Primero
de mayo
El
año mil ochocientos
noventa,
la clase obrera
pone
a flamear la bandera
en
el mástil de los vientos.
Grandes
acontecimientos
dan
a la fecha lugar,
primero,
el crimen vulgar
con
su abominable estrago
satisfacía
a Chicago
el
gusto de asesinar
La
sangre de cinco obreros
irrigó
la tierra pura
para
la siembra futura
de
los más altos canteros.
Sin
aportes verdaderos
la
sentencia fue cumplida
y
el "Disponed de mi vida"
de
Adolfo Fischer retumba,
más
allá de cada tumba
y
cada tierra ofendida.
La
jornada de ocho horas
es
victoria universal,
porque
está el reloj social
en
manos trabajadoras.
La
autora de las auroras
da
otro aviso en Petrogrado
y
tras el triunfo alcanzado
la
Revolución de octubre
otros
campos le descubre
a
todo el proletariado.