SONIA
No sufras amigo mío,
por esto que te voy a
decir
ayer encontré el motivo
por el que dejar de vivir.
Estaba sola, como siempre
la niebla se apoderó de mí
como la soledad lo hizo en
mi vida
al darme cuenta que jamás
estará ahí.
Por eso perdí el control
quería dejar de sufrir
porque es la única manera
de poder alejarme y vivir
aunque a mi corazón le
doliera,
aunque tuviera que dejar
de latir.
Pero pronto me di cuenta
que ahí no estaba la
solución
yo había nacido para ser
feliz
y no para morir por amor.
Me armé de valor, empecé a
temblar
todo lo que tenía que
hacer
era dejar de recordar
creer en mí, volver a
nacer
y dejar mi corazón
llenar.
Amigo mío, ¿cómo se
puede olvidar
si cada vez que le miro
mi alma empieza a llorar?
Cómo engañar a un corazón
cansado de tanto
esconder
escondido de tanto buscar
que solo no se hace valer,
que necesita un beso para
amar,
una mirada para aprender,
una esperanza para no
olvidar,
un "te quiero"
para querer.
No sé cómo poder
demostrar
que la ilusión no está
en su piel
algo que me haga abandonar
aquel corazón que late
por él.