MALKAV_ES
Envuelto
en la noche
La
noche sobre mí cae,
y
las luces lentamente desaparecen,
mientras
las estrellas caen,
sobre
un mar estéril,
cuyas
olas moribundas lamen
las
heridas que en mi alma se abaten.
Silba
el viento en el aire helado.
El
silencio roto en pedazos,
por
el brutal sonido del trueno liberado;
y
rasga, de rabia ciego y desatado,
el
filo de un relámpago aserrado,
el
manto nocturno, tan anhelado,
por
mi espíritu, de consuelo necesitado
La
tormenta se descarga con salvaje alegría,
sobre
esta tierra de inmemorial agonía,
en
los bosques donde el lobo aullaría
convocando
a su eterna cacería,
a
sus hermanos de voraz jauría;
en
los mares vacíos de compañía
cuyas
aguas dieron vida,
y
donde acabada nuestra errabunda ida
nos
sumimos en placida armonía
con
esta tierra de inmemorial agonía.
Sobre
mi cuerpo fatigado,
estoico
y ya calmado,
los
oscuros pensamientos olvidados,
y
todo el dolor por ti causado,
casi
de mi mente borrado,
se
descarga el embate desmesurado
del
Señor del Olimpo encolerizado.
Vacía
ya mi mente de pensamientos no deseados,
puedo
mirar al futuro esperanzado.
Deseando
que todo segundo que juntos pasamos,
ese
recuerdo de amor tan deseado,
nunca
abandone de mi corazón desgarrado.
Lentamente
la tormenta se apaga
de
cansancio el dios rendido, sus rayos aparta.
El
velo de la noche la claridad desgarra
con
luz de color escarlata,
que
es mi sangre derramada
y
que de mis venas ya no mana.
Mi
corazón esta dividido.
Mi
alma perdida en el vacío.
Mi
vida sin ningún sentido.
Mi
esperanza yace en el olvido.
Mi
sueño roto sin ningún sentido.
Las
lágrimas que llegue a derramar,
nunca
más han de fluir,
sino
el día que tu y yo nos volvamos a unir.
Y
si ese día no ha de llegar,
quiero
que sepas que en mi corazón,
siempre
hallarás amor.