El horno de “pan de cocer” de Torre de Arcas es uno de los mejores conservados del Bajo Aragón y el primero en ser rehabilitado, tal y como era, para usos culturales y turísticos. Fue un horno de tipo comunal y, aunque no se conoce con seguridad su origen, es probable que se trate de una obra de los siglos XVIII o XIX que estuvo en pleno funcionamiento hasta los años 70 del siglo XX conservándose intacto hasta nuestros días.
Se trata de una edificación tradicional con muros de mampostería, de planta rectangular y cubierta a dos aguas. En su interior, el edificio conserva dos grandes arcos de medio punto construidos con sillería que dan lugar a un amplio espacio de unos 10 metros. De longitud por 5 de anchura dividido en tres tramos, de los que el primero hacía las veces de zaguán y lugar de almacenamiento de la leña.
E l propio horno de tipo “moruno” está también muy bien conservado y en perfectas condiciones para su uso. La boca del horno es rectangular con una puerta de hierro movible de hierro forjado. A su lado existen otras dos puertas utilizadas, una para introducir la leña dentro del horno y, por otra para recoger las cenizas. En su interior tiene una plataforma maciza con ensolado de piedra de unos 4 metros de diámetro que aparece cubierta por una bóveda rebajada de poco mas de 1 m. De altura. La bóveda del horno se sitúa en una habitación aneja que se cubría de tierra para protegerla de las altas temperaturas.
El horno de Torre de Arcas ha conservado perfectamente su antiguo mobiliario y equipamiento para la elaboración y cocción del pan como: grandes mesas y estanterías de madera, herramientas y útiles del hornero, etc. La musealización del edificio se ha realizado a través a través de una serie de paneles y la exposición de piezas y objetos originales utilizados para la elaboración del pan, ha servido para poner en valor esta singular obra, indispensable en todos los pueblos, y que tuvo una enorme trascendencia en la vida cotidiana y en la alimentación de nuestros antepasados.
Su visita permitirá conocer tanto la elaboración tradicional del pan, ha servido para poner en valor esta singular obra, indispensable en todos los pueblos, y que tuvo una enorme trascendencia en la vida cotidiana y la alimentación de nuestros antepasados.
Su visita permitirá conocer la elaboración tradicional y casera del pan.
Fuente :guía turística del mezquin – matarraña
Edita. omezyma