JORDI
COTS
Un
pasado para olvidar, un presente para recordar... un futuro para vivir
Naciste
con un pasado de leyenda.
Abriste los ojos y vislumbraste un mundo discrepante de tu vida ulterior.
Tus primeros pasos, aunque alborozados, te hacían tambalear.
El temblor de los recuerdos, izaba el polvo de tu camino.
En esa existencia inerte, cada persona era una quimera y cada caricia...una
ilusión.
Entregaste tus sentimientos a los fantasmas que habitaban las sombras del
desierto.
La abyecta calidez del aire que aspirabas, asfixiaba y sofocaba el deseo de tu
alma.
Podían bañar tu cuerpo en cera ardiente, pero tu corazón permanecía yerto.
Existía un Sol en esa orbe, pero sus rayos no amamantaban tu piel y su
luz...para ti era oscuridad.
Si alguien te pisoteaba, tu implorabas clemencia.
Podías cerrar los ojos y volar, pero al abrirlos de nuevo, el polvo seguía
lloviendo en tus pestañas.
Aprendiste a contemplar el presente y ser testigo de sus designios.
Loabas a un cielo rojizo, suplicandote a ti mismo, que fueras capaz, de buscar
en ese cielo turbio y confuso, una estrella que con su descollar, abriera un
nuevo derrotero en tu existencia.
Al esparcir la arena de tu pasado, construiste con ella un reloj, en cuyo
pedestal, depositaste ese obscuro acontecer reciente.
Cavaste pequeños agujeros en un trecho de tu sendero, te agasajaron con dulces
lisonjas de falsas esperanzas, pero nunca confundieron el vestigio de tu
existencia.
Una vez que suspiste ver esa luz, que hizo latir tu corazón al ritmo de sus
destellos, tu vereda ya no se quebró y entregaste tu vida por completo...a
vivir por ella.
Recobraste la memoria que te hizo germinar y renaciste de tus cenizas en vida,
para revivir esa leyenda que hizo brotar de nuevo la razón de tu
subsistencia...el poder vivir ahora y... en tu futuro, la vida por la que tu
pasado prenatal, te ha evocado la razón de tu existir.
Ese futuro, marcado por tu epopeya, es, entregarte eternamente, a la mujer que
tu alegoría te ha hecho amar por designio del destino, en la reminiscencia de
tu pasado y en la grandeza sempiterna de un futuro que alguien escribió...
solamente para los dos.
Así descubriste, que esa estrella que tu corazón anhelaba, tenía un nombre de
leyenda oriental...y celestial...
H E I K E
Con todo mi amor y lo mucho que siento por ti Heike...
"ICH LIEBE DICH HEIKE... FÜR IMMER UND EWIG"