"Divorciarse
cuando se tienen hijos"
[Getting divorced when you have children"]
Consejo Nacional de Salud y
Bienestar (Socialstyrelsen) de Suecia
"¿Custodia
compartida o exclusiva?
Con
arreglo a la legislación sueca, la responsabilidad parental conjunta
(custodia compartida) es el punto de partida natural.
La
custodia compartida significa que ambos padres son responsables de atender
las necesidades y derechos del niño. A medida que el niño crece y se
desarrolla, los padres han de tener progresivamente en cuenta sus
opiniones y deseos. Si los padres ejercen la custodia compartida, han de
adoptar juntos las decisiones que afecten a la persona del niño. Los
padres que se separan han de decidir conjuntamente con quien debe vivir el
niño y de qué forma ha de compartir su tiempo con el otro progenitor.
Aunque
la custodia compartida no significa que el niño haya de pasar la misma
cantidad de tiempo con ambos padres, ésa es una opción, si conviene al
niño y a los padres. Las normas sobre custodia compartida se han
establecido principalmente para proteger la necesidad del niño de
mantener un contacto estrecho y satisfactorio con ambos padres, con
independencia de que éstos vivan juntos o no.
Padres
que están o han estado casados.
Los
padres que están casados tienen la custodia compartida de su hijo. Si los
padres se casan después de haber nacido el niño, obtienen automáticamente
la custodia compartida de ese niño, siempre que la paternidad se haya
establecido o confirmado legalmente.
La
custodia compartida continúa si los padres se divorcian. En caso de que
los padres prefieran que sólo uno de ellos tenga la custodia del niño,
pueden adoptar esa decisión ante el Consejo de Bienestar Social, a
condición de que ambos estén de acuerdo. El Consejo de Bienestar
Social aprobará tal acuerdo si se presenta por escrito y coincide con el
mejor interés del niño.
Otra
posibilidad es que los padres soliciten conjuntamente al Tribunal de
Distrito que conceda la custodia exclusiva a uno de ellos. El Tribunal de
Distrito puede conceder la custodia del niño a ese padre o mantener el
sistema de custodia compartida. El factor decisivo es el bienestar del niño,
pero el Tribunal de Distrito no puede imponer la custodia compartida
contra los deseos de ambos padres.
En caso
de desacuerdo entre los padres, uno de ellos puede presentar su solicitud
al Tribunal de Distrito. Si se trata de poner fin a la custodia compartida
y ambos padres han llegado a un acuerdo sobre cuál de ellos tendrán la
custodia exclusiva, el tribunal decidirá, en general, de acuerdo con los
deseos de los padres, sin más indagaciones. Sin embargo, siempre se envía
una petición al Consejo de Bienestar Social para asegurar que no existen
objeciones a la solicitud de los padres. Asimismo, el Tribunal de Distrito
puede decidir también independientemente oponerse o no a la custodia
compartida, aún cuando los padres no lo hayan solicitado. Esto puede
ocurrir conjuntamente con el divorcio si es evidente que la custodia
compartida no coincide con el interés del niño. Los padres que deseen
poner fin a la custodia compartida al divorciarse, pueden recuperar esa
custodia compartida mediante un acuerdo, que habrá de aprobar el Consejo
de Bienestar Social, o por sentencia judicial. Si los padres están de
acuerdo acerca de la custodia compartida, el Consejo de Bienestar Social o
el Tribunal han de decidir de conformidad con los deseos de los padres, a
menos que la custodia compartida sea claramente incompatible con el mejor
interés del niño. Si los padres disienten acerca de la custodia
compartida, el tribunal decidirá de conformidad con el mejor interés del
niño.
Padres
no casados
Si los
padres no están casados al nacer el niño, la madre obtiene la custodia
exclusiva.
Los
padres que deseen tener la custodia compartida de su hijo han de informar
al Consejo de Bienestar Social y, al mismo tiempo, confirmar la
paternidad. Todos los padres pueden hacerlo, con independencia de su
nacionalidad. Si los padres desean obtener la custodia compartida en fecha
posterior, pueden solicitarla conjuntamente a la Autoridad Fiscal en que
el niño esté registrado. Sin embargo, un requisito para la solicitud es
que ambos padres y el niño sean ciudadanos suecos y que la custodia no
haya sido establecida previamente por un tribunal o mediante un acuerdo
aprobado por el Consejo de Bienestar Social.
¿Con
quién debe vivir el niño?
Corresponde
a los padres decidir con quien debe vivir el niño. Son los padres quienes
se separan: el niño no se separa de ninguno de ellos y, por lo tanto,
tampoco ha de renunciar a la presencia de ninguno de ellos.
A los
niños puede resultarles difícil decir lo que realmente desean si creen
que uno de sus padres se sentirá rechazado, defraudado o abandonado. Los
niños son leales y se sienten muy responsables del bienestar de sus
padres. Cuando esos padres están completamente de acuerdo, los niños se
atreven a decir con quien desean vivir, ya que no tienen el sentimiento de
estar abandonando o decepcionando a uno de sus padres al decir lo que
piensan.
Los
padres que ejercen la custodia compartida y están de acuerdo con ello
pueden obtener asistencia de los servicios sociales (en materia de derecho
de familia) para redactar un acuerdo respecto de la residencia del niño.
El Consejo de Bienestar Social ha de aprobar el acuerdo, si se ha
presentado por escrito y representa el mejor interés del niño. Tal
acuerdo tiene la misma validez que una decisión judicial, lo que
significa, entre otras cosas, que es ejecutorio. Si los padres lo
prefieren, o si no están de acuerdo, pueden pedir al tribunal que decida
con quien debe vivir el niño.
La
residencia alterna puede funcionar bien para algunos niños, sobre todo
los niños en edad escolar más pequeños, que suelen tener un profundo
sentido de la equidad. En cambio, es frecuente que los adolescentes
encuentren incómodo trasladarse con sus pertenencias. Su preferencia se
basa en sus propias necesidades, es decir, la proximidad al colegio, a los
amigos y a las actividades recreativas.
Si
ustedes optan por la residencia alterna, recuerden que lo hacen en
beneficio del niño, no por razones de justicia hacia los padres. Para que
tal tipo de solución funcione, es necesario que los padres estén de
acuerdo y se respeten. La residencia alterna exige a los padres capacidad
para cooperar y generosidad recíproca. [...]
Es
necesario que los niños pasen tiempo con el otro progenitor
Los niños
necesitan a ambos padres, necesitan el amor de su madre y de su padre,
sentirse orgullosos de ambos e identificarse con ellos. También necesitan
su amor, interés, alegría y aprecio, así como ayuda para establecer sus
límites. Es importante que los niños tengan el contacto más estrecho
posible con ambos padres, con independencia de que estos no estén ya
juntos, e incluso convivan con otra persona. Los estudios han demostrado
que la situación ideal para los niños es el contacto frecuente con el
progenitor con quien no residen.
Cuando se trata de niños muy pequeños, es especialmente importante
aplicar el principio de los contactos "breves, pero frecuentes"
con el progenitor no residente. Ellos permite al niño mantener el
recuerdo del otro progenitor entre los sucesivos encuentros, mientras que
las separaciones del progenitor no residente le resultan más fáciles si
son breves. También es importante que los niños pasen tiempo con sus
abuelos y otras personas significativas en sus vidas. [...]
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