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Anotaciones al artículo “La masonería, descripción de la masonería y la postura de la Iglesia” .

Por: Juan Sebastián Ohem.

Introducción:

La presente es una serie de anotaciones al artículo, publicado por la página católica es.catholic.net, si gusta leer el artículo original puede consultarlo en este link , sobre la masonería, donde se discute el origen y misión de la masonería, así como si es compatible con las enseñanzas y postura de la Iglesia católica. La cuestión es, como todo el mundo sabe, compleja y espinosa, la relación entre la masonería y la Iglesia ha sufrido múltiples altibajos, la Iglesia siempre la condenó de profundamente anti-clerical, la masonería condenó a la Iglesia de intransigente, y quizás algo de razón tienen ambos lados. Ambas son instituciones de gran edad y trayectoria, sobre todo la Iglesia, siendo así los conflictos de siglos no se resuelven tan fácilmente.

El modo en que habré de abordar estos comentarios es en el orden mismo del artículo original; citando en negrillas y cursiva al artículo de la página católica; en cuya introducción marca ya lo que será el centro de estos comentarios, como es el centro del artículo mismo, cito textual:

Introducción
La Masonería es una seudo religión paralela e incompatible con el cristianismo. Sus elementos religiosos incluyen: templos, altares, oraciones, un código moral, culto, vestimentas rituales, días festivos, la promesa de retribución después de la muerte, jerarquía, ritos de iniciación y ritos fúnebres.

A lo largo de estas anotaciones se revisará si es realmente una religión, y si es o no es incompatible con el cristianismo.

La siguiente parte del artículo es la de la Historia de la masonería, un recuento breve, conciso y claro sobre la historia de esta sociedad, la cual ha acertado en cada uno de sus puntos, si bien comienza a desviarse en algunas cuestiones en un cierto reduccionismo. Me explico y cito:
La gran mezcla crea una nueva identidad anticatólica.

Los primeros masones fueron protestantes ingleses. Se sentían "liberados" de una Iglesia dogmática que exige asentimiento a verdades reveladas. Con la nueva libertad creció la fascinación por la especulación y el sincretismo.

Tomaron como patrones a Adán y los patriarcas y se acreditaron arbitrariamente las mayores construcciones de la antigüedad, entre ellas el Arca de Noé, la Torre de Babel, las Pirámides y el Templo de Salomón.

Mezclaron las enseñanzas de las antiguas religiones y tomaron libremente de los grupos cultistas, como los rosacruces, los sacerdotes egipcios y las supersticiones paganas de Europa y del Oriente. El objetivo era crear una nueva "gnosis" propia de personas ascendidas a un nivel superior.

En efecto, la masonería fue compuesta originalmente por una mayoría protestante, que ciertamente se comportaban de modo reaccionario frente a la Iglesia y a lo que ellos consideraban una “opresión intelectual”. Sin embargo, siendo protestantes no negaron la existencia de verdades reveladas, aquello inmediatamente los haría no-protestantes, o no-cristianos por razones obvias, la sociedad masónica nació como sociedad filosófica de especulación en áreas que eran consideradas “tabú” o “espinosas” en su época, sobre todo la religión, es el primer destello del liberalismo laico, quizás no en el sentido peyorativo que se le da hoy día a esas palabras, por ello a sus miembros no se les exigía ser cristianos, o de cualquier otra religión, si bien sí pedían que creyesen en Dios, aún la hacen en la enorme mayoría de las logias, pues reconocen que es parte integral el Hombre el sentimiento de trascendencia.

La masonería tiene un antepasado intelectual, que es la sociedad rosacruz, sin ninguna relación al rosacrucianismo moderno que nació a principios del 1900’s adaptando ideas de la teosofía de Elena Blavatsky, que hoy conocemos mejor bajo el nombre genérico de “New Age”. La sociedad rosacruz, nacida debido a los tres manifiestos que se distribuyeron especialmente en Alemania, el “confessio fraternitatis”, “fama fraternitatis” y “bodas alquímicas de Christian Rosenkreutz”, manifiestos que cuentan la historia, imaginaria por cierto, de una escuela de filosofía que vagaba por Europa, creada por el enigmático Christian Rosenkreutz, anónima y que supuestamente recogía los conocimientos místicos del antiguo Egipto hasta India. Se trata, según el autor Frances Yates, quien ha publicado varios libros sobre el tema, de “la historia imaginaria de una sociedad imaginaria”, aunque aquello no detuvo el “frenesí rosacruz” de la elite intelectual de la época. Ciertamente anticatólicos, y anti-islámicos, como escribe en el “confessio fraternitatis ad roseacrucis”: “condenamos las herejías a las que es expuesto nuestro señor y redentor, tanto de occidente como de oriente (entendemos al Papa y Mahoma)”.

El impacto que causó en la masonería es digno de tomarlo en cuenta, la idea de una sociedad de filósofos, lejos del alcance de la Iglesia o cualquier otra institución que pudiese perseguirlos por sus ideas, exponiendo sus ideas en secreto evitando cualquier tipo de reprobación o persecución, generó un clima de extravagancia que capturó a innumerables intelectuales, aquel clima se hizo aún más exótico cuando comenzaron a crear su mitología, el inicio ancestral de su sociedad secreta, de las pirámides a India, todo por supuesto es inventado. Fue así como se comenzaron a inventar ritos y simbolismos tomados del misticismo hebreo medieval, la cábala (poca o nula relación con la cábala que se vende en nuestros días), imaginando significados a símbolos egipcios e hindúes, etc.

Sin embargo no era su finalidad la de crear una “gnosis” para personas “ascendidas” o cosa semejante, sino una sociedad discreta, porque secreta nunca fue, donde los socios pudiesen exponer sus ideas libremente en un ambiente de tolerancia y pudiesen convivir y socializar con otras personas. ¿Es un sincretismo? Sí, lo es, no se conoce relación alguna entre misterios egipcios y la cábala medieval, aunque la masonería dice que sí, ni se puede comprobar que la masonería haya existido antes de 1717, mucho menos que hayan construido el templo de Salomón, ni qué decir de la Torre de Babel, y sin embargo no es una religión sincretista ni una senda mística de búsqueda espiritual.

¿Cómo saber si la masonería, o cualquier otra sociedad o institución es una religión? Son tres los elementos básicos que constituyen a una religión, y basta con conocer la definición de la palabra “religión”, que proviene del latín “religare”, de religar a lo humano con lo divino, entonces se requieren de las siguientes tres cosas: Una antropología más o menos sistemática, o mejor dicho, una idea de lo que el Hombre es y lo que el Hombre puede llegar a ser (el Hombre en el mundo del ser y del deber ser), un espacio para la divinidad, Dios personal o impersonal, alguna fuerza metafísica (piénsese en el budismo por ejemplo), etc., y algún método para unir al Hombre con Dios, un medio de salvación, o religación si se prefiere. La masonería posee cierta idea de lo que el Hombre es y debe ser, el Hombre es bueno por naturaleza, lo cual choca ya con muchas vertientes del protestantismo derivadas de la antropología de Lutero, quien pensaba que el Hombre era malo por naturaleza y naturalmente condenado al infierno, por lo que la masonería sí tiene conflicto con algunas partes del cristianismo, falta revisar si es un conflicto que abarque a todo el cristianismo incluyendo al catolicismo. No posee una idea de Dios, o dogma, pero ¿y qué tal la del “Gran Arquitecto”? Este concepto es la semilla de muchas dudas y discordias y vale la pena explicarlo lo mejor posible.

El “Gran Arquitecto” no es un nombre que designe a una divinidad dada, sino que es una categoría genérica que aglutina o contiene prácticamente a todas las creencias religiosas, en tanto que en todas las religiones se posee la creencia de una divinidad que regula o legisla, sea el cosmos o reglas de vida, con la habilidad de un arquitecto. De ahí proviene la noción de "arquitecto", la cual existía mucho antes de la masonería, muchos grabados medievales tienen a Dios, en la figura de Jesús sosteniendo un compás y midiendo el mundo, de modo que no debe ser tomado como un Dios aparte, o una persona o divinidad, sino simplemente un modo de decir Dios, que posea algo de estética (suena poético referirse a Dios como arquitecto o legislador de las leyes de la naturaleza y de la moral por ejemplo) y que no excluya a otras personas de otra creencia. Cuando se escucha las palabras “rogamos al Gran Arquitecto que…” debe en realidad interpretarse como “rogamos a Introduzca-su-Dios-aquí que…”, a eso me refiero con “categoría genérica”.

No posee tampoco un medio o método de salvación o religación, si bien exhorta a sus miembros a comportarse recta y virtuosamente conservando sus tradiciones y buenas costumbres no habla de que se tenga que hacer tal o cual cosa para alcanzar o religarse a la divinidad. La masonería es una sociedad que intenta mantenerse lo más adogmática posible, es decir, no niega la verdad revelada ni la afirma, pues negar la verdad revelada es ya una afirmación dogmática, no niega ni afirma la veracidad de ninguna idea religiosa. Por lo tanto, la masonería no es una religión, al carecer de una concepción de Dios y método de religación o salvación.

¿Quiere decir esto que la masonería apoya al relativismo al darle la misma categoría al cristianismo que al budismo, judaísmo, Islam, etc.? Cito textual del artículo de catholic.net:
Las logias pueden también recibir miembros de cualquier religión. Estos traen sus propios libros sagrados a los que se les da el mismo valor que a la Santa Biblia. En definitiva, todos ellos quedan relegados a un segundo plano.

No siendo una institución religiosa no puede, ni debería, emitir juicio alguno acerca de la veracidad o falsedad de religión alguna en el mismo sentido que un Hospital público del Estado o del seguro social está incapacitado para dar juicios de valor sobre la religión, simplemente no siendo una religión, carece de sentido argumentar en contra que no se pronuncien a favor o en contra de credo alguno, pues lo mismo podríamos decir de las escuelas públicas, o centros de beneficencia patrocinados por la ONU, etc.

Es, hasta cierto punto falaz, argumentar que ningún cristiano debe pertenecer a la masonería debido a que la masonería no admite que la verdadera religión es la cristiana, si tal fuese el caso, que los católicos, o cristianos en general, no pudiesen pertenecer a sociedad o institución alguna que no se pronuncie abiertamente a favor del credo cristiano entonces los cristianos no podrían entrar a escuelas públicas, o pertenecer a clubes campestres o deportivos, es por ello un falso problema, o mejor dicho, un no-problema.

El artículo opina, como muchos hacen, que la masonería se presenta a si mismo como la nueva religión universal, lo cual es falso, pues cuando un autor masón habla de la masonería como religión universal lo hace en el sentido alegórico, en el mismo sentido que la masonería dice que nació por los albañiles que construyeron el templo de Salomón, es decir, es alegórico. Cabe recalcar también que la sociedad masónica no admite a ninguna de las publicaciones de sus miembros, sea quien sea y verse sobre el tema que sea, como última palabra y regla absoluta, ¿qué quiere decir esto? Que si un miembro de la masonería escribe un libro diciendo que la masonería es religión universal, todas las demás son sectas, etc., no está hablando por la sociedad ni por los integrantes de la sociedad masónica, debido a que se violaría la libertad de credo de los miembros.

Otro problema con el artículo es la siguiente cita textual:
Al entender esto queda claro como Satanás fomenta la masonería para luchar contra la verdadera religión universal (universal = católica). La Masonería no solo explota la animosidad contra la Iglesia y el anticlericalismo sino que los fomenta e institucionaliza.

Decir que Satanás fomenta la masonería es ya muy parcial porque no se demuestra primero que nada, simplemente porque nadie sabe lo que Satanás está pensando, en segundo lugar el anticlericalismo y animosidad contra la Iglesia, ambos lamentables y vergonzosos, se dieron en períodos históricos complejos y es muy riesgoso hacer un juicio de valor acerca de circunstancias complejas en un reduccionismo o en un simplismo. Lamentablemente la mayoría de los miembros de la masonería, porque no fueron todos, aunque la masonería como institución sí llegó a fomentarlo, sostuvieron posiciones reaccionarias en momentos difíciles, afortunadamente en nuestros días la masonería, como institución, ya no fomenta ni mucho menos institucionaliza, que jamás lo hizo (aunque depende de la definición que deseemos dar de “institucionalizar”, ninguna clase de odio contra la Iglesia católica. Las logias, en especial en México son constituidas en su mayoría por católicos, aunque la Iglesia haya prohibido tal acción, y ya no es norma general, ni mucho menos política de la sociedad el librar ninguna clase de batalla con la Iglesia.

El artículo entonces pasa a la sección de “creencias, doctrina y enseñanzas masónicas”, abriendo el capítulo con la siguiente afirmación, que es certera y exacta:
El corazón de la masonería está en su simbolismo, su hermetismo, su mandato de ayuda mutua y sus ritos secretos. Las ceremonias, a menudo largas y complicadas, deben conocerse de memoria, y se realizan utilizando un léxico y una indumentaria particular. Los símbolos habituales de la masonería son muy numerosos, pero lo más conocidos son el Compás y la Escuadra, la Plomada y el Nivel, el Martillo y el Cincel ( recuerdos de su origen arquitectónico ), la estrella de cinco puntas, las columnas, etc. La masonería niega que se trate de una doctrina y gustan autodefinirse como un sistema particular de moral enseñada bajo el velo de la alegoría mediante símbolos, o sea un método que permite el libre pensamiento y la libre discusión acerca de cualquier tema, excepto el método en sí, con tal de que se respete la opinión de la mayoría.

Sin embargo en el párrafo siguiente se aborda la cuestión, la cual ya he anotado previamente, si bien someramente, sobre si la tolerancia total se termina por traducir en un relativismo total, argumentando que rechaza que exista la Verdad absoluta, moral, ética o religiosa, y sobre todo dogmática, lo cual es falso, no lo rechaza, pero tampoco lo aprueba, como una asociación laica, como puede ser desde un club deportivo, hasta un hospital de beneficencia no puede emitir tales juicios por quedar fuera de su ámbito, es decir, los médicos no pueden pronunciarse a favor o en contra de la existencia de los hoyos negros como un astrofísico no puede negar o afirmar la existencia de una bacteria que cause la lepra, simplemente está más allá de su esfera. La esfera o ámbito de la masonería es la especulación y la socialización, por esta razón sería ridículo que negaran o afirmaran la existencia o inexistencia de una bacteria causante de la lepra, como de una verdad revelada.

Un error común en los ensayos o artículos que hablan sobre una sociedad o grupo de personas es la generalización, en este caso la masonería, me refiero al siguiente párrafo que cito textual:
Para los masones aquel que intenta vivir una fe revelada es sencillamente un intolerante. No es de extrañar por tanto su anticlericalismo, su oposición a los sacramentos cristianos y su lucha por una educación laica.

“Para los masones” es una afirmación que engloba a absolutamente todos los masones que han existido desde 1717 hasta el día de hoy, lo cual es absurdo, muchos masones han sido y son católicos, muchos son cristianos protestantes, otros cristianos ortodoxos, otros son musulmanes, hay judíos, budistas, etc., de modo que no todos los masones consideran que una persona que cree en una verdad absoluta es un intolerante, tal cosa es simplemente un error. Y la sociedad masónica en su política, como lo he subrayado en variadas ocasiones a lo largo del presente artículo no rechaza ni afirma la veracidad de credo religioso alguno. Y por último el intentar mezclar la primera afirmación, la cual ya he demostrado que es falsa, con la segunda sobre la lucha por una educación laica, carece de sentido, pues se subsume aquella “lucha por una educación laica”, cuestión difícil y de por si compleja, con el hecho, falso como he demostrado, de que absolutamente todos los masones, sin excepción alguna, consideran a los creyentes como intolerantes.

La verdadera filosofía masónica es el "humanismo secular", una ideología meramente humana proponente del racionalismo y el naturalismo. Según ella, la "naturaleza" está guiada por la razón que lleva por si sola a toda la verdad y, consecuentemente, a una utopía de "libertad, igualdad y fraternidad".

Hay mucho que se puede decir sobre la filosofía masónica, hay muchas vertientes entre períodos de tiempo y autores, algunos masones han escrito libros sobre religión y teología, otros sobre comunismo, algunos sobre fascismo, algunos han sido marxistas, otros hegelianos, algunos tomistas, otros platónicos, etc., pero eso es por parte de los masones como individuos, los cuales no representan de ninguna manera a la sociedad masónica. En cuanto a la sociedad o institución masónica en sí, su postura filosófica es escueta, exhorta a los Hombres a una vida ética y aboga por un racionalismo, pero nunca obliga a nadie a creer en ello.

En el siguiente párrafo se menciona, hablando de filosofía masónica:
Este debía ser el "novus ordo seculorum" (un nuevo orden secular). La filosofía masónica es precursora de la Revolución Francesa y aparece mas tarde en la filosofía comunista.

Un error común es la apreciación que la masonería es responsable de la revolución francesa y la revolución bolchevique en Rusia. El error se encuentra en que no porque los personajes más importantes de tales revoluciones, sobre todo en el caso de la revolución francesa, hayan sido masones, hace de la revolución, una “revolución masónica”, la demostración es sencilla, eran masones Voltaire, quien concebía a la civilización algo preciado, un optimista que consideraba al siglo de Luis XIV el mejor de los tiempos, creía que su ilustración se expandiría por el mundo y la enciclopedia haría a todos los Hombres virtuosos, del otro lado tenemos a Rousseau, quien creía que la civilización era una degradación, o corrupción del estado natural del Hombre, “el buen salvaje”, se separo de los enciclopedistas, y sobre todo de Voltaire por las diferencias profundas de opinión. A veces se dice que Voltaire es padre de la revolución francesa, lo cual es falso, y es muy distinto que Rousseau, quien sí aprobaría a la revolución francesa, y cuyas ideas fueron la base del período del terror de Robespierre, sin embargo también era masón Inmanuel Kant, el ilustrado alemán cuya antropología difiere en gran medida de la de Voltaire o Rousseau, cuyo ideario político, contenido en su filosofía de la Historia dista mucho de la visión de los revolucionarios franceses. Cabe añadir que Kant y sus ideas antropológicas y de su filosofía de la Historia han sido de gran influencia para muchísimos pensadores masones, más sobre ese tema se puede leer aquí: La visión de Kant, y de la masonería, acerca de la Historia, la utopía y el Estado.

La masonería tampoco enseña que el Hombre sea Dios o cosa semejante, pues, y como he repetido en varias ocasiones, no es una institución religiosa, sus ritos de iniciación, juramentos, etc., no cumplen otra función que la de mantener la estela de “misterio” o “extravagancia” que tanto atrajo en su tiempo. Los juramentos “bajo pena de tortura” no tienen efecto alguno, es decir, no se ha dado el caso nunca que hayan tenido que asesinar a un miembro por mencionar los “secretos” de la logia, entre comillas porque no son secretos, hay gran variedad de literatura donde se exponen los ritos y sus significados, una sola vez en Estados Unidos se dio el lamentable caso de un fanático masón que asesinó a una persona por publicar los ritos, por suerte el asesino fue castigado conforme a la ley. Tampoco se obliga a los miembros de la masonería a ayudar a otro masón hasta por encima de la ley, ha habido una larga tradición de abogados masones, en países como México, y de gran respeto hacia la constitución y sus leyes, es decir, no es política de la sociedad el que los miembros se ayuden hasta por encima de la ley.

Otro argumento popular cuando se habla de la masonería es la “influencia masónica” cuando ésta “llega al poder”. La masonería nunca ha estado en el poder de ninguna nación, masones han estado en el poder, y es diferente un masón que toda la masonería, en el mismo sentido que no podemos juzgar a toda una institución por el error de un individuo o grupo de individuos. Común es, como en toda conversación sobre política apuntar a los errores y decir “cuando X estuvo en el poder, hizo todas estas cosas malas”, y por supuesto, todo mundo comete errores, somos humanos, y algo bueno han hecho los presidentes masones, como algo bueno han hecho los presidentes que son miembros de clubes campestres, o de universidades católicas, etc.

Para concluir abordo la cuestión de la posición de la Iglesia acerca de la masonería, la cual indica a una violación de dos mandamientos, el primero y el segundo, el artículo más tarde entra a fondo acerca de la posición de la Iglesia en diversas encíclicas y documentos, lo cual no puedo comentar por falta de erudición y porque es la opinión del Santo Padre. Sobre las primeras objeciones de la Iglesia cito una por una:
Qué dice la Iglesia de la Masonería
La oposición de la Iglesia a la Masonería se fundamenta en: