Historia de Sirena



Existió una vez, en un reino muy lejano y tan desconocido como las profundidades del mar, una dulce y soñadora campesina. Vivía ella sóla en una cabaña,... bueno, no del todo, tenía como única compañía su maravillosa perra, que la seguía a todas partes, la acompañaba por donde quiera que ella fuera, y la daba el cariño que ella tanto ansiaba.
Su cabaña era muy pobre, al igual que ella, era una bonita cabaña realizada con sus propias manos y con el duro esfuerzo de muchos días de trabajo y con el único apoyo de aquellos profundos ojos de su fiel amiga que la miraban con cariño. Estaba situada estratégicamente a orillas de un gran río azul, que fluía raudo salvando rocas y obstáculos, y formando unas bonitas curvas que serpenteaban hasta desembocar en el mar. El mar..... la gustaba sentirse cerca del mar. Soñaba que un día, aparecería un bonito barco, con un brillante mástil que portara una bandera blanca con alguna insignia de un país remoto...una bandera que le anunciara le llegada de alguien que llenara ese vacío que sentía en su corazón.
Todas las noches paseaba con su “amiga” y, miraba y miraba, una y otra vez, al horizonte...y esperaba hasta que la escasa luz que las estrellas le proporcionaban la anunciaba la hora de regresar a su cabaña.
Y así, iban pasando los días,...las tardes, ... las noches, paseando por los grandes y verdes bosques, nadando en el mar y en el río, jugando con su compañera, y .....soñando, siempre soñando con ese maravilloso y deseado día, en que todo cambiaría y, por fin, conocería lo que es la felicidad.
Y sucedió que una de aquellas noches en la que ella quedaba ensimismada contemplando como el horizonte y el mar se abrazaban, divisó algo a lo lejos, algo que al principio parecía ser solo un animal marino que nadaba a sus anchas, pero ella estaba intrigada, y seguía mirando como aquella “cosa” se acercaba lentamente al lugar donde ella se encontraba.
Poco a poco, fue aclarándose la borrosa imagen que la lejanía distorsionaba, y cual fue su sorpresa cuando un inmenso y majestuoso barco blanco se acercaba a la playa sin demora. Y su sorpresa fue en aumento cuando observo el imponente mástil que nacía en su cubierta y que blandía, con movimientos sinuosos y sensuales, una graciosa bandera blanca con una corona dorada en su centro.
Se sentía tan nerviosa que creía que el corazón la iba a estallar....¿quién vendría en ese barco? ¿de qué tierras tan lejanas habría salido? ¿qué mares habrían sido tan generosos de conducirlo hasta allí?
Y de pronto, entre tanta confusión y misterio, un guapo y apuesto caballero se asomo por proa y la miró. De sus negros ojos parecían salir chispas tan brillantes como las estrellas, y su porte alto y elegante le daba un aspecto de príncipe.
No podía creérselo.... su sueño, sus ansiadas noches de espera, todas sus ilusiones se habían hecho realidad....EL HABIA LLEGADO AL FIN.
¿Seria posible que esa persona que ella estaba contemplando fuera quien ella soñaba? ¿Fuera quien la acompañara y recorrieran juntos el camino que todavía la quedaba por vivir?
-“Dios mío”... pensaba... “ojalá sea lo que mi corazón anhela”. El barco llegó por fin a la playa y él se acercó caminando por la arena hasta llegar donde ella le esperaba, y antes de que pudiera preguntarle nada, él la dijo:
_”Ya no estarás nunca más sola, el mar me trajo hasta ti, y aquí me quedare, a tu lado, si tú me aceptas. Envejeceremos juntos, y nos amaremos como nunca nadie antes se ha amado. Tú serás mi reina y yo seré tu príncipe hasta el fin de nuestros días, yo te daré protección y tu alimentaras mi corazón por siempre..”
La felicidad y la inmensidad de los sentimientos que la embargaban era tal, que no tenía palabras para hablar, sentía que su soledad había llegado a su fin, y que el mar había escuchado sus ruegos.
Le miró, vio que sus palabras eran sinceras, y con un abrazo que pareció conocer como si hubiese sido lo único que había hecho durante toda su vida, quedo sellada la promesa que aquel misterioso y tierno caballero le había hecho al llegar.
Y así, vivieron con un infinito amor, ......dos almas gemelas que habían estado esperándose y buscándose desde la creación del mundo, y que al fin, gracias a la fe y la esperanza que el amor proporciona lograron encontrarse y unirse por siempre jamás.


Asi es como a todos nos gustan los finales, pero el verdadero final de mi historia no es ese, es otro muy distinto..........


..........................................................y su porte alto y elegante le daba un aspecto de príncipe.
No podía creérselo.... su sueño, sus ansiadas noches de espera, todas sus ilusiones se habían hecho realidad....EL HABIA LLEGADO AL FIN.
¿Seria posible que esa persona que ella estaba contemplando fuera quien ella soñaba? ¿Fuera quien la acompañara y recorrieran juntos el camino que todavía la quedaba por vivir?
-“Dios mío”... pensaba... “ojalá sea lo que mi corazón anhela”. El barco llegó por fin a la playa y él se acercó caminando por la arena hasta llegar donde ella le esperaba, y antes de que pudiera preguntarle nada, él la dijo:
_”Vengo de un país lejano, de tierras donde el sol no se esconde nunca, donde las arenas son cálidas y secas, atraído por el latido de un corazón, un corazón triste y solitario que llamaba al mío a gritos y que yo se que pertenecen el uno al otro desde el inicio de los tiempos, pero he de decirte algo antes, algo que quizá te impida aceptarme. Yo te necesito, te he buscado siempre, y por fin te encontré, pero no puedo quedarme a tu lado. Soy el príncipe de un reino que me reclama, que me necesita, un reino que no podría seguir adelante sin mi, porque soy su único apoyo y guía, ...debo regresar en un par de días con ellos. Pero debo decirte que siempre te llevaré en mi corazón, como ya te llevaba antes de conocerte, como te he llevado siempre, aunque me obligues a partir en este mismo instante...te amaré por toda la eternidad”.
Ella se quedó por un instante en silencio, dos lagrimas cristalinas rodaron por sus mejillas y le hablo así:
-“Te he esperado siempre y has llegado, ¿cómo rechazar el amor que mi corazón necesita? ¿cómo negarle a mi alma conocer lo que es la felicidad? Estaré a tu lado hasta que debas partir, y juntos haremos realidad nuestros sueños, juntos disfrutaremos del amor hasta que debas partir a tu reino”.
Y, de este modo, pasaron los días mas felices que cualquier narrador de cuentos pueda describir. Caminaron descalzos sobre la arena de la playa...contemplaron juntos un anochecer con la Luna sobre las aguas del mar y su reflejo en las olas...se amaron como jamas nadie se había amado.
Pero llego el momento en el que él debía partir:
-“Siempre estarás conmigo, la luz de tu sonrisa llenara mis noches de esperanza, y el recuerdo de tu amor sin limite me dará valor para vivir hasta el momento de verte de nuevo. El día que mi reino pueda crecer sin mi, volveré a buscarte”.
Y ella, con lagrimas en los ojos, y el corazón destrozado le dijo:
-“Nunca antes había conocido lo que era el amor, y gracias a tí ahora lo se. Te esperare siempre. Te amaré siempre”.
Y así, se separaron, y vivieron soñando con el momento en el que poder volver a compartir ese amor que tan desesperadamente necesitan los dos.


Agradecimientos a Sirena


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