TUCKY
Dolor me viene al alma
pues ésta noche la luna es
llena
y yo desde mi almena
no puedo ver a esa que es
tan bella.
Esa amiga y compañera que me
acompaña en mis penas
que tanto has observado ya
mis tristezas
hoy quiero confesarte, tu
que tan nívea te encuentras
que mi alma, te sabrá decir
palabras bellas.
¡Que injustos somos con
nuestra dama!
ya que solo nos sentamos a
contarle
lo que nuestro corazón y
alma sueñan
ya sea por soledad o por
pena.
¿Por qué no miramos desde el
suelo,
lo que sufres tu en tu
reino?;
tú que por un doloroso y
cruel reto
condenada te viste en el
oscuro y frío silencio.
Yo reina de la noche o dama
del silencio
cuando pienso o cuando
plasmo versos
pienso en tu blancura, con
la que iluminas y sombrío suelo
y pienso para mis adentros
lo injusto que fue Rey del Cielo.
Hiciste que poetas
describieran Campos de Castilla
obviaste al darle al sol
todopoderoso todo lo bello
y olvidándosete esta
ferviente Dama que hoy ilumina mi lecho
llorando se encuentra por no
comprender este cruel destierro.
Debes de saber Juez del
cielo,
que aquella a la que
renunciaste en tu casa
esta noche esta rodeada de
lunas enanas
ya que encontró en mi
palabras
aquello que en ti ella
ansiaba.