¿Quien dijo que leer fallos judiciales es aburrido? un pobre obrero muere hace ya ochenta años en el puerto de Buenos Aires y su familia (esposa y siete hijos) clama por la indemnizacion que les permitira subsistir; los caballos de carro lechero huyen despavoridos ante el paso de una tropa de caballeria y embisten un carruaje de alquiler en plena calle Ayacucho; un diario injuria nada menos que la reina Margarita de Savoia; un escandalo en la sucesion de la prestigiosa familia Lastra-Achaval y la negligencia de las señoritas Pereyra Iraola, obligadas a reparar un daño a un puestero; el escandaloso divorcio de un matrimonio donde no faltan infidelidades, maltratos y enfermedades venereas y el eterno conflicto de la visita de los hijos de padres separados...

A traves de estos fragmentos de sentencias judiciales vislumbraremos un mundo palpitante de emociones, pasiones y odios, desgracias y alegrias mucho mas alla de los tratados de historia. Y tambien, mas alla del valor juridico que ellas representan, seremos conscientes de la virtuosa y sabia aplicacion del derecho de notables y nobles juristas que supieron enaltecer nuestra historia juridica

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