NENINA

Las luces se quedaron ciegas
en medio del desierto gris.
Y todo era quietud
en torno a mi.

Seguí caminando sola
y toqué un sueño infeliz.
Cuando una nube de lágrimas
llovió tras de mí.

Y vos corriste y esquivaste
todas las palabras
de amor que te envié,
también las miradas,
las cartas marcadas,
los temas de cada canción.

Pusiste un escudo de hielo
para que parara
al calor del amor.
Pisaste las flores,
borraste colores,
rompiste mi corazón.

El tiempo pasó,
pero nadie pudo
hallar un nuevo amor.

Recuerdo el dolor
de tu destrucción,
y no puedo creer
que quien yo tanto amé
era sólo ilusión.

Un cuento de amor
o de desamor
donde uno murió.

Una quimera,
una tonta novela,
una simple canción,
que no es de los dos,
que sola quedó...
perdida en mi cajón.