YO SOY DE DONDE HAY UN RÍO.

Una ciudad cubana fundada por canarios:

 San Antonio de los Baños

Personajes y Personalidades de San Antonio de los Baños..La Villa del Humor

Controversia Naborí-Valiente
Tema: La Muerte

I
Ojalá tenga la suerte
pocas veces conseguida
de que florezca mi vida
para cantarle a la muerte.
Ella es la mirada fuerte
en incontenible acecho;
y como en un marco estrecho
la mentira de vivir
y la verdad de morir
se me juntan en el pecho.

II
Para hablar de las mañanas
y las tardes que se van,
la vida y la muerte están
juntas como dos hermanas.
Las inquietudes humanas
no tienen razón de ser,
si aceptamos que nacer
es la acción que nos convierte
en más hijos de la muerte
que de la propia mujer.

III
Los que aceptan que morir
es pasar a mejor vida,
que sólo hay carne vencida
y no el derecho a vivir;
ésos, con un sonreír
de niños, la muerte esperan;
y nunca se consideran
íntegramente vencidos,
como si extraños fluidos
de otras vidas recibieran.

IV
Los que niegan la existencia
del eterno "Más Allá",
y entienden que todo está
del mismo cuerpo en la esencia,
ésos, con una impaciencia
triste que los desanima,
quieren que el tiempo se exprima,
que dé mas de lo que puede;
y el tiempo no retrocede,
y les pasa por encima.


V
La muerte, enorme gigante,
invisible, puesto en pie,
no se siente, no se ve
y en todo está vigilante.
Nadie adivina el instante
de su exacta aparición;
brota de la confusión,
porque se proyecta igual
en la punta de un puñal
que en brazos de una pasión

VI
Muere un niño de igual modo
que morir puede un anciano:
en la amplitud de la mano
de la muerte, cabe todo.
Hecha sombra, en el recodo
de cualquier camino, está;
y cuando a buscar se da
uno para su rebaño,
no le interesa el tamaño
ni hacia que lugares va.

VII
Por cuanto de radical
tiene la muerte, la quiero:
lo mismo quiebra el acero
como el más simple metal.
El orgullo personal
en sus garras se hace añicos;
y suelta como abanicos
sus tentáculos salobres,
sorda al clamor de los pobres,
sorda a la voz de los ricos.

VIII
Una muerte producida
por la vía del suicidio
nos dice como el presidio
deja escapar una vida.
La muerte para el suicida
es vía de flor y estrella,
pues cuando la huella
del dolor no puede estar,
lo hace, pensando encontrar
su liberación en ella.

IX
No siempre la muerte deja
el dolor de lo perdido,
pues cuando muere el olvido
la alegría se refleja...
Y cuando muere una queja
hay alegría también;
y cuando yace el desdén
hay un entusiasmo igual,
porque el sepulcro del mal
es la cuna para el bien.

X
La muerte de algo está aquí
presidiendo la velada,
y puesta está su mirada
en Valiente o Naborí.
Si cae la derrota en mí
como en un duelo sombrío,
esta misma noche al río
desilusionado iré
y en su entraña dejaré
enterrado un sueño mío.

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