CARMEN
DIEZ TORIO
Como la
lluvia de fuego
tus dedos
mi piel abrasan,
manos que
juegan a un juego
con
huracanes que arrasan,
mi cuerpo
a tu piel entrego
en esta
noche callada.
Dame el
sabor de tu boca
sabor de
lengua salada,
ya que con
tus labios toca
la sombra
mas ocultada.
Recorre
cada rincón
mientras
el mismo amor se ama
y quémate
en la pasión
que mi
cuerpo te reclama
para morir
de ilusión.
Que viaje
por las estrellas
desnuda,
sin ropa en alma,
siembra el
cielo de mil huellas
de este
deseo sin calma.
Que se
mueran de envidia ellas
por no
sentir este amor
que hace
quemar las entrañas,
fuego que
es fuego de ardor,
fuego que
carne tu arañas
con fuego
estremecedor.
