CARMEN
DIEZ TORIO
Te amare
por los mil años que he perdido
aprendiendo a conjugar el verbo te amo.
Te amare
por esas rosas que se fueron
deshojando
sin querer entre mis manos.
Te amare
por este hoy que hice nuestro,
por ti,
por mi, por el tiempo que paso en buscarnos.
Te amare
amor, más allá, de las palabras aprendidas,
de sueños
rotos o de silencios gastados.
Te amare
por ese miedo a perderte, que aferrándome
me abraza
sin querer entre tus brazos.
Te amare
por los cientos de nombres que dormidos
no
volverán a decir ya mis labios.
Te Amare
por las noches errante
que no
supe donde anclar mi barco.
Te amare
por el precio de esa lagrima
que
arranco de mis ojos el desengaño.
Te amare
por los sueños que aun me quedan
por la
vida que me grita estar despierta,
por esa
muerte que aguarda una llamada,
por
refugiarme entre los pliegues de tu alma.
Te amare
por ese amor ceñido en púrpura
que me
hace renacer a cada instante.
Te amare
por la ausencia de dos olas
que
soñando están morir en la misma playa,
por la
ultima caricia en la roca,
porque
existes, amor, te amare
mucho más
allá de la distancia.