REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA.

UNIVERSIDAD YACAMBU.

GERENCIA, MENCIÓN ORGANIZACIÓN

MATERIA: SEMINARIO TRABAJO ESPECIAL DE GRADO

FACILITADORA: Prof. CECILIA TREJO

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Diseño de un Modelo Gerencial para la Aplicación de las pautas dictadas por las Buenas Prácticas Clínicas, en Centros Hospitalarios Venezolanos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Elaborado por: Odalys Sosa Sánchez

 


Capítulo 1. - Planteamiento del Problema

 

1.1 Planteamiento del Problema

El lanzamiento de un nuevo medicamento para una patología en particular lleva tras de sí  años de investigación clínica, se calcula que para poder lanzar un nuevo producto, el proceso de investigación previo toma alrededor de 10 años, dicho proceso involucra la investigación in Vitro, pre-clínica y finalmente clínica en humanos.

Las Autoridades de Salud que actúan como entes reguladores de éstas investigaciones, están en la obligación de velar por el estricto cumplimiento de las Buenas Prácticas Clínicas y la Declaración de Helsinki razón por la cual exigen que los laboratorios farmacéuticos realicen numerosos estudios clínicos antes y después del lanzamiento de un producto.

Las Buenas Prácticas Clínicas tienen como objetivos principales la de proteger a los sujetos y / o pacientes y asegurar que la data que se genera en una investigación clínica sea confiable y segura. En dicho normativo se dictan una serie de pautas que se deben seguir con el fin de garantizar el cumplimiento de estos objetivos.

Los laboratorios farmacéuticos al estar obligados a conducir estudios clínicos en humanos y a seguir estrictamente las normativas, seleccionan investigadores (médicos) en el ámbito internacional para que lleven a cabo la investigación. 

Las buenas prácticas clínicas son el conjunto de estándares éticos y de calidad ya sean locales y o internacionales usados para el diseño, conducción, registro, reporte y supervisión de los estudios clínicos en los que participan seres humanos

Su cumplimiento otorga a la comunidad, seguridad de que los derechos, seguridad y bienestar de los sujetos que participan en una investigación clínica están protegidos y que los datos generados son confiables.

Las Autoridades Sanitarias  Nacionales de Venezuela exigen actualmente que para autorizar la comercialización de un medicamento nuevo o en nuevas patologías se debe contar con estudios clínicos realizados con pacientes venezolanos.

Entonces, dadas las exigencias tanto internacionales como locales, se plantea la necesidad de contar con una infraestructura no solo física sino, y más importante aún, una infraestructura gerencial que permita formar investigadores de calidad venezolanos, así como preparar los centros hospitalarios para ser competitivos y aumentar la participación de los mismos en investigaciones clínicas en el ámbito internacional.

De lo anteriormente expuesto se desprende la posibilidad de Diseñar un Modelo Gerencial para la Aplicación de las pautas dictadas por las Buenas Prácticas Clínicas, en Centros Hospitalarios Venezolanos como estrategia para la formación de profesionales de calidad e investigadores clínicos, así como para la optimización de los procesos hospitalarios en materia de Buenas Prácticas Clínicas.

 

1.2 Objetivos

1.2.1 Objetivo General

Diseñar un Modelo Gerencial para la Aplicación de las pautas dictadas por las Buenas Prácticas Clínicas, en Centros Hospitalarios en Venezuela.

 

1.2.2 Objetivos Específicos

1.2.2.1 Diagnosticar el modelo gerencial actual aplicado en los centros hospitalarios venezolanos en atención a las normas de las Buenas prácticas Clínicas.

 

1.2.2.2 Determinar las principales debilidades en cuanto a herramientas gerenciales se refiere, que poseen actualmente los investigadores venezolanos.

 

1.2.2.3  Elaborar un plan de acción con el fin de diseñar las estrategias a seguir para trabajar las debilidades detectadas en el punto anterior, transformándolas en fortalezas para el equipo.

 

1.2.2.4  Conceptuar el Modelo Gerencial para la Aplicación de las pautas dictadas por las Buenas Prácticas Clínicas, en Centros Hospitalarios en Venezuela considerando la información obtenida en los puntos planteados en los Objetivos Específicos arriba señalados.

 

 

1.3 Importancia y Justificación

La investigación clínica generalmente es competitiva, la selección de un país se basa en contar con centros con recursos, investigadores entrenados y autoridades regulatorias que manejen toda la normativa. De allí la importancia de que se establezca un modelo gerencial que permita que los investigadores y centros hospitalarios venezolanos adquieran las competencias necesarias para ser competitivos a nivel internacional.

Las razones que justifican una investigación con miras al establecimiento de un modelo gerencial hospitalario en Venezuela responden a:

-         Elevar la competitividad en busca de la excelencia.

-         Formar personal en el área normativa que colabore en la regulación y supervisión de los procesos.

-         Obtener data de alta calidad de manera de ser competitivos con relación a otros países

 

 

 

1.4 Limitaciones

Entre las limitaciones más importantes a mencionar para esta investigación, destacan las siguientes:

·        En general, la información relacionada con Investigación Clínica y/o Estudios Clínicos es manejada principalmente en el ámbito de las Compañías farmacéuticas.

·        Pocos entrenamientos sobre Buenas Prácticas Clínicas.

·        Poca cultura nacional en investigación clínica.

 


Capítulo 2. - Marco Teórico.

 

2.1 Antecedentes de la investigación.

Cada año se realizan miles de ensayos clínicos en todo el mundo. Aunque un extenso número de ellos concierne a nuevas formulaciones o indicaciones para los fármacos ya existentes, o incluso a genéricos, un considerable número de ensayos investiga sustancias totalmente nuevas. Se han realizado ensayos clínicos de diversos grados para cada nuevo fármaco, preparación e indicación. Hoy en día por lo que respecta a los fármacos destinados al uso a largo plazo en enfermedades comunes como la hipertensión, no es extraño que se incluyan varios miles de pacientes, cada uno tratado durante un año o más, en la base de datos presentada para registro.

Esto significa que el número de ensayos clínicos también ha aumentado continuadamente y este hecho se ha observado en toda Europa, en Estados Unidos y también cada vez más en otras partes del mundo. Por ejemplo, en 1982 se presentaron algo más de 1000 solicitudes para iniciar ensayos clínicos al Comité Nacional Sueco de Salud y Bienestar. En 1990, el número correspondiente fue de casi 1770 y en 1995, aumentó a 2200. Varias de estas solicitudes se referían al mismo ensayo; es decir, más de un médico participaba en el mismo ensayo, este tipo de estudio, un ensayo multicéntrico, es cada vez más común; las solicitudes de 1995 en Suecia incluían unos 550 ensayos distintos, de los cuáles aproximadamente 200 eran internacionales. No existen estadísticas exactas del número de pacientes incluidos en todos esos ensayos, pero un cálculo aproximado indica que en 1996, ¡sólo en Suecia, participaron en ensayos clínicos más de 20.000 pacientes (y voluntarios sanos)!

En estos ensayos clínicos están representadas todas las disciplinas médicas. El mayor número de ensayos (un 25% aproximadamente) está basado en medicina interna. A esto le sigue la asistencia ambulatoria, donde se ha realizado un creciente número de ensayos y, a continuación, la cirugía general. Los ensayos se están realizando en consultas privadas y en centros contratados por la compañía. Desde principios de 1995, se han empezado a utilizar los mismos criterios para los aparatos médicos que los ya existentes para los fármacos. Esto significa que los productos técnicos/médicos, como las bombas de infusión, deben investigarse  y documentarse del mismo modo que los fármacos, es decir, a través de la realización de ensayos clínicos. En resumen, médicos y personal de enfermería pueden encontrarse en algún momento con éste fenómeno en su lugar de trabajo.

Debemos tener presente que la evaluación de la eficacia y la seguridad de cualquier producto en investigación que va a ser utilizado en humanos, tanto en nuestro país como en el resto del mundo, depende predominantemente de los datos obtenidos en ensayos clínicos, lo cual implica que esos datos son el principal determinante para la autorización y posterior comercialización del producto en estudio. Esto último pone en evidencia la necesidad de contar con normas nacionales e internacionales estandarizadas para la realización de los estudios clínicos, que permitan por un lado asegurar la solidez científica y ética del estudio, y por otro proteger los derechos de los sujetos participantes, pautas establecidas en las Buenas Prácticas Clínicas para que los datos sean adecuadamente conservados y puedan ser verificados, independientemente del lugar donde se realice el estudio.

 

2.2. Buenas Prácticas Clínicas.

2.2.1 Definición

Las Buenas Prácticas Clínicas (BPC, siglas en inglés GCP) son un Standard internacional, ético y científico de calidad, diseñados para diseñar, conducir, registrar y reportar un estudio que involucra la participación de sujetos humanos.

 

2.2.2 Antecedentes de las Buenas Prácticas Clínicas.

Debido a numerosos inconvenientes, abusos y desastres en la historia de la medicina, se ha implementado un sistema de contralor en la mayoría de los países: La autoridad sanitaria tiene capacidad de vetar el inicio de la investigación en humanos si considera que no se brindan suficientes garantías de seguridad. En otras palabras, la investigación clínica requiere autorización previa por la autoridad sanitaria nacional.

En un breve recorrido histórico encontramos que antes del siglo XIX la experimentación con sujetos humanos no tenía parámetros exactos y, por tanto no estaba sujeta a un método científico riguroso, la medicina se basaba en las observaciones clínicas y en el juicio de los maestros.

Las primeras investigaciones experimentales documentadas de este tipo están relacionadas con el desarrollo de vacunas en el siglo XVIII, en ellas se incluían, los mismos médicos, sus familias, vecinos o prisioneros.

En el siglo XX, el progreso de la medicina se acelera y se plantea la evaluación de las investigaciones. En 1941 Franklin Roosevelt, presidente de los Estados Unidos, creó el Comité para la Investigación Médica (Committee on Medical Research) que tenía por encargo coordinar la investigación médica en los EE.UU. y desde allí alrededor del mundo. Ni este comité, ni la aparición en Europa de códigos de ética de investigación, pudieron evitar que se cometieran abusos con las personas que participaban en las investigaciones.

Son tristemente famosas las investigaciones hechas en Alemania durante la segunda guerra mundial, en los diferentes campos de concentración. Con ellas se han podido conocer importantes datos para la ciencia, a costa de la vida de personas. Por estas investigaciones se hizo el juicio de Núremberg; fueron juzgados 23 médicos, acusados de realizar experimentos crueles e inhumanos. 16 de ellos fueron declarados culpables y siete fueron condenados a muerte.

El presidente Clinton durante su mandato presidencial pidió perdón al mundo por los daños causados a las personas de raza negra con el estudio sobre sífilis en el pueblo de Tuskegee (Alabama, Estados Unidos) entre 1932 y 1971. Este estudio consistió en una ‘campaña gratuita’ lanzada por el Servicio Nacional de Salud y de Asistencia, en la que se seleccionaron 400 varones de raza negra infectados con sífilis para comparar la evolución natural de la enfermedad frente 200 individuos sanos. Los pacientes ingresaron al trabajo sin consentimiento informado. Eran deliberadamente mal informados acerca de la necesidad de algunos procedimientos: las punciones lumbares eran ofrecidas como ‘tratamiento gratuito’... Cuando apareció la penicilina, no se les informó de este nuevo tratamiento. En 1972, al concluir el trabajo había 28 pacientes fallecidos, 100 con discapacidad y 19 con sífilis congénita

Sin respeto a la persona y a los no nacidos y sin consentimiento informado, se llevaron a cabo investigaciones en la Universidad de Vanberbilt (Tennesee, Estados Unidos), dando radiaciones a mujeres pobres, embarazadas, con dosis 30 veces superiores a las consideradas inocuas.

En el periodo de 1950 a 1970 en la escuela de Willowbrook para niños con retardo mental, se les inoculó hepatitis para determinar la historia natural de esta enfermedad, los diferentes tipos de hepatitis y probar la efectividad de la gammaglobulina. No hubo consentimiento adecuado de los padres, a quienes se les coaccionó bajo la amenaza que sus hijos quedarían fuera de la escuela si no participaban en el estudio. Los investigadores afirmaban que la mayoría de los niños nuevos se infectaban en los primeros 6 a 12 meses.

En la década del 60 a judíos del Hospital Judío de Enfermedades Crónicas (Jewish Chronic Disease Hospital), se les inocularon células cancerosas sin su consentimiento, bajo la teoría de que dichas células serían seguramente rechazadas.

En las cárceles de Oregon y Washington se contrataron en 1963 a 131 presos para someterlos –por 200 dólares a cada uno a una radiación de 600 roentgen en los genitales (la máxima radiación anual permitida es de 6 roentgen).

Estas son, algunas de las investigaciones conocidas en los Estados Unidos que han hecho reflexionar al mundo científico sobre la necesidad de aplicar la ciencia con ética, y que los investigadores diseñen y hagan investigaciones éticas Evidencias como las relatadas se dieron en otros países, en Japón, en Manchuria, durante la segunda guerra mundial, entre 1930 y 1945 murieron al menos 3.000 personas; algunos como consecuencia de las investigaciones, y otros fueron ejecutados cuando quedaron tan débiles que no podían continuar. En la Unidad 731, localizada cerca de Harkin, se hicieron tests con insectos, y todo tipo de gérmenes. Se probaba la resistencia humana al botulismo, ántrax, brucelosis, cólera, disentería, fiebre hemorrágica, sífilis, y otros. También la resistencia a los rayos X y al congelamiento. El ejército norteamericano sabía de esto y, antes de entrar en conflicto con Japón, fue cómplice, porque se consideraba que se estaba aportando grandes conocimientos para la humanidad.

237 En investigación biomédica, un olvido histórico: la persona En 1966, el Dr. Henry Beecher, un distinguido anestesiólogo de la Escuela de Medicina de Harvard, publicó un importante artículo (Beecher HK. ‘Ethics and Clinical Research’.

New England Journal of Medicine. June 16, 1966) en el que se reportaba 22 ejemplos de abusos cometidos en investigaciones realizadas en varias universidades y centros de salud importantes de los Estados Unidos. El tipo de violaciones a las que se hizo referencia en este estudio incluía la participación de personas sin su consentimiento y personas a las cuales no se les ofreció la oportunidad de recibir un tratamiento de reconocida eficacia. El reporte del Dr. Beecher generó un debate en los Estados Unidos acerca de la importancia de obtener un correcto consentimiento informado.

El primer código que reguló la investigación en seres humanos fue el Código de Núremberg redactado en 1949 en relación con el proceso que se estableció contra criminales de guerra nazis. Luego en 1964, la Asamblea Médica Mundial en Finlandia adoptó la Declaración de Helsinki, la cual fue revisada en la XXIX Asamblea Médica Mundial de Tokio en 1975; en Venecia en 1983; en Hong-Kong en 1989; en Somerset West Sudáfrica en 1996; y en Escocia en el año 2000.

En 1974, a partir del caso TusKeggee el Congreso de los Estados Unidos integró la Comisión Nacional Norteamericana para la Protección de los Sujetos en la Investigación Biomédica y de la Conducta para que revisara los principios éticos que deben estar presentes en toda investigación en la que participan seres humanos. En 1978 esta comisión emitió un documento que se conoce como el Informe Belmont, en el cual se establecen el respeto por las personas, la justicia y la beneficencia, conocidos como Principios de Bioética, considerados por algunos bioeticistas como mínimos morales que pueden ser exigidos universalmente.

En 1982 se publicó la Proposición de Pautas Internacionales para la Investigación Biomédica en la que participan sujetos humanos, una de las guías internacionales más valiosas en el área de salud. Ese mismo año, un comité constituido por el Consejo para Organizaciones Internacionales de Ciencias Médicas (CIOMS) y la Organización Mundial de Salud (OMS) presentó en Ginebra, Suiza, una revisión de este documento, lo que dio lugar a Las Guías Éticas Internacionales para la Investigación Biomédica en la que participan Seres Humanos. Con el fin de ajustar dichas guías en referencia a ensayos a gran escala con vacunas y medicamentos, la investigación transnacional y los experimentos que involucran a grupos vulnerables de la población, nuevamente CIOMS en colaboración con OMS redactaron en Ginebra en 1991 las Guías Internacionales para la Evaluación Ética de los Estudios Epidemiológicos.

Desde la revisión de las Pautas CIOMS de 1993, varias organizaciones internacionales han formulado pautas éticas para ensayos clínicos. Una de ellas son las Pautas para Buenas Prácticas Clínicas en Ensayos de Productos Farmacéuticos, de la OMS en 1995.

Otra nace en la década del los ‘80, cuando los Estados Unidos, Francia, Alemania, Gran Bretaña, los Países Nórdicos, y Japón desarrollaron sus propias regulaciones para la conducción de investigaciones en las que participan seres humanos: con el fin de obtener una regulación común. Se realizó la Conferencia Internacional para la Harmonización de los Requerimientos Técnicos para el Registro de Productos Farmacéuticos para uso en humanos, conformada por representantes de la Unión Europea, Japón y los Estados Unidos. El proceso culminó en mayo de 1996 con la emisión de un documento denominado Guía para la Buena Práctica Clínica que contiene los estándares de calidad éticos y científicos para toda investigación en la que participan seres humanos.

El 4 de abril de 1997 se firmó en Oviedo, España, por parte de los Estados miembros del Consejo de Europa, los demás Estados y la Comunidad Europea, el Convenio para la protección de los Derechos Humanos y la Dignidad del Ser Humano con Respecto a las Aplicaciones de la Biología y la Medicina. En razón de los rápidos avances de la ciencia, la tecnología y la medicina y, de los retos que presenta el progreso de la humanidad, este convenio es de especial relevancia en el momento actual y se considera que será de gran trascendencia en el futuro.

Debido a una creciente preocupación internacional, varios países mostraron interés en implementar leyes y políticas orientadas a asegurar el bienestar de sujetos humanos involucrados en investigación. Como un desarrollo reciente, estas acciones incluyeron además el entrenamiento de investigadores y sus colaboradores en Ética en Investigación por separado. Esta y la ética de la práctica clínica están estrechamente re239 En investigación biomédica, un olvido histórico: la persona relacionadas con la ética normativa (aquella que se ocupa de estudiar cómo debería ser la moralidad, en tanto la ética descriptiva estudia cuáles son las creencias y prácticas morales de individuos o grupos) y, por lo tanto, con la toma de decisiones. Pero, mientras el campo de la ética clínica está inmerso en la relación médico-paciente, el de la ética en Investigación nace de la relación investigador-sujeto y se orienta hacia la protección de los sujetos humanos en investigación.

 

2.2.3 Alcance de la aplicación de las pautas dictadas por las Buenas Prácticas Clínicas.

Estas guías fueron desarrolladas tomando en cuenta las Buenas Prácticas Clínicas actuales de la Unión Europea, Japón y los Estados Unidos de Norteamérica, así como también Australia, Canadá, Países Nórdicos y la Organización Mundial de la Salud.

Estas guías deben ser seguidas cuando se intente someter a las autoridades regulatorias la data generada en un estudio clínico.

 

2.2.4 Impacto de la aplicación de las Buenas Prácticas Clínicas en países desarrollados.

Un caso de conflicto de intereses es el modo como se establecen las prioridades en la investigación farmacéutica. En los países desarrollados, por ejemplo, se invierten enormes sumas de dinero para producir medicamentos que sirven para fines hedonistas, o para comercializar diferentes marcas de medicinas ya existentes e igualmente eficaces; mientras que las áreas más pobres del mundo carecen de medicamentos para el tratamiento de enfermedades devastadoras y mortales. En esos países casi siempre resulta imposible el acceso incluso a los medicamentos más elementales, porque no existe la posibilidad de obtener beneficios. De igual modo, en el caso de algunas enfermedades poco comunes la industria no quiere financiar la investigación y la producción de medicamentos, porque no hay perspectivas de ganancia: se trata de las así llamadas ‘medicinas huérfanas’

 

2.2.5 Impacto de la aplicación de las Buenas Prácticas Clínicas en países sub-desarrollados.

En el año 2001 se evaluaron las oportunidades y desafíos que impone el desarrollo clínico de drogas, poniendo especial énfasis en las barreras técnicas y políticas existentes en Latinoamérica.
La falta de harmonización de reglamentaciones de Buenas Prácticas Clínicas, procesos, procedimientos y temas relacionados, entre los distintos países y aún entre los entes encargados de regular estos temas dentro mismo de algunos países, dificulta el progreso de la regionalización, constituyéndose en un escollo para el desarrollo de la investigación clínica.
Se ha sugerido como solución extender la implementación de los estándares de Buenas Prácticas Clínicas de la Conferencia Internacional de Harmonización (ICH), poniendo especial énfasis en la cooperación técnica entre la Industria Farmacéutica, las Instituciones Académicas y las Autoridades Sanitarias.

 

 

 

2.3 El proceso de lanzamiento de un medicamento.

2.3.1 Antecedentes

Muchos de los mayores éxitos de la medicina en los últimos años han dependido del desarrollo de fármacos nuevos y más eficaces, de aparatos médicos y de otras ayudas para el tratamiento clínico. Se han salvado muchas vidas y se ha aliviado muchos sufrimientos. El único camino para desarrollar nuevos fármacos y productos afines y de hallar su lugar apropiado en el arsenal del tratamiento es a través de ensayos clínicos bien dirigidos.

 

2.3.2 El proceso de Investigación Clínica.

Los ensayos clínicos son necesarios para registrar un fármaco y también para obtener la autorización para comercializar diversos aparatos médicos. Los ensayos clínicos tienen el objetivo de documentar la eficacia y la seguridad de los fármacos y de los tratamientos médicos que algún día pueden ser administrados a miles de pacientes. Los médicos tienen la responsabilidad de velar por la salud de los pacientes y dentro de ella está la responsabilidad de que los métodos de tratamiento utilizados hayan sido documentados y sean eficaces. Por lo tanto, la participación en la evaluación de estas nuevas terapias y tratamientos médicos deberá ser una parte integrada de toda la práctica médica.

A menudo, detrás de un ensayo clínico existe un promotor. Un promotor puede ser una compañía farmacéutica, un fondo de investigación o alguna otra unidad que está interesada en realizar un ensayo específico y que apoya el ensayo de diversas formas, por ejemplo, económicamente. Siempre se trata de evaluar alguna forma de tratamiento, pero los ensayos pueden tener diferentes formatos dependiendo del promotor.

Los ensayos clínicos patrocinados por compañías farmacéuticas a menudo están destinados a producir la documentación necesaria para demostrar la seguridad y la eficacia del fármaco, y son necesarios  para obtener el registro del fármaco. Además, muchas veces están dirigidos a ampliar el conocimiento de un fármaco ya registrado, por ejemplo nuevas indicaciones.

El desarrollo de una nueva molécula para el tratamiento, diagnóstico, prevención o rehabilitación de una enfermedad sigue un recorrido prolongado y azaroso, dentro de ciertas pautas generales:

·         Sólo una pequeña fracción de las moléculas descubiertas o sintetizadas llega a comercializarse.

·         La inversión requerida – en tiempo y dinero - a lo largo del proceso es muy importante (siete a 15 años y decenas a centenares de millones de dólares.

·         Hay múltiples aspectos involucrados: científicos, éticos, comerciales, regulatorios, legales, etc.

·         No todos los productos aprobados son útiles, y no todos persisten en el mercado para siempre – algunos son retirados por efectos adversos, y otros se vuelven obsoletos.

Las nuevas moléculas – candidatas a ser los medicamentos del futuro- surgen por una variedad de estrategias:

·         Diseño molecular racional, y síntesis en el laboratorio.

·         Síntesis de análogos de una molécula exitosa, ya aprobada (derivados mejorados de un fármaco líder). En general, la modificación estructural es modesta, y a veces, casi trivial.

·         Inteligente aprovechamiento del azar – hallazgo casual

 

2.3.3 Fases de los Estudios Clínicos

2.3.3.1 Estudios Pre-clínicos.

Se inicia en el laboratorio cuando se desarrollan nuevos fármacos. Muchas veces este período está basado en el conocimiento avanzado sobre las funciones celulares del organismo. Posteriormente se introducen sustancias prometedoras procedentes de experimentos in Vitro, en una fase extensa de ensayos en animales. Esto es en parte para investigar los posibles efectos de la sustancia  y en parte para estudiar el perfil de seguridad. Si se producen los efectos deseados, entonces se inician los ensayos de toxicidad requeridos para investigar finalmente la sustancia en humanos. Actualmente existen directrices armonizadas sobre lo que hay que hacer y, a veces, incluso sobre el orden en que hay que hacerlo.

Una vez que la molécula es sintetizada o extraída de fuentes naturales, comienza un largo recorrido. Se llama etapa preclínica al conjunto de estudios de laboratorio (físico-químico, toxicológico, farmacológico)

Para comenzar, se debe producir una cantidad suficiente del compuesto, para estudiar las propiedades físico-químicas, su estabilidad, solubilidad, etc. Se debe desarrollar un método razonablemente eficiente para su producción en gran escala, de modo de obtener varios gramos de la molécula, para estudios en tubos de ensayo (in Vitro):

·         Efectos sobre sistemas acelulares (preparaciones enzimáticas purificadas)

·         Efectos sobre células animales o humanas en cultivo

Una vez estudiados los efectos in Vitro, se procede a evaluar preliminarmente la toxicidad aguda del fármaco (Ej. dosis letal 50, y el perfil de toxicidad aguda). Esto se realiza generalmente en ratones, por varios motivos: su pequeño tamaño permite utilizar dosis modestas del nuevo fármaco (punto importante, porque la síntesis de cada gramo debe haber costado decenas de miles de dólares), y hay procedimientos estandardizados para evaluar la toxicidad aguda en esta especie. Uno de estos procedimientos implica la administración de dosis logarítmicamente crecientes a distintos lotes de ratones, de modo de determinar la dosis efectiva 50 o DE 50 (dosis que genera el efecto terapéutico deseado en 50% de los animales) y la dosis letal 50 o DL 50 (la que mata al 50% de ellos). El cociente: DL 50/ DE 50 se conoce con el nombre índice terapéutico. Una droga es considerada más segura cuanto mayor sea su índice terapéutico. Es importante recordar, sin embargo, que este cociente es generado por estudios de toxicidad aguda, por lo que no brinda información sobre posibles efectos a largo plazo.
A fin de satisfacer los requisitos de las autoridades regulatorias, es frecuente que se realicen estudios de toxicidad aguda en otra especie roedora (típicamente, ratas) y al menos en una especie no-roedora (típicamente, perros), a fin de obtener evidencia preliminar sobre diferencias inter-especies en la respuesta al fármaco. Es muy importante realizar simultáneamente los estudios de farmacocinética en estas especies animales.
Los estudios en animales, y especialmente la toxicología preclínica, han sido criticados por diversos grupos, debido a la percepción de crueldad innecesaria que conllevan. Es realmente imprescindible hacer sufrir y morir a tantos animales? Es posible reemplazar estos ensayos con experimentos en sistemas enzimáticos purificados, o en células en cultivo? Algunos grupos han recurrido a la violencia para reclamar mejor trato a los animales de experimentación, y para exigir el acelerado desarrollo de métodos alternativos de evaluación preclínica.

Una vez conocida la toxicidad aguda, se pasa al estudio de toxicidad subaguda (los animales son seguidos por días-semanas). Los efectos a largo plazo (toxicidad crónica) son siempre los que implican más esfuerzo de investigación: los animales deberán ser mantenidos por más tiempo, se consumirá más droga, se requerirá más trabajo de técnicos y profesionales especializados, etc. En resumen, los estudios de toxicidad crónica son frecuentemente abreviados o limitados. Es interesante saber que estos estudios son de crucial importancia para los pacientes y la sociedad (se analizan posibles efectos teratogénicos, mutagénicos, carcinogénicos y otros de largo plazo), pero que, por los motivos anteriormente expuestos, frecuentemente se realizan en forma muy limitada y abreviada. Es raro que se estudie ampliamente la toxicidad crónica, aún de los medicamentos que están diseñados para uso muy prolongado en pacientes (por Ej., medicamentos para la hipertensión arterial, diabetes, hipercolesterolemia, osteoporosis, etc.). Es inusual que los estudios crónicos en animales se extiendan por más de 6 meses de exposición a la droga. Y los humanos los recibirán por toda la vida...

 

2.3.3.2 Estudios Fase I.

La investigación en fase I representa la primera ocasión en que un nuevo fármaco es evaluado en humanos. En general, se suele reclutar voluntarios sanos para esta fase. Sin embargo, para enfermedades graves en las que los tratamientos suelen tener importantes efectos adversos (ej. cáncer, SIDA), no se considera ético someter a individuos sanos a los riesgos inherentes a tratamientos agresivos y tóxicos. Teniendo en cuenta, además, que hay muchos pacientes que han agotado sus opciones terapéuticas, suele llevarse a cabo los estudios de fase I en pacientes con cáncer o SIDA.
Recordemos que la fase I representa la primera ocasión en que seres humanos son expuestos al nuevo fármaco. Los objetivos típicos de una fase I son:

·         Identificar una dosis segura, para realizar ulteriores estudios. En pacientes con cáncer (y bajo la premisa más es mejor, es importante identificar la dosis máxima tolerada.

·         Describir la toxicidad en humanos (por primera vez), e identificar la toxicidad limitante.

·         Describir (por primera vez) la farmacocinética de la nueva droga en humanos.

Hay tantas incógnitas a la hora de realizar una fase I, que el objetivo suele ser muy conservador: SEGURIDAD, SEGURIDAD, SEGURIDAD. Si la droga es considerada muy peligrosa o insegura, no habrá futuros ensayos clínicos. Podría ser la muerte científica (y económica) de la droga. No lo olvide: para el momento en que finaliza la fase I, la empresa dueña de la patente de la droga habrá gastado algunas decenas de millones de dólares en investigación y desarrollo. Por lo mismo, la decisión a tomar sobre la dosis inicial es muy importante. Suele elegirse una fracción pequeña (1/10 o 1/20) de la dosis que provoca toxicidad grave en la especie más sensible (usualmente, esto significa 1/10 de la DL 10 en ratones). Hay excepciones, y además, nada garantiza absolutamente que esta dosis resulte segura en humanos.
En general, los estudios de fase I incorporan un número muy reducido de voluntarios o pacientes (según el caso), típicamente 12 a 25. Se requieren más voluntarios o pacientes si la dosis inicial es muy baja. Hay normas estrictas para regular la forma y las condiciones bajo las cuales puede escalarse la dosis en diferentes cohortes de pacientes o voluntarios. El término cohorte (derivado del lenguaje militar romano), indica grupo homogéneo de pacientes o voluntarios – en este caso, lo homogéneo es que cumplen los criterios de inclusión (buen estado general, sin opciones de tratamiento estándar –si son pacientes-, función renal, hepática y cardiovascular normales, y que hayan dado su consentimiento por escrito) y reciben el mismo nivel de dosis en cada cohorte. Una cohorte típica reúne 3 a 6 pacientes por nivel de dosis. Un ensayo clínico de fase I puede completarse en unos cuantos meses, si todo sale bien, o en un año o más, si hay serias dificultades. En el peor escenario posible, quedaría trunco. Cuál sería este "peor escenario posible"? Una ayudita:¿ a qué se llamará fase I reversa en la jerga burlona de los investigadores en este campo?
Por qué daría un paciente su consentimiento para ser uno de los primeros humanos en recibir una droga de investigación? Y por qué lo haría un voluntario? Hay una estadística sobre los riesgos de tener complicaciones graves o muerte como consecuencia de la participación en uno de estos ensayos? Qué información debería obligatoriamente recibir el candidato a participar? Quién controlará que la investigación no ofrezca impedimentos éticos o científicos? Quién velará por la seguridad de los pacientes o voluntarios? Quién controla a la ciencia?.

 

2.3.3.3 Estudios Fase II

Si el trabajo fue bien planeado y ejecutado, y si tuvo algo de suerte, la fase I fue completada sin mayores incidentes, y fue posible responder a las tres preguntas fundamentales (dosis segura recomendada, perfil de toxicidad, y farmacocinética). Ahora Ud. sabe qué dosis usar. Pero le queda una pregunta: la droga produce algún efecto terapéutico? Claro, en la fase I, Ud. evaluó diferentes dosis, y cada nivel de dosis fue estudiado en un número pequeño de pacientes o voluntarios (3 o 6 por nivel de dosis). Qué idea puede uno tener sobre la actividad en estas condiciones? Uno de cada seis se mejoró? Qué significa? Y uno de cada tres? No nos da una idea clara.
Por estos motivos se desarrolla una fase II: para obtener una estimación de la actividad clínica de una droga, y de su toxicidad. La actividad se expresa como el porcentaje de los pacientes tratados que alcanza un cierto nivel de respuesta (desaparición del tumor, negativización de la carga viral, desaparición de la fiebre, etc.), sin implicar ningún tipo de comparación. (La comparación entre un tratamiento nuevo y el estándar es el objetivo de la fase III). La toxicidad se analiza en términos descriptivos. Por lo tanto, los objetivos de una fase II son: evaluar actividad y toxicidad del fármaco, en un ensayo clínico no-controlado (no se lo compara con nada; el nuevo fármaco "corre solo").
Según lo expresado arriba, surge que para cada patología de interés corresponde realizar al menos un estudio de fase II. Este punto es muy importante: los requerimientos de tiempo y recursos económicos limitan la evaluación a solamente un número muy reducido de patologías o situaciones clínicas. Por lo tanto, el futuro de un fármaco tiende a decidirse con la (apropiada) selección de patologías en que será evaluado. Esto depende de la información sobre mecanismo de acción (preclínica), las dosis tolerables (fase I), y la formulación de hipótesis sobre potencial utilidad de la droga en una situación fisiopatológica determinada (Ej. un diurético, al deplecionar el volumen líquido extracelular, puede ser útil en hipertensión y en insuficiencia cardíaca; un fármaco que inhibe la síntesis de ADN podría tener utilidad como antiviral, antineoplásico, e. inmunosupresor).

Estos son los primeros ensayos en pacientes que presentan la enfermedad que pretende tratarse y están destinados a descubrir la dosis eficaz mínima y máxima. El objetivo es investigar extensamente el comportamiento del fármaco en el organismo de los pacientes, los efectos que  pueden medirse, de qué modo están relacionados estos efectos con una dosis determinada, etc. Como se ha mencionado anteriormente, estos ensayos se realizan en pacientes que padecen la enfermedad que se investiga y, en general, se realiza un esfuerzo para incluir pacientes lo más homogéneo posible. Ya que existen dudas sobre los posibles efectos del fármaco, es conveniente limitar al mínimo el número de factores de confusión posibles. Por consiguiente, es muy conveniente disponer de tantos pacientes “sanos” como sea posible (aparte de los que presentan la enfermedad que se pretende tratar) y que se parezcan al máximo unos a otros. De este modo es más fácil distinguir el posible efecto beneficioso del propio fármaco. Al finalizar la fase II, deberían conocerse bien los efectos de los fármacos, las dosis apropiadas y un perfil de reacciones adversas preliminar. (4)
Hasta aquí, el nuevo fármaco "corre solo", es decir, no se compara con el tratamiento estándar. Sería posible aprobar un nuevo fármaco con sólo los resultados de fase II? En qué situaciones?

 

2.3.3.4 Estudios Fase III

Una vez obtenido un resultado interesante en una fase II, podría considerarse que el nuevo fármaco llegó a un cruce de caminos: está listo para desafiar al tratamiento estándar, o no? Si la respuesta es afirmativa, se diseña un ensayo clínico comparativo: es la fase III. En ella, se desea comparar eficacia y seguridad (o toxicidad, según como desee mirarla) del nuevo fármaco contra el estándar. Note que eficacia, en este contexto, tiene una connotación eminentemente comparativa, no absoluta.
A los fines prácticos, los pacientes (con la enfermedad para la cual el nuevo fármaco se desempeñó bien en la fase II) serán asignados, sea al nuevo fármaco, sea al tratamiento estándar. Para que ambos grupos sean comparables, la asignación deberá ser hecha al azar, es decir que no se puede permitir que ningún factor conocido determine qué tratamiento recibe un paciente. Estos estudios se llaman randomizados (del inglés, random = azar) o aleatorizados (en latín, alea significa: dados). [Recuerda aquello de Alea jacta est?, los dados están echados, dicen que dijo Julio César].
Por qué es necesario que se asigne el tratamiento al azar? Porque de otro modo se introducirían distorsiones en la comparación. Por ejemplo, si los pacientes en buen estado fuesen operados, y los pacientes en mala condición clínica no se operasen, sino que recibiesen la droga nueva... no sería una comparación justa para la droga nueva.
Un ensayo en fase III es como una carrera cuadrera contra el caballo del comisario (el tratamiento estándar). Luego de haber invertido años de esfuerzo de investigación, y muchos millones, Ud. tiene derecho a una competición justa: ambos competidores salen de la misma meta (pacientes en condición comparable; tratamiento asignado al azar), recorren la misma pista (duración similar para ambas ramas u opciones terapéuticas, idéntico manejo clínico en todo lo que no sea el tratamiento asignado), y arriban a la misma línea de finish (la evaluación se efectúa en tiempo y forma similares para ambas ramas).

Estos ensayos incluyen pacientes de distintas edades, pacientes con enfermedades concomitantes, pacientes que están tomando medicaciones concomitantes, etc. La Fase III a menudo se divide en Fase IIIa y Fase IIIb. Los ensayos en Fase IIIa han de incluirse en la documentación para registro, mientras que los ensayos en Fase IIIb se realizan antes del registro pero no están incluidos en la documentación. Cuando el programa en Fase III finaliza, es posible empezar a hablar con alguna certeza sobre las propiedades del fármaco y sobre los efectos secundarios en una parte relativamente representativa de pacientes; y aportar la documentación necesaria para presentar el fármaco a registro.

 

2.3.3.5 Estudios Fase IV

La aprobación de una droga para su comercialización no significa el fin de la investigación. Tomemos por ejemplo la aspirina, aprobada en 1899. Tomó hasta la década del 80 para identificar sus propiedades antiagregantes plaquetarias. Y eso abrió otro horizonte terapéutico y comercial. En la fase IV (post-aprobación de la droga para una determinada indicación), se evalúan nuevas indicaciones aprobables, nuevas aplicaciones. Algunas son muy novedosas y creativas. También se definen áreas no estudiadas previamente (Ej. dosificación en ancianos, en niños, en pacientes con falla renal), y se delinean temas de seguridad de la droga. Este último punto es fundamental, ya que efectos adversos raros pero dramáticos pueden no haber sido detectados antes de la aprobación. Recordemos que, en promedio, menos de 5.000 pacientes han recibido la nueva droga durante la suma de las fases I, II y III (a veces, el número es mucho menor). En contraste, en un solo país pueden venderse 20.000 unidades de un nuevo fármaco en el primer mes de comercialización. En otras palabras, la magnitud de la experiencia clínica de investigación empalidece ante el enorme número de pacientes expuestos a la droga desde la comercialización. Por lo mismo, es importante "vigilar" lo que sucede. De allí la expresión " Farmacovigilancia".

 

 

 

 

 

 

 

2.4 Normas de la Junta Revisora de Productos Farmacéuticos del Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel, para la investigación clínica.

2.4.1 Definición

Normas que tienen como objeto regular los trabajos de Investigación en Farmacología Clínica. Sus bases legales son las siguientes: (3)

·        El Decreto Ley de Creación datado el 18 de Octubre de 1938.

·        Normas de Junta Revisora de Productos Farmacéuticos (19-06-929

·        Funciones atribuidas a la Junta Revisora de Productos Farmacéuticos referentes a la evaluación y Autorización de los Protocolos de Investigación Clínica que se realicen en el país. (07-01-93)

·        Ley de Ejercicio de la Medicina

·        Código de Deontología Médica.

·        Código de Nüremberg

·        Declaración de Helsinki.

·        Lineamientos para las Buenas Prácticas Clínicas de la Organización Mundial de la Salud.

 

2.4.2 Antecedentes

Según está descrito en el Prólogo de las Normas, la ciencia nos alcanza y nuestros profesionales deseosos de ser poseedores del desarrollo de la misma, han venido incursionando en pro del progreso uniéndose a los países más privilegiados. Es por ello que el Instituto Nacional de Higiene “Rafael Rangel” en su preocupación de ser garante de la salud del pueblo venezolano, ofrece a nuestros profesionales de la salud el manual que intenta llevar al conocimiento de todos, los requisitos indispensables para la realización de Investigaciones en Farmacología Clínica con la ética y la calidad que nuestro pueblo merece.

 

2.4.3 Alcance de las normas

Las normas de Junta Revisora de Productos Farmacéuticos, Reglamento de Investigación en Farmacología Clínica fueron creadas para regular todos los trabajos de Investigación Clínica en Farmacología Clínica ya sean de instituciones públicas o privadas y en las diferentes Fases: I, II, III y IV.

 

2.5 Herramientas gerenciales.

2.5.1 Empowerment

2.5.1.1 Definición

Algunas veces cuando se ponen en marcha programas de empowerment, surgen problemas ya que los directivos quieren hacer lo correcto. Entienden que el empowerment requiere tanto compromiso como recurso. Los errores entonces, no son estratégicos sino tácticos.

El empowerment se puede definir como delegar la responsabilidad y la autoridad a los empleados para que tomen decisiones e inicien acciones. Pero eso es sólo una parte de la definición del trabajo. Los empleados también necesitan la preparación necesaria para asumir y ejercer su nuevo poder.

Resulta sencillo criticar a los directivos por esperar que sus equipos hagan demasiado, demasiado pronto, sin los recursos ni la formación adecuada. Pero es natural que tengan expectativas muy elevadas. Esperan mucho cuando dan empowerment a sus equipos porque, en muchos casos, aprendieron esa lección desde arriba: sus propios directivos habían esperado demasiado de ellos cuando les dieron empowerment.

 

2.5.1.2 Aplicabilidad de la herramienta en el área de investigación clínica

Se requiere un nuevo diagrama para explicar el tipo de método que consigue que el empowerment funcione en entornos no favorables o indiferentes. Los viejos modelos de realineación y reposición de las culturas empresariales a través de una especie de terapia a largo plazo por ahora están lejos de nuestro alcance, por lo que se requiere aplicar un método más sencillo, para ello se pueden aplicar los cinco principios del empowerment:

1.      Ocuparse en primer lugar de las tareas más básicas.

2.      Elegir las personas adecuadas.

3.      Niveles adecuados.

4.      Tomar decisiones adecuadas.

5.      Aprender a hacer las cosas perfectamente.

 

2.5.2 Trabajo en equipo

2.5.2.1 Definición

En un estudio con más de 200 organizaciones en 16 países y seis continentes, el trabajo en equipo fue calificado como la tercera competencia organizacional más importante en la actualidad, después del servicio al cliente y la comunicación.

Si los equipos pueden agregar esta clase de valor a una organización, es inteligente para alguien vinculado a un equipo que tenga las habilidades necesarias para entender como funcionan.

Cada vez son más las organizaciones bien conducidas que encuentran la respuesta en los equipos. Cada vez con mayor frecuencia se le pide a la gente que trabaje más allá de lo que sabe, más allá de su propia cultura, por encima y por debajo de su propio nivel.

“La organización moderna no puede ser una organización de jefe y subordinado”, argumenta el teórico empresarial Peter Drucker, profesor de conducción gerencial en la Claremont Graduate School de California. “Tiene que ser organizada en equipos”. Pequeños grupos de personas, reclutadas en todas partes de la organización, reunidas para algún proyecto o para alguna tarea específica, limitada, como por ejemplo diseñar un nuevo producto, o reorganizar una planta, o reestructurar un departamento, o imaginar alguna manera de darle mayor impulso a un programa de mejoramiento de la calidad.

Las palabras equipo y trabajo en equipo han tenido un uso tan exagerado que, para muchos de nosotros, los conceptos se han reducido a imágenes de personas que se abrazan en grupo. Sin embargo, la idea básica detrás de un equipo, la razón para crearlo, es producir algo que no es tan fácil, eficiente o, de hecho, posible de producir si usted trabajara por su propia cuenta. Un equipo trabaja unido porque la suma de los aportes de cada individuo es mayor que si esas personas trabajaran solas. Esto es lo que se conoce como sinergia. Bajo esta óptica, los equipos tienen sentido; puesto de esa manera, usted puede entender con facilidad porque existen las organizaciones. No obstante los equipos inteligentes dejan atrás esta idea básica y establecen una distinción entre equipos y trabajo en equipo.

Los equipos son el medio para lograr que se haga el trabajo; el trabajo en equipo es el conjunto de valores y comportamientos que ayudan a que el equipo trabaje.

Consideremos la definición que Jon Katzenbach y Douglas Smith presentan en su obra The Wisdom of the Teams:

·        Trabajan hacia metas comunes.

·        El éxito personal de los miembros del equipo depende de los demás.

·        Están de acuerdo en un enfoque común.

·        El conocimiento y las habilidades de los miembros del equipo son complementarios.

·        Es un grupo pequeño de personas, por lo general menos de 20.

Katzenbach y Smith han tenido mucha influencia en el estudio de los equipos. Ellos defienden el trabajo en equipo como un asunto de sentido común, pero las implicaciones son muy sutiles. A esta definición la denominan los “fundamentos de un equipo” y creen que si usted se enfoca en ellos, paralelamente con la solución de problemas, técnicas y habilidades personales, entonces su equipo puede alcanzar los resultados. Los equipos están integrados por personas y nosotros somos sólo un medio. Lograr dirigir la gente es tan importante como las metas y los planes.

Podemos definir las habilidades del trabajo en equipo como:

·        Escuchar a los demás.

·        Conceder el beneficio de la duda.

·        Brindar apoyo cuando alguien lo necesita.

·        Valorar las contribuciones y logros de las personas

Las habilidades para el trabajo en equipo se refieren a los comportamientos, que no siempre son fáciles de asimilar o interpretar, aluden a la comunicación y a una mentalidad abierta.

Una no puede existir sin la otra; estar en un equipo que no entiende los comportamientos necesarios del trabajo en equipo podría ser tan frustrante como tener valores de trabajo en equipo, pero sin metas en las cuales aplicar el comportamiento.

 

2.5.2.2 Aplicabilidad de la herramienta en el área de investigación clínica

Los líderes (investigadores) no pueden realizar el trabajo solos. Pueden liderar, pero necesitan otros que los sigan. Los grupos de trabajo (equipo de investigación) tienen su propia identidad, y los líderes (investigadores) eficientes comprenden que los grupos de trabajo tiene su propia personalidad, su fuerza, sus actitudes, sus patrones y sus necesidades. Los líderes (investigadores) que tienen en cuenta esas cosas pueden alcanzar el éxito, porque responden a todas las necesidades del grupo.

Para atender las necesidades del grupo (equipo de investigación) y mantener la moral elevada, los líderes deben:

·        Establecer y mantener los objetivos y los patrones del grupo.

·        Organizar reuniones regulares para informar a los grupos sobre los planes actuales y los desarrollos futuros.

·        Implicar el grupo como un todo en la conquista de los objetivos.

·        Organizar reuniones regulares para consultas efectivas, antes de la toma de decisiones.

·        Mantener la cohesión del grupo y comentar efectivamente las diferencias, las discusiones y los conflictos.

Para que funcione bien, como un equipo, los miembros del grupo también deben estar al tanto de los factores que contribuyen o perjudican el funcionamiento del equipo. Los miembros del equipo debe llegar a un acuerdo acerca de los factores particulares que deben desarrollar en su propio equipo.

Algunos tipos de equipos que usted puede encontrar incluyen equipos: funcionales, interfuncionales, de proyecto, trabajo autodirigidos, adaptables, multiculturales, virtuales o remotos.

Uno de los tipos que se adapta a los equipos de investigación clínica es el equipo de proyecto. Estos son equipos que aluden a un grupo de personas que se encaminan a lograr una tarea en particular, por lo general a corto plazo, y después se disgregan. Los mismos equipos pueden transferir su responsabilidad principal a otros proyectos en donde se está trabajando. Con frecuencia, algunos de sus integrantes tiene personalidades difíciles que pueden chocar fácilmente. Entre los beneficios de este tipo de equipos podemos mencionar el que pueden lograr una increíble efectividad debido a que su meta es a corto plazo y está definida. A menudo se encuentra mucho entusiasmo para el proyecto, porque el equipo puede cubrir nuevas áreas.

Otro tipo de equipo con el que se pueden identificar los equipos de investigación clínica son los equipos interfuncionales. Estos incluyen un grupo de personas de distintas divisiones o departamentos de la compañía, con un diferente rol funcional. En ocasiones puede no ser claro quien detenta la autoridad y, si es alguien de un departamento en particular, esto puede tomar un  cariz demasiado político o de intereses particulares. También puede ser más difícil especificar quien es el líder del equipo. Debido a que el equipo reúne diferentes departamentos o divisiones que necesitan interactuar, las decisiones pueden ser más rápidas y se pueden derribar las barreras de costos. Ofrecen la oportunidad de ver y comprender todo el proceso de funcionamiento de su producto y/o negocio. Garantizan la representación de todas las funciones necesarias.

 

2.5.3 Planificación estratégica

2.5.3.1 Definición

La planeación implica una visión del futuro, ya que de una Situación Actual (SA) se espera llegar a un Resultado Final (RF), para lo cual se requiere del transcurso del tiempo.

Antes de emprender cualquier acción administrativa, es preciso determinar los resultados que pretende lograr un organismo social, así como las condiciones  futuras y los elementos necesario para que funcione eficazmente. Esto sólo se puede lograr a través de la planeación.

La planeación es el proceso de establecer objetivos y escoger el medio más apropiado para el logro de los mismos antes de emprender la acción. Como manifiesta Russell Ackoff, profesor en Wharton Busness School y destacado consultor en planeación estratégica: “La planeación...se anticipa a la toma de decisiones. Es un proceso de decidir...antes de que se requiera la acción” (Ackoff, 1981)

Definimos planeación estratégica como “el proceso por el cual los miembros guía de una organización prevén su futuro y desarrollan los procedimientos y operaciones necesarias para alcanzarlo”. Esta visión del estado futuro de la empresa señala la dirección en que se deben desplazar las empresas y la energía para comenzar ese desplazamiento. Ese proceso de prever el futuro es muy diferente de la planeación a largo plazo; ésta, a menudo, es simplemente la extrapolación de tendencias comerciales actuales. Prever es más que tratar de anticiparse al futuro y prepararse en forma apropiada; implica la convicción  de que lo que hacemos ahora puede influir en los aspectos del futuro y modificarlos.

La planeación precede a las demás funciones del proceso de administración, ya que planear significa tomar las decisiones más adecuadas acerca de lo que habrá de realizarse.

Munich y García define la planeación como: La determinación de los objetivos y la elección de los cursos de acción para lograrlos, con base en la investigación y elaboración de un esquema detallado que habrá de realizarse en un futuro.

Harry Jones la define así: el desarrollo sistemático de programas de acción encaminados a alcanzar los objetivos organizacionales convenidos mediante el proceso de analizar, evaluar y seleccionar entre las oportunidades que hayan sido previstas.

La definición de Gómez Ceja es: el proceso que nos permite la identificación de oportunidades de mejoramiento en la operación de la organización con base en la técnica, así como en el establecimiento formal de planes o proyectos para el aprovechamiento integral de dichas oportunidades.

Burt K. Scalan la define como: el sistema que comienza con los objetivos, desarrolla políticas, planes, procedimientos y cuenta con un método de retroalimentación de información, para adaptarse a cualquier cambio en las circunstancias.

Para comprender con amplitud el concepto de planeación estratégica se deben involucrar seis factores críticos. En primer lugar, la estrategia es un patrón de decisiones coherente, unificado e integrador; esto significa que su desarrollo es consciente, explícito y proactivo. En segundo lugar, la estrategia constituye un medio para establecer el propósito de una organización en términos de sus objetivos a largo plazo,  sus planes de acción y la asignación de recursos. Esta última es quizá la verdadera prueba de fuego del plan estratégico de la organización. En tercer lugar, la estrategia es una definición del dominio competitivo de la compañía: en que tipo de negocio se halla en realidad, aunque ésta no es una pregunta sencilla como puede parecer. En cuarto lugar, la estrategia representa una respuesta a las fortalezas y debilidades internas y a las oportunidades y amenazas externas con el fin de desarrollar una ventaja competitiva.  En quinto lugar, la estrategia se convierte en un sistema lógico para diferenciar las tareas ejecutivas y administrativas y los roles a niveles corporativo, de negocios y funcional, de tal manera que la estructura se ajuste a la función. En sexto ligar, constituye una forma de definir la contribución  económica y no económica que la organización hará a sus grupos de interés, su razón de ser.

 

2.5.3.2 Aplicabilidad de la herramienta en el área de investigación clínica.

La falta de planeación ocasiona una serie de consecuencias negativas que pueden ser críticas para su éxito y que incluso pueden afectar a su propia existencia a mediano y largo plazos. Entre las consecuencias de la falta de planeación tenemos:

·        Excesivas situaciones imprevistas.

·        Inexistencia de una media para controlar el verdadero éxito o fracaso de la administración.

·        Falta de guía de acción clara y precisa.

·        Peligrosa visión a corto plazo.

·        Falta de criterios para decidir las inversiones y gastos a realizar.

·        Falta de control.

Existe otro aspecto, en el que con mucha frecuencia no se piensa a detalle cuando se planea la necesidad de aplicar un verdadero proceso de planeación: los costos que genera la ausencia de planeación. Si se realiza un análisis detallado de las seis consecuencias negativas de la falta de planeación, se deducirá que tiene un factor básico en común: desperdicio.  La falta de planeación produce grandes desperdicios: falta de guías de acción, visión a corto plazo, inversiones y gastos improductivos, falta de control, muchas situaciones imprevistas, falta de una medida de la gestión, y todas en su conjunto producen pérdidas económicas múltiples que producen desperdicio de tiempo, desperdicio de oportunidades, y desperdicio de dinero. Estas áreas de desperdicio se alimentan entre sí y a su vez se alimentan a si mismas. Entre ellas se produce lo que se denomina el efecto sinergia, es decir, cada una de esas áreas potencia la dimensión e importancia de las otras y la unión de todas hace que el resultado final sea mayor que la suma de los efectos aislados de cada una de ellas. La influencias de estas áreas de desperdicio puede provocar que la empresa caiga en un peligroso círculo vicioso que podría llevarla finalmente a la quiebra y/o fracaso, y por lo tanto, a su cierre. Si al planear y ejecutar actividades aisladas se obtienen ventajas y beneficios, piense como éstos se multiplicarían al planear estratégicamente, hasta donde le sea posible, todas las funciones y acciones de su empresa. Las ventajas de aplicar la planeación estratégica son: establecer objetivos específicos claros y precisos para toda la empresa, y establecer un plan de trabajo, que permita alcanzar esos objetivos con eficacia y eficiencia. La unión de la eficacia y la eficiencia producen mayor rentabilidad, ya que permite alcanzar los objetivos y planes con la menor inversión posible.

 

 

2.5.4 Benchmarking

2.5.4.1 Definición

Definir el benchmarking en este momento parece una proposición sin sentido porque a benchmarking como vocablo, le han quitado partes y lo han adaptado a sus circunstancias tantas organizaciones, que intentar definirlo podría tan solo aislar o irritar a esas organizaciones que han intentado trabajar formalmente con ese proceso.

Michael Sendolini ofrece una definición de benchmarking, en donde asigna a ciertas palabras que forman la definición, un significado específico:

Un proceso (1) sistemático (2) y continuo (3) para evaluar (4) los productos (5), servicios (5) y procesos de trabajo (5) de las organizaciones (6) que son reconocidas (7) como representantes de las mejores prácticas (8), con el propósito de realizar mejoras organizacionales (9).

 

2.5.4.2 Aplicabilidad de la herramienta en el área de investigación clínica

Las organizaciones emplean el benchmarking con diferentes fines. Algunas organizaciones posicionan  el benchmarking como parte total de un proceso global de solución de problemas con el claro propósito de mejorar la organización. Otras posicionan el benchmarking como un mecanismo activo para mantenerse actualizadas en las prácticas más modernas del negocio.

 

2.6 Equipo de investigación ideal

2.6.1 Equipo humano

Investigador Principal:

El Investigador es la persona clínicamente responsable de dirigir el ensayo de acuerdo con las normas aplicables y que asegura que se le está administrando el tratamiento adecuado a todos los pacientes incluidos en el proyecto. La primera y principal responsabilidad que asume el investigador es la responsabilidad tanto del bienestar de los pacientes como de que el tratamiento administrado a los pacientes sea el más apropiado en cualquier caso.

Para ello las Buenas Prácticas Clínicas establecen que el Investigador debe estar calificado por su educación, entrenamiento y experiencia para asumir la responsabilidad de conducir apropiadamente la investigación, por lo que debe cumplir con todas las cualificaciones especificadas por los requerimientos regulatorios aplicables. Deberá proveer evidencia de estas cualificaciones a través de un Currículum Vitae actualizado y cualquier otra documentación requerida por el patrocinante, el Comité de Ética y/o las autoridades regulatorias.

Adicionalmente, el Investigador deberá estar familiarizado con el uso apropiado del producto en investigación, deberá estar de acuerdo en cumplir con las Buenas Prácticas Clínicas y los requerimientos regulatorios aplicables.

 

Co-Investigador:

El Co-Investigador o Sub-Investigador es la persona clínicamente responsable de dirigir el ensayo clínico en ausencia del Investigador Principal, dependiendo del equipo de investigación, el Co-Investigador puede asumir ciertas responsabilidades durante el desarrollo del proyecto, sin embargo es importante recalcar que la responsabilidad completa del estudio y el bienestar de los pacientes es una responsabilidad absoluta del Investigador Principal la cual no puede ser delegada.

 

Coordinador:

El Coordinador del centro es la persona encargada principalmente del manejo administrativo del estudio, aunque sus responsabilidades también varían dependiendo de la decisión del Investigador Principal

 

 

 

2.6.2 Infraestructura Física

El Investigador principal debe asegurar que los equipos son adecuados para asistir a los pacientes. Adicionalmente asegura contar con una infraestructura hospitalaria que permita la asistencia de los pacientes en forma adecuada, es decir, contar con un consultorio en donde se pueda realizar un examen físico completo sin ocasionarle incomodidades a los pacientes, equipos calibrados de forma que los resultados obtenidos sean confiables, contar con una infraestructura que permita resolver emergencias médicas, además de contar con otros tales como línea telefónica, fax, acceso a Internet, etc. En general la infraestructura física y sus complementos dependerán de la naturaleza y requerimientos del protocolo.

 

2.6.3 Comités de Ética

Todos los proyectos de investigación clínica deberán ser examinados y aprobados por un Comité Ético independiente (o comisión de revisión), independientemente de si el fármaco ya ha sido registrado como si no, e independientemente de si incluye pacientes o voluntarios sanos. El investigador es el responsable de informar y de tratar con el comité, además de ser el responsable del bienestar de los pacientes. Sin embargo, en muchas ocasiones el promotor colabora con la gestión práctica.

La obligación principal del Comité Ético es salvaguardar el interés de los sujetos examinados o de los pacientes. Aunque el comité en primer lugar evalúa los aspectos éticos del ensayo previsto, también estudia el contenido científico. Es decir, no se considera éticamente justificable exponer a las personas a ensayos clínicos que, debido a su diseño – o más exactamente, a un diseño deficiente- no conduzcan a ningún riesgo o molestia. En algunos países, en los que intervienen las Autoridades Sanitarias, lo que se está convirtiendo en norma de una forma o de otra, en general, sigue siendo la tarea principal de las Autoridades Sanitarias, la de examinar detalladamente el diseño científico.

 

2.7 Modelos Gerenciales aplicados en los Centros Hospitalarios Venezolanos

2.7.1 Debilidades gerenciales de los investigadores clínicos venezolanos.

La experiencia al trabajar con los centros hospitalarios venezolanos y llevar a cabo investigación clínica indican que las debilidades gerenciales principales son las siguientes:

·        Falta de planificación: muchos investigadores aceptan participar en los estudios clínicos teniendo poco conocimiento de la responsabilidad que se adquiere con este tipo de investigación, por lo que aplican nada o muy poca planificación.

·        La selección del equipo de investigación se hace en muchas ocasiones por el simple hecho de laborar en el mismo consultorio, y no se toman en cuenta otros factores que pueden incidir en que los resultados al final alcanzados sean de mayor calidad.

·        Desconocimiento del trabajo realizado por colegas con experiencia,  que pudieran aportar en algún momento mejores alternativas para llevar a cabo una actividad específica

 

 


Capítulo 3. - Marco Metodológico.

 

3.1 Tipo de investigación: Investigación Explicativa

 

3.2 Población y muestra

3.3.1 Técnica de Muestreo

3.3.2 Identificación de la Muestra

3.3.2.1 Centros Hospitalarios Públicos

3.3.2.1.1 Hospital Universitario de Caracas

3.3.2.1.2 Hospital Vargas

3.3.2.2 Centros Hospitalarios Privados

3.3.2.2.1 Policlínica Metropolitana

3.3.2.2.2 Centro Médico de Caracas

 

3.3 Diseño de la investigación

 

3.4 Técnicas e instrumentos de recolección de datos

 

 

3.5 Validez y confiabilidad del instrumento

 

3.6 Tratamiento de Datos

 

3.7  Análisis e interpretación de los Resultados.

 

 

Conclusiones y Recomendaciones

 

 Referencias Bibliográficas

 

1.      Caracciolo Annemarie. Lo fundamental y lo más efectivo acerca de los equipos. SMART.  Mc Graw Hill. 2002.

2.      Code of Federal Regulations (21 CFR) Parts 11, 50, 54, 56, 312,314. Brookwood Medical Publications, 2001

3.      D´Souzza Antonio. Descubre tu liderazgo. Estrategias para el éxito. Ediciones Paulinas.1998.

4.      Goodstein leonard, Timothy Nolan y William Pfeiffer. La planeación estratégica aplicada. Como desarrollar un plan que realmente funcione. Mc Graw Hill. 1998.

5.      Holpp Lawrence. Dirija el mejor equipo de trabajo. Mc Graw Hill. 2002.

6.      ICH Harmonised Tripartite Guidelines for Good Clinical Practice, Brookwood Medical Publications, 2000

7.      Lemne Carola. Manual para Investigadores Clínicos. Pharmacia. 2000.

8.      Levine Stuart y Michael Crom.  Descúbrase como Líder. Cómo ganar amigos, influir sobre las personas y tener éxito en un mundo cambiante.  Dale Carnegie & Associates, Inc. Editorial Hermes. 1997.

9.      Normas de Junta Revisora de productos Farmacéuticos. Sección Especial de las Investigaciones en Farmacología Clínica. Reglamento de Investigación en Farmacología Clínica. Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel. 1998

10. Rodríguez Valencia, Joaquin. Cómo aplicar la planeación estratégica a la pequeña y mediana empresa. Quinta Edición. Thomson. 2005.

11. Serna Gómez Humberto. Mercadeo interno. Estrategia para gerenciar la cultura empresarial. 3R Editores. 2000.

12.  Spendolini Michael.  BENCHMARKINGEditorial Norma. 1992.

 

 

 

 

Referencias secundarias.

 

         I.      Buenas prácticas clínicas en Latinoamérica; proyectos para una harmonización regional; un desafío para el siglo veintiuno.  Drug Information Association. Drug Information Journal. Vol 35, Número 1, año 2001, pág 27.

  http://www.cedi.org.ar/cediquifa/cedi/informaciones.html

       II.      En investigación Biomédica, un olvido histórico: La Persona. ARS Revista Médica. Revista de Estudios Médicos y Humanísticos.

http://escuela.med.puc.cl/publ/ArsMedica/ArsMedica9/Ars9.html

      III.      Ensayos Clínicos. Instituto Nacional de Salud. Ministerio de Salud del Perú.

http://www.ins.gob.pe/ensayosclinicos.asp

   IV.      FARMACOLOGÍA CLÍNICA. DESARROLLO DE NUEVOS MEDICAMENTOS: DESDE LA INVENCIÓN HASTA LA FARMACIA. Pedro M. Politi 1 , Dora M. T. Isolabella 2 y Susana B. Etchegoyen 3

http://www.cancerteam.com.ar/etch001.html

 

 

 

 

Anexos