que fue llamado inca Pachacutec, siendo probablemente el fundador de Machu Picchu . Además tuvieron templos dedicados al sol y a la luna en todos los lugares importantes de sus vastas conquistas, simbolizándose en grutas y hendiduras de las montañas el fervor selenita, al ver nuestro satélite cual útero de su Pacha Mama. Los templos de la luna eran su lugar de purificación para el ritual de paso a una vida nueva superior.

Desde la cima de la Joven Montaña se puede ver la cadena andina en gran despliegue panorámico y el río Urubamba cruzando gran parte del Valle Sagrado, a parte de que después de haber llovido parecen poder agarrarse los bellos arco iris que sobremontan la tan magnífica ciudadela solar. Aquella cima, con el ya magnificado templo vivo, fue un punto estratégico visual de comunicaciones de larga distancia, y también un encalve especial donde aplicar tanto los logros que sabemos del calendario lunar sumerio, como los del calendario solar egipcio. Fueron los residentes en dichas alturas el "cordón umbilical" que les unió con el resto del Imperio; por algo la hiniestra Joven Montaña está 915 m. sobre Machu Picchu, y aún sigue llena de vida, tal como se evidencia por su exuberante vegetación. El perfil de rostro humano que descubrí decorando la ladera NW. de su cima, justamente está configurado a partir del ángulo casi vertical en su parte más alta. Metafóricamente, la Joven Montaña parece tener allí un filo semejante al de un hacha de piedra gigantesca, y estaría dirigida hacia la sagrada ciudadela solar que tiene a sus pies.

Antes de que ningún edificio existiese en Machu Picchu la espaciosa gruta de aquella cima pudo entenderse como una providencial casa viva comparable a la del refugio diluviano, por cuya asociación de ideas, a fin de contemplarlo ya debió de ser muy visitado la zona que hoy se ha dado en llamar Machu Picchu. Quienes primero habían sido capaces de escalar la cima de la Joven Montaña vecina, lo harían con gran riesgo, si bien la bella vista les recompensaría. La empresa se debió de volver multitudinaria al divulgarse que desde arriba, además, en determinado período del año al amanecer se podia ver salir el sol doble por encima de los cerros del horizonte durante unos extasiantes momentos. (Lo presento al inicio de esta web).

El fenómeno muestra ilusoriamente dos soles independientes que resultan ser superpuestos, muy apaisados y de diferente tamaño. No es algo exclusivo de Machu Picchu, porque yo mismo hace décadas que lo conocí por boca de un pastor del Pirineo catalán. Explicó con gran entusiasmo el mismo fenómeno del sol doble a un grupo de incrédulos interlocutores. Siendo yo muy joven, el escuchar semejante barbaridad su explicación me chocó mucho, aunque dada su vehemencia, lo tuve que admitir como algo posible. En efecto, la termodinámica lo explica y dicha anécdota ahora me complace que sirva para informar de la universalidad del fenómeno. Después de todo, yo no desearía este tipo de conocimientos si no pudiese compartirlos. Es decir, si me lo guardase para mi sólo, tampoco lo disfrutaría tanto. Además, lo que sabemos gratis, también hemos de aprender a darlo del mismo modo. Es la clave de la felicidad,... mientras que, dicho sea de paso, la clave de la insatisfacción es desear más de lo que uno necesita.

Los iniciados y el gran chamán que residieron en el Templo de la Luna y por una vía trasera subir a la cima donde se domina la perspectiva vertical de Machu Picchu. En los andenes que allí existentes se tiene la sensación de ingravidez mirando la ciudadela a vista de pájaro. Aquellos hombres también eran felices, al poder desarrollar al máximo sus capacidades. Ellos debieron de tener la misión de comunicar a sus nobles convecinos todo tipo de averiguaciones astronómicas y también noticias, ya fuese por recibirlas mediante interpretar los reflejos solares hechos con espejos, o por señales de humo o de fuego según las circunstancias.

Dicha información sería posteriormente estudiada por los expertos iniciados residentes en la ciudadela solar; que eran, si no los más sabios, sí al menos los más veteranos. Machu Picchu fue, en todo caso, el sereno retiro de los más nobles, además de los chamanes astrólogos. Sabiamente éstos supieron alegrar sus vidas haciéndose acompañar de la flor y nata de la belleza juvenil, reuniendo a su entorno las más graciosas doncellas de la región,..por lo que parece destinadas a ser sacrificadas al dios Inti; un nombre que recuerda a inca porque en principio esta palabra -de uso muy restringido- quiso significar: humanización de los poderes benéficos del astro rey.



A falta de alfabeto, sus mensajes los escribieron ingeniosamente mediante cordeles de colores (quipos) del mismo modo que habían hecho los chinos (Qui-pui). Hacían en cada cordel sucesivos nudos y después todos juntos se ataban por un extremo a otro cordel que era el soporte-madre. Hay pruebas de que los chinos (primeros en utilizar la brújula) llegaron a la costa peruana en el siglo II a C.; pero ni teniendo en cuenta tanto coraje y suerte, los quipos aún no ofrecen su secreto del todo. Sugiero que para poder empezar a entender los quipos,éstos sean extendidos sobre un plano, de forma que imiten el sol con sus rayos (ver foto), y ni en broma se presenten más como un manojo de cuerdas colgando. Estoy entre aquellos anticuarios aventureros que antaño corrían todo tipo de peligros en países exóticos (ya fuesen tras templos o tribus de bosquimanos), y los actuales arqueólogos de rígidas normas, en cuyas financiadas misiones se comportan cual músicos ante una partitura, pues a pesar de ser licenciados trabajan orquestalmente teniéndolo todo previamente sondado, codificado, tematizado, etc., de forma que no les queda margen para el riesgo y menos para la imaginación. Lo que yo más les agradezco actualmente son sus bonitas virtualizaciones en 3D. Ven mis defectos, pero no los suyos.

Recuerdo de nuevo que veneraron al sol (Inti), no obstante no era su principal divinidad, sino que fue Viracocha, nombre que significó "Buen espíritu del cielo" era su principal divinidad. Éste me recuerda al dios egipcio Ra; pero cuenta más el hecho que desde los veneradores del monumento arquitectónico con forma de toro que fueron los dólmenes megaliticos de la prehistoria europea, hasta quienes consideraban divina la persona del lider de la Alemania nazi remontándose a los indogermánicos, veneraron al Joven Sol. En efecto, casi todos los principales imperios antiguos,(incluso Roma en el Templo de Vesta), veneraron al Niño Sol, o como fuese que lo llamasen. A Inti, los incas lo reflejaron en su arte de todas las formas posibles. No es sólo en ello que coincidieron con los antiguos egipcios. También los autoritarios incas, considerados la última "civilización milagro", construyeron grandes pirámides, alargaron los cráneo de sus pequeños príncipes, momificaron a sus difuntos, e incluso construyeron muchas y muy grandes pirámides (que llamaron wakas), etz, etz..

Aunque existen túneles subterráneos grandiosos en Janar, Adschanta y Ellora (India), en Derinkuyu (Turkia) y también en San Agustín (Colombia) ningunos pueden compararse con los existentes en la provincia de Morona Santiago en Perú. Dichos subterráneos se descubrieron en 1.965 y conectan cientos de kilómetros de túneles que penetran en territorio del actual Ecuador. Las paredes y techos de los mismos son lisos y hechos de dura piedra. En una de sus muchas salas se descubrieron cientos de objetos, entre los cuales había esculturas antropomorfas y zoomorfas, así como también planchas metálicas de más de 50 cm de lado. Éstas últimas incluyen símbolos indescifrables que echan por tierra la hipótesis de que los antiguos pobladores del Perú tan sólo se comunicaban gráficamente con los antes citados quipos. Tanto uno como otro modo de escritura siguen siendo indescifrables hoy día, aunque está claro que sí existió entre los más antiguos un alfabeto, tal como hoy lo entendemos, sólo que quizá no pertenezca a ninguna de las culturas conocidas. Actualmente ya se ha hecho retroceder la antigüedad de los quipos a 4.500 años.

A cuanta antigüedad podemos retroceder en la zona que tratamos?...Existen en los alrededores de la ciudad de Puebla (Mx.) huellas de pies humanos en el barro que fueron cubiertas por lava volcánica. Quedaron fosilizados en el barro de hace 40.000 años, pero la Arqueología oficial, en Latinoamérica, ni en parte alguna, aún hoy allí no admite vestigios anteriores al IV milenio a C.

Escrito en Barcelona -(España).

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