El
tiempo
En
el cielo de cristal
que
veo el Ariguanabo
las
agujas que le clavo
tienen
puntas de coral.
Mi
sangre al agua es igual
o
el agua es la sangre mía,
el
río y mi poesía
van
hacia los mismos puntos,
como
dos hermanos juntos
haciendo
la travesía.
En
las piedras de la arena
está
incrustado mi nombre,
como
protegiendo al hombre
cuando
llueve y cuando truena.
Y
ahora cuando cada vena
con
el tiempo se me enfría,
como
en una enfermería
el
río de mis pasiones
le
está haciendo transfusiones
a
la decadencia mía.
No
se multiplican flores
en
el jardín de la vida
cuando
está la tierra herida
por
los años destructores.
No
hay quien venza los rigores
del
tiempo en su andar de fuego,
el
tiempo es un monstruo ciego
con
omnímodos poderes,
te
da todo lo que quieres
pero
te lo quita luego.
Te
hablo del tiempo y de mí,
no
del genio en paz y en guerra,
¿cuántos
hombres en la tierra
se
parecen a Martí?
El
sigue incólume, allí
como
un tiempo detenido;
y
yo quien soy, quien he sido,
uno
más con los tamaños
que
nos dan los mismos años
y
los años me han vencido.
Las
nuevas generaciones
esperan
por otros besos,
ojalá
sirvan mis huesos
para
fabricar botones.
Combatí
las opresiones
es
cierto, pero después,
el
tiempo, que ingrato es,
con
una púa caliente
me
abre heridas en la mente,
en las manos y en los pies.
Pero
ese mismo retrato
que
no tiene el mejor brillo
se
irá poniendo amarillo
por
el mismo tiempo ingrato.
Será
el recuerdo de un rato,
en
aquellos de más fe,
y
no faltará, lo sé,
quien
me nombre y me analice
por
las décimas que hice
y
las luchas que libré.
En
los discos del futuro
quedarán
otras canciones,
no
mis improvisaciones
saladas
como el cloruro.
El
tiempo es ingrato y duro,
matador
y despiadado;
de
lo que tengo grabado
quedará
el tenue reflejo
en
un tocadiscos viejo
que
pertenece al pasado.
Ahí
tienes la mano ingrata
del
tiempo, con un desliz
mata
un momento feliz
y
no sabe lo que mata.
Detiene
la catarata
de
tu mar y de mi río;
y
ojalá que un hilo frío
lleve
este adiós suspirando
a
donde están reposando
los
huesos del padre mío.