Algunas
empresas ofrecen tratamiento a empleados para que dejen de fumar
Luego de las campañas 100% libres de humo, firmas preocupadas
por la salud de su personal brindan gratis un tratamiento para dejar
de fumar. Aseguran que el 90% quiere dejar de fumar y no sabe cómo
hacerlo
Luego de las campañas 100% libres
de humo, firmas preocupadas por la salud de su personal brindan
gratis un tratamiento para dejar de fumar. Aseguran que el 90% quiere
dejar de fumar y no sabe cómo hacerlo
Basado en el dato de que entre el 70 y el 90% de los fumadores quiere
dejar su adicción y no sabe cómo hacerlo, el médico
neumonólogo Reynaldo Smith aseguró que la recepción
que recibe en las empresas que lo consultan es "muy buena"
y que los empleados que concurren al programa que él brinda
finalizan "con éxito" el tratamiento.
Cada vez es mayor la tendencia a proteger
el derecho de los empleados no fumadores a no respirar humo de tabaco
ambiental durante la jornada de trabajo.
Así es que una mayor conciencia y
compromiso llevó a las empresas a ampliar la prohibición
de fumar hasta abarcar toda la superficie cubierta de sus edificios,
los espacios abiertos cerca de las bocas de ventilación,
los autos de la compañía y las reuniones organizadas
por ellas.
El Ministerio de Salud después de
verificar estas condiciones les extendió certificados de
100% libre de humo. Pero algunas empresas fueron más allá.
Ahora, Danone - La Serenísima, la
obra social Osplad y el Hospital Británico, entre otras,
dieron un paso más y contrataron el Programa Respire del
doctor Smith, para instrumentar una política integral de
control del tabaquismo que incluye educación y prevención
del tabaquismo y, lo más novedoso, tratamiento médico
de cesación tabáquica a sus empleados fumadores gratis.
¿Qué lleva a una empresa a
adoptar un programa de control del tabaquismo?
"El principal objetivo es la salud de los empleados: preservarlos
de las enfermedades derivadas del tabaquismo activo y pasivo",
explicó Smith, director de Respire y de la Unidad de Tabaquismo
del Hospital Británico de Buenos Aires.
El cigarrillo provoca cáncer, EPOC
y cardiopatía, y los fumadores son más susceptibles
a padecer resfríos, catarros y gripe. Pero simultáneamente
la exposición rutinaria al humo ambiental de tabaco aumenta
de un 20% a 30% el riesgo de padecer cáncer de pulmón
y enfermedad coronaria en los no fumadores. También puede
agravar el asma o provocar bronquitis crónica. Y causa irritación
de ojos, nariz y garganta, sequedad de piel, tos, ronquera y respiración
sibilante, náuseas y mareos.
Reducir las enfermedades asociadas al tabaquismo
hace bajar los gastos médicos y también disminuye
el ausentismo laboral, que en los fumadores es 30% mayor (tres días
más al año), que en los no fumadores.
Y hay otros efectos positivos: menor riesgo
de incendios, bajan los costos de limpieza y de mantenimiento de
equipos electrónicos, baja la conflictividad laboral -disputas
entre no fumadores y fumadores- y se evitan eventuales litigios
contra la empresa por exposición al humo ambiental de tabaco
en el ambiente de trabajo.
El
proceso
A partir del compromiso y liderazgo de los directivos de la empresa
con el proyecto, el objetivo general es lograr el tratamiento médico
del tabaquismo para la población destinataria. Para eso,
profesionales realizan una encuesta para establecer la prevalencia
del consumo de tabaco y la predisposición a dejar de fumar
en los trabajadores que fuman o que dejaron de fumar.
El paso siguiente es motivar a los fumadores
a abandonar el hábito e incentivar a los que dejaron a permanecer
abstinentes.
Es a través del sector de recursos
humanos que se envía una carta personalizada a todos los
empleados, en la que se los invita a una charla informativa. También
se colocan carteles y folletos en sitios estratégicos de
la empresa.
El
tratamiento
Según detalló el médico, el tratamiento de
adicción a la nicotina consta de dos etapas: un Programa
de Abandono, que abarca desde el diagnóstico del perfil del
tabaquista y que sirve para 'diseñar' el tratamiento y determinar,
por ejemplo, si va a requerir "apoyo farmacológico"
(ansiolíticos, terapia sustitutiva con nicotina, Bupropion
y Vareniclina son los más usados).
"Se extiende durante cuatro semanas
y se les enseña a dejar de fumar con una técnica (terapia
cognitiva conductual) de reducción gradual con modificación
de la conducta", explicó Smith.
Cuando deja el vicio se pasa a segunda etapa
de "mantenimiento", que tiene como objetivo prevenir recaídas.
Esta fase "no" tiene límite
de duración (se aconseja asistir un año, pero se puede
extender).
Las recaídas -aseguró el profesional-
dependen de cuatro factores psicológicos: "Mal manejo
de ansiedad, mal manejo de sindrome de abstinencia y mal manejo
del aumento del peso corporal".
Un dato que alarma
El tema de los ambientes 100% libres de humo de tabaco debería
ser especialmente sensible para Argentina: 6.000 no fumadores mueren
cada año en el país por enfermedades derivadas de
la exposición al humo ambiental de tabaco.
Por
Valeria Chavez, www.infobae.com
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