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30 de septiembre del 2003

Por: Lic. Heriberto Molina González

Colaboración:

 

Calidad en el servicio,

Sinónimo de buen servicio o de ¡mal servicio!…

 

En el mundo de las empresas como en el de las Instituciones del ramo público gubernamental, hoy en día, el uso de sistemas de calidad basada en procesos bajo los requisitos de las normas ISO-9000 ya han cobrado mucha influencia. Sin embargo, como receptores de algunos productos y servicios,  se sigue recibiendo en la gran mayoría de las veces  servicios que no cumplen con las expectativas de los usuarios.

 

La calidad más que un programa es un gran reto, de ahí que se le conciba como un sistema, por lo tanto,  la empresa o institución que decida asumir este reto lo deberá hacer con absoluta responsabilidad y compromiso.

 

No olvidemos que uno de los grandes problemas y que originan el mal servicio en las organizaciones es que éstas no logran que el personal tome una actitud positiva al realizar las actividades de su quehacer laboral, luego entonces, la solución no radica únicamente en motivar exclusivamente a ese  personal o en conseguir gentes con actitudes de servicio. Y como lo expresara el licenciado Víctor Manuel Quijano Portilla, “la empresa debe procurar orientar a su personal para dar resultados y además mantenerlo para que el nivel del servicio no decaiga y sea constante”, ya que por encuesta que realizara este notable estudioso del área de los servicios al cliente y  la calidad, se encontró que las problemáticas mas comunes en las organizaciones, que obstaculizan, inhiben y llegan a matar la actitud del personal y que afectan, consecuentemente, el servicio que reciben los clientes, se debe principalmente a:

 

1.- El incumplimiento de promesas,

2.- La falta de capacitación adecuada,

3.- La falta de apoyo organizacional (falta de cultura de servicio y falta de autoridad en la toma de decisiones), y

4.- La falta de recompensa.

 

Es notable soslayar que el servicio no sólo depende únicamente de los colaboradores, también depende de las empresas y del liderazgo que practiquen sus líderes.

 

En resumen, se puede afirmar que cuando se busca asumir la filosofía de la calidad como una forma de trabajo en cualquier organización, esta debe abordarse con absoluta responsabilidad y además  con un verdadero sentido de compromiso, pues el no concebir esta filosofía como se merece, nos pone en el riesgo de crear  falsas expectativas de lo que se busca.

 

De ahí, que la calidad, como lo puntualiza el licenciado Roberto Rosales González, connotado articulista de la revista “Adminístrate Hoy”, deba ser consistente en cada etapa del proceso empresarial, y añadiéndonos a esta postura y desde un punto de vista muy particular se considera, que la calidad no sólo debe tener consistencia, también debe ser constante para que ésta, además de lograr la productividad y la competencia que señala el Lic. Rosales, también logre la satisfacción a los requisitos de la norma (cliente/empresa), y adicionalmente a ésto se genere en consecuencia, un ambiente grato de trabajo (calidad de vida), alejado de cualquier debilidad que pudiera reflejar un riesgo para el cumplimiento de los objetivos trazados por la organización.

 

Un punto de vista excepcional:

El ciclo de Deming.

 

La norma ISO-9000, toma como punto de partida al ciclo de la calidad, mejor conocido como círculo de calidad o ciclo de Deming, este último término utilizado, dado que fuera propuesto en los años 60’S por el Doctor William Edward Deming.

 

Y retomando lo que nos explicara el Lic. Rosales González este ciclo parte primero de planear el proceso productivo o el servicio que será ofertado al cliente; lo segundo consiste en hacer lo que fue planeado en la empresa y así poder lograr la calidad; y como lo citaba el doctor Deming, el tercer punto lo constituye el estudiar, pues se debe estudiar el proceso y  reconocer sus fallas y  logros, y por último el actuar que es la etapa con mayor índice de importancia, pues aquí se deben realizar las actividades que ayuden al proceso y a la empresa, eliminando en su realización todas fallas y lograr así,  la calidad permanente.   

 

Los principios de gestión de la calidad,

Norma ISO-9000:2000.

 

El punto 0.2 de la norma ISO-9000:2000, define los principios de la gestión de la calidad, estos principios pueden ser utilizados por la alta dirección con el fin de conducir a la organización hacia un mejor desempeño de la misma. Aunque todos son importantes por lo que cada uno representa, el éxito de la implantación y del aseguramiento de la calidad siempre gira en torno de la importancia y del cuidado que se le dé a estos principios, o cuando menos a tres de ellos: el liderazgo, la participación del personal y la mejora continua. 

 

  • El liderazgo, por que a través de los líderes se establece la unidad de propósito y la orientación de la organización, debiendo ellos crear y mantener un buen ambiente de trabajo interno, en el que su personal pueda involucrarse totalmente en el logro de los objetivos de la organización.

 

  • La participación del personal, que debe ser a todos los niveles y además es la esencia de una organización ya que su total compromiso posibilita que las habilidades de sus empleados sean utilizadas en beneficio de la organización.

 

  • La mejora continua, que como parte de la gestión de la calidad debe orientarse a cumplir con los requisitos de la calidad, ello claro, bajo el enfoque de ser un objetivo permanente dentro de la organización.

 

¿Pero, cuál es el papel más sobresaliente de la alta dirección?  El punto 6.2 de la norma ISO-9001:2000, establece categóricamente que la alta dirección a través de su liderazgo y sus acciones deberá crear un ambiente en el que el personal se sienta verdaderamente involucrado y  no relegado solo a prestar una labor como un mero colaborador mas de la calidad, porque de ser así, esto afectará notoriamente su actitud.

 

De las responsabilidades de la dirección:

Punto 2.6 de la norma ISO-2001:2000.

 

Mientras más ideas surgen acerca de la gestión de la calidad, mas se acentúa la presunción de que, sin duda, la organización al planificar la calidad debe perfilar como uno de los puntos mas sobresalientes de la norma ISO-9001:2000, los referentes a las responsabilidades de la dirección y a la gestión de los recursos. Ya que si no se cuenta con el compromiso real de la alta dirección y con los recursos necesarios para que el sistema de gestión de la calidad funcione adecuadamente, todos los esfuerzos que se hagan solo serán en vano e inútiles.

 

Recordemos que el punto 5.1 de la norma citada anteriormente, establece que la alta dirección debe proporcionar evidencia de su compromiso, tanto con el desarrollo e implementación del sistema de gestión de la calidad, así como con la mejora de su eficacia.

 

¿Cómo?

 

·        Comunicando a la organización la importancia de satisfacer tanto los requisitos del cliente, como los demás inherentes al servicio,

 

·        Estableciendo la política de calidad, debiendo ser adecuada a la organización y sobre  todo bien entendida en la organización,

 

·        Determinando los objetivos de la calidad en las funciones y niveles pertinentes de la organización, mismos que puedan ser medibles y coherentes a la política de calidad,

 

·        Llevando seguimientos y revisiones por parte de la alta dirección, que permitan evaluar su conveniencia, adecuación y eficacia, manteniendo a su vez registros de éstas, y

 

·        Principalmente asegurándose de que exista la plena disponibilidad de los recursos para solventar las necesidades que surgan de la implantación del sistema de gestión de la calidad.

 

Importancia del punto 6 de la norma ISO-9001:2000
Gestión de los recursos…

 

Entre el punto 5 de la norma ISO-9001:2000 (Responsabilidades de la dirección) y el punto 6 de la misma (Gestión de los recursos), existe una notoria interrelación, pues como lo comentara el licenciado Rosales, la gestión de los recursos constituye la primera responsabilidad de la alta dirección, ya que en la medida en que ésta proporcione y gestione todo lo necesario al sistema de gestión de la calidad, en esa medida asegurará su correcto funcionamiento.

 

Resulta importante destacar que al referirnos a la gestión de los recursos, ésta no debe entenderse sólo como la gestión de insumos y recursos materiales, la gestión de recursos va mas allá, abarca también el ramo de los recursos humanos (punto 6.2 de la norma) y señala que el personal que sea encargado de realizar trabajos inherentes a la calidad, deberá ser competente con base en su educación, formación, habilidades y experiencia.

 

La gestión también nos indica que se debe contar con una infraestructura, una buena toma de conciencia y formación en otras acciones así como de generar un excelente ambiente de trabajo y  que nos ayude a lograr la conformidad del producto o servicio que se ofrece. (puntos 6.2.2, 6.3 y 6.4 de la norma).    

Referencias: NORMA ISO-9001:2000

Revista “Adminístrate Hoy”  2003

 

 
 

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