Prefacio:

 

 

Para ser honesto, ni en mis sueños más optimistas imaginé semejantes reacciones ante la salida de la versión inglesa de mi curso de Sindarin Pedin Edhellen. Hay quienes incluso han traducido voluntariamente el curso a varios idiomas (en estos momentos, además de mis trabajos en alemán e inglés, existen versiones en polaco, portugués y español). Quiero expresar mi agradecimiento a esas personas, ya que su interés ha hecho crecer mi motivación hasta el punto de decidirme a preparar este traducción al inglés de mi curso de Quenya.

 

Creo, que de los dos idiomas élficos principales, el Quenya es el más elegante. Cuando traduzco textos al Quenya, tengo a menudo la placentera sensación de poder expresar una determinada idea de varias formas diferentes (una situación que virtualmente no se produce cuando se traduce al Sindarin), pudiendo elegir entre el aoristo y el presente o entre las diferentes formas de expresar “nosotros”; todas estas posibles diferencias son impensables en el alemán, mi lengua materna. He utilizado estas posibilidades en los textos de este curso, aunque y de forma inevitable, ciertos matices de significado se habrán perdido en la traducción al inglés. Es labor de los traductores (si siguen interesados), el volver a dar forma a esos matices en sus respectivos idiomas. A pesar de todo, el lector avispado podrá redescubrirlos sin demasiados problemas.

 

Soy consciente de que existe ya un excelente curso de Quenya escrito por Helge Fauskanger (de hecho es ahí donde aprendí lo que sé de Quenya), sin embargo creo que ambos cursos son complementarios: el curso de Fauskanger intenta mostrar al lector lo que se conoce del Quenya de primera mano y como podemos deducir las reglas gramaticales a partir de los textos originales disponibles. Todo ello incluye un cúmulo de inconcreciones y de preguntas sin respuesta que obligatoriamente, deben formar parte de un proyecto así. Por otro lado, este curso intenta presentar los resultados de ese proyecto: una gramática Quenya reconstruida. Está enfocado en lo que sería el uso actual del lenguaje, es decir, en como leer y escribir textos en Quenya. Se ha puesto especial énfasis en confeccionar un amplio vocabulario accesible para el lector conforme van desarrollándose las ideas gramaticales. Así pues, mi curso sigue los patrones originales de los cursos de idiomas. No obstante, sería muy feliz si algunos de vosotros que váis a leerlo, os sintiérais comprometidos con la idea del proyecto más laborioso, que sería aprender y enseñar como todo esto puede ser deducido a partir de los textos de Tolkien.

 

Cuando se estudian estos idiomas, hay ciertas materias inciertas que inevitablemente están sujetas a especulación. Con el fin de diferenciar entre lo que es realmente cierto y conocido como “genuinamente Tolkien” y lo que está reconstruido, he seguido el siguiente esquema:

 

Las formas simples de las palabras van marcadas con un (*) delante, en el momento en que se presentan por primera vez (sin embargo, estas mismas formas no estarán marcadas en las sucesivas ocasiones en que vayan apareciendo, con el fin de hacer el texto legible). Por ejemplo: *-ccë, significará que esta terminación concreta no se haya confirmada en ninguno de los escritos de Tolkien, sino que ha sido reconstruida tomando como base los principios generales del sistema pronominal.

 

Las secciones más largas describiendo determinadas reglas gramaticales inciertas, están sombreadas en gris. Si una regla es especialmente dudosa, llevará (además del agrisado) una aclaración al pie.

 

Las secciones agrisadas pueden o no ser correctas (con frecuencia contienen afirmaciones y conclusiones susceptibles de cambios en la medida en que vaya surgiendo documentación original de Tolkien. Estas secciones no intentan representar nada más que mis propias intuiciones y deducciones acerca de una regla gramatical concreta, basadas en mis conocimientos de los lenguajes élficos. Representan en general una de las muchas posibilidades en la interpretación de un determinado texto y el propio lector será quien al final deba extraer sus propias conclusiones, comprobando si le es posible las fuentes por sí mismo y siendo consecuente con lo que le dicte su propia mente. Las diferentes opiniones en algunos puntos no solo son posibles, sino que son normales en todo lo que rodea a los idiomas élficos.

 

Aprovecho para expresar mi profundo agradecimiento a Maewen, Arthur, Russë, Giliathiell, Taurwen, y a muchos otros que me han ayudado inestimablemente con sus comentarios, críticas y otras varias formas de apoyo.

 

 

                                                                                                         .Thorsten.

 

                                                                                                                        

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