Habilidad # 8: Desarrollo/Coaching
de los Subordinados

Serie Habilidades Blandas
Autor: Rodrigo Del Campo


Hubo un tiempo en que el rol de los gerentes era visto como la mera gestión de los recursos. No era su rol conseguir los recursos que necesitaban y, mucho menos, desarrollarlos. Se suponía que áreas más especializadas de las empresas, tales como finanzas y recursos humanos, les entregarían lo necesario para llevar a cabo sus trabajos.

Sin embargo, hoy en día, una de las expectativas que se tiene de un gerente efectivo es la de desarrollar y actuar como coach o "entrenador" de sus subordinados. Desde esta perspectiva, el gerente debe ser el líder que muestre el camino a sus subordinados y los guíe en su travesía.

Algunas personas me podrían decir que esto, en esencia, es de lo que se trata el liderazgo. Yo tendría que estar de acuerdo, pero con una condición o aclaración. El liderazgo no necesariamente tiene que tomar esta forma. Es más, durante los seminarios que dirijo, al preguntar por ejemplos de líderes, invariablemente aparece el nombre de Hitler, quien creo que estaba muy lejos de este concepto.

El concepto de coaching ha crecido enormemente en los Estados Unidos, a tal punto que hay una gran cantidad de personas que están contratando coaches personales y profesionales que les ayuden en el logro de sus objetivos. Algunas empresas internacionales, incluso, pagan por los servicios de coaching para sus empleados. Sin embargo, a lo que nos referimos aquí es a la actividad de desarrollo que sucede en la interacción diaria entre jefe y subordinado. En la apertura de posibilidades, tanto para la persona como para el cargo y la empresa.

¿Cómo podemos ser un coach efectivo?

Para poder ayudar efectivamente al desarrollo de las personas que están a nuestro cargo, deberíamos poseer y/o desarrollar, como mínimo, las siguientes habilidades:

a. Visión y Orientación a las Metas

Uno de los roles más importantes para el jefe que actúa como coach es el de ver a las personas como pueden llegar a ser. Tener una clara visión positiva de dónde pueden llegar. En cierta medida, tenemos que mostrarles la "tierra prometida", es decir, los beneficios que tendrá para ellas lograr un mayor nivel de desarrollo, así como mostrarles el camino y guiarles a lo largo de él.

b. Generar confianza

En inglés, existe una palabra que realmente no puede ser traducida, pero que expresa este concepto de forma perfecta. Es la palabra "rapport"(me parece que es de origen francés), y que indica la capacidad de generar en la otra persona un alto nivel de confianza. Esta confianza se traduce, a su vez, en una apertura en los canales de comunicación. También se denomina a veces "endorsement", que es la capacidad de lograr apoyo para nuestra causa y persona.

Si no somos capaces de generar ese nivel de confianza y apoyo, esa identificación de los subordinados con nosotros y lo que queremos lograr, nuestro trabajo se va a hacer mucho más difícil.

c. Empatía

La empatía se refiere a poder escuchar y conectar con los estados internos (personales) del otro, entendiendo cómo se siente y por qué las cosas son importantes para él. Sin embargo, muchas veces, la empatía se asocia a sufrir de la misma forma que la otra persona, haciendo nuestros sus sentimientos. Hay un gran riesgo en esto. Para ser coaches efectivos, tenemos que ser capaces de conectar de forma despersonalizada, sin dejar que los sufrimientos del otro nos afecten a nosotros. Tenemos que entender, sin apegarnos a los problemas que la persona puede estar enfrentando. Cuando nos afectan, perdemos nuestra capacidad de ayuda y nos convertimos en parte del problema, más que de la solución.

Obviamente, la única forma de poder lograr que estos problemas no nos afecten es estar nosotros en un nivel de desarrollo mayor, donde estos problemas ya no sean tales. Y no me refiero aquí a problemas económicos o emocionales, necesariamente. Me refiero a la forma en que la persona ve el mundo y se conecta con él.

d. Aceptación

A nivel mundial y, especialmente, en Estados Unidos, hay un movimiento muy fuerte hacia lo que se denomina "diversidad", que se refiere a la aceptación de las diferencias entre las personas, en términos de razas, sexo, creencias y otros elementos diferenciadores. Incluso existen leyes que pretenden evitar la discriminación en la selección de personal, en base a elementos que no sean directamente relacionados con el desempeño de la persona en el cargo al que está postulando. Si bien es cierto que esto en otras partes del mundo no es tan común, ciertamente se ve un movimiento en esa dirección.

La aceptación de la diversidad, sin embargo, no significa que tenemos que aceptar a las personas "como son". Muchas veces, se confunde con una aceptación ingenua que no busca el desarrollo de las personas. El desarrollo y las características personales se mueven en dimensiones distintas. Dos personas que tengan distintos estilos pueden mostrar un alto nivel de desarrollo personal, mientras que otras dos que tengan estilos y preferencias similares, puede que muestren niveles de desarrollo muy distintos.

Ahora bien, la aceptación de la diversidad, requiere un elevado entendimiento acerca de las personas y de sus características. Tenemos que tener muy claro qué significa un mayor nivel de desarrollo y qué se deriva simplemente de diferencias de preferencias y estilos. Este mayor entendimiento y su importancia recién se está empezando a reconocer, no sólo en nuestro país, sino en muchas partes del mundo.

e. Compasión Real

Nuestra sociedad ha sido muy creativa e ingeniosa en la generación de desafíos para sus miembros. Sin embargo, no ha sido tan efectiva en la generación de los mecanismos de apoyo para enfrentar estos desafíos. Lo que le falta a mucha gente, hoy día, es una ayuda efectiva para encarar los problemas con que se enfrentan, para satisfacer las demandas del mundo moderno. En esta situación, sin embargo, debemos darnos cuenta de que lo que necesitamos no es una compasión estúpida que acepte todo sin cuestionar, que crea que todo está bien, que de alguna forma le transmita a la persona que no necesita esforzarse.

Lo que necesitamos es una Compasión Real: tenemos que ser comprensivos pero, al mismo tiempo, ser firmes. Hay una dirección en la que la persona se debe dirigir. Vamos a apoyarla en su camino. Pero no vamos a aceptar que se detenga. Ni mucho menos que se dirija en la dirección contraria.

f. Sea un Ejemplo

No necesariamente, tenemos que ser una personificación de la perfección. Pero lo que sí necesitamos es ser y demostrar nuestra disponibilidad para aplicar todos estos conceptos en nosotros mismos, generando un crecimiento y un desarrollo genuino.

No podemos llevar a las personas a un lugar donde nosotros nunca hemos estado. Es por ello que es vital que nosotros, como jefes y líderes, nos dediquemos constantemente al crecimiento y desarrollo profesional primero. A partir de allí, podremos llevar a los demás con nosotros.

Las habilidades que he presentado aquí están lejos de ser todas las que necesita un coach efectivo, pero le permitirán iniciar su camino hacia el desarrollo propio y de las demás personas. Este camino no es siempre fácil ni agradable, pero los resultados que se pueden obtener, tanto en términos económicos como de satisfacción y tranquilidad personal son enormes.